Los principios de Inteligencia Artificial de la OCDE

Fecha de la noticia: 13-08-2019

IA OCDE

Los asistentes  virtuales,  los algoritmos de predicción de compra o los sistemas de detección de fraude. Todos interactuamos en el día a día con tecnologías de  Inteligencia Artificial.

Aunque todavía queda mucho desarrollo por delante, no se puede negar el impacto que la Inteligencia Artificial tiene ya en nuestras vidas. Cuando hablamos de Inteligencia Artificial (o IA) no nos referimos a robots con aspecto humanoide que piensen como nosotros, sino a una sucesión de algoritmos que nos ayudan a extraer valor de grandes volúmenes de datos de forma ágil y eficiente, facilitando la toma de decisiones de manera automática. Estos algoritmos necesitan ser entrenados con datos de calidad para que su comportamiento se adecúe a las reglas de nuestro contexto social.

Actualmente, la Inteligencia Artificial tiene un gran impacto en la cadena de valor de los negocios, y condiciona muchas de las decisiones que toman no solo las empresas sino también los individuos. Por ello es fundamental que los datos que utilicen no estén sesgados y que respete los derechos humanos y los valores democráticos.

La Unión Europea y los gobiernos de los distintos países están impulsando políticas en este sentido. Para ayudarles en este proceso, la OCDE ha desarrollado una serie de principios mínimos que deberían cumplir los sistemas de IA. Se trata de una serie de estándares prácticos y flexibles que puedan resistir el paso del tiempo en un campo en constante evolución. Estos estándares no son legalmente vinculantes, pero buscan influir en las normas internacionales y funcionar como base de las distintas legislaciones.

Los principios de la OCDE para la Inteligencia Artificial se basan en las recomendaciones desarrolladas por un grupo de trabajo integrado por 50 miembros expertos en IA, entre los que hay representantes de gobiernos y líderes de las comunidades empresariales, así como de la sociedad civil, académica y científica. Estas recomendaciones fueron adoptadas el 22 de mayo de 2019 por los países miembros de la OCDE.

Dichas recomendaciones identifican cinco principios complementarios basados ​​en valores para la administración responsable de la Inteligencia Artificial:

  1. La IA debe beneficiar a las personas y al planeta impulsando el crecimiento inclusivo, el desarrollo sostenible y el bienestar.
  2. Los sistemas de IA deben diseñarse respetando el estado de derecho, los derechos humanos, los valores democráticos y la diversidad, y deben incluir los mecanismos apropiados - como por ejemplo, permitir la intervención humana cuando sea necesario- para garantizar una sociedad justa y equitativa.
  3. Debe existir una transparencia y divulgación responsable en torno a los sistemas de IA, para garantizar que las personas entiendan sus resultados y puedan desafiarlos.
  4. Los sistemas de IA deben funcionar de manera sólida y segura a lo largo de su ciclo de vida y los riesgos potenciales deben evaluarse y gestionarse continuamente.
  5. Las organizaciones e individuos que desarrollan, despliegan u operan sistemas de IA deben ser responsables de su correcto funcionamiento, en base a los principios anteriormente descritos.

Tomando como referencia estos principios, la OCDE también proporciona cinco recomendaciones a los gobiernos:

  1. Facilitar la inversión pública y privada en investigación y desarrollo, con el objetivo de estimular la innovación en Inteligencia Artificial de manera segura y fiable.
  2. Fomentar los ecosistemas de IA accesibles con infraestructura y tecnologías digitales, y mecanismos para compartir datos y conocimientos.
  3. Asegurar un marco de políticas que abra el camino para el despliegue de sistemas de IA fiable.
  4. Capacitar a las personas con habilidades necesarias para la IA y apoyar a los trabajadores para una transición justa.
  5. Cooperar a través de las fronteras y los sectores para avanzar en la administración responsable de IA fiable.

Estas recomendaciones son un primer paso para la consecución de una Inteligencia Artificial responsable. Entre sus próximos pasos, la OCDE contempla el desarrollo del Observatorio de Políticas de IA, que se encargará de proporcionar orientación sobre las métricas, políticas y buenas prácticas con el objetivo de ayudar a implementar los principios anteriormente indicados, algo fundamental si queremos pasar del ámbito teórico a la práctica.

Los gobiernos pueden tomar como base estas recomendaciones y elaborar sus propias políticas, lo que facilitará la homogeneidad de los sistemas de Inteligencia Artificial y garantizará que su comportamiento respecte los principios básicos de convivencia.