El futuro de los datos abiertos y sus múltiples caras

Fecha de la noticia: 16-11-2017

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Si lo analizamos con perspectiva, el concepto de datos abiertos no es realmente tan revolucionario o novedoso en sí mismo. Por un lado, la filosofía de apertura y/o reutilización en la que se basan los datos abiertos llevaba ya mucho tiempo establecida entre nosotros antes de su definición formal. Por otro lado, los objetivos del movimiento de los datos abiertos son también muy similares a aquellos que promueven otras comunidades con mayor recorrido y que podrían en cierto modo considerarse también afines, tales como el código abierto, el hardware abierto, el contenido abierto,  el gobierno abierto o la ciencia abierta,  entre muchos otros.

No obstante, tanto el término “open data” como la comunidad asociada a él pueden ambos considerarse relativamente recientes, empezando a ganar en popularidad hace ya unos diez años cuando un grupo de defensores del gobierno abierto establecieron los ocho principios de los datos abiertos gubernamentales durante la reunión que tuvo lugar en Sebastopol (California) en Diciembre de 2007. Acto seguido se lanzaron las iniciativas oficiales de datos abiertos de referencia por parte de los gobiernos de Estados Unidos (data.gov) y Reino Unido (data.gov.uk), dándole el empujón final que necesitaba esta nueva corriente para convertirse en un nuevo movimiento con identidad propia.

Desde entonces la comunidad global de los datos abiertos ha progresado enormemente, pero también se encuentra todavía muy lejos de sus objetivos iniciales. Al mismo tiempo, los datos en general se están consolidando como el activo más valioso con el que cuentan la mayoría de las organizaciones hoy en día. Es por ello que, en el décimo aniversario desde su formalización, la comunidad de los datos abiertos se plantea ahora una reflexión sobre su papel en el pasado -  mirando hacia los logros obtenidos hasta el momento - y también sobre su rol en un futuro próximo dominado por los datos.

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En este contexto tiene sentido hacer un breve repaso sobre algunas de las tendencias actuales en el mundo de los datos y cuál es el papel que podrían jugar los datos abiertos en cada una de ellas, empezando por las que sean quizás más afines:

Gobierno abierto, transparencia y rendición de cuentas 

Aunque las comunidades de la libertad de información y datos abiertos a veces difieren en sus estrategias, ambas comparten el objetivo común de facilitar el acceso de los ciudadanos a la información necesaria para mejorar la transparencia y los servicios públicos. El potencial beneficio que se puede obtener de la colaboración entre ambos grupos es por tanto muy significativo, evolucionando del derecho a la información al derecho a los datos. Sin embargo después de varios esfuerzos no se ha conseguido todavía que la colaboración sea tan efectiva como sería deseable y existen también dudas acerca de si los datos abiertos se están utilizando realmente como una herramienta efectiva para la transparencia o precisamente como una excusa para no tener que hacer un ejercicio de transparencia más profundo.

Datos enlazados y la Web de los datos

El objetivo de la Web de los datos es poder crear conexiones explícitas entre aquellos datos que están relacionados entre sí y que ya están disponibles en la web, pero no convenientemente relacionados. No todos los datos enlazados necesitan forzosamente ser también abiertos, pero por el propio objetivo de los datos enlazados está claro que la combinación de ambos es lo que permitiría alcanzar su máximo potencial conjunto, como sucede ya por ejemplo con algunas grandes bases de datos globales de referencia como DBPedia, LexInfo, Freebase, NUTS o BabelNet.

Ciencia abierta y Open Access

Son muchas ya las ocasiones en las que se ha comentado la ironía de que en este mismo momento de la historia en el que contamos con las mejores herramientas y tecnologías para poder distribuir la ciencia y el conocimiento a lo largo del mundo, estamos precisamente muy ocupados poniendo nuevas barreras al uso de esos valiosos datos y ese conocimiento. El pujante movimiento del open access apuesta precisamente por aplicar nuevamente los criterios de los datos abiertos a la producción científica, de forma que pase a ser un bien intangible y acelerar así la nuestra capacidad de colaboración y descubrimiento conjunto para que genere nuevos logros para la humanidad.

