La economía del dato supone una gran oportunidad de negocio para empresas de todos los tamaños y sectores. De acuerdo con las estimaciones de la Comisión Europea, la Economía del Dato alcanzará un valor de 829.000 millones de euros en 2025 para los 27 países miembro. Pero para que la economía del dato se desarrolle adecuadamente, son necesarias estructuras que faciliten el intercambio de datos y, con ello, el desarrollo de modelos de negocio basados en su exploración y explotación.
Los espacios de datos cumplen esta función al facilitar el desarrollo de un ecosistema donde diversos actores comparten datos de manera voluntaria y segura. Para ello deben seguir mecanismos comunes de gobernanza, organizativos, normativos y técnicos.
Una forma de garantizar que esto se realiza adecuadamente es a través de modelos de referencia, como el modelo arquitectónico de referencia IDS-RAM (International Data Spaces Reference Architect Model), una iniciativa elaborada por la asociación del mismo nombre (International Data Space Association) y avalada por la Unión Europea.
¿Qué es la International Data Space Association?
IDSA (International Data Spaces Association) es una coalición que actualmente integran 133 empresas internacionales, sin ánimo de lucro, que surge en 2016 para trabajar en el concepto de espacio de datos y en los principios que debe seguir su diseño para obtener valor de los datos a través de la compartición, en base a mecanismos seguros, transparentes y con equidad de los participantes, que garanticen la soberanía y confianza. Estas empresas representan a decenas de sectores industriales y tienen sede en 22 países de todo el mundo.
IDSA está conectada con diferentes iniciativas europeas, incluyendo BDVA, FIWARE y Plattform Industrie 4.0, participando en más de veinte proyectos de investigación europeos, principalmente en el programa Horizonte 2020.
La misión de IDSA es impulsar la economía digital global. Para ello, entre otras cuestiones, promueve un modelo de referencia arquitectónico denominado IDS (International Data Spaces), un sistema seguro y soberano de intercambio de datos. El objetivo de este modelo es estandarizar el intercambio de datos de forma que los participantes pueden obtener todo el valor posible de su información sin perder su control, marcando las condiciones de uso de sus propios datos.
Arquitectura IDS-RAM
El modelo de arquitectura de referencia IDS-RAM (Reference Architecture model) se caracteriza por presentar una arquitectura abierta (publican su código como software de fuentes abiertas), confiable y federada para un intercambio de datos intersectorial, facilitando la soberanía y la interoperabilidad.
IDS-RAM establece una serie de roles e interacciones estandarizadas a través de una estructura en 5 capas (negocios, funcional, procesos, información y sistemas) que se abordan desde la perspectiva de la seguridad, la certificación y la gobernanza, como muestra la siguiente figura.

Estas capas son fundamentales para garantizar el éxito de una iniciativa de compartición de datos. Veamos cada una de ellas en base a lo indicado en el documento “Reference architecture model”, de la propia IDSA, y el informe “Posicionamiento sobre los Espacios de Datos” de Planetic, donde se analiza IDS-RAM como caso de éxito.
La capa de negocios define los diferentes roles existentes y los patrones de interacción entre ellos, incluyendo los contratos y políticas de uso de los datos. En concreto, existen cuatro roles:
- Participante esencial: cualquier organización que posea, ofrezca o consuma datos.
- Intermediario: entidades de confianza y de intermediación, como los brókers, las cámaras de compensación o los proveedores de identidades, entre otros.
- Proveedor de Servicios/Software: compañías que ofrecen servicios y/o software a los participantes.
- Órgano de gobierno: como por ejemplo los órganos de certificación, fundamentales para garantizar las capacidades de las organizaciones y generar un entorno de confianza. También entraría en este apartado la propia Asociación IDS.
Estos roles se relacionan en un ecosistema marcado por seis categorías de requisitos, definidos en la capa funcional:
- Confianza, alcanzada gracias a la gestión de identidades y la certificación de usuarios.
- Seguridad y soberanía de datos, donde se situarían la autenticación y autorización, las políticas de uso, la comunicación fiable y la certificación técnica.
- Ecosistema de datos, que incluye la descripción de las fuentes de datos, la intermediación (brokering) y los vocabularios utilizados para los metadatos.
- Estandarización e interoperabilidad, que asegura la operabilidad necesaria para alcanzar el éxito en el intercambio de datos.
