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Durante el segundo trimestre de 2020 la humanidad se vio obligada a improvisar un experimento a gran escala de educación a distancia debido a la necesidad de cerrar los centros de enseñanza de todos los niveles para contribuir a la contención de la propagación de la pandemia de COVID-19. Al igual que otros muchos sectores y actividades, cuya fórmula presencial se ha visto abruptamente interrumpida, toda la comunidad educativa ha trabajado desde ese momento a contrarreloj para improvisar soluciones ante la inmensidad del reto al que se ha de hacer frente 0.

Un poco de historia

La educación a distancia no es en absoluto un concepto nuevo y ya desde mediados del siglo XIX se crearon en Reino Unido y Estados Unidos los primeros cursos por correspondencia en el sentido moderno. Posteriormente también la radio y la televisión se aprovecharon como vehículo para llevar a la ciudadanía distintas fórmulas de aprendizaje a distancia. El principal objetivo de estas primeras experiencias fue llevar la educación a zonas menos densamente pobladas y no tanto sustituir por completo el modelo dominante de educación en el aula.

Desde los comienzos del despliegue a gran escala de internet y la web en los años 90 del siglo XX la educación ha sido uno de los sectores en los que más se esperaban avances revolucionarios. Sin embargo, lo cierto es que las soluciones disponibles a día de hoy son limitadas, sobre todo en comparación con la dimensión del reto de mantener el sistema educativo en funcionamiento de forma no presencial.

En este periodo organizaciones como la Unesco han enumerado soluciones de tecnología educativa para ayudar a la comunidad educativa a adaptar sus programas a la fórmula de educación a distancia. Quizá la más conocida de las soluciones que facilitan el autoaprendizaje sea Khan Academy, que proporciona clases gratuitas en matemáticas, ciencias y humanidades, y que fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de cooperación internacional en 2019.

Cursos MooCs para conseguir una educación más equitativa

El campo de la tecnología educativa (edTech) lleva décadas proponiendo soluciones para facilitar el aprendizaje y mejorar el rendimiento académico con la incorporación de tecnologías de la información y la comunicación para potenciar las teorías sobre educación en las diferentes etapas, ciclos y circunstancias. La educación a través de plataformas de cursos en-línea masivos y abiertos (MOOCs) es quizá la innovación en tecnología educativa más popular en cuanto a su adopción a nivel mundial.

La idea detrás de los MOOC es hacer realidad la posibilidad de educar un número de estudiantes que sería físicamente imposible de alcanzar con un curso tradicional (M de Masivos), para ofrecerles materiales de aprendizaje estructurados como cursos completos, no como lecciones individuales (C de Cursos), y por supuesto completamente a distancia a través de internet (O de online).

Aunque el concepto se propuso antes, no fue hasta principios de la década de 2010 cuando se produjo la popularización de las grandes plataformas de MOOCs que dominan actualmente el mercado como Coursera, edX o Udemy, herederas del pionero proyecto MitOpenCourseWare del MIT. Su crecimiento fue tan explosivo que el periódico The New York Times declaró 2012 como el "Año del MOOC" y es que en sólo 1 año pasaron de 1 universidad que ofrecía 3 cursos a 300 mil estudiantes a 40 universidades que ofrecían más de 250 cursos a 4 millones de estudiantes.

Durante los meses de más estricto confinamiento en el mundo las plataformas de MOOC han disparado su crecimiento en inscripciones. Coursera hizo público en su conferencia anual que la inscripción en sus cursos creció un 644% respecto al año anterior, entre mediados de marzo y mediados de abril de 2020, pasando de 1,6 a 10,3 millones. La inscripción en Udemy, también aumentó más del 400% entre febrero y marzo respecto al año 2019.

El papel de los datos abiertos en los MooCs

El hecho de que el nacimiento y desarrollo de las plataformas de MOOCs provenga del entorno de grandes instituciones académicas estadounidenses (Stanford University, Massachusetts Institute of Technology) y de grandes empresas tecnológicas hace que su impacto se haya producido principalmente en el campo de la educación superior y profesional con un cierto sesgo hacia la formación en materias STEM.

