El pasado 19 de noviembre, la Comisión Europea presentó la Estrategia Unión de Datos (Data Union Strategy), una hoja de ruta que busca consolidar un ecosistema europeo de datos robusto, seguro y competitivo. Esta estrategia se articula en torno a tres pilares fundamentales: ampliar el acceso a datos de calidad para la inteligencia artificial y la innovación, simplificar el marco normativo existente, y proteger la soberanía digital europea. En este post, explicaremos en detalle cada uno de estos pilares, así como el calendario de implementación del plan previsto para los próximos dos años.
Pilar 1: ampliar el acceso a datos de calidad para la IA y la innovación
El primer pilar de la estrategia se centra en garantizar que empresas, investigadores y administraciones públicas tengan acceso a datos de alta calidad que permitan desarrollar aplicaciones innovadoras, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial. Para ello, la Comisión propone una serie de iniciativas interconectadas que abarcan desde la creación de infraestructuras hasta el desarrollo de estándares y facilitadores técnicos. Como parte de este pilar se establecen una serie de acciones: la ampliación de espacios comunes europeos de datos, el desarrollo de los data labs, el impulso del Cloud and AI Development Act, la ampliación de activos de datos estratégicos y la elaboración de facilitadores para implementar estas medidas.
1.1 Ampliación de los Espacios Comunes Europeos de Datos (CEDS)
Los Espacios Comunes Europeos de Datos constituyen uno de los elementos centrales de esta estrategia:
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Inversión prevista: 100 millones de euros para su despliegue.
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Sectores prioritarios: salud, movilidad, energía, administración pública (legal) y medio ambiente.
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Interoperabilidad: se apuesta por SIMPL para la interoperabilidad entre espacios de datos con el apoyo del Centro Europeo de Competencia en Datos (DSSC, por sus siglas en inglés Data Spaces Support Center).
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Aplicaciones clave:
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Espacio Europeo de Datos de Salud (EHDS): mención especial por su función como puente entre los sistemas de datos de salud y el desarrollo de la IA.
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Nuevo Espacio de Datos de Defensa: para el desarrollo de sistemas de última generación, coordinado por la Agencia Europea de Defensa.
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1.2 Laboratorios de datos (Data Labs): el nuevo ecosistema para conectar datos y desarrollo de IA
La estrategia plantea utiliza Data Labs como puntos de conexión entre el desarrollo de inteligencia artificial y los datos europeos.
Estos laboratorios emplean el data pooling, un proceso de combinación y compartición de datos públicos y restringidos provenientes de múltiples fuentes en un repositorio centralizado o entorno compartido. Todo esto facilita el acceso y uso de información. En concreto, los servicios que ofrecen los Data Labs son:
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Facilita el acceso a los datos.
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Infraestructura técnica y herramientas.
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Data pooling.
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Filtrado de datos y etiquetado
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Guía regulatoria y formación.
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Reducción de la brecha entre los espacios de datos y los ecosistemas de IA.
Plan de implementación:
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Primera fase: los primeros Data Labs se establecerán en el marco de las AI Factories (gigafactorías de IA), ofreciendo servicios de datos para conectar el desarrollo de IA con los espacios de datos europeos.
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Data Labs sectoriales: se establecerán de forma independiente en otros ámbitos para cubrir necesidades específicas, por ejemplo, en el sector energético.
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Modelo autosostenible: se prevé que el modelo de Data Labs pueda desplegarse comercialmente, convirtiéndolo en un ecosistema autosostenible que conecta datos e IA.
1.3 Cloud and AI Development Act: impulso a la nube soberana
Para el impulso de la tecnología de nube, la Comisión propondrá en el primer trimestre de 2026 este nuevo reglamento. Actualmente hay una consulta pública abierta en la que se puede participar aquí.
1.4 Activos de datos estratégicos: sector público, recursos científicos, culturales y lingüísticos
Por un lado, en 2026 se propondrá ampliar la lista de los datos de alto valor High value datasets en inglés o HVDS para incluir datos legales, judiciales y administrativos, entre otros. Y, por otro lado, la Comisión mapeará bases existentes y financiará nuevas infraestructuras digitales.
1.5 Facilitadores horizontales: datos sintéticos, data pooling y estándares
La Comisión Europea elaborará guías y estándares sobre datos sintéticos y se financiará I+D avanzada en técnicas para su generación de a través de Horizon Europe.
Otro tema que la UE quiere impulsar es el data pooling, como explicamos anteriormente. Compartir datos de etapas tempranas del ciclo productivo puede generar beneficios colectivos, pero persisten barreras por incertidumbre legal y temor a infringir normas de competencia. ¿Su propósito? Convertir el data pooling en una opción confiable y legalmente segura para acelerar avances en sectores críticos.
Finalmente, en materia de estandarización, se solicitará a las organizaciones europeas de normalización (CEN/CENELEC) el desarrollo de nuevos estándares técnicos en dos ámbitos clave: la calidad del dato y el etiquetado. Estos estándares permitirán establecer criterios comunes sobre cómo deben ser los datos para garantizar su fiabilidad y cómo deben etiquetarse para facilitar su identificación y uso en diferentes contextos.
Pilar 2: Simplificación Normativa
El segundo pilar aborda uno de los desafíos más señalados por empresas y organizaciones: la complejidad del marco regulatorio europeo en materia de datos. La estrategia propone una serie de medidas destinadas a simplificar y consolidar la legislación existente.
2.1 Derogaciones y consolidación normativa: hacia un marco más coherente
Se quieren eliminar normativas cuyas funciones ya están cubiertas por legislación más reciente, evitando así duplicidades y contradicciones. En primer lugar, se derogará el Reglamento de Libre Flujo de Datos no Personales (FFoNPD), ya que sus funciones están ahora cubiertas por la Data Act (Ley de Datos). No obstante, se preservará explícitamente la prohibición de localización injustificada de datos, un principio fundamental para el mercado único digital.
Del mismo modo, la Data Governance Act (Reglamento europeo de gobernanza de datos o DGA) será eliminada como norma independiente, migrando sus provisiones esenciales a la Data Act. Este movimiento simplifica el marco regulatorio y, además, alivia la carga administrativa: las obligaciones para los intermediarios de datos pasarán a ser más ligeras y de carácter voluntario.
En cuanto al sector público, la estrategia plantea una consolidación importante. Las normas sobre intercambio de datos públicos, actualmente dispersas entre la DGA y la Directiva de Datos Abiertos (Open Data Directive), se fusionarán en un único capítulo dentro de la Data Act. Esta unificación facilitará tanto la aplicación como la comprensión del marco legal por parte de las administraciones públicas.
2.2 Reforma de cookies: equilibrio entre protección y usabilidad
Otro detalle relevante es la regulación de cookies que experimentará una modernización significativa, integrándose en el marco del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). La reforma busca un equilibrio: por un lado, se legalizarán usos de bajo riesgo que actualmente generan incertidumbre legal; por otro, se simplificarán los banners de consentimiento mediante sistemas de "un solo clic" (one-click). El objetivo es claro: reducir la denominada "fatiga del usuario" ante las solicitudes repetitivas de consentimiento que todos conocemos al navegar por Internet.
2.3 Ajustes al RGPD para facilitar el desarrollo de IA
El Reglamento General de Protección de Datos también será objeto de una reforma focalizada, diseñada específicamente para liberar datos de forma responsable en beneficio del desarrollo de la inteligencia artificial. Esta intervención quirúrgica aborda tres aspectos concretos:
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Aclara cuándo puede aplicarse el interés legítimo para el entrenamiento de modelos de IA.
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Define con mayor precisión la distinción entre datos anónimos y seudonimizados, especialmente en relación con el riesgo de reidentificación.
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Armoniza las evaluaciones de impacto en protección de datos, facilitando su aplicación coherente en toda la Unión.
2. 4 Implementación y Apoyo a la Data Act
La Data Act, recientemente aprobada, será objeto de ajustes para mejorar su aplicación. Por un lado, se refina el alcance del intercambio de datos de empresas a gobiernos (B2G), limitándolo estrictamente a situaciones de emergencia. Por otro lado, se amplía el paraguas de protección: las condiciones favorables que actualmente disfrutan las pequeñas y medianas empresas (PYMES) se extenderán también a las empresas medianas o small mid-caps, aquellas que tienen entre 250 y 749 empleados.
Para facilitar la implementación práctica de la norma, ya se ha publicado un modelo de cláusulas contractuales tipo para el intercambio de datos, proporcionando así una plantilla que las organizaciones pueden utilizar directamente. Además, durante el primer trimestre de 2026 se publicarán dos guías adicionales: una sobre el concepto de "compensación razonable" en los intercambios de datos, y otra destinada a clarificar las definiciones clave de la Data Act que puedan generar dudas interpretativas.
Consciente de que las PYMES pueden tener dificultades para navegar este nuevo marco legal, se creará un Helpdesk Legal en el cuarto trimestre de 2025. Este servicio de asistencia ofrecerá asesoramiento directo sobre la aplicación de la Data Act, dando prioridad precisamente a las pequeñas y medianas empresas que carecen de departamentos jurídicos especializados.
2.5 Evolución de la gobernanza: hacia un ecosistema más coordinado
La arquitectura de gobernanza del ecosistema europeo de datos también experimenta cambios significativos. El European Data Innovation Board (EDIB) evoluciona desde un órgano principalmente consultivo hacia un foro de debates más técnicos y estratégicos, incorporando tanto a los Estados miembros como a representantes de la industria. Para ello, se modificará su articulado con dos objetivos: permitir la inclusión en los debates de las autoridades competentes en materia de Data Act, y dotar de mayor flexibilidad a la Comisión Europea en la composición y funcionamiento del organismo.
Complementariamente, se articulan dos mecanismos adicionales de retroalimentación y anticipación. La Apply AI Alliance canalizará el feedback sectorial, recogiendo las experiencias y necesidades específicas de cada industria. Por su parte, el AI Observatory actuará como radar de tendencias, identificando desarrollos emergentes en el ámbito de la inteligencia artificial y traduciéndolos en recomendaciones de políticas públicas. De este modo, se cierra un círculo virtuoso donde la política se nutre constantemente de la realidad del terreno.
Pilar 3: Protección de la soberanía del dato europeo
El tercer pilar se centra en garantizar que los datos europeos reciban un trato justo y seguro, tanto dentro como fuera de las fronteras de la Unión. La intención es que solo se compartan datos con países de la misma visión regulatoria.
3.1 Medidas específicas para proteger los datos europeos
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Publicación de guías para evaluar el trato justo de datos de la UE en el extranjero (segundo trimestre 2026):
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Publicación de toolbox contra prácticas injustas (segundo trimestre 2026):
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La localización injustificada.
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La exclusión.
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Las salvaguardas débiles.
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La fuga de datos.
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Adopción de medidas para proteger los datos no personales sensibles.
Todas estas medidas se plantean implementar desde el último cuatrimestre de 2025 y durante todo 2026 en un despliegue progresivo que permitirá una adopción gradual y coordinada de las diferentes medidas, tal y como establece la Data Union Strategy.
En resumen, la Estrategia Unión de Datos representa un esfuerzo integral por consolidar el liderazgo europeo en la economía del dato. Para ello se impulsará el data pooling y los espacios de datos de los Estados miembro, se apostará por los Data Labs y las gigafactorías de IA y se incentivará la simplificación normativa.
