El plato estrella de la gestión administrativa: una ración de datos abiertos

Los datos abiertos, como generadores de conocimiento que son, despiertan cada vez más interés, tanto por parte de la administración como de las empresas reutilizadoras y los ciudadanos en general. Sin embargo, todavía existen dudas sobre cómo publicar, gestionar y utilizar este tipo de información.

El artículo El plato estrella de la gestión administrativa: una ración de datos abiertos, escrito por Roberto Magro Pedroviejo, Jefe de Servicios Interactivos, Responsable de la Web Municipal, Transparencia y Datos abiertos del Ayuntamiento de Alcobendas, y publicado recientemente por El consultor de los Ayuntamientos, trata de arrojar algo de luz sobre la situación actual de los datos abiertos y las tendencias futuras.

El artículo consiste en una serie de reflexiones, basadas en la experiencia y el conocimiento adquirido, sobre distintos aspectos del universo de los datos abiertos. A continuación se resumen las principales conclusiones:

• Los datos abiertos como materia prima. Los datos abiertos son la materia prima necesaria para generar conocimiento; un conocimiento que permitirá ser más eficiente a la administración pública, así como desarrollar mejores políticas y servicios públicos. De acuerdo con el artículo, los datos abiertos deben “tener una estructura, estar en formato abierto, bajo unos estándares y ser comprensibles e interoperables para generar valor”.  Además, deben ser “susceptibles de ser tratados mediante procesos de automatización de la información”.

• El valor de las nuevas tecnologías. Big Data, 5G o blockchain son algunas de las tecnologías que optimizarán la gestión y el análisis de las grandes cantidades de datos producidas. El artículo también resalta que las administraciones públicas deben brindar herramientas gratuitas y fáciles de manejar a la ciudadanía para que puedan experimentar y crear visualizaciones que faciliten la comprensión de la información.

• Beneficios tanto para el sector público como privado. La publicación de datos no es un fin en sí mismo, sino un medio para ser más transparentes y rendir cuentas, así como para generar valor social y económico a través de su reutilización. La Unión Europea estima que, en 2030, “el valor de los datos para la economía alcanzará los 194.000 millones de euros y más de 700.000 empleos se basarán en la gestión de los datos del sector público”.

• La importancia de apoyarse en guías. Como por ejemplo, la  “Guía Datos Abiertos FEMP 2019. 40 conjuntos de datos a publicar por las Entidades Locales”, publicada a finales de 2018. Esta guía propone la publicación de un mínimo de datos comunes en todas las entidades locales para facilitar su reutilización. En la misma línea, la nueva directiva europea de reutilización de la información del sector público, propone a los estados miembros poner el foco en varias áreas temáticas, como los datos geoespaciales, de medio ambiente o los datos estadísticos.

• La necesidad de incorporar nuevos perfiles. El artículo resalta que es necesario crear equipos multidisplinares, incorporando nuevos perfiles como científicos de datos, ingenieros de datos, sociólogos y antropólogos digitales, analistas e intérpretes de datos, expertos en semántica y lingüística o incluso filósofos.

• Creación de oficinas del dato. Se trata de organismos que recopilen, analicen e interpreten datos provenientes de distintas fuentes: ciudades inteligentes, sensores, estadísticas oficiales, etc. El hecho de contar con toda la información unificada facilitará la toma de decisiones.

• Todavía quedan retos por superar. Como por ejemplo, conocer quién está reutilizando los datos, para qué y con qué resultados, con el objetivo de medir su rendimiento e impacto; o fomentar la colaboración entre personas, administraciones públicas, empresas, etc. para detectar y buscar soluciones a problemas sociales. También se resalta la necesidad que los datos abiertos estén enlazados semánticamente por defecto, así como de normalizar vocabularios y formatos.

El artículo también incluye una serie de recomendaciones, como que “las AAPP deben ser, por defecto, organizaciones abiertas y deben asumir un concepto clave: el dato único” o que “los datos abiertos no sólo deben servir para ser entregados a la sociedad, sino que también deber ser interesantes para el consumo interno dentro de la organización”.

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