Esta circunstancia hace que los datos abiertos tengan un papel destacado dentro los cursos que se ofrecen en disciplinas como la ciencia de datos, la analítica de datos, la inteligencia artificial, el aprendizaje automático o big data en general. Por ejemplo, los lenguajes de programación más utilizados en estas disciplinas como R o Python incluyen conjuntos de datos, tanto estructurados como no estructurados, que están disponibles o bien directamente con la instalación inicial o con la inclusión de paquetes especializados. En el contexto de las formaciones online y los proyectos prácticos estos conjuntos de datos sirven para introducir, probar, experimentar y comprender conceptos que van desde la estadística básica hasta las más avanzadas técnicas de inteligencia artificial.

Un ejemplo muy conocido es el conjunto de datos Iris que está incluido en numerosos paquetes de los principales lenguajes de programación y que se ha convertido en un ejemplo habitual para explicar y probar varias técnicas de clasificación estadística en aprendizaje automático. En otros casos, son los portales de datos públicos o privados la fuente que utilizan los formadores para personalizar la educación de los estudiantes e incluso para motivarlos con ejemplos que puedan estar más cercanos a sus intereses.

Aunque no están disponibles dentro de las grandes plataformas, algunas empresas como Esri, que proveen software de representación cartográfica, han publicado MOOCs para ayudar a cualquier persona a aprender temas que incluyen el tratamiento de imágenes espaciales, el análisis geoespacial y la cartografía utilizando conjuntos de datos abiertos.

Hace unos años a algunas las universidades les preocupaba que los MOOC se convirtieran en competidores para sus programas de grado o máster presenciales, pero actualmente parecen haber encontrado su nicho en la formación profesional y complementaria para personas que buscan mejorar sus habilidades, cambiar de carrera o simplemente disfrutar del proceso de aprender. En este sentido la pandemia ha vuelto a poner de relieve la oportunidad que tienen los MOOC de "democratizar" la educación superior, proporcionando acceso barato o gratuito a cualquier persona en el mundo.


Contenido elaborado por Jose Luis Marín, Senior Consultant in Data, Strategy, Innovation & Digitalization.

Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.

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La adopción de tecnologías innovadoras puede suponer una gran ventaja competitiva para las empresas, a la hora de optimizar procesos, mejorar la experiencia del cliente e incluso crear nuevos productos y servicios. Por ello, cada vez más organizaciones demandan profesionales con conocimientos en áreas como analítica del dato, business intelligence o Deep learning, pero ¿dónde encontrar personal cualificado que pueda liderar y ejecutar estas iniciativas?

De acuerdo con un estudio de la consultora B-Talent, el 87% de las empresas encuestadas considera que no existe personal suficientemente cualificado para llevar a cabo la transformación digital en España. En el caso concreto de Big Data, hace unos meses hablamos sobre la escasez de talento, puesta de manifiesto en el informe Generación de talento Big Data en España: ya en 2015 el número de vacantes para puestos relacionados con Big Data creció un 93%, y solo había siete inscritos de media por vacante. La situación, además, se espera que se agrave. En los próximos dos o tres años (2020-2021), la posición de analista Big Data será la más difícil de cubrir en España.

El hecho de que no exista personal preparado para afrontar los nuevos retos profesionales se debe, entre otras cosas, a la escasez de una oferta educativa que permita paliar las carencias de los profesionales. Como se indica en el informe, la educación es el principal pilar para generar talento. Por ello, si no queremos que esta situación se agrave, es necesario empezar a adaptar los programas académicos para que las nuevas generaciones tengan la formación requerida en materia de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, conocidas como STEM (en sus siglas en inglés).