El portal europeo de datos abiertos ha publicado el tercer volumen de su Observatorio de Casos de Uso (Use Case Observatory, en inglés), un informe que recopila la evolución de proyectos de reutilización de datos en toda Europa. Esta iniciativa pone de relieve los avances logrados en cuatro áreas: impacto económico, gubernamental, social y medioambiental.
El cierre de una investigación de tres años
Entre 2022 y 2025, el portal europeo de datos abiertos ha llevado a cabo un seguimiento sistemático de la evolución de diversos proyectos europeos. La investigación comenzó con una selección inicial de 30 iniciativas representativas, que fueron analizadas en profundidad para identificar su potencial de impacto.
Tras dos años, 13 proyectos continuaron en el estudio, entre los que se encontraban tres españoles: Planttes, Tangible Data y UniversiDATA-Lab. Se estudió su desarrollo a lo largo del tiempo para comprender cómo la reutilización de datos abiertos puede generar beneficios reales y sostenibles.
La publicación del volumen III en octubre de 2025 marca el cierre de esta serie de informes, tras el volumen I (2022) y el volumen II (2024). Este último documento ofrece una visión longitudinal, mostrando cómo los proyectos han madurado en tres años de observación y qué impactos concretos han generado en sus respectivos contextos.
Conclusiones comunes
Este tercer y último informe recopila una serie de conclusiones clave:
Impacto económico
Los datos abiertos impulsan el crecimiento y la eficiencia en todos los sectores. Contribuyen a la creación de empleo, tanto de forma directa como indirecta, facilitan procesos de contratación más inteligentes y estimulan la innovación en ámbitos como la planificación urbana y los servicios digitales.
El informe muestra el ejemplo de:
- Naar Jobs (Bélgica): una aplicación para la búsqueda de empleo cerca del domicilio de los usuarios y focalizada en las opciones de transporte disponible.
Esta aplicación demuestra cómo los datos abiertos pueden convertirse en un motor para el empleo regional y el desarrollo empresarial.
Impacto gubernamental
La apertura de datos fortalece la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana.
A este campo pertenecen dos casos de uso analizados:
- Waar is mijn stemlokaal? (Holanda): plataforma para la búsqueda de colegios electorales.
- Statsregnskapet.no (Noruega): web para visualizar los ingresos y gastos del gobierno.
Ambos ejemplos evidencian cómo el acceso a la información pública empodera a los ciudadanos, enriquece el trabajo de los medios de comunicación y respalda la elaboración de políticas basadas en evidencia. Todo ello ayuda a reforzar los procesos democráticos y la confianza en las instituciones.
Impacto social
Los datos abiertos promueven la inclusión, la colaboración y el bienestar.
A este campo pertenecen las siguientes iniciativas analizadas:
- UniversiDATA-Lab (España): repositorio de datos universitarios que facilita aplicaciones analíticas.
- VisImE-360 (Italia): herramienta para mapear la discapacidad visual y orientar recursos sanitarios.
- Tangible Data (España): empresa centrada en realizar esculturas físicas que convierten datos en experiencias accesibles.
- EU Twinnings (Países Bajos): plataforma que compara regiones europeas para encontrar “ciudades gemelas”
- Open Food Facts (Francia): base de datos colaborativa sobre productos alimenticios.
- Integreat (Alemania): aplicación que centraliza información pública para apoyar la integración de migrantes.
Todos ellos muestran cómo las soluciones basadas en datos pueden amplificar la voz de los colectivos vulnerables, mejorar los resultados en salud y abrir nuevas oportunidades educativas. Incluso los efectos más pequeños, como la mejora en la vida de una sola persona, pueden resultar significativos y duraderos.
Impacto medioambiental
Los datos abiertos actúan como un poderoso facilitador de la sostenibilidad.
Al igual que pasaba con el impacto ambiental, en esta área encontramos un gran número de casos de uso:
- Digital Forest Dryads (Estonia): proyecto que emplea datos para monitorizar los bosques y fomentar su conservación.
- Air Quality in Cyprus (Chipre): plataforma que informa sobre la calidad del aire y apoya políticas ambientales.
- Planttes (España): aplicación de ciencia ciudadana que ayuda a personas con alergias al polen mediante el seguimiento de la fenología de plantas.
- Environ-Mate (Irlanda): herramienta que promueve hábitos sostenibles y conciencia ecológica.
Estas iniciativas ponen de relieve cómo la reutilización de datos contribuye a sensibilizar, impulsar cambios de comportamiento y permitir intervenciones específicas para proteger los ecosistemas y fortalecer la resiliencia climática.
El volumen III también señala retos comunes: la necesidad de financiación sostenible, la importancia de combinar datos institucionales con datos generados por la ciudadanía y la conveniencia de involucrar a los usuarios finales en todo el ciclo de vida de los proyectos. Además, subraya la importancia de la colaboración europea y la interoperabilidad transnacional para escalar el impacto.
En conjunto, el informe refuerza la relevancia de seguir invirtiendo en ecosistemas de datos abiertos como herramienta clave para afrontar desafíos sociales y promover una transformación inclusiva.
El impacto de los proyectos españoles en la reutilización de datos abiertos
Como hemos mencionado, tres de los casos de uso analizados en el Use Case Observatory tienen sello español. Estas iniciativas destacan por su capacidad de combinar innovación tecnológica con impacto social y medioambiental, y ponen de manifiesto la relevancia de España dentro del ecosistema europeo de datos abiertos. Su trayectoria demuestra cómo nuestro país contribuye activamente a transformar los datos en soluciones que mejoran la vida de las personas y refuerzan la sostenibilidad y la inclusión. A continuación, hacemos un zoom en lo que el informe dice sobre ellas.
Esta iniciativa de ciencia ciudadana ayuda a personas con alergias al polen mediante información en tiempo real sobre plantas alergénicas en floración. Desde su aparición en el Volumen I del Use Case Observatory, ha evolucionado como plataforma participativa en la que los usuarios aportan fotos y datos fenológicos para crear un mapa de riesgo personalizado. Este modelo participativo ha permitido mantener un flujo constante de información validada por investigadores y ofrecer mapas cada vez más completos. Con más de 1.000 descargas iniciales y unos 65.000 visitantes anuales en su web, es una herramienta útil para personas con alergias, educadores e investigadores.
El proyecto ha reforzado su presencia digital, con una creciente visibilidad gracias al apoyo de instituciones como la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Granada, además de la promoción realizada por la empresa Thigis.
Entre sus retos figuran ampliar la cobertura geográfica más allá de Cataluña y Granada y sostener la participación y validación de datos. Por ello, de cara al futuro, busca extender su alcance territorial, fortalecer la colaboración con escuelas y comunidades, integrar más datos en tiempo real y mejorar sus capacidades predictivas.
A lo largo de este tiempo, Planttes se ha consolidado como un ejemplo de cómo la ciencia impulsada por la ciudadanía puede mejorar la salud pública y la conciencia ambiental, demostrando el valor de la ciencia ciudadana en la educación ambiental, la gestión de alergias y el seguimiento del cambio climático.
El proyecto transforma conjuntos de datos en esculturas físicas que representan retos globales como el cambio climático o la pobreza, integrando códigos QR y NFC para contextualizar la información. Reconocido en los EU Open Data Days 2025, Tangible Data ha inaugurado su instalación Tangible climate en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.
Tangible Data ha evolucionado en tres años desde un proyecto prototipo basado en esculturas 3D para visualizar datos de sostenibilidad hasta convertirse en una plataforma educativa y cultural que conecta los datos abiertos con la sociedad. El Volumen III del Use Case Observatory refleja su expansión en escuelas y museos, la creación de un programa educativo para estudiantes de 15 años y el desarrollo de experiencias interactivas con inteligencia artificial, consolidando su compromiso con la accesibilidad y el impacto social.
Entre sus retos destacan la financiación y la ampliación del programa educativo, mientras que sus objetivos futuros incluyen escalar las actividades escolares, exhibir esculturas de gran formato en espacios públicos y reforzar la colaboración con artistas y museos. En conjunto, sigue fiel a su misión de hacer los datos tangibles, inclusivos y accionables.
UniversiDATA-Lab es un repositorio dinámico de aplicaciones analíticas basadas en datos abiertos de universidades españolas, creado en 2020 como colaboración público-privada y actualmente integrado por seis instituciones. Su infraestructura unificada facilita la publicación y reutilización de datos en formatos estandarizados, reduciendo barreras y permitiendo que estudiantes, investigadores, empresas y ciudadanos accedan a información útil para la educación, la investigación y la toma de decisiones.
En los últimos tres años, el proyecto ha pasado de ser un prototipo a una plataforma consolidada, con aplicaciones activas como el visor de presupuestos y de jubilaciones, y un visor de contratación en fase beta. Además, organiza un datathon periódico que impulsa la innovación y proyectos con impacto social.
Entre sus retos destacan la resistencia interna en algunas universidades y la compleja anonimización de datos sensibles, aunque ha respondido con protocolos sólidos y un enfoque en la transparencia. De cara al futuro, busca ampliar su catálogo, sumar nuevas universidades y lanzar aplicaciones sobre cuestiones emergentes como abandono escolar, diversidad del profesorado o sostenibilidad, aspirando a convertirse en referente europeo en reutilización de datos abiertos en educación superior.
Conclusión
Como conclusión, el tercer volumen del Use Case Observatory confirma que los datos abiertos se han consolidado como una herramienta clave para impulsar la innovación, la transparencia y la sostenibilidad en Europa. Los proyectos analizados —y en particular las iniciativas españolas Planttes, Tangible Data y UniversiDATA-Lab— demuestran que la reutilización de la información pública puede traducirse en beneficios concretos para la ciudadanía, la educación, la investigación y el medio ambiente.
¿Sabías que menos de dos de cada diez empresas europeas utilizan inteligencia artificial (IA) en sus operaciones? Este dato, correspondiente a 2024, revela el margen de mejora que existe en la adopción de esta tecnología. Para revertir esta situación y aprovechar el potencial transformador de la IA, la Unión Europea ha diseñado un marco estratégico integral que combina inversión en infraestructuras de computación, acceso a datos de calidad y medidas específicas para sectores clave como la sanidad, la movilidad o la energía.
En este artículo te explicamos las principales estrategias europeas en esta materia, con especial atención a la Apply AI Strategy (Estrategia Aplicar IA) o el AI Continent Action Plan (Plan de Acción del Continente de IA) adoptadas este año en octubre y abril respectivamente. Además, te contaremos cómo estas iniciativas se complementan con otras estrategias europeas para crear un ecosistema integral de innovación.
Contexto: plan de acción y sectores estratégicos
Por un lado, el AI Continent Action Plan establece cinco pilares estratégicos:
- Infraestructuras de computación: escalar la capacidad de computación mediante AI Factories, AI Gigafactories y el Cloud and AI Act, en concreto:
- AI factories: se impulsarán las infraestructuras para entrenar y mejorar modelos de inteligencia artificial. Este eje estratégico cuenta con un presupuesto de 10.000 millones de euros y se espera que dé lugar a, al menos, 13 fábricas de IA para 2026.
- AI gigafactories: también se tendrán en cuenta las infraestructuras necesarias para entrenar y desarrollar modelos complejos de IA, cuatriplicando la capacidad de las AI factories. En este caso se invierten 20.000 millones de euros para el desarrollo de 5 giga fábricas.
- Cloud and AI Act: se trabaja en un marco regulatorio para impulsar la investigación en infraestructuras altamente sostenibles, fomentar inversiones y triplicar la capacidad de los centros de datos de la UE en los próximos cinco a siete años.
