El poder económico de los datos

Fecha de la noticia: 13-09-2018

el poder economico de los datos

Los datos se han convertido en un activo fundamental para promover nuestra economía y transformar nuestra sociedad. En el entorno económico actual, disponer de información actualizada en el momento oportuno puede suponer una gran ventaja competitiva. Los datos se pueden transformar en conocimiento que facilita la toma de decisiones y permite generar valor económico. Gracias a ellos, se pueden optimizar distintos aspectos de la actividad económica, desde ganar agilidad en la producción hasta personalizar la experiencia de cliente.

De acuerdo con el informe The economic Value of the data, realizado por el HM Treasure – el departamento gubernamental del Reino Unido responsable del desarrollo y ejecución de las políticas fiscales y económicas-, aquellas empresas que toman decisiones basadas en datos tienen un rendimiento y una productividad mayor. Además, la Comisión Europea calcula que "incluso el uso limitado de soluciones de análisis de Big data por los 100 primeros fabricantes de la UE podría impulsar el crecimiento económico un 1.9% para 2020".

A pesar de estas ventajas, solo una pequeña parte de las empresas extraen todo el valor posible de los datos. Existen múltiples razones, desde falta de capacidades humanas o técnicas hasta falta de estrategia común en la organización. O simplemente porque no saben por dónde empezar.

Uno de los principales retos a los que tienen que hacer frente las empresas es la gran cantidad de información disponible. De acuerdo con la OCDE, el universo digital, que en 2015 era de 8 zettabytes, se multiplicará por 40 en el año 2020. Los datos que manejan las empresas, además, provienen de distintas fuentes (desde base de datos tradicionales hasta redes sociales o iniciativas de Internet de las Cosas), y tiene distintos formatos, lo que dificulta su análisis y su gestión. Los avances tecnológicos en almacenamiento, procesamiento y técnicas de análisis han ayudado a las empresas a resolver estos retos, pero todavía queda trabajo por hacer.

En este contexto, los gobiernos puede impulsar políticas que ayuden a promover una economía impulsada por los datos. Para ello, es necesario aplicar políticas que mejoren el flujo de datos a través de la economía, garantizando que las empresas puedan tener acceso a datos de alta calidad y de manera segura. Concretamente, en el informe The economic Value of the data se mencionan 5 retos en los cuales la participación de las administraciones públicas es fundamental:

  1. Garantizar la propiedad y el control de los datos. A través de la elaboración de un marco legal que consiga conjugar bien la protección de derechos particulares y el derecho al acceso a la información.

  2. Mantener la protección de los datos personales. Es fundamental proteger la información de carácter sensible o que identifique a un individuo particular, garantizando que solo se pueda utilizar si está correctamente anonimizada.

  3. Impulsar el acceso y el uso de datos procedentes del sector público. Cada vez más organismos públicos apuestan por la puesta en marcha de plataformas de datos abiertos, donde la información se encuentra en un formato accesible y con una licencia que permite a cualquier ciudadano acceder, usar y compartir los datos. Pero su trabajo no acaba aquí, ya que también se llevan a cabo acciones de difusión y promoción.

  4. Promover la interoperabilidad y los estándares comunes. Es importante establecer estándares que faciliten la interoperabilidad de los datos, así como desarrollar y fomentar la adopción voluntaria de dichos estándares (por ejemplo, promoviendo certificaciones).

  5. Facilitando el intercambio seguro y legal de datos entre compañías. Se deben facilitar que las empresas compartan datos de utilidad para apoyar el crecimiento y la innovación, promoviendo acuerdos que sean mutuamente beneficiosos para empresas de gran y pequeño tamaño.

El futuro pasa por un entorno económico donde las empresas se basen en los datos para alcanzar sus objetivos de negocio. Para llegar a este punto, las empresas tienen muchos retos por delante. Algunos de estos retos tendrán que superarlos en solitario, pero en otros, podrán apoyarse en las políticas que ya están impulsando las administraciones públicas. De esta forma, trabajando unidos, será más fácil promover la innovación y el desarrollo económico de manera segura y justa.