Retos y oportunidades de los datos geográficos abiertos

Fecha de la noticia: 04-12-2018

datos geográficos

Los datos geográficos tienen una gran relevancia desde el punto de vista económico. De acuerdo con el informe Reusing Open Data, elaborado por el European Data Portal, los datos geográficos son la segunda categoría de datos más reutilizada y consultada por las empresas en los estados miembro de la Unión Europea, solo por detrás de la información estadística.

De acuerdo con la norma UNE, cuando hablamos de datos geográficos nos referimos a aquellos que ímplicita o explícitamente refieren a una localización relativa a la Tierra. Este tipo de datos se pueden publicar en abierto, siguiendo una serie de requisitos.

Los datos geográficos abiertos permiten conocer mejor nuestro entorno, sobre todo cuando se cruzan con otro tipo de información de carácter sociocultural, económico o ambiental, generando lo que se conoce como datos georreferenciados. Para ello existen distintas herramientas especializadas en la integración, almacenamiento, edición, análisis o visualización de datos geográficos. Es el caso de los Sistemas de Información Geográfica (GIS).

En España, la fuente de cartografía oficial que proporciona datos geográficos es el Instituto Geográfico Nacional (IGN), un organismo público perteneciente al Ministerio de Fomento  que se encarga de medir y recoger información de la superficie terrestre para ponerla a disposición de los usuarios en forma de mapas oficiales, cartografías, imágenes, ficheros de datos, servicios web y aplicaciones. Además, el IGN comparte gratuitamente conjuntos de datos de carácter geográfico a través de su Centro de Descargas. Estos datos se pueden reutilizar, según lo establecido en la Orden FOM/2807/2015, para crear múltiples aplicaciones y servicios.

Además, existen otras fuentes de las que obtener datos geográficos. Por ejemplo, diversos organismos regionales y locales también han puesto en marcha sus iniciativas de datos geográficos, como Aragón. Los datos compartidos por esta comunidad autónoma se han podido reutilizar en proyectos como Donde vivo, una aplicación que permite conocer los servicios de una determinada zona de Aragón a través de un mapa interactivo.

Debido justamente a su gran poder reutilizador, cada vez son más los organismos que buscan compartir la información geográfica que está bajo su custodia. Pero antes de iniciar un proyecto de este tipo es recomendable conocer cuáles son los retos que se pueden encontrar los usuarios que quieran reutilizar dichos datos, para resolverlos lo antes posible.

El informe Roadblocks Hindering the Reuse of Open Geodata in Colombia and Spain: A Data User’s Perspective incluye un análisis de las barreras a superar para facilitar la reutilización de datos geográficos desde la perspectiva del consumidor de datos en España y Colombia. Para ello se han basado en 3 fuentes de estudio: una revisión de la documentación existente sobre el tema (artículos, informes, conferencias, presentaciones, etc.), un cuestionario online difundido en español, inglés y portugués, y una serie de workshops realizados en cuatro ciudades (Bogotá, Medellín, Cali y Valencia), con la presencia de autoridades locales, comunidades de usuarios y expertos en datos abiertos.

Tras el análisis de los resultados, las posibles barreras identificadas por los usuarios de los datos se clasificaron en seis grupos: falta de actualización de los datos; dificultad para encontrar la información; poca accesibilidad; dificultad para entender los términos de uso; baja usabilidad; y falta de calidad. No obstante estos retos se pueden solventar. Para ello el informe comparte una serie de recomendaciones:

  • Identificar quiénes son los usuarios de los datos: las autoridades responsables de las iniciativas de datos geográficos necesitan involucrar a los usuarios y reutilizadores desde el inicio del proyecto, y no al final. Así podrán ajustar su estrategia a sus necesidades. Para ello, pueden crear grupos de trabajo integrando distintos perfiles procedentes del ámbito académico, el sector empresarial, la administración pública o la propia sociedad civil.

  • Realizar un seguimiento continuo de los servicios: El análisis y seguimiento continuo de los servicios disponibles ayuda a resolver los retos de accesibilidad y calidad de los datos. Algunos de las preguntas que los responsables de las iniciativas deben hacerse son: cuáles son los servicios más solicitados, qué servicios desean descargar los usuarios o cuáles necesitan metadatos más precisos y completos.

  • Notificar los nuevos datos publicados: Los productores de datos pueden incluir notificaciones o alertas automáticas que permitan conocer el estado de los servicios disponibles.

  • Incluir licencias y términos de uso claros y directos: Los términos de uso son uno de los retos para la reutilización de los datos geográficos más mencionados en el estudio. Por ello es importante crear unos términos de uso simples y específicos, utilizando un lenguaje natural que ayude a reducir cualquier malentendido.

  • Mostrar ejemplos de uso o kits de reutilización básica: para mejorar la usabilidad, los usuarios de datos reclaman un mayor número de ejemplos y pautas básicas que sirvan de inspiración para fomentar el uso de los datos.

En definitiva, los datos geográficos pueden aportar grandes beneficios a la sociedad. Este tipo de datos tiene un gran poder reutilizador, ya que se pueden integrar en distintas aplicaciones para enriquecer sus servicios con información georreferenciada. Pero para que los usuarios puedan extraer el máximo valor de esta información es recomendable tener en cuenta sus necesidades desde el inicio de la puesta en marcha de la iniciativa.