- Aplicaciones de valor agregado, que permiten transformar o procesar los datos.
- Mercado de datos, que abarca aspectos como la facturación, restricciones de uso, gobernanza, etc., necesarios cuando el intercambio de datos se realiza bajo modelos de pago.
La capa de operaciones recoge las interacciones que se realizan en el marco del espacio de datos, incluyendo la incorporación de usuarios, para lo cual necesitan adquirir una
identidad proporcionada por un organismo de certificación y solicitar un conector de datos (un componente técnico a instalar) a un proveedor de software. En esta capa también se definen los procesos necesarios para el intercambio de datos y la publicación y uso de apps de datos.
La capa de información explica el modelo de información y el vocabulario común a utilizar para facilitar la compatibilidad y la interoperabilidad de tal forma que se pueda automatizar el intercambio de datos. Para su definición se utiliza una ontología propia basada en un esquema RDF.
Por último, la capa del sistema asigna una arquitectura concreta de datos y servicios a cada rol, con el fin de garantizar los requisitos funcionales.
Todas estas abstracciones de capas y perspectivas habilitan el intercambio de datos entre proveedores y consumidores de datos, utilizando los oportunos conectores software, accediendo al bróker de metadatos donde se especifican los catálogos de datos y sus condiciones de uso, existiendo la posibilidad de desplegar aplicaciones para el tratamiento de los datos y llevando un seguimiento de las transacciones realizadas (clearing house), todo ello garantizando la identidad de los participantes.

En definitiva, se trata de un marco funcional que proporciona un marco de gobernanza para logar una interoperabilidad segura y confiable, así como una arquitectura de software abierta, con el fin de garantizar su máxima adopción. En este sentido, la IDSA se ha marcado como objeticos:
- Establecer el modelo (RAM) de IDS como el estándar internacional para el intercambio de datos en la economía del futuro
- Evolucionar este modelo de referencia según casos de uso
- Desarrollar y evolucionar una estrategia de adopción del mismo
- Apoyar su despliegue en base a soluciones de software certificables y modelos comerciales
Este estándar ya está siendo utilizado por múltiples empresas tan diversas como Deutsche Telekom, IBM o Volkswagen.
El papel del IDS-RAM en Gaia-X y la Estrategia Europea de datos
El modelo de arquitectura de referencia de IDS se enmarca dentro de las iniciativas desplegadas en el marco general de la estrategia de datos de la UE.
A través de varias iniciativas, la Comisión Europea busca fomentar e interconectar los espacios de datos para impulsar la consulta, compartición y explotación cruzada de los datos disponibles, garantizando su privacidad. Es en este marco donde se ha puesto en marcha Gaia-X, una iniciativa europea del sector privado para la creación de una infraestructura de datos abierta, federada e interoperable, constituida sobre los valores de soberanía digital y disponibilidad de los datos, y el fomento de la economía del dato.
La asociación IDSA, promotora de la arquitectura de referencia IDS, participa activamente en Gaia-X, para que las iniciativas actualmente en marcha con objeto de elaborar modelos e implementaciones de referencia para la compartición de datos con soberanía y confianza, puedan confluir en un estándar de facto abierto.
Contenido elaborado por el equipo de datos.gob.es.
No hay duda de que los datos son un activo fundamental para las empresas. Procesados de manera adecuada, generan grandes ventajas competitivas, tanto en la toma de decisiones como en la generación de nuevos productos y servicios, habilitando tecnologías como la Inteligencia Artificial. Esta situación ha hecho que muchas organizaciones se muestren recelosas a la hora de compartir sus datos. Sin embargo, la situación está cambiando y cada vez más empresas y entidades son conscientes de las ventajas que esta práctica supone.
El intercambio de datos impulsa la eficiencia en las cadenas de suministro, favoreciendo un desarrollo de productos más rápido e innovador. Al compartir sus datos, las organizaciones también se benefician del acceso a datos de terceros, que pueden ser de gran utilidad en diversos campos: desde el entrenamiento de sistemas de machine learning, hasta el enriquecimiento de analíticas internas. Además, el hecho de que varias empresas trabajen en el mismo campo, generando avances, hace que el mercado madure antes, abriendo nuevas oportunidades de negocio, así como reduciendo el tiempo y los costes de comercialización de los productos. A ello hay que sumar también beneficios a nivel de transparencia y reputación.
