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El Portal europeo de datos, data.europa.eu, acaba de hacer público su Data Maturity Index, un índice donde cada año se evalúa el nivel de madurez de los países europeos en materia de datos abiertos. Para su elaboración, se ha realizado una encuesta de evaluación que ha sido completada por 35 países, incluidos los 27 Estados miembros de la Unión Europea, tres países de la Asociación Europea de Libre Comercio (Islandia, Noruega y Suiza) y cinco países candidatos (Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Albania, Serbia y Serbia y Ucrania) 

En la edición de este año, España obtiene una calificación del 95% sobre 100%. Con ello se coloca en la quinta posición general y en la cuarta si se tienen en cuenta únicamente los países miembro de la Unión Europea (EU27). Este dato supone una mejora de tres puntos porcentuales con respecto a su calificación del pasado año y la sitúa 12 puntos por encima de la media de la EU27 (83%). 

Las primeras posiciones del ranking las ocupan Francia, Polonia, Ucrania y Estonia.

 

Gráfico del ranking del resultado del Maturity Index según países UE27 y europeos en el que España aparece en quinta posición 

Por encima de la media de la UE27 en todas las dimensiones analizadas 

El índice se acompaña de un informe donde se recoge el análisis realizado y se muestra una visión general de las buenas prácticas aplicadas en Europa. En el caso de España, se encuentra por encima del promedio de la UE-27 en los cuatro indicadores analizados: 

  • Política, centrado en las políticas de datos abiertos de los distintos países. En él se analiza la existencia de modelos de gobernanza nacional para la gestión de datos abiertos y las medidas que se han aplicado para implementar las estrategias existentes. Es el indicador en el que España obtiene una mayor puntuación, con un 99% frente al 89% de la UE27. El informe destaca cómo la estrategia nacional de datos abiertos del país ayuda a promover la apertura de la información pública a través de acciones innovadoras y estructuradas en colaboración con socios públicos y privados. Entre otras cuestiones, la estrategia incluye el objetivo de identificar modelos de negocio y casos de éxito empresarial para compartir prácticas exitosas. El informe también resalta la existencia de diversas estrategias digitales que complementan las políticas específicas sobre datos abiertos, como la estrategia nacional de inteligencia artificial, que incluye disposiciones relacionadas con la disponibilidad de datos abiertos para el funcionamiento y la formación de sistemas de inteligencia artificial. 

  • Impacto, que analiza las actividades realizadas para supervisar y medir tanto la reutilización de datos abiertos como el impacto creado por dicha reutilización. De manera tradicional, esta ha sido la dimensión menos madura de toda Europa. No obstante, España obtiene una puntuación de 96% frente al 77% de la UE27. Los mejores resultados se consiguen en la medición de impacto de casos de uso de datos abiertos en los sectores de medio ambiente, economía y política. 

  • Portal, enfocada en evaluar las funcionalidades de la plataforma nacional que permiten a los usuarios acceder a los datos abiertos y ayudan a impulsar la interacción dentro de la comunidad. Con un 96% frente al 85% de la EU27, España destaca en el uso de herramientas analíticas para conocer el comportamiento del usuario, y en la implementación de estrategias para garantizar la sostenibilidad del portal y el aumento de su visibilidad, incluyendo la presencia en las redes sociales. También se resalta la existencia de un área privada que permite a los editores actuar en función del feedback recibido. 

  • Calidad, que examina los mecanismos para garantizar la calidad de los (meta)datos. Aquí España obtiene un 88% frente al 82% de la UE27. La puntuación de España está impulsada por el cumplimiento de la norma DCAT-AP (ofreciendo materiales didácticos para publicadores), la existencia de un planteamiento sistemático para garantizar que los metadatos estén actualizados y la amplia gama de datos ofrecidos, tanto históricos como actuales.  

Gráfico del grado de madurez de España según indicadores de política, portal, impacto y calidad y su evolución desde 2019 hasta 2023 

El informe también mide cómo están avanzando los países de la EU27 en la aplicación del Reglamento de ejecución sobre conjuntos de datos de gran valor. En este apartado, España se encuentra en novena posición, con un 68% de ejecución. En general, los Estados miembros están haciendo más progresos en los conjuntos de datos geoespaciales y estadísticos. También se está avanzando en los requisitos técnicos y jurídicos subyacentes. 

