Entrevista a Ainara Zubillaga, Fundación COTEC

Fecha: 24-03-2021

Nombre: Ainara Zubillaga

Sector: Educación, Sector público

Organismo, Institución o Empresa: Fundación COTEC

Entrevista a Ainara Zubillaga, Fundación COTEC

Durante 2020 el sector de la educación se ha visto expuesto a grandes cambios debido a la pandemia mundial. Los hogares se transformaron en aulas, lo que supuso un reto para todos los implicados en el ecosistema educativo. La Fundación COTEC, una organización privada sin ánimo de lucro encargada de promover la innovación para el desarrollo económico y social, siguió muy de cerca esta situación. Ya en el mes de abril, publicaron el primer informe “COVID 19 Y EDUCACIÓN I: problemas, respuestas y escenarios”, donde se analizaban los retos educativos derivados de la emergencia sanitaria y se proponían diversos escenarios de actuación. Al que le siguieron luego “Covid-19 y Educación II: escuela en casa y desigualdad” y “Covid-19 y Educación II: escuela en casa y desigualdad”. 

Hemos hablado con Ainara Zubillaga, Directora de Educación y Formación de la Fundación COTEC y coautora del informe, para analizar la situación del I+D español en general y que nos cuente cuál es la situación actual y la evolución que se espera que experimente nuestro sistema educativo en los próximos años gracias a la tecnología y los datos.

Entrevista completa

1. En marzo de 2020 los colegios cerraron prácticamente de un día para otro. ¿Qué retos sacó a relucir esta situación? 

El cierre de las escuelas visibilizó las costuras del sistema educativo. No emergieron problemas que no existieran, pero sí puso la lupa en los déficits estructurales que ya existían, igual que ha acelerado tendencias que estaban llamando a la puerta.  

El impacto del cierre de los centros educativos ha sido doble: educativo y social. Desde la perspectiva educativa ha puesto de manifiesto la sobrecarga que tiene nuestro currículum, un volumen de contenidos que no son capaces de ser abordados en condiciones normales, lo que complicó aún más el desarrollo en un escenario de educación en remoto. La digitalización ha sido el gran reto al que se han enfrentado los centros y el profesorado: desde falta de recursos (plataformas, aplicaciones, digitalización de materiales, etc.), hasta una escasa formación del profesorado que se ha visto obligado a migrar su actividad docente diaria a un formato y un canal que muchos desconocían cómo funciona y cómo aprovecharlo didácticamente.  

Y desde la perspectiva social, el cierre de escuelas ha visibilizado la brecha educativa, que se ha mostrado al gran público a través de la brecha digital. No se reduce únicamente a ella, pero sí es lo que ha permitido a todos ver los problemas de equidad y de segregación educativa más allá de las aulas. Los datos son claros: es fundamentalmente el nivel socioeconómico, la variable que incide en las tres brecha digitales -de acceso, de uso y de centro-, por encima de comparativas con otros países o entre Comunidades Autónomas. 

2. Al revisar las políticas educativas de las distintas CC.AA., ¿qué aspectos podrían ayudar a paliar las diferentes brechas detectadas y evitar además disparidades entre territorios? 

La más evidente parece toda acción vinculada con la reducción de la brecha digital, pero en su sentido más amplio, es decir, no hablamos solo de dotación de dispositivos y garantía de conectividad, sino también de competencia digital y de aprovechamiento didáctico de las tecnologías 

Y el otro gran aspecto, sin duda, son todos los programas de refuerzo y apoyo escolar. Los primeros datos que empezamos a tener sobre el impacto del cierre de escuelas en términos de pérdida de aprendizaje, muestran claramente que hay una incidencia significativamente mayor sobre los alumnos más vulnerables. Las brechas que ya existían, por tanto, se están agrandando, y es necesario invertir la tendencia.  

3. ¿En qué sentido pueden los datos abiertos impulsar mejoras en el sector educativo que ayuden a superar estos retos? 

Los datos son un elemento fundamental para la transparencia y evaluación del funcionamiento del sistema educativo y de sus políticas. Sólo la evidencia sobre el grado de impacto y funcionamiento de las políticas públicas puede ayudarnos tanto a enfocar correctamente las inversiones, como a reforzar aquello que no funcione.  

Por otro lado, los datos abiertos permiten a las diferentes Consejerías compartir información, compartir buenas prácticas, y, en definitiva, hacer más eficiente la administración pública y ponerla al servicio del ciudadano. El estudio COVID-19 Y EDUCACIÓN III: la respuesta de las Administraciones, que lanzamos desde Cotec el pasado diciembre, refleja entre sus conclusiones que es necesario un sistema de información más accesible, transparente, directo y coordinado que permita compartir, replicar y transmitir buenas prácticas dentro de la Administración educativa. 

Los datos son un elemento fundamental para la transparencia y evaluación del funcionamiento del sistema educativo y de sus políticas, que permiten compartir información y buenas prácticas para hacer más eficiente la administración pública.

4. Forma parte del jurado del Desafío Aporta 2020, que este año se ha centrado en buscar soluciones basadas en datos que ayuden a solucionar retos del sistema educativo. ¿Nos puedes contar algo de las soluciones presentadas? 