Para que este intercambio de datos se realice de una manera segura es necesario contar con entornos seguros y controlados, como los espacios de datos.
¿Qué son los espacios de datos?
Un espacio de datos es un ecosistema donde diversos actores comparten datos de manera voluntaria y segura, siguiendo mecanismos comunes de gobernanza, organizativos, normativos y técnicos. Algunas de las características que cumplen los espacios de datos avanzados son:
- Garantizan la confianza y soberanía de los participantes sobre sus datos, generando un ecosistema de compartición de datos entre iguales. En un espacio de datos cada participante mantiene el control sobre sus propios datos, indicando cuáles son los términos y condiciones bajo los que se pueden utilizar.
- Son independientes de la solución tecnológica subyacente. Esto permite su portabilidad y despliegue en diferentes infraestructuras físicas.
- Los datos se comparten bajo principios FAIR, lo que facilita la localización, acceso y uso de los datos. Para ello, los conjuntos de datos deben estar descritos correctamente, incluyendo las taxonomías utilizadas y sus restricciones de uso.
- Permiten el despliegue de diferentes roles, como productores de datos, consumidores, proveedor de servicios sobre datos, desarrolladores de componentes u operadores de servicios esenciales, facilitando el desarrollo de intermediarios de datos.
- Aseguran la identidad de los participantes, así como la idoneidad de los componentes software empleados, mediante los oportunos mecanismos de homologación o certificación.
- Habilitan distintas políticas de acceso y uso de la información, de tal forma que los titulares puedan determinar si los datos se comparten de manera gratuita o no, bajo mecanismos que garantizan su proporcionalidad.
- Aseguran la interoperabilidad y las sinergias con otros espacios de datos sectoriales nacionales o europeos.
Los espacios de datos europeos, claves para impulsar la economía del dato
Los espacios de datos son un elemento fundamental de la Estrategia europea de datos, que, entre otras cuestiones, busca impulsar la economía de la región a través de la creación de un mercado único europeo de datos, donde estos fluyen entre los diferentes Estados Miembros y entre sectores de actividad, de acuerdo a los valores europeos de autodeterminación, privacidad, transparencia, seguridad y competencia leal.
En dicha estrategia, la Comisión Europea ya anunció su interés en invertir y desarrollar espacios de datos comunes en sectores económicos estratégicos y de interés público, destacando los relacionados con la fabricación, la energía sostenible, la movilidad, la salud, el ámbito financiero, la energía, el sector agrario, las administraciones públicas y las cualificaciones. Una vez desarrollados, se espera interconectar estos espacios, de tal forma que los datos disponibles en ellos se puedan explotar de manera cruzada.
La creación de estos espacios de datos busca superar las barreras legales y técnicas ligadas a la compartición de datos, mediante normas, herramientas e infraestructuras comunes en un contexto de soberanía digital. Según la estrategia europea de datos, el desarrollo de los espacios de datos europeos se debe realizar teniendo en cuenta los siguientes elementos:
El despliegue de herramientas y servicios para el tratamiento, intercambio y compartición de datos, así como la federación de capacidades en la nube, seguras y eficientes desde el punto de vista energético, y de sus servicios relacionados. Estas herramientas deberán permitir el acceso a los datos de forma justa, transparente proporcional y no discriminatoria.
- El desarrollo de estructuras claras y fiables de gobernanza de los datos, en conformidad con la legislación de la UE, prestando especial atención a la protección de los datos personales, del consumidor y del derecho de la competencia.
- La mejora de la disponibilidad, la calidad y la interoperabilidad de los datos, tanto en ámbitos específicos como entre sectores.
En este sentido, la Comisión Europea avala distintas medidas e iniciativas para el desarrollo de infraestructuras digitales, seguras y sostenibles. Entre ellas destacan Gaia-X, que busca el desarrollo de una infraestructura de datos abierta, federada e interoperable en la nube, y la International Data Spaces Association (IDSA), probablemente parte sustancial de Gaia-X, que promueve un modelo arquitectónico de referencia para el desarrollo de espacios de datos.
En la siguiente imagen puedes ver estas y otras iniciativas europeas a diferentes niveles relacionadas con espacios de datos. En la parte izquierda y central se muestran algunas de las principales iniciativas de datos europeas, y cómo éstas se sustentan sobre infraestructuras hardware. La parte derecha muestra el alineamiento existente con las iniciativas de la UE más importantes dentro de la Estrategia Europea del Dato.