- Acceso a datos de calidad: facilitar el acceso a conjuntos de datos robustos y bien organizados a través de los conocidos como Data Labs en las AI Factories.
- Talento y competencias: reforzar las habilidades en IA en toda la población, en concreto:
- Crear acuerdos de colaboración internacional.
- Ofrecer becas en IA para los mejores estudiantes, investigadores y profesionales del sector.
- Promover las habilidades en estas tecnologías a través de una academia específica.
- Testear un grado específico en IA generativa.
- Apoyar la actualización formativa a través del hub de innovación digital europeo.
- Desarrollo y adopción de algoritmos: impulsar el uso de inteligencia artificial en sectores estratégicos.
- Marco regulatorio: facilitar el cumplimiento del Reglamento de IA de manera sencilla e innovadora y proporcionar herramientas gratuitas y adaptables para las empresas.
Por otro lado, la recientemente presentada, en octubre de 2025, Apply AI Strategy busca potenciar la competitividad de los sectores estratégicos y fortalecer la soberanía tecnológica de la UE, impulsando la adopción y la innovación en IA en toda Europa, particularmente entre las pequeñas y medianas empresas. ¿De qué manera? La estrategia promueve una política de "IA primero" (AI first), que anima a las organizaciones a considerar la inteligencia artificial como solución potencial cada vez que tomen decisiones estratégicas o políticas, evaluando cuidadosamente tanto los beneficios como los riesgos de la tecnología. Además, fomenta un enfoque de compra europeo, es decir, que las organizaciones, particularmente las administraciones públicas, prioricen soluciones desarrolladas en Europa. Es más, se les da especial importancia a las soluciones de IA de código abierto (open source), porque ofrecen mayor transparencia y posibilidad de adaptación, menor dependencia de proveedores externos y se alinean con los valores europeos de apertura e innovación compartida.
La Apply AI Strategy se estructura en tres secciones principales:
1. Iniciativas sectoriales emblemáticas
La estrategia identifica 11 ámbitos prioritarios donde la IA puede generar mayor impacto y donde Europa tiene fortalezas competitivas:
- Sanidad y sector farmacéutico: se establecerán centros europeos avanzados de detección impulsados por IA para acelerar la introducción de herramientas innovadoras de prevención y diagnóstico, con especial atención a enfermedades cardiovasculares y cáncer.
- Robótica: se impulsará la adopción para la adopción de robótica europea que conecte desarrolladores e industrias usuarias, impulsando soluciones de robótica potenciada por IA.
- Fabricación, ingeniería y construcción: se apoyará el desarrollo de modelos de IA de vanguardia adaptados a la industria, facilitando la creación de gemelos digitales y optimización de procesos productivos.
- Defensa, seguridad y espacio: se acelerará el desarrollo de capacidades europeas de conocimiento situacional y control habilitadas por IA, además de infraestructura de computación altamente segura para modelos de IA de defensa y espacio.
- Movilidad, transporte y automoción: se lanzará la iniciativa "Autonomous Drive Ambition Cities" para acelerar el despliegue de vehículos autónomos en ciudades europeas.
- Comunicaciones electrónicas: se creará una plataforma europea de IA para telecomunicaciones que permitirá a operadores, proveedores e industrias usuarias colaborar en el desarrollo de elementos tecnológicos de código abierto.
- Energía: se apoyará el desarrollo de modelos de IA para mejorar la previsión, optimización y equilibrio del sistema energético.
- Clima y medio ambiente: se desplegará un modelo de IA de código abierto del sistema terrestre y aplicaciones relacionadas que permitan mejores previsiones meteorológicas, monitoreo de la Tierra y escenarios hipotéticos.
- Agroalimentario: se fomentará la creación de una plataforma de IA agroalimentaria que facilite la adopción de herramientas agrícolas habilitadas por esta tecnología.
- Sectores culturales y creativos, y medios: se incentivará el desarrollo de microestudios especializados en producción virtual mejorada con IA y plataformas paneuropeas que utilicen tecnologías de IA multilingüe.
- Sector público: se construirá una guía de herramientas de IA dedicada a las administraciones públicas con un repositorio compartido de buenas prácticas, de código abierto y reutilizables, y se acelerará la adopción de soluciones de IA generativa escalables.
2. Medidas transversales de apoyo
Para que la adopción de la inteligencia artificial sea efectiva, la estrategia aborda desafíos comunes a todos los sectores, en concreto:
- Oportunidades para las pymes europeas: los más de 250 European Digital Innovation Hubs (centros europeos de innovación digital) han sido transformados en Centros de Experiencia en IA. Estos centros actúan como puntos de acceso privilegiados al ecosistema europeo de innovación en inteligencia artificial, conectando a las empresas con las AI Factories, los laboratorios de datos y las instalaciones de prueba.
- Fuerza laboral preparada para la IA: se proporcionará acceso a formaciones prácticas en alfabetización en esta materia, adaptadas a sectores y perfiles profesionales a través de la Academia de Competencias en IA.
- Apoyo al desarrollo de IA avanzada: la iniciativa Frontier AI Iniciative busca acelerar el progreso en capacidades de IA de vanguardia en Europa. A través de este proyecto se crearán concursos para desarrollar modelos de inteligencia artificial avanzados de código abierto, que estarán disponibles para administraciones públicas, la comunidad científica y el sector empresarial europeo.
- Confianza en el mercado europeo: se reforzará la divulgación para garantizar el cumplimiento del Reglamento de IA de la Unión Europea, proporcionando directrices sobre la clasificación de sistemas de alto riesgo y sobre la interacción del Reglamento con otra legislación sectorial.
3. Nuevo sistema de gobernanza
En este contexto, es especialmente importante asegurar una correcta coordinación de la estrategia. Por lo tanto, se plantea lo siguiente:
- Apply AI Alliance: la Alianza de IA, que ya existía, se transforma en el foro principal de coordinación que reúne a proveedores de IA, líderes industriales, el mundo académico y el sector público. Los grupos sectoriales específicos permitirán discutir y monitorear la implementación de la estrategia.
- AI Observatory: se establecerá un Observatorio de IA para proporcionar indicadores robustos que evalúen su impacto en los sectores actualmente listados y futuros, monitorear desarrollos y tendencias.
Estrategias complementarias: ciencia y datos como ejes principales
La Apply AI Strategy no actúa de forma aislada, sino que se complementa con otras dos estrategias fundamentales: la estrategia de IA en ciencia (AI in Science Strategy) y la estrategia de unión de los datos (Data Union Strategy).
AI in Science Strategy
Presentada junto con la Apply AI Strategy, esta estrategia apoya e incentiva el desarrollo y uso de la inteligencia artificial por parte de la comunidad científica europea. Su elemento central es RAISE (Resource for AI Science in Europe), que se ha presentado en noviembre el AI in Science Summit y agrupará recursos estratégicos: financiación, capacidad de computación, datos y talento. RAISE operará en dos pilares: Ciencia para la IA (investigación básica para avanzar en capacidades fundamentales) y IA en la Ciencia (uso de inteligencia artificial para el progreso en diferentes disciplinas científicas).
Data Union Strategy
Esta estrategia se centrará en garantizar la disponibilidad de conjuntos de datos de alta calidad y a gran escala, esenciales para entrenar modelos de IA. Un elemento clave serán los Data Labs asociados a las AI Factories, que reunirán y federarán datos de diferentes sectores, vinculándose con los Espacios Europeos Comunes de Datos correspondientes, poniéndolos a disposición de desarrolladores bajo las condiciones apropiadas.
En resumen, a través de inversiones significativas en infraestructura, acceso a datos de calidad, desarrollo de talento y un marco regulatorio que promueve la innovación responsable, la Unión Europea está creando las condiciones necesarias para que empresas, administraciones públicas y ciudadanos aprovechen todo el potencial transformador de la inteligencia artificial. El éxito de estas estrategias dependerá de la colaboración entre instituciones europeas, gobiernos nacionales, empresas, investigadores y desarrolladores.
El pasado mes de septiembre se lanzó oficialmente la primera edición de los European Data Spaces Awards, una iniciativa impulsada por el Data Spaces Support Centre (DSSC) en colaboración con la Comisión Europea. Estos premios nacen con el objetivo de promover las mejores iniciativas de intercambio de datos, reconociendo sus logros y aumentando su visibilidad. Con ello se busca fomentar buenas prácticas que pueden servir de guía para otros actores del ecosistema de datos europeo. La idea es que los premios se otorguen de manera anual, lo cual ayudará a la comunidad a crecer y mejorar.
¿Por qué son importantes estos premios?
Los datos son uno de los activos económicos más valiosos de Europa, y su aprovechamiento estratégico es fundamental para el desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial (IA). Por ello, la estrategia europea pasa por establecer un mercado único de datos que permita impulsar la innovación de forma efectiva. Sin embargo, en la actualidad, los datos todavía están ampliamente distribuidos entre numerosos agentes del ecosistema europeo.
Los European Data Spaces Awards son especialmente relevantes porque reconocen y promueven iniciativas que ayudan a superar esta problemática: los espacios de datos. Se trata de entornos organizativos y técnicos donde múltiples actores —públicos y privados— comparten datos de forma segura, soberana, controlada y conforme a normas comunes que promueven su interoperabilidad. Esto permite que los datos fluyan entre sectores y fronteras impulsando la innovación.
En España también se está impulsando el desarrollo de espacios de datos a través de iniciativas específicas como el Plan de Impulso de los Espacios de Datos Sectoriales.
Dos categorías de premios
En este contexto, se han creado dos categorías de premios:
- Excelencia en la implicación de usuarios finales y sostenibilidad financiera: reconoce espacios de datos con un fuerte enfoque en el usuario y con modelos financieros viables a largo plazo.
- Espacio de datos emergente más innovador: premia iniciativas nuevas que aportan ideas frescas e innovadoras con alto impacto en el ecosistema europeo.
¿Quién puede participar?
Los European Data Spaces Awards están abiertos a cualquier espacio de datos que cumpla con estos criterios:
- Su autoridad de gobernanza está registrada en la Unión Europea.
- Opera total o parcialmente dentro del territorio europeo.
- Está siendo utilizado activamente para el intercambio de datos.
- Incluye datos restringidos, más allá de los datos abiertos.
Los espacios en fase de implementación también pueden presentar su candidatura, siempre que compartan datos en entornos piloto o preoperativos. En estos casos, el coordinador del proyecto puede actuar en nombre del proyecto.
La evaluación de la elegibilidad se basará en la autoevaluación del solicitante, lo que facilita una participación amplia y representativa del ecosistema europeo de datos.
Un mismo espacio de datos puede presentar su candidatura a ambas categorías, aunque deberá hacer dos solicitudes distintas.
Cronograma: inscripciones abiertas hasta el 7 de noviembre
La competición está estructurada en cuatro fases clave que marcan el ritmo del proceso de participación y evaluación:
- El 23 de septiembre de 2025 se celebró el evento de lanzamiento y se abrió oficialmente el periodo de presentación de candidaturas.
- La fase de envío de solicitudes se extenderá durante 7 semanas, hasta el 7 de noviembre, permitiendo a los espacios de datos preparar y registrar sus propuestas.
- A continuación, se iniciará la fase de evaluación, que comenzará el 17 de diciembre y durará 6 semanas. Durante este tiempo, el Data Spaces Support Centre (DSSC) realizará una revisión interna de elegibilidad y el jurado selecciona a los ganadores.