Recomendaciones generales  

El informe recoge una serie de recomendaciones para España, entre otros países, que incluyen fomentar el desarrollo de iniciativas a nivel local y regional, impulsando una mejor coordinación entre equipos, y activar la red de responsables de datos abiertos para que pongan en marcha actividades de seguimiento dentro de sus organizaciones. También se hace hincapié en la necesidad de promover los cursos de datos abiertos existentes e impulsar nuevos materiales formativos, prestando especial atención a desarrollar conciencia estratégica sobre la reutilización y el impacto de los datos abiertos. 

De manera general, el informe pone de manifiesto el buen avance en materia de datos abiertos en toda Europa. Aunque existen áreas de mejora, el panorama open data europeo se va consolidando, con España en las primeras posiciones de la tabla. 

En 2024, las nuevas oleadas de aplicación de la estrategia europea de datos plantearán a los equipos nacionales nuevos retos. Por un lado, estos deberán redoblar sus esfuerzos para informar a los ciudadanos de las nuevas fuentes de datos surgidas a raíz de iniciativas como la Ley de Gobernanza de Datos y los espacios de datos. En este sentido, será necesaria la coordinación entre las nuevas figuras surgidas de dichos desarrollos legislativos y el tradicional mundo de los datos abiertos, potenciando las evidentes sinergias entre ambos para impulsar la economía del dato y colectivizar el valor generado.  

 

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¿Cuáles son las necesidades de las instituciones públicas europeas que reutilizan datos abiertos? Esta es la pregunta que se plantean desde la Comisión Europea, a través de la iniciativa europea de open data data.europa.eu, y que da comienzo al informe “Measuring data demand within the public sector”, publicado por la iniciativa.

El informe se enmarca dentro de una serie de acciones que data.europa.eu está llevando a cabo para fomentar la reutilización de datos por parte del sector público. Se trata de una campaña de un año de duración que incluirá diversos artículos y un webinar. La campaña culminará con un segundo informe donde se recogerán las conclusiones observadas.

Este primer informe sienta las bases de los temas a tratar, marcando 3 objetivos:

  • Aclarar la importancia de las instituciones públicas como reutilizadoras de datos.
  • Identificar métodos y buenas prácticas para evaluar la demanda de las instituciones públicas.
  • Estimular el debate sobre la manera más apropiada de fomentar la reutilización de datos abiertos por parte de las instituciones públicas.

En definitiva, se quiere fomentar un sector público impulsado por los datos, que los reconozca como un activo integral para la formulación de políticas, la prestación de servicios, la gestión y la innovación pública.

Las ventajas de la reutilización de datos abiertos por parte de las instituciones públicas

Tradicionalmente, en el ecosistema de datos abiertos, se ha seguido un enfoque donde los roles estaban divididos: el sector público era el proveedor de datos y el sector privado era el reutilizador. Sin embargo, esta situación está cambiando y cada vez más instituciones son conscientes de las ventajas de aprovechar el potencial de los datos abiertos.

El informe resalta cómo la OCDE ha identificado tres áreas en las que la reutilización de datos puede mejorar la eficacia de las instituciones públicas:

  1. Anticipar la gobernanza. Los datos abiertos ayudan a predecir tendencias y patrones con el fin de mitigar los riesgos emergentes y responder a crisis en desarrollo. Un ejemplo es el cuadro de mando interactivo elaborado por el Eurostat con indicadores estadísticos, mensuales y trimestrales. Este cuadro es utilizado por distintos países para el seguimiento de la recuperación económica y social ligada a la pandemia de COVID-19.
  1. Diseño y prestación de políticas y servicios. Los datos abiertos ayudan a entender los problemas, involucrar a la ciudadanía e impulsar la formulación de políticas con base empírica. El informe pone el ejemplo de las regiones del Mar Báltico, donde el uso transfronterizo de datos gubernamentales abiertos se está aplicando a la mejora de los servicios sociales.
  1. Gestión de rendimiento. Los datos abiertos también pueden repercutir en una mayor productividad del sector público, un uso más eficiente de los recursos y una mejor evaluación de las políticas. En este sentido, el portal de datos agroalimentarios de la Comisión Europea, que integra datos de múltiples instituciones europeas, facilita el cálculo de indicadores clave para la evaluación de políticas agrícolas en todos los países.