Las universidades y centros educativos están tratando de actualizar su oferta rápidamente para adaptarse a esta situación. En nuestro país, ya empieza a surgir formación ligada a estas nuevas tecnologías, como el Grado en Ciencia e Ingeniería de Datos de la Universidad Carlos III de Madrid o el Máster de Inteligencia Artificial de la Universidad de Barcelona. Pero la falta de profesores especializados, así como de documentación relativa a estas materias, dificulta la creación de los nuevos planes de estudio.

MOOC, la alternativa a la formación tradicional

En este contexto, los cursos MOOC (Massive Online Open Courses, en inglés) se posicionan como una buena alternativa académica para aquellos profesionales que quieran adquirir o perfeccionar sus habilidades. Se trata de cursos online a distancia que permiten un acceso libre e ilimitado al contenido.

Muchas veces accesibles desde dispositivos móviles, tabletas y ordenadores, los MOOC permiten una formación personalizada y flexible a través de la suma de distintos cursos especializados. La amplia oferta incluye cursos de duración variable, tanto para principiantes como para expertos que quieran profundizar un poco más en sus  capacidades.

Se pueden diferenciar dos tipos de plataformas: aquellas pertenecientes a centros académicos, con formación digital propia, como  HarvardX, y plataformas de ámbito general, con acuerdos con distintos centros universitarios, fundaciones y empresas, como edX, Coursera o Udacity. El objetivo de estas plataformas es democratizar el acceso a la formación de calidad de manera gratuita o a precios competitivos.

A continuación se describen las principales características de cada una de estas plataformas:

  • Coursera

Fundada en 2011 por académicos de Stanford, Coursera ofrece más de 2.000 programas generales, más de 180 especializaciones y 4 grados online, todos ellos enfocados en negocios, informática y ciencia de datos a través de casi 150 universidades asociadas. Los cursos incluyen videoconferencias previamente grabadas con subtítulos en más de 30 idiomas, proyectos prácticos basados en casos de negocio reales, autoevaluaciones y foros de discusión. Destaca el soporte académico y técnico por parte de una amplia comunidad de mentores específicos para cada curso, así como la existencia de un equipo propio de apoyo al aprendizaje.

  • EDX

EDX fue creada en 2012, a través de la colaboración de la Universidad de Harvard y el MIT, como una entidad sin ánimo de lucro basada en estándares abiertos. Oferta casi 2.000 cursos de informática, idiomas, ingeniería, psicología, escritura, electrónica, biología o marketing, con especialidades en Data Science o Deep learning. Destacan los programas de MicroMasters, ofrecidos por universidades de prestigio y reconocidos por empresas relevantes como IBM o volvo.

  • Udacity

Fundada en 2012 por profesionales anteriormente ligados a universidades como Stanford y empresas de la talla de Google, cuenta con ocho millones de estudiantes en todo el mundo. Udacity ofrece formación de valor a través de cursos gratuitos y su programa de Nanodegree: pequeños masters orientados a habilidades de vanguardia que han sido ideados junto a empresas líderes en innovación mundial, como Google, IBM, Facebook o Amazon. Udacity cuenta incluso con un programa de Nanodegree Plus, que garantiza la obtención de un empleo (si un alumno no consigue trabajo en los seis meses posteriores a su graduación, se le devuelve el importe de la matrícula). Entre sus cursos hay oferta en Data Science, Analytics o Realidad virtual.

Estos son solo tres ejemplos de las posibilidades que ofrecen este tipo de plataformas de formación, pero hay muchas más - algunas de las cuales aparecen reflejadas en el informe anteriormente indicado-. Su éxito se debe, entre otros factores como la flexibilidad, a que pueden proporcionar una profunda especialización dificil de encontrar en otros escenarios a día de hoy.

A medida que los planes académicos de universidades y centros de estudios reglados amplíen su oferta en materia de análisis de datos y tecnologías ligadas a la innovación, este tipo de cursos no desaparecerá, simplemente se constituirán como parte de ellos o serán una alternativa más para completar el conocimiento a través de microcursos accesibles desde cualquier rincón del planeta.

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