- Finalmente, los premios se anunciarán y entregarán durante el evento Data Space Symposium (DSS2026), los días 10 y 11 de febrero de 2026 en Madrid. Todos los nominados serán invitados a subir al escenario durante la ceremonia, por lo que obtendrán una gran visibilidad y reconocimiento. Los galardonados no recibirán ninguna compensación monetaria.
Para inscribirse, los participantes deben acceder al formulario online disponible en la página oficial de los premios. Esta página ofrece todos los recursos necesarios para preparar la candidatura, incluidos documentos de referencia, plantillas y actualizaciones sobre el proceso.
El formulario incluye tres elementos obligatorios:
- Preguntas básicas sobre el solicitante y el espacio de datos.
- La autoevaluación de elegibilidad con cuatro preguntas obligatorias.
- Un espacio para subir el Awards Application Document, un documento en formato PDF y cuya plantilla está disponible en la plataforma. (máximo 8 páginas). EL documento, que sigue una estructura alineada con el Maturity Model v2.0, detalla los objetivos y criterios de evaluación por sección.
Además, los participantes cuentan con un espacio para proporcionar, de manera opcional, enlaces a recursos adicionales que ayuden a dar contexto a su propuesta.
Para cualquier duda que pueda surgir durante el proceso, se ha habilitado una plataforma de soporte.
Los European Data Spaces Awards 2025 no solo reconocen la excelencia, sino que visibilizan el impacto de proyectos que están transformando el futuro de los datos en Europa. Si estás interesado en participar, te invitamos a leer las bases completas de la competición en su página web.
La Inteligencia Artificial (IA) está transformando la sociedad, la economía y los servicios públicos a una velocidad sin precedentes. Esta revolución trae enormes oportunidades, pero también desafíos relacionados con la ética, la seguridad y la protección de derechos fundamentales. Consciente de ello, la Unión Europea aprobó la Ley de Inteligencia Artificial (AI Act), en vigor desde el 1 de agosto de 2024, que establece un marco armonizado y pionero para el desarrollo, la comercialización y el uso de sistemas de IA en el mercado único, fomentando la innovación mientras protege a la ciudadanía.
Un ámbito especialmente relevante de esta normativa son los modelos de IA de propósito general (GPAI), como los grandes modelos de lenguaje (LLM) o los modelos multimodales, que se entrenan con enormes volúmenes de datos de muy diversa procedencia (texto, imágenes y vídeo, audio e incluso datos generados por usuarios). Esta realidad plantea retos críticos en propiedad intelectual, protección de datos y transparencia sobre el origen y el tratamiento de la información.
Para afrontarlos, la Comisión Europea, a través de la Oficina Europea de IA, ha publicado la Plantilla de Resumen Público de los Datos de Entrenamiento: un formato estandarizado que los proveedores deberán completar y publicar para resumir información clave sobre los datos usados en el entrenamiento. A partir del 2 de agosto de 2025, todo modelo de propósito general que se comercialice o distribuya en la UE deberá ir acompañado de este resumen; los modelos ya presentes en el mercado disponen hasta el 2 de agosto de 2027 para adaptarse. Esta medida materializa el principio de transparencia de la AI Act y pretende arrojar luz sobre las “cajas negras” de la IA.
En este artículo te contamos las claves de esta plantilla: desde sus objetivos y estructura, hasta información sobre plazos, sanciones y próximos pasos.
Objetivos y relevancia de la plantilla
Los modelos de IA de propósito general se entrenan con datos de muy diversa procedencia y modalidad, como:
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Texto: libros, artículos científicos, prensa o redes sociales.
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Imágenes y vídeos: contenidos digitales de Internet y colecciones visuales.
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Audio: grabaciones, pódcast, programas de radio o conversaciones.
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Datos de usuarios: información generada en la interacción con el propio modelo o con otros servicios del proveedor.
Este proceso de recopilación masiva de datos suele ser opaco, lo que genera preocupación entre titulares de derechos, usuarios, reguladores y la sociedad en su conjunto. Sin transparencia, resulta difícil evaluar si los datos se han obtenido de forma legal, si incluyen información personal no autorizada o si representan adecuadamente la diversidad cultural y lingüística de la Unión Europea.
El Considerando 107 de la AI Act establece que el objetivo principal de esta plantilla es incrementar la transparencia y facilitar el ejercicio y la protección de derechos. Entre los beneficios que aporta destacan:
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Protección de la propiedad intelectual: permite que autores, editores y demás titulares de derechos identifiquen si sus obras han sido utilizadas durante el entrenamiento, facilitando la defensa de sus derechos y un uso justo de sus contenidos.
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Salvaguarda de la privacidad: ayuda a detectar si se han empleado datos personales, aportando información útil para que las personas afectadas puedan ejercer sus derechos conforme al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y otras normas del mismo ámbito.
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Prevención de sesgos y discriminación: proporciona información sobre la diversidad lingüística y cultural de las fuentes utilizadas, clave para evaluar y mitigar sesgos que puedan generar discriminaciones.
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Fomento de la competencia y la investigación: reduce los efectos de “caja negra” y facilita el escrutinio académico, al tiempo que ayuda a otras empresas a comprender mejor la procedencia de los datos, favoreciendo mercados más abiertos y competitivos.
En definitiva, esta plantilla no es solo un requisito legal, sino una herramienta para generar confianza en la inteligencia artificial, creando un ecosistema en el que la innovación tecnológica y la protección de derechos se refuercen mutuamente.
Estructura de la plantilla
La plantilla, publicada oficialmente el 24 de julio de 2025 tras una consulta pública con más de 430 organizaciones participantes, ha sido diseñada para que la información se presente de forma clara, homogénea y comprensible, tanto para especialistas como para la ciudadanía.
Se compone de tres secciones principales, que abarcan desde la identificación básica del modelo hasta los aspectos legales relacionados con el tratamiento de los datos.
1. Información general
Proporciona una visión global sobre el proveedor, el modelo y las características generales de los datos de entrenamiento:
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Identificación del proveedor, como nombre y datos de contacto.
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Identificación del modelo y sus versiones, incluyendo dependencias si se trata de una modificación (fine-tuning) de otro modelo.
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Fecha de puesta en el mercado del modelo en la UE.
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Modalidades de datos utilizadas (texto, imagen, audio, vídeo u otras).
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Tamaño aproximado de los datos por modalidad, expresado en rangos amplios (por ejemplo, menos de 1.000 millones de tokens, entre 1.000 millones y 10 billones, más de 10 billones).
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Cobertura lingüística, con especial atención a las lenguas oficiales de la Unión Europea.
Esta sección ofrece un nivel de detalle suficiente para comprender la magnitud y naturaleza del entrenamiento, sin revelar secretos comerciales.
2. Lista de fuentes de datos
Es el núcleo de la plantilla, donde se detalla la procedencia de los datos de entrenamiento. Está organizada en seis categorías principales, además de una categoría residual (Otros).
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Conjuntos de datos públicos:
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Datos disponibles gratuitamente y descargables como un todo o en bloques (p. ej., portales de datos abiertos, Common Crawl, repositorios académicos).
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Se deben identificar los conjuntos “grandes”, definidos como aquellos que representan más del 3% del total de datos públicos utilizados en una modalidad específica.
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Conjuntos privados licenciados:
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Datos obtenidos mediante acuerdos comerciales con titulares de derechos o sus representantes, como licencias con editoriales para el uso de libros digitales.
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Se proporciona únicamente una descripción general.
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Otros datos privados no licenciados:
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Bases de datos adquiridas a terceros que no gestionan directamente los derechos de autor.
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Si son públicamente conocidas, deben listarse; si no, basta una descripción general (tipo de datos, naturaleza, idiomas).
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Datos obtenidos mediante web crawling/scraping:
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Información recopilada por el proveedor o en su nombre mediante herramientas automatizadas.
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Se debe especificar:
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Nombre/identificador de los rastreadores.
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Finalidad y comportamiento (respeto a robots.txt, captchas, paywalls, etc.).
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Periodo de recogida.
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Tipos de sitios web (medios, redes sociales, blogs, portales públicos, etc.).
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Lista de dominios más relevantes, que cubra al menos el 10% superior por volumen. Para PYMES, este requisito se ajusta al 5% o un máximo de 1.000 dominios, lo que sea menor.
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Datos de usuarios:
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Información generada a través de la interacción con el modelo o con otros servicios del proveedor.
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Se debe indicar qué servicios contribuyen y la modalidad de los datos (texto, imagen, audio, etc.).
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Datos sintéticos:
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Datos creados por o para el proveedor mediante otros modelos de IA (por ejemplo, destilación de modelos o refuerzo con retroalimentación humana - RLHF).
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Cuando corresponda, se debe identificar el modelo generador si está disponible en el mercado.
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Categoría adicional – Otros: incluye datos que no encajan en las categorías anteriores, como fuentes offline, digitalización propia, etiquetado manual o generación humana.
3. Aspectos del procesamiento de datos
Se centra en cómo se han gestionado los datos antes y durante el entrenamiento, con especial atención al cumplimiento legal:
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Respeto a las reservas de derechos (Text and Data Mining, TDM): medidas adoptadas para honrar el derecho de exclusión previsto en el artículo 4(3) de la Directiva 2019/790 sobre derechos de autor, que permite a los titulares impedir la minería de textos y datos. Este derecho se ejerce mediante protocolos de opt-out, como etiquetas en archivos o configuraciones en robots.txt, que indican que ciertos contenidos no pueden usarse para entrenar modelos. Los proveedores deben explicar cómo han identificado y respetado estos opt-outs en sus propios datasets y en los adquiridos a terceros.
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Eliminación de contenido ilegal: procedimientos utilizados para evitar o depurar contenido ilícito bajo la legislación de la UE, como material de abuso sexual infantil, contenidos terroristas o infracciones graves de propiedad intelectual. Estos mecanismos pueden incluir listas negras, clasificadores automáticos o revisión humana, pero sin revelar secretos empresariales.
El siguiente visual resumen estos tres apartados:

Equilibrio entre transparencia y secretos comerciales
La Comisión Europea ha diseñado la plantilla buscando un equilibrio delicado: ofrecer información suficiente para proteger derechos y fomentar la transparencia, sin obligar a revelar información que pueda comprometer la competitividad de los proveedores.
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Fuentes públicas: se exige el mayor nivel de detalle, incluyendo nombres y enlaces a los conjuntos de datos “grandes”.
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Fuentes privadas: se permite un nivel de detalle más limitado, mediante descripciones generales cuando la información no sea pública.
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Web scraping: se requiere un listado resumido de dominios, sin necesidad de detallar combinaciones exactas.
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Datos de usuarios y sintéticos: la información se limita a confirmar su uso y describir la modalidad.
Gracias a este enfoque, el resumen es “generalmente completo” en alcance, pero no “técnicamente detallado”, protegiendo tanto la transparencia como la propiedad intelectual y comercial de las empresas.
Cumplimiento, plazos y sanciones
El artículo 53 de la AI Act detalla las obligaciones de los proveedores de modelos de propósito general, entre las que destaca la publicación de este resumen de datos de entrenamiento.
Esta obligación se complementa con otras medidas, como:
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Disponer de una política pública de derechos de autor.
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Implementar procesos de evaluación y mitigación de riesgos, especialmente para modelos que puedan generar riesgos sistémicos.
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Establecer mecanismos de trazabilidad y supervisión de los datos y procesos de entrenamiento.
El incumplimiento puede acarrear multas significativas, de hasta 15 millones de euros o el 3% de la facturación global anual de la empresa, lo que suponga una mayor cantidad.
