¿Cómo se utilizan los datos abiertos en el sector salud y bienestar?

Data da noticia: 31-08-2021

movil con aplicación de salud y bienestar

En el último año, hemos visto como las decisiones en materia de salud marcaban la agenda política, social y económica de nuestro país, debido a la situación de pandemia mundial fruto de la COVID-19. Decisiones tomadas en base a datos públicos sobre incidencia acumulada, ocupación de camas en hospitales o tasa de vacunación han marcado nuestro día a día.

Este hecho pone de manifiesto la importancia de los datos de salud abiertos para la gestión y toma de decisiones por parte de nuestros gobernantes, pero también son fundamentales como base de soluciones que ayuden tanto a pacientes como a médicos.

Los tipos de datos utilizados en el ámbito de la salud y bienestar son numerosos: resultados de estudios e investigaciones médicas, registros anonimizados de pacientes, datos sobre sus hábitos (como el ejercicio que realizamos o las horas que dormimos) o datos vinculados a los servicios y la gestión sanitaria. Todos estos datos esconden un gran valor que puede ser aprovechado tanto por los profesionales y proveedores de servicios de salud como por los ciudadanos.

¿Cómo han venido utilizando los datos abiertos los servicios de salud?

Según el estudio The Open Data Impact Map, un proyecto de Open Data for Development Network (OD4D), las organizaciones relacionadas con la salud utilizan los datos abiertos principalmente con el objetivo de optimizar su gestión y la organización de recursos. De las 124 organizaciones entrevistadas en 2018, solo 19 indicaron que aprovechan los datos abiertos para el desarrollo de productos y servicios sanitarios, y únicamente 13 para investigación. El mismo estudio indica que los datos abiertos más utilizados son aquellos relacionados directamente con la salud, y que son muy pocas las organizaciones que los combinan con conjuntos de datos de otras temáticas - principalmente geoespaciales o indicadores demográficos o sociales- para generar un conocimiento más profundo y detallado.

Sin embargo, las oportunidades en este campo son muy amplias, como se muestra a continuación.

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Ejemplos de servicios basados en datos abiertos de salud y bienestar

La situación parece que está cambiando y cada vez hay un mayor impulso para la puesta en marcha de aplicaciones, servicios o proyectos basados en datos en este campo. En Europa se apuesta por la creación de espacios de datos centrados en el ámbito de la salud, dentro de su estrategia de construcción de una nube europea, mientras que el gobierno de España ha incluido el impulso de soluciones de Salud Digital dentro de su estrategia de España Digital 2025. Entre las acciones contempladas por nuestro país está la agilización de los sistemas de información para permitir una mejor compartición de datos e interoperabilidad.

Aplicaciones que recopilan servicios de salud

Cuando hablamos de aplicaciones de salud, las más habituales son aquellas que ayudan a la ciudadanía a encontrar proveedores de atención sanitaria locales que satisfagan sus necesidades. Un ejemplo Farmacias de guardia en Tudela y la Ribera o el buscador de centros de salud de la comunidad de Madrid. Gracias a ellas los pacientes pueden saber dónde se ubican los centros y conocer información de interés, como el horario. Algunas aplicaciones, incluyen servicios adicionales, como Salud Responde, de la Junta de Andalucía, que permite la solicitud y modificación de citas médicas, mejorando la eficiencia del sistema.

Pero este tipo de servicios también pueden proporcionar una información importante a la hora de gestionar de una manera más eficiente los recursos, sobre todo cuando se cruza con otros conjuntos de datos. Por ejemplo, Farmacias, Centros Sanitarios y Zonas de Salud del Gobierno de Cantabria, desarrollada por Esri, incluye información sobre la ordenación territorial de los recursos sanitarios en función de factores geográficos, demográficos, epidemiológicos, socio-económicos, laborales, culturales, climatológicos y de transporte. Su objetivo principal no es solo facilitar el acceso de la ciudadanía a esta información, si no que “la prestación de servicios sanitarios se realice en las mejores condiciones de accesibilidad, eficiencia y calidad”.

Por su parte, el Atlas de salud, medioambiental y socioeconómico de Euskadi por áreas pequeñas muestra una serie de mapas con el objetivo de “monitorizar las desigualdades geográficas en indicadores de salud, socioeconómicos y medioambientales en Euskadi, teniendo en cuenta la perspectiva de género”. Información de gran utilidad de cara a los gestores de servicios para tratar de impulsar una mayor equidad en el acceso a la sanidad.

