Explorando el papel de los datos abiertos en la web3

Fecha de la noticia: 13-01-2023

Explorando el papel de los datos abiertos en la web3

Si bien aún no existe un consenso absoluto acerca de la definición de Web3, las aplicaciones y los conceptos asociados al término se vienen explorando de forma cada vez más amplia en los últimos años y algunas de sus propuestas como las criptomonedas ya han llegado al público en general. Con el término Web3 normalmente nos referimos a la tercera generación de la World Wide Web, a veces llamada “web descentralizada”, que se basa en el uso de criptografía y de tecnologías descentralizadas como blockchain para crear una internet más segura y transparente.

A pesar de encontrarnos en una fase aún incipiente ya estamos viendo cómo aparecen nuevos conceptos como los tokens no fungibles (NFTS) que no son sino activos digitales encriptados, las criptomonedas como la archiconocida bitcoin, y las aplicaciones descentralizadas (DApps) que están comenzando a aparecer principalmente en el mundo financiero en forma de finanzas descentralizadas (DeFi) .

Sin embargo, la mayor promesa de la Web3 está en la posibilidad de empoderar a los usuarios en una nueva forma de internet descentralizada que les devuelve la propiedad y el control de sus datos y sus identidades, los cuáles están ahora en poder de las grandes plataformas de tecnología. De hecho, Web3 es fiel al concepto original de internet y la Word Wide Web, donde no se iba a necesitar el permiso de nadie para publicar datos e información y donde no estaba previsto un control central de las interacciones.

Del mismo modo en que la Web 2.0 impulsó la explosión de la creación de contenido y datos por parte de todo tipo personas, y una cultura de participación a través de las múltiples formas de redes sociales que está influyendo en la forma en que vivimos hoy, Web3 también tiene el potencial de cambiar nuestro futuro próximo.

Los datos abiertos en la web3

Y entre los grandes cambios que idealmente se desplegarán con la adopción de las tecnologías y paradigmas de la Web3 por un número cada vez mayor de usuarios y organizaciones, está una nueva revolución en la apertura de datos.

Por una parte, una de las principales ventajas de los datos abiertos en el entorno Web3 es que pueden contribuir a crear una internet más transparente y confiable. Con los sistemas centralizados tradicionales, es muy difícil verificar la precisión y autenticidad de los datos, y es necesario que exista confianza en la organización que los recopila y los publica. En el caso de los datos que gestionan y abren las administraciones públicas esto no es un gran problema debido a la presunción de confianza que disfrutan las administraciones públicas. Pero sí es muy limitante en lo que se refiere a abrir datos con información generada por los usuarios o incluso para generar conjuntos de datos con información potencialmente sensible.

Sin embargo, a través de una aplicación descentralizada, idealmente los datos abiertos podrían estar almacenados en una cadena de bloques, lo que permitiría un registro transparente e inmutable de los datos. Esto puede ayudar a aumentar la confianza en los datos que se están utilizando y a que aparezcan nuevos conjuntos de datos abiertos que no estén gestionados por autoridades públicas, empresas u otras organizaciones gestoras de datos.

Indudablemente, para aprovechar al máximo el potencial de los datos abiertos en el entorno Web3, es importante que los datos estén disponibles en un formato legible por máquina y que existan pautas claras sobre cómo se pueden utilizar y compartir. Todo ello contribuirá a garantizar que los datos se estén utilizando de manera ética y respetuosa con las personas u organizaciones que los recopilaron originalmente. En este contexto la Web Semántica, como “web de datos” previsiblemente tendrá un papel importante en el ecosistema web3, ya que la descentralización y la transparencia son aspectos clave de ambas. En la Web3, las ontologías y etiquetas utilizadas en la Web Semántica tienen potencial para que los datos almacenados en la blockchain sean más fácilmente accesibles y comprensibles para las máquinas.

Además, la Web Semántica también pueden contribuir a crear aplicaciones más inteligentes y personalizadas en la Web3. Por ejemplo, las ontologías pueden ser utilizadas para mejorar la precisión de los sistemas de recomendación y hacer que los chatbots y otros sistemas de asistencia virtual sean más eficientes e “inteligentes”.

Y en un contexto con una mayor cantidad de datos abiertos y que además puedan estar más enriquecidos gracias a la web semántica, las aplicación de inteligencia artificial o aprendizaje automatizado podrá generar aplicaciones más útiles para los usuarios. Probablemente podrán incluso autorizarse aplicaciones de inteligencia artificial que ahora no están permitidas por la poca capacidad que tenemos para controlar el uso de los datos con garantías de seguridad.

Por otra parte, Web3 propone una mayor transparencia y seguridad en internet, pero sobre todo que los usuarios volverán a ser dueños de sus propios datos, que tendrán el control de lo que otros pueden o no hacer con estos datos y que podrán ser compensados adecuadamente por estos usos de los datos. De este modo, se prevé una nueva explosión de datos abiertos generada por los propios usuarios, quienes si se sienten seguros, protegidos y cómodos para compartir datos, e incluso retribuidos por el uso de sus datos, podrán participar en la generación de numerosos conjuntos abiertos de datos de gran utilidad para enriquecer aplicaciones o crear modelos predictivos de todo tipo.

Si bien toda esta disrupción suena muy prometedora, la transición desde una situación de oligopolio en lo que respecta a los datos a una gestión democrática y abierta de los datos llevará tiempo. Aún se están dando lo primeros pasos hacia la descentralización de las aplicaciones de internet y el concepto completo de Web3 aún debe considerarse como trabajo en progreso. En general la Web3 es un concepto deseable en lo que se refiere a la mejora de la seguridad y la privacidad de los datos, y por tanto a las posibilidades para abrir más datos, pero aún se requiere de una infraestructura digital avanzada y de una regulación que no está disponible para que termine de desplegarse.


Contenido elaborado por Jose Luis Marín, Senior Consultant in Data, Strategy, Innovation & Digitalization.

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