Próximos pasos para los proveedores
Para adaptarse a esta nueva obligación, los proveedores deberían:
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Revisar procesos internos de recopilación y gestión de datos para garantizar que la información necesaria esté disponible y sea verificable.
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Establecer políticas claras de transparencia y derechos de autor, incluyendo protocolos para respetar el derecho de exclusión en minería de textos y datos (TDM).
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Publicar el resumen en canales oficiales antes de la fecha límite correspondiente.
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Actualizar el resumen periódicamente, al menos cada seis meses o cuando se produzcan cambios materiales en el entrenamiento.
La Comisión Europea, a través de la Oficina Europea de IA, supervisará el cumplimiento y podrá solicitar correcciones o imponer sanciones.
Una herramienta clave para gobernar los datos
En nuestro artículo anterior, “Gobernar los datos para gobernar la Inteligencia Artificial”, destacábamos que una IA confiable solo es posible si existe un gobierno sólido de los datos.
Esta nueva plantilla refuerza ese principio, ofreciendo un mecanismo estandarizado para describir el ciclo de vida de los datos, desde su origen hasta su tratamiento, y fomentando la interoperabilidad y la reutilización responsable.
Se trata de un paso decisivo hacia una IA más transparente, justa y alineada con los valores europeos, donde la protección de derechos y la innovación tecnológica puedan avanzar juntas.
Conclusiones
La publicación de la Plantilla de Resumen Público marca un hito histórico en la regulación de la IA en Europa. Al exigir que los proveedores documenten y hagan públicos los datos utilizados en el entrenamiento, la Unión Europea da un paso decisivo hacia una inteligencia artificial más transparente y confiable, basada en la responsabilidad y el respeto a los derechos fundamentales. En un mundo donde los datos son el motor de la innovación, esta herramienta se convierte en la clave para gobernar los datos antes de gobernar la IA, asegurando que el desarrollo tecnológico se construya sobre la confianza y la ética.
Contenido elaborado por Dr. Fernando Gualo, Profesor en UCLM y Consultor de Gobierno y Calidad de datos. El contenido y el punto de vista reflejado en esta publicación es responsabilidad exclusiva de su autor.
Para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad medioambiental, Europa necesita información precisa, accesible y actualizada que permita tomar decisiones basadas en evidencias. El Espacio de Datos del Pacto Verde (Green Deal Data Space o GDDS) facilitará esta transformación al integrar diversas fuentes de datos en una infraestructura digital común, interoperable y abierta.
Desde Europa, se está trabajando en su desarrollo a través de diversos proyectos, que han permitido obtener recomendaciones y buenas prácticas para su implementación. ¡Descúbrelas en este artículo!
¿Qué es el Green Deal Data Space?
El Green Deal Data Space (GDDS) es una iniciativa de la Comisión Europea para crear un ecosistema digital que reúna datos de múltiples sectores. Su fin es apoyar y acelerar los objetivos del Pacto Verde: la hoja de ruta de la Unión Europea para lograr una economía sostenible, climáticamente neutra y justa. Los pilares del Pacto Verde incluyen:
- Una transición energética que reduzca las emisiones y mejore la eficiencia.
- El fomento de la economía circular, promoviendo el reciclaje, la reutilización y la reparación de productos para minimizar residuos.
- El impulso de prácticas agrícolas más sostenibles.
- La restauración de la naturaleza y la biodiversidad, protegiendo hábitats naturales y reduciendo la contaminación de aire, agua y suelo.
- La garantía de la justicia social, a través de una transición que facilite que ningún país o comunidad quede atrás.
A través de esta estrategia integral, la UE aspira a convertirse en la primera economía del mundo competitiva y eficiente en el uso de los recursos, logrando emisiones netas de gases de efecto invernadero cero para 2050. El Espacio de Datos del Pacto Verde se posiciona como una herramienta clave para alcanzar estos objetivos. Integrados en la Estrategia Europea del Dato, los espacios de datos son entornos digitales que permite el intercambio fiable de datos, al tiempo que se mantiene la soberanía y se garantiza la confianza y la seguridad en virtud de un conjunto de normas acordadas mutuamente.
En este caso concreto, el GDDS integrará datos de gran valor sobre biodiversidad, contaminación cero, economía circular, cambio climático, servicios forestales, movilidad inteligente y cumplimiento medioambiental. Estos datos serán fáciles de localizar, interoperables, accesibles y reutilizables bajo los principios FAIR (Findability, Accessibility, Interoperability, Reusability).
El GDDS se implementará a través del proyecto SAGE (Espacio de datos para una Europa verde y sostenible) y se basará en los resultados de la iniciativa GREAT (Gobernanza de la innovación responsable).
Un informe con recomendaciones para el GDDS
Como vimos en un artículo anterior, cuatro proyectos pioneros están sentando las bases de este ecosistema: AD4GD, B-Cubed, FAIRiCUBE y USAGE. Estos proyectos, financiados en el marco de la convocatoria HORIZON, han analizado y documentado durante varios años los requisitos necesarios para garantizar que el GDDS siga los principios FAIR. Fruto de ese trabajo, se ha elaborado el informe “Policy Brief: Unlocking The Full Potential Of The Green Deal Data Space”. Se trata de un conjunto de recomendaciones que buscan servir de guía para la implementación exitosa del Espacio de Datos del Pacto Verde.
El informe destaca cinco grandes áreas en las que se concentran los desafíos de la construcción del GDDS:
1. Armonización de datos
Los datos ambientales son heterogéneos, ya que provienen de distintas fuentes: satélites, sensores, estaciones meteorológicas, registros de biodiversidad, empresas privadas, institutos de investigación, etc. Cada proveedor utiliza sus propios formatos, escalas y metodologías. Esto provoca incompatibilidades que dificultan la comparación y la combinación de datos. Para solucionarlo, es esencial:
- Adoptar estándares y vocabularios internacionales ya existentes, como INSPIRE, que abracan múltiples ámbitos temáticos.
- Evitar formatos propietarios, primando aquellos abiertos y bien documentados.
- Invertir en herramientas que permitan transformar datos de un formato a otro de forma sencilla.
2. Interoperabilidad semántica
Garantizar la interoperabilidad semántica es crucial para que los datos puedan entenderse y reutilizarse en diferentes contextos y disciplinas, algo fundamental cuando se comparten datos entre comunidades tan diversas como las que participan en los objetivos del Pacto Verde. A ello hay que sumar que la Ley de Datos (Data Act) obliga a que los participantes en espacios de datos ofrezcan descripciones legibles por máquinas de los datasets, garantizando así su localización, acceso y reutilización. Además, exige que los vocabularios, taxonomías y listas de códigos empleados estén documentados de forma pública y coherente. Para lograrlo es necesario:
- Usar datos enlazados (linked data) y metadatos que ofrezcan conceptos claros y compartidos, a través de vocabularios, ontologías y estándares como los desarrollados por el OGC o las normas ISO.
- Usar los estándares que ya existen para organizar y describir los datos, y solo crear extensiones nuevas cuando sea realmente necesario.
- Mejorar los vocabularios internacionales ya aceptados, dándoles más precisión y aprovechando que las comunidades científicas ya los utilizan ampliamente.
3. Metadatos y curación de datos
Los datos solo alcanzan su máximo valor si están acompañados de metadatos claros que expliquen su origen, calidad, restricciones de uso y condiciones de acceso. Sin embargo, la gestión deficiente de metadatos sigue siendo una barrera importante. En muchos casos, los metadatos son inexistentes, están incompletos o mal estructurados, y a menudo se pierden al traducirse entre estándares no interoperables. Para mejorar esta situación se debe:
- Ampliar los estándares de metadatos existentes para incluir elementos críticos como observaciones, mediciones, trazabilidad de origen, etc.
- Fomentar la interoperabilidad entre estándares de metadatos en uso, mediante herramientas de mapeo y transformación que respondan tanto a las necesidades de datos comerciales como abiertos.
- Reconocer y financiar la creación y mantenimiento de metadatos en proyectos europeos, incorporando la obligación de generar un catálogo estandarizado desde el inicio en los planes de gestión de datos.
4. Intercambio de datos y provisión federada
El GDDS no busca solo centralizar toda la información en un solo repositorio, sino permitir que múltiples actores compartan datos de manera federada y segura. Por tanto, es necesario conseguir un equilibrio entre el acceso abierto y la protección de derechos y privacidad. Para ello se requiere:
- Adoptar y promover tecnologías abiertas y fáciles de usar, que permitan la integración entre datos abiertos y protegidos, cumpliendo con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
- Garantizar la integración de diversas API utilizadas por los proveedores de datos y las comunidades de usuarios, acompañadas de demostradores y directrices claras. No obstante, es necesario impulsar el uso de API estandarizadas para facilitar una implantación más fluida, como por ejemplo, las API de OGC (Open Geospatial Consortium) para activos geoespaciales.
- Ofrecer herramientas de conversión y especificaciones claras para permitir la interoperabilidad entre API y formatos de datos.
En paralelo al desarrollo del Eclipse Dataspace Connectors (una tecnología de código abierto para facilitar la creación de espacios de datos), se propone explorar alternativas como catálogos en blockchain o certificados digitales, siguiendo ejemplos como el sistema FACTS (Federated Agile Collaborative Trusted System).
5. Gobernanza inclusiva y sostenible
El éxito del GDDS dependerá de establecer un marco de gobernanza sólido que garantice transparencia, participación y sostenibilidad a largo plazo. No se trata solo de normas técnicas, sino también de reglas justas y representativas. Para avanzar en ello es clave:
- Usar exclusivamente nubes europeas para asegurar la soberanía de los datos, reforzar la seguridad y cumplir con la normativa de la UE, algo que cobra especial importancia ante los desafíos globales actuales.
- Integrar plataformas abiertas como Copernicus, el Portal Europeo de Datos e INSPIRE en el GDDS fortalece la interoperabilidad y facilita el acceso a datos públicos. En este sentido, es necesario diseñar estrategias eficaces para atraer proveedores de datos abiertos y evitar que el GDDS se convierta en un entorno comercial o restringido.
- Obligar a citar los datos en publicaciones académicas financiadas con fondos públicos aumenta su visibilidad y apoyar iniciativas de estandarización fortalece la visibilidad de los datos y asegura su mantenimiento a largo plazo.
- Ofrecer formación integral y promover el uso cruzado de herramientas de armonización evita la creación de nuevos silos de datos y mejora la colaboración entre dominios.
La siguiente imagen resume la relación entre estos bloques:

Conclusión
Todas estas recomendaciones inciden en una idea central: construir un Espacio de Datos del Pacto Verde que cumpla con los principios FAIR no solo es una cuestión técnica, sino también estratégica y ética. Requiere colaboración entre sectores, compromiso político, inversión en capacidades y una gobernanza inclusiva que garantice la equidad y la sostenibilidad. Si Europa logra consolidar este ecosistema digital, estará mejor preparada para afrontar los desafíos medioambientales con decisiones informadas, transparentes y orientadas al bien común.
En un mundo cada vez más complejo, las decisiones públicas necesitan más que intuición: requieren evidencia científica. Aquí es donde entran en juego las iniciativas de I+P (Innovación + Política Pública): una intersección entre creatividad, conocimiento basado en datos y acción política.
En este artículo vamos a explicar este concepto, incluyendo ejemplos e información sobre programas de financiación.
¿Qué es I+P?