Visualización y narrativa a través de los datos

A medida que más y más datos están disponibles para cualquier organización o individuo el siguiente paso indispensable será el de proporcionar también los medios para que se pueda extraer todo el valor de ellos. La capacidad de, partiendo de unos datos concretos, ser capaces de comprenderlos, procesarlos, extraer su valor y comunicarlo adecuadamente, va a ser una habilidad muy demandada en la próxima década. La elaboración de historias a partir de los datos no es más que una aproximación estructurada a la hora de comunicar el conocimiento que nos transmiten los datos a través de tres elementos clave combinados, capaces en conjunto de generar la influencia necesaria para dar lugar a cambios: datos, visualizaciones y narrativa.

Big data, flujos de datos y datos en tiempo real

En el presente las organizaciones tienen que lidiar con un volumen y variedad cada vez mayor de datos. Las técnicas de tratamiento de big data les permite analizar estos grandes volúmenes de información para aflorar distintos patrones y correlaciones que servirán para mejorar los procesos de toma de decisión. No obstante, el gran reto continua siendo cómo realizar este proceso de forma eficiente sobre flujos continuos de datos en tiempo real. Si bien el big data promete una capacidad de análisis sin precedentes, su combinación con la filosofía de los datos abiertos permitirá que ese poder pueda ser compartido por todos mejorando los servicios públicos.

Inteligencia artificial, machine learning y algoritmos

Aunque la inteligencia artificial está cada vez más presente en varios aspectos de nuestras vidas cotidianas, podríamos considerar que todavía nos encontramos en una etapa muy temprana de lo que podría llegar a ser una revolución global. La inteligencia artificial cuenta ya con un éxito relativo en alguna tareas que tradicionalmente habían siempre requerido de lo que consideramos inteligencia humana para poder llevarse a cabo. Para que esto sea posible son también necesarios algoritmos alimentados por datos que sostengan estos sistemas automatizados. Una mayor disponibilidad y calidad de los datos abiertos servirá para alimentar esos algoritmos y a la vez poder también mejorarlos y auditar su correcto funcionamiento.

Ciudades inteligentes y datos sectoriales

El movimiento de los datos abiertos se encuentra también en un periodo de transición en el que se están empezando a focalizar los esfuerzos en publicar los datos necesarios para dar respuesta a problemas concretos en lugar de simplemente intentar publicar cualquier dato en general. Esta aproximación temática o sectorial resulta generalmente más eficiente porque no solo requiere de menos recursos para su ejecución, sino que también está más centrada en la necesidades de los usuarios y beneficiarios finales de los datos. En este sentido destaca el área concreta de las ciudades inteligentes o las open cities como ejemplo de integración de las distintas tecnologías y filosofías de datos para la mejora de los servicios que se ofrecen a los ciudadanos.

Datos personales y privacidad

Hoy en día pasamos una buen parte de nuestras vidas online y eso está contribuyendo a generar una cantidad de información sobre nosotros que no tiene precedente. Gracias a estos datos podemos disfrutar de nuevos servicios de gran utilidad, pero también cuentan con una parte negativa importante. En caso de que exista por ejemplo algún fallo en la cadena de custodia de nuestros datos se podría revelar importante información personal sobre nuestra capacidad económica, posicionamiento político o hábitos de consumo entre otros. Por otra parte, existen también cada vez más usos poco éticos por parte de algunas empresas. Usando los mismos principios de los datos abiertos se está experimentando con nuevas formas de autogestión de nuestros datos personales para conseguir un balance entre retomar el control de nuestros propios datos y los beneficios que podemos obtener mediante su explotación, siempre con nuestro expreso conocimiento y consentimiento.

Infraestructuras de datos y gobernanza de los datos

La gestión del día a día de los datos comienza a ser una tarea tan valiosa como compleja para cualquier organización en general, pero particularmente complicada para la administración debido a su propio volumen y la necesidad de combinar distintos modelos de gestión que se corresponden también con los distintos niveles administrativos. Para afrontar esta tarea de gestión con garantías será necesario invertir en las infraestructuras de datos adecuadas, tanto a nivel físico como de gestión. Establecer los frameworks tecnológicos y los modelos de gobernanza de los datos necesarios para que puedan ser compartidos con agilidad será un requisito indispensable para conseguir un modelo de administración eficiente en el futuro.

Con todo lo anterior, es posible que en un futuro no muy lejano dejemos de tratar los datos abiertos como la única solución posible para los retos que se plantean a los gobiernos y empecemos a tratarlos como otra herramienta clave a nuestra disposición que utilizaremos de forma más diluida e integrada junto a las otras tendencias actuales en el mundo de los datos y la apertura que hemos repasado.