La nueva vida de los datos más allá de los informes
Berriaren data: 26-08-2021

Tanto las administraciones públicas como los organismos internacionales están utilizando cada vez en mayor medida nuevos enfoque más prácticos y creativos para la resolución de problemas, centrados en datos reales y en cómo entender mejor las necesidades de las personas. De este modo podrán proponer soluciones que satisfagan dichas necesidades de forma más directa y eficaz, en lugar de diseñar políticas o productos de forma totalmente aislada e independiente, e intentando luego que sean los destinatarios los que se amolden a ellos.
Un buen ejemplo de esta tendencia es la creciente popularidad de las metodologías de diseño centrado en las personas — como por ejemplo el design thinking — tanto entre legisladores y diseñadores de servicios públicos como entre los innovadores en políticas públicas. Así pues, podemos ver cómo instituciones como las Naciones Unidas o gobiernos como el de Australia o Hong-Kong llevan ya algún tiempo explorando las oportunidades y ventajas que el diseño centrado en sus usuarios les ofrece.
Este cambio de mentalidad tiene también como consecuencia que la forma en la que tradicionalmente se han ido presentado los análisis y resultados de estas políticas públicas a través de macro-informes esté también evolucionando para adaptarse a las nuevas necesidades del desarrollo participativo y colaborativo. A continuación, veremos tres ejemplos actuales de cómo este cambio de filosofía se está llevando ya a la práctica.
Informe sobre el Desarrollo Global del Banco Mundial
Hace aproximadamente un año compartíamos el primer borrador del informe del Banco Mundial sobre el Desarrollo y ya entonces llamaba la atención el hecho de que hubiesen preparado una serie de consultas públicas a través de las cuáles se pretendía dar respuesta a las principales incógnitas que se presentaban en ese borrador inicial. Ahora, una vez terminadas las rondas de consultas y unos meses después de la publicación y presentación de la versión final del informe, es grato también observar cómo el Banco Mundial vuelve a ir un paso más allá a la hora de presentar los resultados y nos ofrece todo un rango de opciones que incluyen:
- Ejemplos destacados: Una serie de ejemplos prácticos temáticos que muestran cómo se pueden utilizar los datos para impulsar el desarrollo en áreas tan dispares como la seguridad vial, el medio ambiente, la violencia de género, la gestión de la deuda pública, o las predicciones meteorológicas.
- Datos y herramientas de análisis: Ofreciendo acceso y la capacidad de explorar y descargar todos los datos sobre los que se sustenta el informe. Esto incluye varios indicadores con series temporales de más de 170 países, datos sobre las leyes y regulaciones que afectan a la gobernanza de los datos en 80 países, e indicadores sobre la madurez de los países en relación a sus prácticas de gobernanza de los datos.
- Investigación a fondo: Proporciona una serie de artículos de investigación a través de los cuales se profundiza en algunos aspectos más detallados de entre los temas recogidos por el informe, como pueden ser los factores que limitan la adopción de internet en el África Occidental o el coste que supone para los países la aplicación e implementación de la regulación de los datos personales.
- Casos de estudio: Donde se irán incorporando casos reales en los que el Banco Mundial trabaja con los distintos países para facilitar la implementación de sistemas de gobernanza de datos adecuados, aunque por el momento sólo cuente con un único caso de estudio sobre el ecosistema de los datos en Jordania.
Por otro lado, podemos ver también cómo esa tendencia hacía el diseño y desarrollo colaborativo no sólo parece que se consolida, sino que incluso se refuerza y se extiende a través toda una serie de seminarios online en los que el Banco Mundial ha venido colaborando con otras entidades y organizaciones como el G20, la OECD, las Naciones Unidas, Paris21, Internet Society, el Open Institute o Data2X para seguir analizando los resultados del estudio desde diferentes puntos de vista.
Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
Otro buen ejemplo de esta tendencia lo podemos ver en el ambicioso proyecto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible promovido por las Naciones Unidas, el cual, debido a su tamaño y complejidad, necesita apoyarse en otras variadas herramientas más allá de los tradicionales informes mundiales sobre desarrollo sostenible que también siguen publicando de forma regular. Es por ello que nos ofrecen una cantidad ingente de documentación adicional que incluye información detallada sobre cada uno de los 17 objetivos de desarrollo, resúmenes de cada objetivo a través de infografías e información detallada sobre sus metas y acciones, así como cientos de publicaciones relacionadas con cada objetivo en particular.
Pero eso no es todo, ya que cuentan también con multitud de conferencias, eventos y seminarios online para que cualquiera que quiera aprender más sobre los objetivos o involucrarse más activamente en su desarrollo e implementación pueda contar con una oportunidad para hacerlo. Existen además foros específicos de alto nivel para la participación directa de los países miembro responsables finales de la implementación de los objetivos, así como programas de formación y capacitación específicos para ellos. Y, por supuesto, tienen su propia presencia en redes sociales a través de Facebook y Twitter, donde se va dando cuenta de forma regular de todos los avances y novedades de posible interés para el público en general.
Por último, y además de todo lo anterior, las Naciones Unidas ponen también a nuestra disposición toda una serie de recursos para el seguimiento escrupuloso de las conversaciones y diálogos de los países miembro en torno a los objetivos, así como del grado de cumplimiento de los mismos en cada momento. Entre estas herramientas de seguimiento cabe destacar también los distintos exploradores de datos, mapas interactivos, perfiles de países o historias contadas a través de los datos — que nos ofrecen toda una variedad de información y visualizaciones tanto promovidas directamente por la propia agencia o por la comunidad, como llevadas a cabo por otras instituciones especializadas en temáticas más concretas como la energía o la agricultura.
Indicadores de Desarrollo Digital de la ITU
Finalmente, un tercer buen ejemplo de cómo ir un paso más allá del informe tradicional lo podemos ver en las estadísticas que publica la Unión de Telecomunicación Internacional (ITU) regularmente a través de sus informes de medición de desarrollo digital, los cuales no se limitan nuevamente a la publicación de los tradicionales informes, sino que nos ofrecen todo un rango de alternativas complementarias incluyendo informes interactivos, un completo kit multimedia para ayudarnos a difundir los principales hallazgos del informe y toda una serie de eventos mediante los que poder profundizar en distintos aspectos de los resultados y que abarcan desde simposios internacionales, seminarios online, reuniones de grupos de expertos o cursos.
Además, la ITU ha creado una serie de sitios web interactivos a través de los cuales se puede acceder a los principales indicadores de desarrollo digital y comprobar su evolución durante los últimos años en los distintos países, o revisar algunos indicadores más específicos como los relacionados con el coste de los servicios digitales, incluyendo nuevamente series históricas y comparaciones entre distintos países. Por último, también nos ofrecen un completo portal de datos dedicado a recoger todos los datos históricos de las principales estadísticas e indicadores con los que cuenta la institución. Y por supuesto, seguimos contando también con la opción de acceder a los datos en crudo — incluyendo varias series históricas específicas e indicadores secundarios — para poder hacer nuestros propios análisis.
Los ejemplos anteriores nos muestran cómo este cambio de mentalidad a la hora de plantear políticas públicas de alto impacto más allá de los informes pone a nuestra disposición todo un nuevo rango de herramientas y métodos. Éstos a su vez nos ayudarán a dar una nueva vida a los datos con los que trabajamos, pasando de los procedimientos unidireccionales y los meros informes hacia procesos cada vez más colaborativos en los que los datos fluirán entre todos los participantes de las distintas fases del proceso, desde la generación de evidencia acerca del problema que queremos resolver, la creación de alianzas para la búsqueda de soluciones, el desarrollo colaborativo de dichas soluciones y, finalmente, la canalización de las acciones necesarias para llevarlas a la práctica.
Contenido elaborado por Carlos Iglesias, Open data Researcher y consultor, World Wide Web Foundation.
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