I+P no es una fórmula matemática, sino una práctica estratégica que combina el conocimiento científico, la investigación y la participación ciudadana para mejorar la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas. No se trata únicamente de aplicar tecnología a lo público, sino de repensar cómo se toman las decisiones, cómo se formulan soluciones y cómo se involucra a la sociedad en estos procesos a través de la aplicación de metodologías científicas.
Esta idea nace del concepto “ciencia para las políticas públicas”, también conocida como “ciencia para la política” o “Science for Policy” (S4P) e implica la colaboración activa entre las administraciones públicas y la comunidad científica.
Las iniciativas de I+P promueven la evidencia empírica y la experimentación. Para ello, impulsan el uso de datos, tecnologías emergentes, pruebas piloto, metodologías ágiles y ciclos de retroalimentación que ayudan a diseñar políticas más eficientes y eficaces, centradas en las necesidades reales de la ciudadanía. Gracias a ello se facilita la toma de decisiones en tiempo real y la posibilidad de realizar ajustes ágiles ante situaciones que requieren respuestas rápidas. En definitiva, se trata de dar respuestas más creativas y acertadas a los retos de hoy en día, como pueden ser el cambio climático o la desigualdad digital, áreas donde las políticas tradicionales se pueden quedar cortas.
El siguiente visual resume estos y otros beneficios.

Fuente: Convocatoria de innovación pública de FECYT- adaptado por datos.gob.es.
Ejemplos de iniciativas de I+P
El uso de datos para la toma de decisiones políticas quedó patente durante la pandemia de COVID-19, donde los responsables políticos iban adaptando las medidas a tomar en base a los reportes de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero más allá de este tipo de acontecimientos extraordinarios, hoy en día encontramos iniciativas consolidadas que buscan cada vez más promover la innovación y la toma de decisiones fundamentada en datos científicos en el ámbito público de forma continua. Veamos dos ejemplos.
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Informes periódicos de instituciones científicas para acercar el conocimiento científico a la toma de decisiones públicas
Los informes científicos sobre temas como el cambio climático, la resistencia bacteriana o la producción alimentaria son ejemplos de cómo la ciencia puede orientar decisiones políticas informadas.
La iniciativa Science4Policy del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es un ejemplo de ello. Se trata de una colección de informes temáticos que presentan evidencias sólidas, generadas en sus centros de investigación, sobre problemas sociales relevantes. Cada informe incluye:
- Una introducción al problema y su impacto social.
- Información sobre la investigación desarrollada por el CSIC sobre el tema.
- Conclusiones y recomendaciones para políticas públicas.
Su objetivo principal es transformar el conocimiento científico en aportaciones accesibles para públicos no especializados, facilitando así decisiones informadas por parte de los poderes públicos.
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Los laboratorios de innovación pública, un espacio para la creatividad basada en la ciencia
Los laboratorios de innovación pública o GovLabs son espacios experimentales que permiten a empleados públicos, científicos, expertos en diversas materias y ciudadanos co-crear políticas, prototipar soluciones y aprender de forma iterativa.
Un ejemplo es el Laboratorio de Innovación Pública (LIP) impulsado por el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), donde se han realizado pilotos sobre el uso de tecnologías para impulsar el puesto de trabajo de nueva generación, la colaboración intermunicipal para compartir talento o la descentralización de pruebas selectivas. Además, cuentan con un Catálogo de Recursos de Innovación donde se recopilan herramientas con licencias abiertas puestas en marcha por diversos organismos y que pueden servir de apoyo a los emprendedores públicos.
También cabe la pena destacar a la Red Española de Innovación Pública y Transferencia Científica, impulsada por la Fundación NovaGob. Es un espacio colaborativo que reúne a profesionales, administraciones públicas, universidades y organizaciones del tercer sector con el objetivo de transformar la gestión pública en España. A través de grupos de trabajo y repositorios de buenas prácticas, impulsa el uso de la inteligencia artificial, la simplificación administrativa y la mejora de la atención ciudadana.
También encontramos laboratorios de innovación pública a nivel regional, como, por ejemplo Govtechlab Madrid, un proyecto liderado por la Fundación para el Conocimiento madri+d que conecta startups y pymes digitales con instituciones públicas para resolver retos reales. Durante el curso 2023/2024, lanzaron 9 pilotos, por ejemplo, para recopilar y analizar la opinión de la ciudadanía para tomar mejores decisiones en el Ayuntamiento de Alcobendas, unificar la toma y gestión de datos en las inscripciones de las actividades del Área de Juventud del Ayuntamiento de Boadilla del Monte o proporcionar información veraz y actualizada de manera digital sobre el tejido comercial mostoleño.
El papel de los gobiernos e instituciones públicas
La innovación en política pública puede estar impulsada por una diversidad de actores: administraciones públicas abiertas al cambio, universidades y centros de investigación, startups cívicas y empresas tecnológicas, organizaciones de la sociedad civil o ciudadanos comprometidos.
La Comisión Europea, por ejemplo, desempeña un papel clave en el fortalecimiento del ecosistema de ciencia para la política en Europa, promoviendo el uso efectivo del conocimiento científico en la toma de decisiones a todos los niveles: europeo, nacional, regional y local. A través de programas como Horizonte Europa y la Agenda de Política del Espacio Europeo de Investigación 2025-2027, se impulsan acciones para desarrollar capacidades, compartir buenas prácticas y alinear la investigación con las necesidades sociales.
En España también encontramos acciones como la reciente convocatoria de financiación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico, cuyo objetivo es impulsar:
- Proyectos de investigación que generen nuevas evidencias científicas aplicables al diseño de políticas públicas (Categoría A).
- Actividades de asesoramiento científico y transferencia de conocimiento entre investigadores y responsables públicos (Categoría B).
Los proyectos pueden recibir hasta 100.000 euros (Categoría A) o 25.000 euros (Categoría B), cubriendo hasta el 90% del coste total. Pueden participar organismos de investigación, universidades, entidades sanitarias, centros tecnológicos, centros de I+D y otros actores que promuevan la transferencia de la I+D. El plazo para solicitar la ayuda finaliza el próximo 17 de septiembre de 2025. Para más información, se deben visitar las bases de la convocatoria o asistir a algunas sesiones formativas que se están realizando.
Conclusión
En un mundo donde los desafíos sociales, económicos y medioambientales son cada vez más complejos, necesitamos nuevas formas de pensar y actuar desde las instituciones públicas. Por ello, I+P no es una moda, es una necesidad que nos permite pasar del “creemos que funciona” al “sabemos que funciona”, fomentando una política más adaptativa, ágil y eficaz.
En un mundo cada vez más digitalizado, la creación, el uso y la distribución de software y datos se han convertido en actividades fundamentales para individuos, empresas y organizaciones gubernamentales. Sin embargo, detrás de estas prácticas cotidianas se encuentra un aspecto crucial: las licencias, tanto de software como de datos.
Comprender qué son las licencias, sus tipos y su importancia es esencial para garantizar un uso legal y ético de los recursos digitales. En este artículo, exploraremos estos conceptos de manera sencilla y accesible, además de analizar una herramienta valiosa llamada Joinup Licensing Assistant, desarrollada por la Unión Europea.
¿Qué son las licencias y por qué son importantes?
Una licencia es un acuerdo legal que otorga permisos específicos sobre el uso de un producto digital, ya sea software, datos, contenido multimedia u otros recursos. Este acuerdo establece las condiciones bajo las cuales se puede utilizar, modificar, distribuir o comercializar dicho producto. Las licencias son esenciales porque protegen los derechos de los creadores, garantizan que los usuarios comprendan sus derechos y obligaciones, y fomentan un entorno digital seguro y colaborativo.
A continuación, se recogen algunos ejemplos de las más populares, tanto para datos como para software.
Tipos comunes de licencias
Derechos de autor (Copyright)
El derecho de autor es una protección automática que surge en el momento de la creación de una obra original, ya sea literaria, artística o científica. No es necesario registrar formalmente la obra para que esté protegida por derechos de autor. Este derecho otorga al creador derechos exclusivos sobre la reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de su obra.
Ejemplo: Cuando una empresa crea un conjunto de datos sobre, por ejemplo, tendencias de construcción, automáticamente posee los derechos de autor sobre esos datos. Esto significa que otros no pueden utilizar, modificar o distribuir esos datos sin el permiso explícito del creador.
Dominio público
Cuando una obra no está protegida por derechos de autor, se considera que está en el dominio público. Esto puede ocurrir porque los derechos han expirado, el autor ha renunciado a ellos o porque la obra no cumple con los requisitos legales para la protección. Por ejemplo, una obra que carezca de originalidad suficiente —como una lista telefónica o un formulario estándar— no cumple con los requisitos para estar protegida. Las obras en dominio público pueden ser utilizadas libremente por cualquier persona, sin necesidad de obtener permiso.
Ejemplo: Muchas obras clásicas de literatura, como las de William Shakespeare, están en dominio público y pueden ser reproducidas y adaptadas libremente.
Creative Commons
Las licencias Creative Commons ofrecen una manera flexible de otorgar permisos para el uso de obras protegidas por derechos de autor. Estas licencias permiten a los creadores especificar qué usos permiten y cuáles no, facilitando la difusión y reutilización de sus obras bajo condiciones claras. Las licencias CC más comunes incluyen:
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CC BY (Atribución): permite el uso, distribución y creación de obras derivadas, siempre que se dé crédito al autor original.
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CC BY-SA (Atribución-Compartir Igual): además de la atribución, requiere que las obras derivadas se distribuyan bajo la misma licencia.
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CC BY-ND (Atribución-Sin Derivadas): permite la redistribución, comercial y no comercial, siempre que la obra se mantenga intacta y se otorgue crédito al autor.
- CC0 (Dominio Público): permite a los creadores renunciar a todos los derechos sobre sus obras, permitiendo su uso libre sin necesidad de atribución.
Estas licencias son especialmente útiles para creadores que desean compartir sus obras mientras mantienen ciertos derechos sobre su uso.
GNU General Public License (GPL)
La Licencia Pública General de GNU (GPL) creada por la Free Software Foundation, garantiza que el software licenciado bajo sus términos permanezca siempre libre y accesible para todos. Esta licencia está diseñada específicamente para software, no para datos. Su objetivo es garantizar que el software permanezca libre, accesible y modificable por cualquier usuario, protegiendo las libertades relacionadas con su uso y distribución.
Esta licencia no solo permite a los usuarios utilizar, modificar y distribuir el software, sino que también exige que cualquier obra derivada conserve los mismos términos de libertad. En otras palabras, cualquier software que se distribuya o modifique bajo la GPL debe seguir siendo libre para todos sus usuarios. La GPL está diseñada para proteger cuatro libertades esenciales:
- La libertad de usar el software para cualquier propósito.
- La libertad de estudiar cómo funciona el software y adaptarlo a las necesidades específicas.
- La libertad de distribuir copias del software para ayudar a otros.
- La libertad de mejorar el software y liberar las mejoras para el beneficio de la comunidad.
Una de las características clave de la GPL es su cláusula de "copyleft", que requiere que cualquier obra derivada sea licenciada bajo los mismos términos que el software original. Esto evita que el software libre se convierta en propietario y asegura que las libertades originales se mantengan intactas.
Ejemplo: Supongamos que una empresa desarrolla un programa bajo la GPL y lo distribuye a sus clientes. Si alguno de esos clientes decide modificar el código fuente para adaptarlo a sus necesidades, está en su derecho de hacerlo. Además, si la empresa o el cliente desean redistribuir las versiones modificadas del software, deben hacerlo bajo la misma licencia GPL, garantizando que cualquier nuevo usuario también disfrute de las libertades originales.
