Los datos abiertos como una herramienta de gobernanza

Fecha de la noticia: 12-02-2019

Los datos abiertos como una herramienta de gobernanza

Hay una reflexión que recorre últimamente la comunidad global de los datos abiertos sobre si el modelo de apertura de datos que se ha venido realizando hasta ahora está ya agotado y es necesario ir más allá con una nueva generación de apertura. Según David Eaves, uno de los mayores logros en esta primera era de la apertura de datos ha sido conseguir que los gobiernos se den cuenta no sólo de la creciente importancia de los datos abiertos, sino también de las grandes carencias que presentan en cuanto a una correcta gestión de los datos en general. Tal y como se discutía además en las conclusiones de la última Conferencia Internacional de los Datos Abiertos, es hora de abordar el problema de los datos de una forma más general y afrontar el debate y la reforma de los procesos de gobernanza de los datos dentro de la administración en general, consiguiendo finalmente que la apertura forme parte integral de los mismos.

El último Barómetro de los Datos Abiertos aborda precisamente el tema de los datos como una forma de gobierno, en la que la apertura de datos no puede considerarse simplemente como un proyecto más dentro de la administración, sino que tiene que formar parte integral de la misma. Para ello será necesario llevar a cabo cambios no sólo en las políticas de gestión de los datos, sino también en las estructuras internas de la administración y en los mecanismos de decisión. En definitiva se trata de ir más allá de la pura formulación de políticas y cambiar de verdad los hábitos del día a día. Para ello será también muy importante saber aprovechar los momentos coyunturales adecuados que nos puedan ayudar en dicho cambio, como por ejemplo la transformación digital que están llevando a cabo actualmente muchas administraciones. Para ello esta última edición del Barómetro nos propone actuar en tres áreas clave:

1) Apertura por defecto – Que, aunque debe tomarse como un objetivo a largo plazo, requiere también de una serie de actuaciones continuas y muy concretas para conseguir el cambio cultural y estructural, incluyendo: Recursos; personal; liderazgo; presupuesto; respaldo político; estrategias y calendarios de implementación; y las políticas y leyes que proporcionen el marco legal necesario para garantizar el acceso a la información y los datos de una forma adecuada y, al mismo tiempo, asegurar la protección de la privacidad.

Por ejemplo, Japón lleva ya una década planificando la apertura por defecto de su gobierno a través de su estrategia global de datos abiertos gubernamentales, que ha sido diseñada para que los datos sean un activo valioso para los ciudadanos. Además cuentan con un organismo de alto nivel para la promoción interna de la apertura de datos que informa regularmente sobre los avances tanto a nivel nacional como local.

2) Infraestructuras de datos – Donde es necesario llevar a cabo una transformación técnica y organizativa para modificar los hábitos de trabajo en la administración y conseguir así que la apertura de datos sea sostenible. A día de hoy la calidad de los datos sigue siendo baja y faltan todavía muchos datos, y aunque en general se ha mejorado en los formatos las licencias de uso siguen siendo un problema. La principal barrera a la hora de mejorar en esta área es que, en general, la gestión de los datos abiertos se sigue haciendo de forma prácticamente artesanal mediante pequeños grupos informales (u open data champions) que alimentan plataformas ad-hoc para la catalogación de datos, en lugar de apostar por una transformación completa de las herramientas de gestión de los datos y una formación adecuada para todos aquellos servidores públicos que trabajan con ellos.

Por ejemplo, el estándar de servicios digitales del Reino Unido presenta un conjunto de 18 criterios que la administración debe seguir para conseguir crear servicios eficaces. Entre estos principios, que son aplicables a toda la administración, se encuentran varios que fomentan también la apertura e intercambio de la información a través del uso de estándares abiertos y plataformas comunes.

3 ) Publicar con un propósito – El éxito final de cualquier iniciativa de datos abiertos debe medirse en función de su contribución a mejorar la vida de las personas y el conjunto de la sociedad. Sin embargo, hoy en día es todavía muy difícil encontrar ejemplos de colaboración entre el gobierno y la sociedad civil a la hora de afrontar la apertura de datos más allá de algunos grupos de trabajo que normalmente involucran únicamente a expertos en la materia y con el tiempo suelen acabar también desapareciendo.

Por ejemplo, a través de la alianza para la contratación abierta se han establecido desde el comienzo una serie de grupos de trabajo con participantes no sólo del gobierno, sino de todos los sectores de la sociedad. La finalidad de este método de trabajo es el poder facilitar la publicación de datos sobre contratación pública de manera que sean más útiles para las empresas y los ciudadanos, y sirvan además para mejorar los propios procesos de contratación, su eficiencia y su transparencia. La iniciativa está teniendo un gran éxito por su utilidad contrastada y cuenta ya con más de 40 países que o bien han adoptado ya el estándar o se han comprometido formalmente a hacerlo.

Por tanto, pasada ya de una década de datos abiertos, es hora de dar por terminada esta primera generación de iniciativas y dar paso a nuevas y renovadas actuaciones que afronten la apertura de datos como una parte integral de la actividad diaria en el conjunto de la administración, tomando las medidas necesarias para su sostenibilidad a lo largo del tiempo.

 


Contenido elaborado por Carlos Iglesias, Open data Researcher y consultor, World Wide Web Foundation.

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