¿Por qué son importantes las licencias?
Fecha de la noticia: 05-12-2017
Con gran frecuencia surgen noticias relacionadas con la propiedad intelectual, los derechos de autor y las licencias de las obras que se publican en Internet.
Y es que Internet se ha asociado a un gran espacio abierto, público y donde todo se comparte por todos. Pero esto no es así, y los contenidos en la red de redes también están sujetos a una legalidad y una propiedad intelectual.
En primer lugar, hay que saber que cuando creas una obra (pintura, escrito, creación musical…), esta tiene una propiedad intelectual, que se podría definir como el conjunto de derechos que tienen los autores sobre sus creaciones.
El conjunto de los derechos de autor se dividen en:
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Derechos morales: Sirven para proteger la autoría de la obra. Estos derechos no se pueden ceder, vender o transferir, ni prescriben con el tiempo.
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Derechos patrimoniales: Sirven para regular la explotación de la obra (retribución por uso, reproducción, modificación...). Estos derechos sí se pueden ceder, vender o transferir. El conjunto de derechos de explotación está conformado por los derechos de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación.
Por ello, si alguien quisiera usar una obra que he creado, tendría que pedirme permiso para poder hacerlo. Son las licencias las que nos proporcionan los mecanismos para explicitar los permisos que doy otros para el uso de mis obras, sin necesidad de que me pidan permiso cada vez que se quiera hacer uso de ella.
Más detalladamente, una licencia es una declaración expresa que hace el titular de los derechos patrimoniales de una obra para indicar los límites y alcances del uso que pueden hacer otras personas respecto a la copia, reproducción, transformación, distribución de su obra, sin que tenga que ser consultado cada vez.
Dentro del estado español es importante recordar dos cosas:
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Cuando creas una obra, no es obligatorio registrarla ya que los derechos de autor quedan ligados al mismo con la simple creación de la obra.
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En caso de no indicarse licencia alguna, por defecto, todos los derechos de explotación de una obra están reservados (copyright).
En contraposición al “todos los derechos reservados”, existen un conjunto de licencias denominadas “licencias abiertas” que se crearon con el objetivo de propiciar el libre uso y distribución de obras, pudiendo exigir que los concesionarios preserven las mismas libertades al distribuir sus copias y derivados.
La elección de una licencia es algo que puede llevar tiempo y que no es trivial. Por ello, existen páginas web que nos ayudan a la hora de escoger la licencia para nuestras obras y datos mediante asistentes, como por ejemplo la web Licentia, creada por el Institut National de Recherche en Informatique et en Automatique (INRIA), un centro de investigación francés especializado en Ciencias de la Computación, teoría de control y matemáticas aplicadas [enlace http://licentia.inria.fr/]
En el caso concreto del Linked Open Data, es conveniente enlazar los datos con sus licencias mediante URIs. Sobre este tema, hay un proyecto denominado RDFLicense [http://rdflicense.appspot.com/] que ha creado un conjunto de datos de las licencias más comunes expresadas en RDF. Con ello, no solo se dota de una URI a cada licencia, sino que además, al utilizar Open Digital Rights Language (ODRL) para describirlas, permite realizar inferencias de conocimiento y comprobaciones.
En conclusión, los datos abiertos necesitan dos cosas: datos y apertura. Y para la apertura de datos es fundamental que estos se encuentren explícitamente bajo una licencia abierta. Si los datos no están bajo una licencia abierta (y está bien explicitada), no son datos abiertos.