Las regiones biogeográficas identifican amplias extensiones, en ocasiones de tipo continental, en las que las especies vegetales tiene una serie de similitudes comunes. Las características comunes del clima, el suelo, la vegetación, etc. conllevan unos rasgos comunes que se agrupan dentro de estas grandes regiones biogeográficas, dando una impronta particular y común a sus territorios y paisajes.
En el caso de Aragón, debido a su orografía y a su relación de continuidad y cercanía con diferentes dominios biogeografícos, aparecen dos regiones, la región Eurosiberiana (Provincia Alpina) que abarca las zonas más montañosas del Pirineo, enlazando con las estribaciones exteriores del mismo, como es el caso de las Sierra de Guara, y la región Mediterránea, con diferentes provincias, que domina en el resto del territorio aragonés, y en buena parte de España, de la que sólo el extremo norte coincide con la misma región que los Pirineos aragoneses.