El valor de los datos abiertos en la orientación de políticas educativas
Fecha de la noticia: 18-02-2016

Si bien ya es conocido el valor de contenidos abiertos para la comunidad científica y académica, la puesta a disposición para su reutilización de datos académicos resulta fundamental para evaluar y orientar las políticas educativas actuales de cara a garantizar una respuesta adecuada a las demandas de la sociedad. Al fin y al cabo, la apertura de la información del sector público promueve la participación, implicando también de forma activa y real a los ciudadanos en la definición y ejecución de dichas políticas.
¿Qué tipos de datos custodian las administraciones públicas educativas? Según el manual elaborado por OKFN, “Open Education Hand Book”, la información educativa puede caracterizarse en cinco segmentos diferentes:
- Datos relativos a la actividad del estudiante: calificaciones, tareas o exámenes;
- Datos curriculares: alfabetización digital, planes de estudios;
- Datos institucionales: tasa de éxito, de abandono escolar, perfil docente;
- Datos generados por los usuarios como las métricas de aprendizaje;
- Datos gubernamentales: coste, inversión, participación.
Así, el estudio Empowering Parents, Improving Accountability demuestra que los datos abiertos nos ayudan a comprender mejor el funcionamiento del sistema educativo y promueven la colaboración de los ciudadanos en este proceso. Con este último objetivo ha nacido la iniciativa mexicana, Mejora tu Escuela; una plataforma de participación ciudadana donde se publica información sobre las escuelas para que padres y estudiantes conozcan la calidad de éstas, su rendimiento y resultados. A través de los datos proporcionados, se brinda un semáforo educativo que califica cada centro y permite a los responsables de las políticas educativas mexicanas detectar los puntos débiles en el sistema nacional.
Liberar y dar acceso a los datos no solo aumenta la eficiencia de los centros educativos locales sino que también permite medir el impacto de las políticas escolares en diferentes puntos del planeta. De hecho, el Banco Mundial, bajo la iniciativa SABER, ha creado un portal donde se comparan las políticas educativas de un centenar de países diferentes con el fin de mejorar la educación en el mundo. Este portal cuenta con un mapa interactivo donde consultar los datos y visualizar el desempeño de cada país en ciertas categorías: el desarrollo de la primera infancia, la participación del sector privado, la autonomía escolar o la rendición de cuentas.
Tal es la importancia de los datos en las políticas educativas que, en la última edición de la Conferencia Internacional de Datos Abiertos, se dedicó un espacio a analizar cómo utilizar el open data para mejorar los sistemas educativos. Entre los diferentes casos prácticos presentados se encontraba el proyecto Open Syllabus. Esta iniciativa de la Universidad de Columbia ha creado una base de datos online con el material didáctico más utilizado en las principales universidades de EE.UU, tras recopilar información de más de un millón de planes académicos. Gracias a los datos almacenados, es posible cotejar los programas y políticas educativas de los diferentes estados del país. Al mismo tiempo, la plataforma sirve de ayuda en el desarrollo de herramientas para la investigación, la enseñanza y la administración
Los datos también pueden convertirse en la materia prima perfecta para que el sector infomediario cree servicios innovadores que den respuesta a las necesidades educativas. En Colombia, la compañía Analítica Académica, consciente del potencial de la información pública, reutiliza los datos referentes a estudiantes, docentes y procesos académicos para desarrollar soluciones tecnológicas que ayuden en la toma de decisiones a las Escuelas de Educación Superior del país.
Ahora bien, la gestión de los datos educativos no sólo tiene lugar en el ámbito universitario. Iniciativas como Open School Kenya demuestran que la reutilización de dicha información puede ser decisoria en los programas de educación primaria a escala local. Así, a través de OpenStreet Map, este proyecto ha abierto y hecho accesibles datos del sector privado y público; creando un mapa que localiza las 339 escuelas de uno de los suburbios de la ciudad de Kibera. Esta visualización no solo informa a los ciudadanos sobre las oportunidades escolares sino que permite repartir los recursos, construir nuevos colegios y mejorar la calidad del sistema educativo en la zona.
Cinco iniciativas diferentes pero con un denominador común: la reutilización de la información pública para orientar las políticas educativas de sus países respectivos. En cada uno de los casos, se han identificado las necesidades de la sociedad y se han transformado los datos públicos en soluciones con impacto real en los sistemas educativos sin importar su alcance: local, regional o nacional.