Los materiales más antiguos del Norte de la isla, que han estado sometidos durante mucho tiempo a la acción de los fenómenos climáticos y biológicos, han originado suelos profundos, fértiles y ricos en condiciones naturales. En las zonas de vulcanismo reciente, las rocas están poco alteradas y los suelos son de poco espesor, pedregosos, pobres y de baja fertilidad. Los suelos de La Palma varían entre estos dos extremos y ofrecen una gran riqueza cualitativa y una extraordinaria diversidad. En la isla están presentes 12 edafotaxas de las 17 existentes en Canarias y de las 30 reconocidas en el mundo