Licencia Pública de la Unión Europea (EUPL)
La Licencia Pública de la Unión Europea (EUPL) es una licencia de software libre y de código abierto desarrollada por la Comisión Europea. Diseñada para facilitar la interoperabilidad y la cooperación entre software europeo, la EUPL permite la libre utilización, modificación y distribución del software, asegurando que las obras derivadas también se mantengan abiertas. Además de cubrir el software, la EUPL puede aplicarse a documentos auxiliares como especificaciones, manuales de usuario y documentación técnica.
Aunque la EUPL se usa para software, en algunos casos podría ser aplicable a conjuntos de datos o contenido (como textos, gráficos, imágenes, documentación o cualquier otro material no considerado software o datos estructurados), pero su uso en datos abiertos es menos común que otras licencias específicas como las de Creative Commons u Open Data Commons.
Open Data Commons (ODC-BY)
La Licencia de Atribución de Open Data Commons (ODC-BY) es una licencia diseñada específicamente para bases de datos y conjuntos de datos, desarrollada por Open Knowledge Foundation. Su objetivo es permitir el uso libre de datos, al tiempo que exige que se reconozca adecuadamente al creador original. Esta licencia no está diseñada para software, sino para datos estructurados, como estadísticas, catálogos abiertos o mapas geoespaciales.
ODC-BY permite a los usuarios:
- Copiar, distribuir y utilizar la base de datos.
- Crear obras derivadas, como visualizaciones, análisis o productos derivados.
- Adaptar los datos a nuevas necesidades o combinarlos con otras fuentes.
La única condición principal es la atribución: los usuarios deben dar crédito al creador original de forma adecuada, incluyendo referencias claras a la fuente.
Una característica destacada de la ODC-BY es que no impone una cláusula de copyleft, lo que significa que los datos derivados pueden ser licenciados bajo otros términos, siempre que se mantenga la atribución.
Ejemplo: Imagina que una ciudad publica su base de datos de estaciones de bicicletas bajo ODC-BY. Una empresa puede descargar esos datos, crear una app que recomiende rutas ciclistas y añadir nuevas capas de información. Mientras indique claramente que los datos originales provienen del ayuntamiento, puede ofrecer su app con la licencia que desee, incluso de forma comercial.
Una comparativa de estas licencias más usadas nos permite entender mejor sus diferencias:
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Licencia |
Permite uso comercial |
Modificación permitida |
Requiere atribución | Permite obras derivadas | Aplicable a datos | Especializaciónnn |
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Derechos de autor (copyright) |
Sí, con permiso del autor | No, salvo acuerdo con el creador | No | No | Puede aplicarse a bases de datos, pero solo si cumplen ciertos requisitos de creatividad y originalidad en su estructura o selección de contenidos. No protege los datos en sí, sino la forma en que están organizados o presentados. | Obras originales como textos, música, películas, software y, en algunos casos, bases de datos cuya estructura o selección sea creativa. No protege los datos en sí. |
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| Open Data Commons (ODC-BY) | Sí | Sí | Sí | Sí | Sí (diseñada específicamente para datos abiertos) | Bases de datos estructuradas como estadísticas públicas, conjuntos geoespaciales, catálogos abiertos o registros administrativos |
Figura 1. Tabla comparativa. Fuente: elaboración propia
¿Por qué es necesario utilizar licencias en el ámbito de los datos abiertos?
En el ámbito de datos abiertos, estas licencias son fundamentales para garantizar que los datos estén disponibles para el uso público, promoviendo la transparencia, la innovación y el desarrollo de soluciones basadas en datos. En general, las ventajas del uso de licencias claras son:
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Transparencia y acceso abierto: las licencias claras permiten que ciudadanos, investigadores y desarrolladores accedan y utilicen datos públicos sin restricciones indebidas, fomentando la transparencia gubernamental y la rendición de cuentas.
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Fomento de la innovación: al permitir el uso libre de datos, las licencias de datos abiertos facilitan la creación de aplicaciones, servicios y análisis que pueden generar valor económico y social.
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Colaboración y reutilización: las licencias que permiten la reutilización y modificación de datos fomentan la colaboración entre diferentes entidades y disciplinas, potenciando el desarrollo de soluciones más robustas y completas.
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Mejora de la calidad de los datos: la disponibilidad de datos abiertos anima a una mayor participación y revisión por parte de la comunidad, lo que puede conducir a una mejora en la calidad y precisión de los datos disponibles.
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Seguridad jurídica para el reutilizador: contar con licencias claras aporta confianza y certidumbre a quienes reutilizan datos, ya que saben que pueden hacerlo de forma legal y sin temor a conflictos futuros.
Introducción al Joinup Licensing Assintant
En este complejo panorama de licencias, elegir la adecuada puede ser una tarea abrumadora, especialmente para aquellos sin experiencia previa en la gestión de licencias. Aquí es donde entra en juego el Joinup Licensing Assistant, una herramienta desarrollada por la Unión Europea disponible en Joinup.europa.eu. Esta plataforma colaborativa está diseñada para promover el intercambio de soluciones y buenas prácticas entre administraciones públicas, empresas y ciudadanos, y el Licensing Assistant es una de sus herramientas estrella.
Para quienes trabajan específicamente con datos, también puede resultar útil el informe publicado por data.europa.eu, que ofrece recomendaciones más detalladas sobre la selección de licencias para conjuntos de datos abiertos en el contexto europeo.
El Joinup Licensing Assistant ofrece diversas funcionalidades y beneficios que simplifican la selección y gestión de licencias:
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Funcionalidad | Beneficios | |
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Asesoramiento personalizado: recomienda licencias adecuadas según el tipo de proyecto y sus necesidades. | ![]() |
Simplificación del proceso de selección: desglosa la elección de licencia en pasos claros, reduciendo complejidad y tiempo. |
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Base de datos de licencias: acceso a licencias de software, contenido y datos, con descripciones claras. | ![]() |
Reducción de riesgos legales: evita problemas legales ofreciendo recomendaciones compatibles con los requisitos del proyecto. |
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Comparación de licencias: permite ver fácilmente las diferencias entre varias licencias. | ![]() |
Fomento de la colaboración y el conocimiento compartido: facilita el intercambio de experiencias entre usuarios y administraciones públicas. |
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Actualización legal: ofrece información siempre actualizada conforme a la normativa vigente. | ![]() |
Accesibilidad y usabilidad: interfaz intuitiva, útil incluso para quienes no tienen conocimientos legales. |
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Soporte para datos abiertos: incluye opciones específicas para fomentar la reutilización y transparencia. | ![]() |
Apoyo a la sostenibilidad del software libre y datos abiertos: promueve licencias que impulsan la innovación, la apertura y la continuidad de los proyectos. |
Figura 2. Tabla de funcionalidad y beneficios. Fuente: elaboración propia
Diversos sectores pueden beneficiarse del uso del Joinup Licensing Assistant:
- Administraciones públicas: para aplicar licencias correctas en software, contenido y datos abiertos, cumpliendo con las normas europeas y fomentando la reutilización.
- Desarrolladores de software: para alinear licencias con sus modelos de negocio y facilitar la distribución y colaboración.
- Creadores de contenido: para proteger sus derechos y decidir cómo se puede usar y compartir su obra.
- Investigadores y científicos: para publicar datos reutilizables que impulsen la colaboración y los avances científicos.
Conclusión
En un entorno digital cada vez más interconectado y regulado, utilizar licencias adecuadas para el software, el contenido y, especialmente, los datos abiertos, es fundamental para garantizar la legalidad, la sostenibilidad y el impacto de los proyectos digitales. Una gestión correcta de licencias facilita la colaboración, la reutilización y la difusión segura de recursos, al tiempo que reduce riesgos legales y promueve la interoperabilidad.
En este contexto, herramientas como el Joinup Licensing Assistant ofrecen un apoyo valioso para administraciones públicas, empresas y ciudadanía, simplificando la elección de licencias y adaptándola a cada caso. Su uso contribuye a crear un ecosistema digital más abierto, seguro y eficiente.
Particularmente en el ámbito de los datos abiertos, contar con licencias claras permite que los datos sean realmente accesibles y reutilizables, fomentando la transparencia institucional, la innovación tecnológica y la creación de valor social.
Contenido elaborado por Mayte Toscano, Senior Consultant en Tecnologías ligadas a la economía del dato. Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.
Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado donde trabajamos, estudiamos, nos informamos y socializamos a través de tecnologías. En este mundo, en el que la tecnología y la conectividad se han convertido en pilares fundamentales de la sociedad, los derechos digitales emergen como un componente esencial para garantizar la libertad, la privacidad y la igualdad en esta nueva faceta online de nuestras vidas.
Por tanto, los derechos digitales no son más que la extensión de los derechos y libertades fundamentales de los que ya nos beneficiamos al entorno virtual. En este artículo exploraremos en qué consisten estos derechos, por qué son importantes y cuáles son algunas de las iniciativas de referencia en este área.
¿Qué son los derechos digitales y por qué son importantes?
Según declaraba Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, durante el Internet Governance Forum ya en el año 2018:
“La humanidad debe estar en el centro de la evolución tecnológica. La tecnología no debe usar a las personas; nosotros debemos usar la tecnología para el beneficio de todos.”
Y es que la tecnología debería servir para mejorar nuestras vidas, no para dominarlas. Para que esto sea posible, como ha ocurrido con otras tecnologías transformadoras del pasado, necesitamos establecer políticas que eviten en la medida de lo posible la aparición de efectos indeseados o usos malintencionados. Por tanto, los derechos digitales buscan facilitar una transformación digital humanista, donde la innovación tecnológica vaya acompañada de protección a las personas, a través de un conjunto de garantías y libertades que permiten a los ciudadanos ejercer sus derechos fundamentales también en el entorno digital. Entre ellos destacan, por ejemplo:
- Libertad de expresión: para una comunicación e intercambio de ideas sin censura.
- Derecho a la privacidad y protección de datos: garantizando la intimidad y el control sobre la información personal.
- Acceso a la información y transparencia: asegurando que todos puedan acceder a datos y servicios digitales de forma equitativa.
- Seguridad en línea: busca proteger a los usuarios de fraudes, ciberataques y otros riesgos del mundo digital.
En un entorno digital, donde la información circula rápidamente y las tecnologías evolucionan de forma constante, garantizar estos derechos es crucial para mantener la integridad de nuestras interacciones, la manera en que accedemos y consumimos información, y nuestra participación en la vida pública.
Un marco internacional para los derechos digitales
A medida que la tecnología avanza, el concepto de derechos digitales ha cobrado creciente importancia a nivel global en las últimas décadas. Si bien no existe una carta mundial única de derechos digitales, son múltiples las iniciativas globales y regionales que apuntan hacia una misma dirección: la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Originalmente, esta declaración ni siquiera mencionaba Internet, ya que fue proclamada en 1948 y por entonces no existía, pero hoy en día sus principios se consideran plenamente aplicables al mundo digital. De hecho, la comunidad internacional coincide en que los mismos derechos que proclamamos para el mundo offline deben ser respetados también online – “lo que es ilegal offline también debe serlo online”.
Además, las Naciones Unidas han subrayado que el acceso a Internet se está convirtiendo en un habilitador básico de otros derechos, por lo que la conectividad debe considerarse también un nuevo derecho humano del siglo XXI.
