Laboratorios para la innovación en la gestión de los datos
Fecha de la noticia: 19-01-2021

Los planteamientos actuales para la elaboración de políticas públicas que respondan de forma ágil al ritmo de evolución de las tendencias en el ámbito tecnológico resultan con demasiada frecuencia infructuosos. Los encargados de la formulación de dichas políticas se ven a menudo presionados a elaborar y adoptar leyes o directrices sin contar con la evidencia necesaria para poder hacerlo con garantías y sin tener la oportunidad de consultar a los expertos y usuarios afectados —lo que significa que no se diseñarán teniendo en cuenta las necesidades de quienes se verán directamente afectados por ellos posteriormente.
Este problema es particularmente acuciante en el caso de las tecnologías emergentes, donde además algunas empresas suelen resistirse activamente a la reglamentación usando sus propios grupos de presión, o simplemente ocupando el espacio vacío de regulación estableciendo normas de facto mediante sus propias prácticas.
Por todo lo anterior, los responsables políticos están empezando a adoptar algunos enfoques alternativos para la elaboración de políticas públicas en el entorno tecnológico. Entre estas alternativas destaca el auge de los laboratorios de innovación en políticas públicas, cuyo principal objetivo es el de ofrecer una herramienta que facilite la creación ágil de dichas políticas garantizando la orientación al interés público al mismo tiempo que permite la innovación y el desarrollo de las empresas.
¿Qué es un laboratorio de políticas públicas?
Un laboratorio de políticas —o Policy Lab en inglés— es un espacio en el que los distintos grupos interesados son invitados a trabajar en conjunto aportando cada uno sus competencias particulares para encontrar soluciones a problemas comunes. Para ello se trabaja mediante un proceso abierto e iterativo en el que se experimenta con las posibles soluciones que se vayan encontrando, pero manteniendo un foco permanente en las necesidades y expectativas de los individuos afectados. El trabajo de estos laboratorios se basa en la evidencia para abordar cuestiones que resultan de particular relevancia social, a menudo en áreas muy dinámicas y en pleno crecimiento como por ejemplo la tecnología, el cambio climático o las finanzas.
Así pues, los laboratorios de políticas se están convirtiendo en mecanismos cada vez más populares para trazar puentes entre expertos, administración pública y sociedad, y poder así resolver los desafíos pendientes aprovechando a su vez las oportunidades que ofrecen las áreas de conocimiento emergentes. Este tipo de laboratorios han estado floreciendo de forma profusa últimamente, tanto en Europa como en Estados Unidos. Los laboratorios de políticas tecnológicas en particular tienen como objetivo hacer avanzar las políticas aplicables en el sector tecnológico a través de la investigación, la educación y el co-liderazgo de pensamiento, consiguiendo así restablecer la confianza en los mecanismos de diseño y decisión necesarios para que dichas políticas tengan éxito. Algunos ejemplos actuales son:
- El Laboratorio de Políticas Tecnológicas de la Universidad de Washington centrado en la Inteligencia Artificial y que influye tanto en la legislación estatal como en la federal.
- El Laboratorio de Políticas de Tecnologías Digitales, de la University College London (UCL), cuyos proyectos actuales abordan el Internet de las Cosas y la privacidad online.
- El Laboratorio de Políticas de la Unión Europea, de la Comisión Europea, que experimenta con el diseño de servicios en áreas temáticas prioritarias para la UE —como la economía compartida, las tecnologías blockchain o la salud.
Laboratorios de políticas de datos abiertos
Dentro de los laboratorios de políticas tecnológicas es también frecuente encontrar algunos especializados en temáticas más específicas, como es el caso de los Laboratorios de Políticas de Datos Abiertos. El objetivo en este caso es apoyar a los responsables de la toma de decisiones en su labor de acelerar la reutilización y el intercambio responsable de datos en beneficio de la sociedad y la difusión equitativa de las oportunidades sociales y económicas asociadas a esos datos.
Un claro ejemplo lo tenemos en el Open Data Policy Lab, puesto en marcha recientemente por Microsoft y el GovLab con el objetivo de ayudar a los organismos gubernamentales de todos los niveles a identificar las mejores prácticas para mejorar la disponibilidad, la reutilización y la utilidad de los datos que gestionan —desde la elaboración de modelos legislativos eficaces hasta la forma en la que abordar el reto de identificar y publicar conjuntos de datos de alto valor necesarios para ayudar a hacer frente a los desafíos críticos de la sociedad.
Su labor consiste en facilitar la colaboración entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad para abordar una serie de obstáculos que actualmente se interponen en el camino del acceso a los datos de forma responsable —entre ellos la ausencia de un modelo de gobernanza propicio, la falta de capacidad interna o el acceso limitado a los conocimientos y recursos externos. Para ello el Open Data Policy Lab se centra en cuatro actividades principales:
- Análisis: mediante investigaciones para identificar las mejores prácticas en el campo de los datos abiertos e informar sobre el desarrollo de iniciativas de datos que contribuyan al desarrollo económico y social.
- Guía: desarrollando metodologías, directrices, conjuntos de herramientas y otros materiales que sirvan para facilitar un intercambio de datos más eficaz y fomentar la toma de decisiones basada en los datos a la hora de abordar cuestiones de política pública.
- Redes comunitarias: construyendo una comunidad de gestores de datos y responsables de la toma de decisiones en los sectores público y privado para compartir conocimientos, llevar a cabo una labor de colaboración y estimular el intercambio de datos.
- Acción: identificando los desafíos clave de la sociedad que puedan beneficiarse de la apertura de datos y a implementar iniciativas de prueba de concepto que demuestren cómo aprovechar el poder de los datos abiertos para resolver esos retos.
En definitiva, los laboratorios de políticas públicas son herramientas prometedoras que pueden contribuir definitivamente a dar el paso hacia la esperada tercera ola en el movimiento de los datos abiertos, ya que cuentan con todos los elementos necesarios para afrontar y dar solución de forma ágil a las limitaciones en los modelos de gobernanza de datos actuales mediante una apertura respetuosa con los datos, basada en los intereses públicos y construida sobre la acción colaborativa.
Contenido elaborado por Carlos Iglesias, Open data Researcher y consultor, World Wide Web Foundation.
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