España está alineada con Europa en esta materia: entre los ejes del Plan España Digital 2025 se encuentra la transición hacia una economía del dato. Actualmente se está trabajando para promover el entorno propicio para la creación de espacios de datos sectoriales, a través de las distintas iniciativas en materia de datos incluidas dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Un ejemplo es el Hub español de Gaia-X, dirigido a desplegar un ecosistema sólido en el ámbito de la compartición de datos industriales, integrado por empresas de todos los tamaños. Con este tipo de acciones se busca crear una comunidad en torno al dato que favorezca la innovación y el crecimiento económico, con el consiguiente beneficio para la sociedad.
Contenido elaborado por el equipo de datos.gob.es.
La aplicación de nuevas técnicas orientadas a la extracción de valor de los datos se ha convertido en una realidad en el entorno actual, acelerándose su transformación en conocimiento para la toma de decisiones. Por ello, es frecuente focalizar la explotación de datos como parte indispensable de su gestión, surgiendo ligado al concepto de su explotación el concepto de espacio de datos, habilitando su compartición, involucrando tanto al sector privado como a los diferentes organismos públicos, ya sean locales, nacionales o internacionales.
Un espacio de datos es un ecosistema donde materializar la compartición voluntaria de los datos de sus participantes dentro de un entorno de soberanía, confianza y seguridad, establecido mediante mecanismos integrados de gobernanza, organizativos, normativos y técnicos. El concepto de soberanía es clave, entendiéndose como la capacidad de un participante de mantener el control sobre sus propios datos, expresando los términos y condiciones que regirán sus usos permitidos.
¿Qué es Gaia – X?
En este contexto, nace la iniciativa de Gaia-X, una iniciativa europea del sector privado para la creación de una infraestructura de datos abierta, federada e interoperable, constituida sobre los valores de soberanía digital y disponibilidad de los datos, y el fomento de la Economía del Dato. El reto es establecer un ecosistema en el que los datos de entidades europeas estén disponibles y sean compartidos en un entorno confiable y gestionado de acuerdo a los principios europeos de descentralización, apertura, transparencia, soberanía e interoperabilidad.
Gaia-X tiene como objetivo el desarrollo de una federación de servicios de datos en la nube, habilitando la cooperación y el intercambio de datos entre empresas y organizaciones a lo largo de la Unión Europea con independencia de los proveedores de infraestructura. Gaia-X define los conceptos técnicos, así como la gobernanza, para la interoperabilidad de conjuntos de datos e infraestructuras de datos, asumiendo el papel de orquestador, mediando entre proveedores y consumidores de datos vía los servicios federados, y creando un desacoplamiento físico entre la capa de datos y la capa de infraestructuras
Desde los orígenes
La iniciativa de Gaia-X comenzó a ver la luz en octubre de 2019, cuando los ministerios de asuntos económicos de Francia y Alemania presentaron el proyecto. Desde entonces, su crecimiento ha sido exponencial. A finales de 2020, se impulsa una cumbre que desemboca en la fundación de la asociación de Gaia-X AISBLen enero de 2021. Durante ese año, se define Gaia-X como marca, así como las primeras versiones de sus servicios. Entre sus objetivos se encuentra el desarrollo de estándares comunes, buenas prácticas, herramientas, así como mecanismos de gobernanza.

Actualmente, Gaia-X está compuesta por 324 miembros repartidos por todo el mundo. Empresas, asociaciones, instituciones de investigación, administraciones y políticos han unido sus fuerzas para trabajar juntos en la iniciativa. Los 22 miembros fundadores se reparten entre Francia y Alemania, donde destacan organizaciones como Amadeus, Atos, OVH, Orange Business Services, Siemens, IDS, SAP SE o Deustche Telekom. No obstante, a esos 22 se han ido uniendo en estos años organizaciones privadas y públicas de Asia (China, India, Japón, Singapur, Qatar, Korea), de EEUU y, principalmente, de Europa (Austria, Bélgica, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Polonia, Irlanda, Italia, Lituania, Luxemburgo, Holanda, Polonia, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido).
