El papel de los datos en el impulso de los vehículos autónomos

Fecha de la noticia: 01-07-2025

Vehículos autónomos en una carretera

Hace tan solo unos días, la Dirección General de Tráfico publicó el nuevo Programa Marco para Prueba de Vehículos Automatizados que, entre otras medidas, contempla “la entrega obligatoria de informes, tanto periódicos y finales como en caso de incidentes, que permitirán a la DGT evaluar la seguridad de las pruebas y publicar información básica […] garantizando la transparencia y la confianza pública”.

El avance de la tecnología digital está facilitando que el sector del transporte se enfrente a una revolución sin precedentes respecto a la conducción de vehículos autónomos, ofreciendo mejorar significativamente la seguridad vial, la eficiencia energética y la accesibilidad de la movilidad.

El despliegue definitivo de estos vehículos depende en gran medida de la disponibilidad, calidad y accesibilidad de grandes volúmenes de datos, así como de un marco jurídico adecuado que asegure la protección de los diversos bienes jurídicos implicados (datos personales, secreto empresarial, confidencialidad…), la seguridad del tráfico y la transparencia. En este contexto, los datos abiertos y la reutilización de la información del sector público se manifiestan como elementos esenciales para el desarrollo responsable de la movilidad autónoma, en particular a la hora de garantizar unos adecuados niveles de seguridad en el tráfico.

La dependencia de los datos en los vehículos autónomos

La tecnología que da soporte a los vehículos autónomos se sustenta en la integración de una compleja red de sensores avanzados, sistemas de inteligencia artificial y algoritmos de procesamiento en tiempo real, lo que les permite identificar obstáculos, interpretar las señales de tráfico, predecir el comportamiento de otros usuarios de la vía y, de una forma colaborativa, planificar rutas de forma completamente autónoma.

En el ecosistema de vehículos autónomos, la disponibilidad de datos abiertos de calidad resulta estratégica para:

  • Mejorar la seguridad vial, de manera que puedan utilizarse datos de tráfico en tiempo real que permitan anticipar peligros, evitar accidentes y optimizar rutas seguras a partir del análisis masivo de datos.
  • Optimizar la eficiencia operativa, ya que el acceso a información actualizada sobre el estado de las vías, obras, incidencias y condiciones de tráfico permite una planificación más eficiente de los desplazamientos.
  • Impulsar la innovación sectorial, facilitando la creación de nuevas herramientas digitales que facilitan la movilidad.

En concreto, para garantizar un funcionamiento seguro y eficiente de este modelo de movilidad se requiere el acceso continuo a dos categorías fundamentales de datos:

  • Datos variables o dinámicos, que ofrecen información en constante cambio como la posición, velocidad y comportamiento de otros vehículos, peatones, ciclistas o las condiciones meteorológicas en tiempo real.
  • Datos estáticos, que comprenden información relativamente permanente como la localización exacta de señales de tráfico, semáforos, carriles, límites de velocidad o las principales características de la infraestructura viaria.

El protagonismo de los datos suministrados por las entidades públicas

Las fuentes de las que provienen tales datos son ciertamente diversas. Esto resulta de gran relevancia por lo que se refiere a las condiciones en que dichos datos estarán disponibles. En concreto, algunos de los datos son proporcionados por entidades públicas, mientras que en otros casos el origen proviene de empresas privadas (fabricantes de vehículos, proveedoras de servicios de telecomunicaciones, desarrolladoras de herramientas digitales…) con sus propios intereses o, incluso, de las personas que utilizan los espacios públicos, los dispositivos y las aplicaciones digitales.

Esta diversidad exige un diferente planteamiento a la hora de facilitar la disponibilidad de los datos en condiciones adecuadas, en concreto por las dificultades que pueden plantearse desde el punto de vista jurídico. Con relación a las Administraciones Públicas, la Directiva (UE) 2019/1024 relativa a datos abiertos y reutilización de información del sector público establece obligaciones claras que serían de aplicación, por ejemplo, a la Dirección General de Tráfico, las Administraciones titulares de las vías públicas o los municipios en el caso de los entornos urbanos. Asimismo, el Reglamento (UE) 2022/868 sobre gobernanza europea de datos refuerza este marco normativo, en particular por lo que se refiere a la garantía de los derechos de terceros y, en concreto, la protección de datos personales.

Más aún, algunos conjuntos de datos deberían proporcionarse en las condiciones establecidas para los datos dinámicos, esto es, aquellos “sujetos a actualizaciones frecuentes o en tiempo real, debido, en particular, a su volatilidad o rápida obsolescencia”, que habrán de estar disponibles “para su reutilización inmediatamente después de su recopilación, a través de las API adecuadas y, cuando proceda, en forma de descarga masiva”.