Herramientas para la prevención de enfermedades

En el mercado también encontramos aplicaciones destinadas a la prevención de enfermedades, como ZaraHealth, una aplicación web que muestra en tiempo real los datos de la calidad del agua, el estado del aire, y los niveles de polen de la ciudad de Zaragoza. El usuario puede establecer una serie de umbrales para los niveles de polen y de contaminación, de tal forma que se emita un aviso cuando se alcancen. De esta forma podrá evitar salir al aire libre o realizar ejercicio en las zonas que no se ajusten a sus necesidades. En la misma línea se mueve APCYL: Alergia al polen CyL.

Otro aspecto importante en nuestra salud es la dieta, clave en la prevención de diversas patologías como las enfermedades cardiovasculares o la diabetes. Webs como Mils, que ofrece información nutricional detallada sobre los alimentos pueden ayudarnos a llevar una dieta más saludable.

Servicios para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades

Los datos abiertos pueden ayudar a evaluar los resultados sanitarios, desarrollar tratamientos más eficaces y predecir brotes de enfermedades.

En el campo de la salud mental, por ejemplo, encontramos Mentalcheck, una aplicación que permite realizar evaluaciones psicológicas y auto-registros mediante dispositivos móviles. Su objetivo es mejorar la Evaluación e Intervención Ecológica Momentánea (EMA y EMI en sus siglas en inglés). La aplicación incorpora datos abiertos sobre medicamentos y servicios de salud mental de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, Food and Drug Administration). También permite integrar datos psicológicos y fisiológicos, para generar correlaciones.

Otro ejemplo es Qmenta, empresa centrada en el análisis de datos cerebrales, utilizando resonancias magnéticas y los datos clínicos relacionados. En los últimos meses también han incorporado datos abiertos relacionados con la COVID-19 en algunos de sus trabajos. A través de algoritmos de procesamiento de imágenes médicas, buscan acelerar el desarrollo de nuevas terapias para enfermedades neurológicas.

Información actualizada sobre enfermedades o necesidades del sistema

Otro campo donde los datos abiertos pueden impulsar mejoras es a la hora de informar de determinadas situaciones. Esto ha cobrado especial importancia en el contexto de pandemia mundial en el que nos encontramos y donde la ciudadanía demanda información constante y actualizada. En este sentido, encontramos el cuadro de mando del Ministerio de Sanidad a nivel estatal y distintas iniciativas regionales, como Curva en Aragón: Evolución del Coronavirus en Aragón o Evolución del coronavirus en Castilla y León. Se trata solo de un par de ejemplos, pero cabe resaltar que existen numerosos esfuerzos en este ámbito, como recoge el Ministerio de  Sanidad en su web.

También es importante hacer transparente la información sobre medicamentos, tanto para médicos como para pacientes, facilitando las comparativas. En este sentido, el Nomenclátor de medicamentos muestra más de 20.000 medicamentos comercializados en España con cobertura de la Seguridad Social, ofreciendo información sobre su precio, presentación, enlace al prospecto, notas de seguridad o principios activos, entre otros.

Por último, también es importante informar sobre las necesidades de recursos, por ejemplos, las plazas de médicos o el estado de las reservas de sangre.

Los datos en general han impulsado importantes avances para mejorar los resultados sanitarios, desde un mayor acceso a la atención hasta la investigación médica y el diagnóstico. Los datos abiertos son un ingrediente fundamental que puede ayudar a enriquecer aún más esas soluciones con nuevas variables. Por ello es fundamental que se vayan abriendo cada vez más datos de salud y bienestar, siguiendo una serie de pautas y normas que garanticen la privacidad y seguridad de los pacientes. En este sentido, el informe Datos abiertos y sanidad: contexto tecnológico, actores implicados y marco jurídico” incluye información sobre qué tipos de datos se pueden abrir y qué dice el marco jurídico al respecto.

¿Conoces más casos de uso de datos abiertos aplicados al sector de la sanidad y bienestar? Déjanos un comentario o escríbenos a dinamizacion@datos.gob.es.


Contenido elaborado por el equipo de datos.gob.es.

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