El uso de datos abiertos en la educación para fomentar el pensamiento crítico
Fecha de la noticia: 05-03-2018
Cada día recibimos una gran cantidad de información científico-tecnológica desde múltiples fuentes: comentarios en redes sociales, noticias en medios de comunicación, mensajes de whatsapp… Esta información va condicionando nuestra concepción del mundo, y nuestro posicionamiento como ciudadanos. Pero el peligro reside en que no toda la información que nos llega ha sido contrastada: muchas veces se trata de contenido superficial y poco fiable que compartimos de manera acrítica por la necesidad de inmediatez, o por carecer de los conocimientos para contrastar su veracidad. Por ello es fundamental tener conocimientos científico-tecnológicos críticos y un juicio informado.
El pensamiento crítico promueve la capacidad de interpretar y evaluar la información que tenemos a nuestro alrededor. Gracias a ello es posible entender mejor nuestro entorno, lo cual favorece nuestra participación en el mismo. Además, fomenta la toma de decisiones, tanto profesionales como personales, de manera razonada.
Estas capacidades son especialmente necesarias para los ciudadanos que se incorporarán a la vida laboral y democrática en los próximos años, por lo que es bueno dotar a los estudiantes de las herramientas adecuadas para tal fin. Una opción es incorporar técnicas de aprendizaje activo que promuevan el uso de datos abiertos y la obtención de valor mediante herramientas de análisis y de visualización de la información, intuitivas y fáciles de utilizar.
Cada vez son más los países conscientes del potencial de los datos abiertos en el sector educativo. Por ello, están empezando a poner en marcha distintas iniciativas para introducir los datos abiertos en los planes de estudios. Es el caso de Irlanda del Norte, que lanzó un concurso para promover ideas innovadoras sobre cómo usar Open Data a la hora dar soporte a los profesores, Argentina con la iniciativa “La escuela en la nube: datos abiertos en el aula”, o Alemania, donde se inició un proyecto de desarrollo de aplicaciones de software que explotaban el potencial de los datos abiertos. En España también se están desarrollando iniciativas de este tipo, como la Escuela Comciencia.
Escuelas Comciencia, pensamiento crítico a través del método científico y el uso de datos abiertos
Escuelas Comciencia busca “ayudar a conectar la investigación y el conocimiento científico-tecnológico con el entorno escolar, desarrollando el pensamiento crítico y reflexivo a través de la educación basada en datos abiertos y la aplicación del método científico”. Es decir, se trata de una oportunidad para aprovechar los bancos de datos abiertos como recursos didácticos para la realización de investigaciones científicas escolares que desarrollen el pensamiento crítico y reflexivo.
Actualmente el programa se centra en estudiantes de Secundaria y Bachillerato. A través de diversas sesiones, los estudiantes se acercan a la realidad de un proyecto de investigación utilizando datos abiertos. Estos proyectos se dividen en 4 fases siguiendo la estela del método científico: búsqueda de información, análisis de datos (mediante Mapas de ArcGIS), elaboración de un informe y comunicación de los resultados. Las temáticas de investigación giran en torno a casos reales, como el impacto local de los residuos industriales, el cambio climático o el consumo de alimentos transgénicos en España.
Además de fomentar el pensamiento crítico, a través de Escuelas Comciencia, los estudiantes también adquieren competencias y habilidades digitales, lo cual facilita su participación activa, responsable y segura en la sociedad y la economía digital.
Esta iniciativa fue creada por el Observatorio de Comunicación Científica y el grupo de investigación Ciberimaginario de la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad de Castilla La Mancha. Además, cuenta con la participación de Esri España, entre otras empresas e instituciones.
Escuelas Comciencia pone de manifiesto el potencial de los datos abiertos como fuente de recursos de aprendizaje, favoreciendo la colaboración y el desarrollo de capacidades reflexivas. De esta forma los estudiantes se convierten en sujetos activos, con un mayor poder para tomar decisiones y participar de forma activa en la sociedad.