Incluso, cabría pensar que la categoría de datos de alto valor presenta un especial interés en el contexto de los vehículos autónomos dado su potencial para facilitar la movilidad, en concreto si tenemos en cuenta su potencial para:

  • Impulsar la innovación tecnológica, ya que facilitarían a fabricantes, desarrolladores y operadores acceder a información fiable y actualizada, esencial para el desarrollo, validación y mejora continua de sistemas de conducción autónoma.
  • Facilitar la supervisión y evaluación desde la perspectiva de la seguridad, ya que la transparencia y accesibilidad de estos datos son presupuestos esenciales desde esta perspectiva.
  • Dinamizar el desarrollo de servicios avanzados, puesto que los datos sobre infraestructura vial, señalización, tráfico e, incluso, los resultados de pruebas realizadas en el contexto del citado Programa Marco constituyen la base para nuevas aplicaciones y servicios de movilidad que benefician al conjunto de la sociedad.

Sin embargo, esta condición no aparece expresamente recogida para los datos vinculados al tráfico en la definición realizada a nivel europeo, por lo que, al menos de momento, no cabría exigir a las entidades públicas la difusión de los datos que aplican a los vehículos autónomos en las singulares condiciones establecidas para los datos de alto valor. No obstante, en este momento de transición para el despliegue de los vehículos autónomos, resulta fundamental que las Administraciones públicas publiquen y mantengan actualizados en condiciones adecuadas para su tratamiento automatizado, algunos conjuntos de datos, como los relativos a:

  • Señales viales y elementos de señalización vertical.
  • Estados de semáforos y sistemas de control de tráfico.
  • Configuración y características de carriles.
  • Información sobre obras y alteraciones temporales de tráfico.
  • Elementos de infraestructura vial críticos para la navegación autónoma.

La reciente actualización del catálogo oficial de señales de tráfico, que entra en vigor el 1 de julio de 2025 incorpora señalizaciones adaptadas a nuevas realidades, como es el caso de la movilidad personal. Sin embargo, requiere de una mayor concreción por lo que se refiere a la disponibilidad de los datos relativos a las señales en las referidas condiciones. Para ello será necesaria la intervención de las autoridades responsables de la señalización de las vías.

La disponibilidad de los datos en el contexto del espacio europeo de movilidad

Partiendo de estos condicionamientos y de la necesidad de disponer de los datos de movilidad generados por empresas privadas y particulares, los espacios de datos aparecen como el entorno jurídico y de gobernanza óptimo para facilitar su accesibilidad en condiciones adecuadas.

En este sentido, las iniciativas para el despliegue del espacio de datos europeo de movilidad, creado en 2023, constituyen una oportunidad para integrar en su diseño y configuración medidas que den soporte a la necesidad de acceso a los datos que exigen los vehículos autónomos. Así pues, en el marco de esta iniciativa sería posible liberar el potencial de los datos de movilidad y, en concreto:

  • Facilitar la disponibilidad de los datos en condiciones específicas para las necesidades de los vehículos autónomos.
  • Promover la interconexión de diversas fuentes de datos vinculadas a los medios de transporte ya existentes, pero también de los emergentes.
  • Acelerar la transformación digital que suponen los vehículos autónomos.
  • Reforzar la soberanía digital de la industria automovilística europea, reduciendo la dependencia de grandes corporaciones tecnológicas extranjeras.

En definitiva, los vehículos autónomos pueden suponer una transformación fundamental en la movilidad tal y como hasta ahora se ha concebido, pero su desarrollo depende entre otros factores de la disponibilidad, calidad y accesibilidad de datos suficientes y adecuados. El Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible que actualmente se encuentra en tramitación en las Cortes Generales constituye una magnífica oportunidad para reforzar el papel de los datos a la hora de facilitar la innovación en este ámbito, lo que sin duda favorecería el desarrollo de los vehículos autónomos. Para ello será imprescindible, de una parte, contar con un entorno de compartición de datos que haga compatible el acceso a los datos con las adecuadas garantías para los derechos fundamentales y la seguridad de la información; y, de otra, diseñar un modelo de gobernanza que, como se enfatiza en el Programa impulsado por la Dirección General de Tráfico, facilite la participación colaborativa de “fabricantes, desarrolladores, importadores y operadores de flotas establecidos en España o en la Unión Europea”, lo que plantea importantes desafíos en la disponibilidad de los datos.


Contenido elaborado por Julián Valero, catedrático de la Universidad de Murcia y Coordinador del Grupo de Investigación “Innovación, Derecho y Tecnología” (iDerTec). Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.