Los datos abiertos, por tanto, ayudan a que los servicios y políticas públicas sean más eficientes, pero también más sostenibles, inclusivos y de confianza, beneficiando a ciudadanos y empresas. Sin embargo, a pesar de estas ventajas, nos encontramos con que muchos datos de las instituciones públicas todavía no fluyen libremente, sino que se encuentran en silos. Faltan incentivos para compartir, pero también hay miedo a la pérdida de control, entre otros factores.

El informe indica que la solución pasa por  tener en cuenta y  medir la demanda de datos de las instituciones públicas. El hecho de conocer los beneficios que genera la apertura de determinados datos, hace que otras instituciones también se animen a su apertura y reutilización. En este sentido, el informe destaca, entre otros, los esfuerzos de España, al comprometerse con las comunidades de usuarios y supervisar la reutilización de datos públicos a través de la Iniciativa Aporta.

Los enfoques existentes para evaluar la demanda de datos de las instituciones públicas

Tras esta primera parte centrada en los beneficios, el informe pasa a analizar los enfoques e indicadores que existen actualmente en el panorama europeo para evaluar las necesidades de las instituciones públicas como reutilizadoras de datos, con el fin de determinar cuáles son los métodos más adecuados.

La revisión bibliográfica y el análisis de los marcos de medición internacionales muestran que la medición de la demanda no es habitual. Los enfoques e indicadores desarrollados por las instituciones de la UE y los Estados miembros son escasos, y se centran en fomentar la demanda de los datos que ya están disponibles, sin determinar el grado de reutilización real de los datos públicos disponibles ni el impacto que se consigue con ellos. Además, habitualmente están centrados en los reutilizadores en general y en colectivos como empresas, periodistas, sociedad civil, etc., olvidándose del sector público.

Entre los países más avanzados en la materia, el informe menciona a España, donde se adopta una estrategia proactiva, a través de retos y hackathons, eventos de cocreación, sesiones informativas y formaciones periódicas.

A la hora de medir el impacto, se recomienda combinar métodos cuantitativos y cualitativos, como por ejemplo:

  • Analizar las direcciones IP y las estadísticas webs.
  • Implementar técnicas de rastreo web (por ejemplo, APIs de búsqueda) para identificar menciones a la reutilización de datos abiertos.
  • Análisis cuantitativos de los Tweets que mencionan datos abiertos.
  • Realización de cuestionarios online y entrevistas con reutilizadores.
  • Uso de formularios de contacto para que los usuarios puedan compartir casos de uso o sistemas de valoración para que puedan puntuar los datasets.

En España, bastantes iniciativas ya han puesto en marcha estos mecanismos, junto con otros adicionales.

El informe también repasa algunos índices e informes internacionales en búsqueda de indicadores que midan la demanda. Muchos, como el Global Open Data Index, el Open Data Barometer o el Open Data Inventory (ODIN), se centran en la provisión de datos y no incluyen ningún indicador para calcular la demanda de datos abiertos por parte de las instituciones públicas o dentro de ellas. Sin embargo,  aquí también la situación está cambiando y encontramos otros informes como el European Open Data Maturity Assessment o el Open Data Readiness Assessment (ODRA) que sí incluyen este tipo de métrica. También el futuro Global Data Barometer, elaborado por la iniciativa latinoamericana de datos abiertos ILDA y la Red de Datos para el Desarrollo (Data for Development Network), incluirá indicadores de la demanda como parte del estudio

 En este sentido, el informe incluye en el anexo dos tablas, una con la visión general de los marcos examinados y otro que agrupa los indicadores incluidos en dichos marcos que pueden ser aprovechados para analizar la demanda de datos abiertos de las instituciones públicas.

Próximos pasos

El documento finaliza con una lista de cuestiones clave surgidas de la investigación, que se utilizarán para impulsar un debate entre las partes interesadas sobre métodos e indicadores adecuados para medir la demanda de datos de las instituciones públicas, en el contexto del portal data.europa.eu. Algunos ejemplos de estas preguntas son: cuáles son las actividades adecuadas para atraer a los reutilizadores del sector público o cómo pueden aprovecharse las métricas automatizadas para medir la demanda de datos de las instituciones públicas.

El próximo martes 29 de marzo tendrá lugar un webinar donde se abordará este informe. Ponentes de distintos organismos explicarán cómo ellos se relacionan con los reutilizadores de datos de las instituciones públicas, miden su demanda e incorporan los datos a sus políticas de datos abiertos. Puedes inscribirte en este enlace.

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