Las propuestas que se han presentado al concurso son un ejemplo de esas tendencias que se han acelerado y que comentaba anteriormente. Son claros ejemplos, en su mayoría, de soluciones orientadas a la personalización del aprendizaje, que sin duda es una de las líneas de desarrollo de la digitalización en educación, y así está recogida además en el programa Educa en  Digital del propio Ministerio de Educación 

La personalización del proceso de aprendizaje es un ejemplo claro del valor añadido que aporta la tecnología a la educación: no sólo permite ajustar qué se enseña y cómo al alumno y sus necesidades, sino que, además, libera al docente de funciones rutinarias de seguimiento, permitiéndole enfocar en una atención más personalizada, especialmente en aquellos alumnos que precisan un mayor apoyo.  

5. Acaban de poner en marcha el proyecto La escuela, lo primero, ¿qué nos puede contar de él? 

"La escuela, lo primero" es un proyecto de innovación cuyo objetivo es ofrecer a la Administración, centros educativos, personal docente, y otras instituciones, las herramientas necesarias para afrontar los desafíos a los que se enfrenta el sistema educativo, los diferentes escenarios y situaciones – presenciales y a distancia – derivados de la pandemia de la Covid-19. 

Arrancamos en julio, con la primera edición de los laboratorios de innovación docente, y hemos contado con la participación de más de 200 profesores de toda España, que han generado más de treinta propuestas, todas ellas soluciones innovadoras que incluyen juegos, guías, decálogos o recursos virtuales, válidas para ser aplicadas en cualquier centro escolar. 

Las propuestas prácticas abordan, entre otros retos, la transferencia de metodologías activas al entorno virtual, la organización de tiempos y espacios de forma flexible, el fomento del trabajo colaborativo en remoto, impulsar la autonomía del alumno, reforzar las necesidades educativas especiales o fomentar la convivencia.  

"La escuela, lo primero" es un proyecto de innovación que ofrece herramientas  para afrontar los desafíos a los que se enfrenta el sistema educativo.

6. ¿Qué otros proyectos relacionados con el ámbito educativo han puesto en marcha o tienen pensado desarrollar? 

Seguimos con nuestro trabajo de análisis y diseño de soluciones y propuestas orientadas a dar respuesta a todos los retos que han surgido por la pandemia. Los laboratorios docentes de "La escuela, lo primero" no sólo continúan, sino que se van a completar con otros de seguimiento que nos permita evaluar la implementación de las soluciones propuestas: qué ha funcionado y qué no, cómo ha evolucionado este curso tan peculiar, qué nuevos retos han surgido… y todo ello dirigido a poder definir las líneas de esa escuela que queremos construir.  

Y desde la dimensión más vinculada con las políticas públicas, estamos trabajando en la elaboración de un Plan de Digitalización, que esperemos dé orientaciones tanto a la Administración como a los centros, en este proceso que en ocasiones no está siendo enfocado de la manera más adecuada.  

7. La Fundación COTEC elabora cada año un informe sobre la situación del I+D en España. El informe de este año muestra que la I+D ha ganado peso en la estructura productiva por segundo año consecutivo, ¿Qué hacemos bien en España? ¿Qué queda por hacer? 

Si miramos el país como conjunto, los datos nos dicen que no somos un país especialmente innovador (ocupamos posiciones medias en los rankings internacionales, que no se corresponden con las posiciones que tenemos como potencia económica o científica).   

Ahora bien, si nuestro punto de vista baja de la escala país a la escala individual, de lo institucional a lo personal, la perspectiva cambia. Tanto en el sector público como en el sector privado proliferan, cada vez más, las iniciativas innovadoras, impulsadas por una fuerte creatividad y entusiasmo individual. Y a ello se une que muchas de ellas se están desarrollando en entornos y por cauces al margen de la estructura clásica del sistema de ciencia, tecnología y universidad.  Por tanto, creo que somos buenos a título individual, en proyectos que actúan de catalizadores, pero que, al carecer de un sistema debidamente definido, articulado, conectado y coordinado, perdemos fuerza en el cambio colectivo.  

Y en educación ocurre algo similar: tenemos una brecha entre una vocación innovadora de una gran parte del profesorado, reflejada en esa multitud de proyectos y experiencias piloto, y el desempeño innovador de las escuelas y el conjunto del sistema. Y eso ralentiza la transformación del sistema educativo en su conjunto. 

Tanto en el sector público como en el sector privado proliferan, cada vez más, las iniciativas innovadoras, impulsadas por una fuerte creatividad y entusiasmo individual.

8. El informe COTEC de este año también resalta que España presenta una tasa superior a la media europea en graduados STEM, pero con una brecha de género mucho más amplia ¿qué podemos hacer para revertir esta situación? 

Parece evidente que hay una brecha entre la tecnología y la mujer (y recalco la tecnología porque por ejemplo no se produce en el ámbito sanitario, que también es otra área STEM, científica, pero que sí cuenta con una presencia femenina significativa). Creo que ese distanciamiento viene generado por el discurso subyacente a la tecnología, que está enfocado en el dispositivo (el qué), no en el proceso (el para qué). Nos falta vincular de manera clara la finalidad de las tecnologías, contextualizarlas, dotarlas de un mayor sentido y enfoque social, y creo que así minimizaríamos la distancia que la población en general y las mujeres en participar tienen hacia la tecnología. Permitiría abordar al problema desde otra perspectiva: no se trata de acercar la mujer a la tecnología, sino de acercar la tecnología a la mujer.