En España, a mediados de 2021, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, impulsa la creación del hub nacional de Gaia-X, una iniciativa organizativa cuyo objetivo es acelerar la capacidad europea en materia de compartición de datos industriales/sectoriales y soberanía digital, contribuyendo a generar la infraestructura común europea, mediante el lanzamiento de un manifiesto de interés cuya respuesta por parte de empresas del sector privado fue abrumadora.
De esta manera, España también se integra en el Consejo gubernamental (Government Advisory Board) de Gaia-X, la asociación europea para acelerar la respuesta en materia de compartición de datos. El Hub español de Gaia-X busca que empresas de todos los tamaños creen comunidad en torno al dato, sirviendo para desarrollar e implantar soluciones innovadoras basadas en datos e Inteligencia Artificial, que impulsen la competitividad nacional, prestando especial atención a las PYMEs y microPYMEs. Así, se plantea la creación de espacios de datos en los diferentes sectores productivos, interoperables con los espacios europeos y sin interferir en otros espacios que la industria tenga planificados desarrollar.
La economía del dato en España
Este proyecto persigue contribuir al crecimiento económico de nuestro país. Según el estudio European Data Market, la economía del dato en España tenía en 2019 un valor equivalente al 2,5% del PIB nacional, y se calcula que para el 2025, este valor llegue a representar más del 4% del PIB español, siempre y cuando se cree el entorno legal político y de financiación adecuado, lo que pone de manifiesto la importancia del dato en la economía.
La apuesta de España por la economía del dato se enmarca dentro de la estrategia España Digital 2025, donde se pone de manifiesto la necesidad de apoyar la digitalización de sectores clave para la economía, como el de turismo y el de salud especialmente, pero también otros como lo son la movilidad, el sector agroalimentario o el comercio electrónico.
Conclusiones
Los datos constituyen el foco de las grandes transformaciones que se están llevando a cabo en el entorno actual como consecuencia de la aplicación de nuevas tecnologías digitales. Por ese motivo, ninguna economía digital podrá consolidarse y competir globalmente si no dispone de una sólida economía del dato.
La estrategia europea tiene como objetivo la creación de un mercado único europeo de datos, abierto a datos procedentes de todo el mundo, en el que los datos personales y no personales, incluidos los datos sensibles de empresas, estén seguros y las empresas tengan acceso a datos industriales de alta calidad, de manera que se impulse el crecimiento y se cree valor. Mediante las normas y mecanismos asociados se pretende garantizar que los datos puedan fluir, se respeten plenamente las normas y valores europeos, y las normas de acceso a los datos y su uso sean justas, prácticas y claras.
Los espacios de datos en general, e iniciativas como Gaia-X en particular, son los elementos clave para alcanzar los objetivos de la estrategia europea, sirviendo para fomentar ecosistemas que creen nuevos productos y servicios basados en datos más accesibles
Contenido elaborado por Juan Mañes, experto en Data Governance, con las aportaciones de la Oficina del Dato.
Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.
La Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, en colaboración con SEGITTUR y como parte de la feria internacional FITUR, organizó el pasado 19 de diciembre el primer taller del Hub español de Gaia-X, centrado en avanzar la creación del espacio de datos de la industria del Turismo.
Los datos son una palanca de transformación digital del mundo, así como un elemento habilitador para la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías y servicios. Sin embargo, los datos por sí solos no generan ningún valor, y es clave ponerlos en contexto para obtener beneficios tangibles. Para ello, generalmente se hace necesario compartir y relacionar distintos conjuntos de datos, a menudo de distintas disciplinas o dominios.
En este contexto de necesidad de compartición es donde surge el concepto de los espacios de datos. Estos son estructuras (tecnológicas y de gobernanza) que proporcionan confianza y seguridad en torno a la compartición voluntaria de datos entre sus participantes. Son ecosistemas donde se articulan y gestionan las voluntades, funciones y procesos necesarios para compartir datos, a través de mecanismos de consenso, bajo un contexto de soberanía y control, y en base a una arquitectura de sistemas federada.
Este primer taller colaborativo se ha centrado en el uso de los datos en la industria del Turismo, uno de los sectores clave para España. Su objetivo es conformar una visión para este espacio de datos. Para ello, se analizaron los retos y oportunidades en materia de gobernanza del espacio, las tecnologías y arquitecturas disponibles para facilitar la compartición de datos, así como casos de uso tractores para el sector. El taller tuvo forma híbrida (presencial + online) y contó con la participación de diferentes representantes de la política, de oficinas técnicas gubernamentales, de empresas a lo largo de toda la cadena de valor del Turismo, universidades e institutos tecnológicos, así como integradores del mundo TI. Se contó además con ponentes de cada una de estas clases de organizaciones, queriendo así reflejar que la construcción y operación de los espacios de datos necesita de la involucración de un ecosistema variado y multidisciplinar.
