La importancia de digitalizar nuestro patrimonio audiovisual
Fecha de la noticia: 25-10-2018

La Biblioteca Nacional de España ha iniciado, con el apoyo de Red.es, su primer proyecto de digitalización masiva centrada en soportes magnéticos de audio y vídeo. La institución tiene previsto digitalizar más de 650.000 minutos de imágenes y audio, comprendidos en 4.800 casetes, 859 cartuchos y más de 5.000 cintas de VHS y BETA, que han llegado a la BNE a través de la Ley de Depósito Legal.
Estos documentos tienen un gran valor como reflejo de la industria cultural de la época. Gracias a ellos podemos conocer cuáles eran los gustos y tendencias en el mundo de la producción musical y audiovisual desde los años 70 (en el caso de los casetes y cartuchos) u 80 (en el caso de los vídeos) hasta el 2000.
El objetivo fundamental de este proyecto es la preservación, ya que estos soportes tienen un alto riesgo de deterioro físico. Además, muchos de ellos se han quedado obsoletos debido a que cada vez existen menos dispositivos que lean este tipo de formatos, no sólo en el mercado, sino también en las instituciones depositarias de este tipo de fondos.
En un primer momento todo este material no será accesible a través de la red, aunque se estudiarán las posibilidades para su puesta a disposición del público, respetando en todo momento la legislación vigente. Por ello, a la hora de digitalizar los contenidos, se seguirán todas las recomendaciones internacionales que garanticen no solo la preservación digital sino también la posibilidad de reutilización de los contenidos en el futuro, al igual que en el resto de proyectos de digitalización masiva iniciados hasta ahora por la BNE.
Las posibilidades de reutilización de los archivos audiovisuales
Cuando hablamos de datos abiertos y su reutilización, nos suelen venir a la mente documentos de texto o conjuntos de datos numéricos, pero los documentos audiovisuales también tienen un gran potencial reutilizador. La reutilización de imágenes y audios es común en el campo de la industria audiovisual, sobre todo para completar noticias o programas. En concreto, más de un 40% de la información diaria de los programas informativos incluyen imágenes de archivo.
Pero, más allá de su valor histórico e informativo, estos contenidos también se pueden reutilizar para generar nuevos productos o servicios. Por ejemplo, la app Vistory combina videos procedentes del Instituto Holandés de imagen y sonido con fotos actuales. Gracias a ella el usuario puede ver dónde se grabó exactamente un vídeo y, utilizando tecnología de realidad aumentada, captar exactamente la misma imagen en la actualidad. De esta forma se crea una base de datos que permite ver cómo han cambiado los distintos lugares con el paso del tiempo.
Sin embargo, no todas las imágenes y audios que se conservan pueden reutilizarse, debido a los derechos contractuales o de propiedad intelectual, y su uso no será libre mientras sean vigentes de acuerdo a la legislación. Como ejemplo, la BBC ha publicado recientemente su archivo de efectos de sonido, permitiendo su reutilización de manera gratuita para fines educativos y de investigación, pero no comerciales.
En definitiva, los archivos audiovisuales en soportes obsoletos pueden tener una segunda vida. Para ello es necesario realizar una digitalización de alta calidad que siga las recomendaciones internacionales acordes con cada tipo de material, y poner en marcha medidas de preservación digital que garanticen la perdurabilidad del nuevo formato digital de estos archivos. De esta forma permitiremos que las futuras generaciones tengan un mayor conocimiento de su pasado. Pero también podremos, si el contexto lo permite, aprovechar dichos materiales para crear nuevos contenidos o productos que aporten valor a la sociedad.