El Hub español de Gaia-X
El Gobierno de España está trabajando en promover el entorno propicio para la creación de espacios de datos sectoriales, a través de las distintas iniciativas en materia de datos que se detallan en la Agenda España Digital 2025, y aprovechando la excepcional oportunidad que ofrecen los fondos NextGenEU. Bajo este marco, se ha impulsado la creación del Hub español de Gaia-X, que busca que sectores de todos los tamaños creen comunidad en torno al dato. El objetivo es que sirva para desarrollar e implantar nuevas soluciones innovadoras basadas en datos e Inteligencia Artificial, e impulsen la competitividad de las empresas. Estos espacios son además tractores para generar beneficios a lo largo de toda la cadena transformativa del dato, y se presta especial atención a que en la misma estén también representadas PYMEs y microPYMEs.
Gaia-X es una iniciativa europea del sector privado cuyo objetivo es la creación de una infraestructura de datos abierta, federada e interoperable, constituida sobre los valores de la disponibilidad y el control de los datos, y para el fomento de la Economía del Dato. Su principal objetivo es apoyar la respuesta europea en materia de compartición de datos a lo largo de distintos sectores y geografías de la Unión, y en base a un modelo federado que garantice la confianza y la soberanía digital. La iniciativa logra la capilaridad en el territorio de los diferentes estados miembro a través de 15 hubs nacionales de Gaia-X, incluido el de España.
Desarrollo de la jornada de trabajo
Durante la jornada de trabajo, se señaló que España será el primer país en liderar un espacio de datos en la industria del Turismo, que desarrollará estándares y maneras para compartir datos en la práctica, aportando de esa manera su capacitación y experiencia al resto de Europa. Esto supondrá a su vez una gran oportunidad dentro del proceso de transformación digital que ya vive la economía española.
La puesta en marcha de este proyecto conlleva una serie de retos relativos a la generación de confianza, la reducción de costes en la interoperabilidad, el establecimiento de semánticas y estándares, la creación de modelos de negocio generadores de valor, así como el logro de un modelo de gobernanza práctico que garantice la soberanía y control de los partícipes sobre sus datos y lo qué se hace con ellos. Éstas, consideraciones comunes a la creación de todo espacio de datos, se agudizan en este caso por la alta fragmentación y atomización del sector, así como su incompleta digitalización. La solución pasa por la implantación de una cadena de valor digitalizada de extremo a extremo, que englobe a todos los intervinientes en un modelo de compartición de datos que permita una visión holística, dando respuesta a las cuestiones relativas a la gestión de la privacidad, el mantenimiento de las ventajas competitivas, y la fijación de modelos de recompensa.
Para ello, durante la sesión de trabajo se evidenció la necesidad de avanzar en un enfoque de casos de uso: desde una necesidad de negocio concreta se abordan requerimientos y necesidades, fijándose así las condiciones básicas que garanticen su viabilidad y sostenibilidad. De esta manera, se dota además de escalabilidad al espacio de datos, que permite desplegarlo de manera ágil e incremental, contando con un producto inicial y que puede ampliarse fácilmente en sucesivas etapas con más funcionalidades y roles, según vayan incorporándose al espacio de datos nuevos participantes y casos de uso.
Estos casos de uso son la base para fijar los requisitos de la arquitectura del ecosistema de compartición de datos, incluyendo los estándares semánticos, modelos y vocabularios de datos concretos, la fijación de los roles y funciones de los participantes, así como los requisitos de los diferentes componentes software necesarios. La infraestructura de datos y de los sistemas es abierta y federada, goza de la escalabilidad y flexibilidad que ofrece el modelo de referencia de IDS (International Data Spaces), y cumple con los criterios de Gaia-X. De esa manera, tanto el espacio de datos del Turismo, como los futuros espacios sectoriales que se vayan generando, no sólo cumplen su función habilitadora para la Economía del Dato, sino que además lo hacen en base a los principios europeos básicos de soberanía digital, transparencia y transversalidad e igualdad.