Iniciativas de referencia europeas e internacionales
En los últimos años son varias las iniciativas que han surgido con el objetivo de adaptar y proteger los derechos fundamentales también en el entorno digital. Por ejemplo, Europa ha sido pionera en establecer un marco explícito de principios digitales. En enero de 2023, la Unión Europea proclamó la Declaración Europea de Derechos y Principios Digitales para la Década Digital, un documento que refleja la visión europea de una transformación tecnológica centrada en las personas y establece un marco común para salvaguardar la libertad, la seguridad y la privacidad de los ciudadanos en la era digital. Esta declaración, junto con otras iniciativas internacionales, subraya la necesidad de armonizar los derechos tradicionales con los desafíos y oportunidades del entorno digital.
La Declaración, acordada conjuntamente por el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión, define una serie de principios fundamentales que deben orientar la era digital Europea (puedes ver un resumen en esta infografía):
- Centrado en las personas y sus derechos: la tecnología debe servir a las personas y respetar sus derechos y dignidad, no al revés.
- Solidaridad e inclusión: promover la inclusión digital de todos los grupos sociales, cerrando la brecha digital.
- Libertad de elección: asegurar entornos online justos y seguros, donde los usuarios tengan opciones reales de elección y donde la neutralidad de la red sea respetada.
- Participación en el espacio público digital: fomentar que la ciudadanía participe activamente en la vida democrática en todos los niveles, y que pueda tener el control sobre sus datos.
- Seguridad y protección: incrementar la confianza en las interacciones digitales mediante mayor seguridad, privacidad y control por parte de los usuarios, protegiendo especialmente a los menores.
- Sostenibilidad: orientar el futuro digital hacia la sostenibilidad, considerando el impacto medioambiental de la tecnología.
Por tanto, la Declaración Europea sobre Derechos y Principios Digitales establece una guía clara para las leyes y políticas digitales de la Unión Europea, orientando su proceso de transformación digital. Aunque esta Declaración Europea no crea leyes por sí misma, sí establece un compromiso político conjunto y una hoja de ruta de valores. Además, deja claro que Europa aspira a promover estos principios como estándar mundial.
Por otro lado, la Comisión Europea supervisa su aplicación en todos los Estados miembros y publica un informe anual de seguimiento, en conjunto con el Informe sobre el estado de la Década Digital, para evaluar los avances y mantener el rumbo marcado. Además, la Declaración sirve como referencia en las relaciones internacionales de la UE, promoviendo una transformación digital global centrada en las personas y los derechos humanos.
Al margen de Europa, varias naciones han elaborado también sus propias cartas de derechos digitales, como por ejemplo la Carta Iberoamericana de Principios y Derechos en Entornos Digitales, y existen además foros internacionales como el Foro de Gobernanza de Internet donde se debate regularmente cómo proteger los derechos humanos en el ciberespacio. Por tanto, la tendencia global es reconocer que la era digital requiere adaptar y reforzar las protecciones legales existentes, sin crear “nuevos” derechos fundamentales de la nada, sino traduciendo los vigentes al nuevo entorno.
La Carta de Derechos Digitales de España
En línea con todas estas iniciativas internacionales, España ha dado también un paso decisivo al proponer su propia Carta de Derechos Digitales. Este ambicioso proyecto tiene como objetivo definir un conjunto de principios y garantías específicos que aseguren que todos los ciudadanos disfruten de una protección adecuada en el ámbito digital. Entre sus metas destacan:
- Definir estándares de privacidad y seguridad que respondan a las necesidades del ciudadano en la era digital.
- Fomentar la transparencia y la responsabilidad tanto en el sector público como en el privado.
- Impulsar la inclusión digital, garantizando el acceso equitativo a las tecnologías y la información.
En definitiva, esta iniciativa nacional representa un esfuerzo por adaptar la normativa y las políticas públicas a los desafíos del mundo digital, fortaleciendo la confianza de la ciudadanía en el uso de nuevas tecnologías. Además, dado que fue publicada ya en julio de 2021, ha contribuido también a los procesos de reflexión posteriores a nivel europeo, incluida la Declaración Europea citada anteriormente.
La Carta de Derechos Digitales de España se estructura en seis grandes categorías que abarcan las áreas de mayor riesgo e incertidumbre en el mundo digital:
- Derechos de libertad: incluye libertades clásicas en su dimensión digital, como la libertad de expresión e información en Internet, la libertad ideológica en redes, el derecho al secreto de las comunicaciones digitales, así como el derecho al pseudonimato.
- Derechos de igualdad: orientados a evitar cualquier forma de discriminación en el entorno digital, incluyendo la igualdad de acceso a la tecnología (inclusión digital de personas mayores, con discapacidad o en zonas rurales), y prevenir sesgos o tratos desiguales en sistemas algorítmicos.
- Derechos de participación y conformación del espacio público: se refiere a asegurar la participación ciudadana y democrática a través de medios digitales. Incluye derechos electorales en entornos telemáticos, protección frente a la desinformación y la promoción de un debate público en la red que sea diverso y respetuoso.
- Derechos en el entorno laboral y empresarial: engloba los derechos digitales de trabajadores y emprendedores. Un ejemplo concreto aquí es el derecho a la desconexión digital del trabajador. También incluye la protección de la intimidad del empleado ante sistemas de vigilancia digital en el trabajo y garantías en el teletrabajo, entre otros.
- Derechos digitales en entornos específicos: aquí se abordan ámbitos particulares que plantean retos propios, por ejemplo los derechos de niños, niñas y adolescentes en el entorno digital (protección frente a contenidos nocivos, control parental, derecho a la educación digital); la herencia digital (qué ocurre con nuestros datos y cuentas en Internet tras fallecer); la identidad digital (poder gestionar y proteger nuestra identidad en línea); o derechos en el emergente mundo de la inteligencia artificial, el metaverso y las neurotecnologías.
- Garantías y eficacias: esta última categoría se centra en cómo asegurar que todos estos derechos realmente se cumplan. Con ello la Carta busca que las personas tengan vías claras para reclamar en caso de vulneraciones de sus derechos digitales y que las autoridades cuenten con herramientas para hacer efectivos los derechos en Internet.
Como señaló el Gobierno en su presentación, se trata de “reforzar y ampliar los derechos de la ciudadanía, generar certidumbre en esta nueva realidad digital y aumentar la confianza de las personas ante la disrupción tecnológica”. Es decir, no se crean nuevos derechos fundamentales, pero sí se reconocen ámbitos emergentes (como la inteligencia artificial o la identidad digital) donde hace falta aclarar cómo se aplican y garantizan los derechos ya existentes.
El Observatorio de Derechos Digitales
Recientemente se ha anunciado la creación de un Observatorio de Derechos Digitales en España, una herramienta estratégica destinada a monitorizar, promover y evaluar de manera continua el estado y la evolución de estos derechos en el país con el objetivo de contribuir a hacerlos efectivos. El Observatorio se concibe como un espacio abierto, inclusivo y participativo para acercar los derechos digitales a la ciudadanía, y entre sus funciones principales se encuentran:
- Impulsar la implementación de la Carta de Derechos Digitales, de modo que las ideas plasmadas inicialmente en 2021 no queden en teoría, sino que se traduzcan en acciones concretas, leyes y políticas efectivas.
- Vigilar el cumplimiento de las normativas y recomendaciones establecidas en la Carta de Derechos Digitales.
- Combatir la desigualdad y la discriminación en línea, contribuyendo a reducir las brechas digitales de forma que la transformación tecnológica no deje atrás a colectivos vulnerables.
- Identificar áreas de mejora y proponer medidas para la protección de los derechos en el entorno digital.
- Detectar si el marco jurídico vigente se está quedando rezagado ante los nuevos desafíos provenientes de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial avanzada que plantean riesgos no contemplados en las leyes actuales.
- Fomentar la transparencia y el diálogo entre el gobierno, las instituciones y la sociedad civil para adaptar las políticas a los cambios tecnológicos.
Anunciado en febrero de 2025, el Observatorio forma parte del Programa Derechos Digitales, una iniciativa público-privada liderada por el Gobierno, con la participación de cuatro ministerios, y financiada por los fondos europeos NextGenerationEU dentro del Plan de Recuperación. Este programa cuenta con la colaboración de expertos en la materia, instituciones públicas, empresas tecnológicas, universidades y organizaciones de la sociedad civil. En total más de 150 entidades y 360 profesionales se han implicado en su desarrollo.
Por tanto, este Observatorio se perfila como un recurso esencial para garantizar que la protección de los derechos digitales se mantenga actualizada y responda de manera efectiva a los retos emergentes de la era digital.
Conclusión
Los derechos digitales son un pilar fundamental de la sociedad del siglo XXI y su consolidación es una tarea compleja que requiere la coordinación de iniciativas a nivel internacional, europeo y nacional. Iniciativas como la Declaración Europea de Derechos Digitales y otros esfuerzos globales han sentado las bases, pero es la implementación de medidas específicas como la Carta de Derechos Digitales de España y el nuevo Observatorio de Derechos Digitales lo que marcará la diferencia para asegurar un entorno digital libre, seguro y equitativo para todos.
En definitiva, la protección de los derechos digitales no es solo una necesidad legislativa, sino una condición indispensable para el ejercicio pleno de la ciudadanía en un mundo cada vez más interconectado. La participación activa y el compromiso tanto de los ciudadanos como de las instituciones serán claves para construir un futuro digital justo y sostenible. Si logramos hacer efectivos estos derechos, Internet y las nuevas tecnologías seguirán siendo sinónimo de oportunidad y libertad, y no de amenaza. Al fin y al cabo, los derechos digitales son, simplemente, nuestros derechos de siempre adaptados a los tiempos modernos, y protegerlos equivale a protegernos a nosotros mismos en esta nueva era digital.
Contenido elaborado por Carlos Iglesias, Open data Researcher y consultor, World Wide Web Foundation. Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.
Los datos geoespaciales han impulsado mejoras en diversos sectores y la energía no es la excepción. Estos datos nos permiten conocer mejor nuestro entorno para promover la sostenibilidad, la innovación y la toma de decisiones informadas.
Uno de los principales proveedores de datos abiertos geoespaciales es Copernicus, el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea. A través de una red de satélites llamados Sentinel y datos de fuentes terrestres, marítimas y aéreas, Copernicus proporciona información geoespacial accesible de manera gratuita a través de diversas plataformas.
Aunque los datos de Copernicus son de gran utilidad en múltiples áreas, como la lucha contra el cambio climático, la planificación urbana o la agricultura, en este artículo nos vamos a centrar en su rol para impulsar la sostenibilidad y eficiencia energética. La disponibilidad de datos abiertos de alta calidad fomenta la innovación en este sector promoviendo el desarrollo de nuevas herramientas y aplicaciones que mejoran la gestión y el uso de la energía. A continuación mostramos algunos ejemplos.
Predicción climática para mejorar la producción
Los datos geoespaciales proporcionan información detallada sobre las condiciones meteorológicas, la calidad del aire y otros factores, fundamentales para comprender y predecir fenómenos ambientales, como tormentas o sequías, que afectan a la producción y distribución de energía.
Un ejemplo es este proyecto que ofrece previsiones de viento de alta resolución para dar respuesta a los sectores del petróleo y el gas, la aviación, el transporte marítimo y la defensa. Utiliza datos procedentes de observaciones por satélite como de modelos numéricos, incluyendo información sobre las corrientes oceánicas, las olas y la temperatura superficial del mar procedentes del “Servicio Marino de Copernicus”. Gracias a su granularidad puede ofrecer un sistema de previsión meteorológica preciso a una escala muy local, lo que permite conocer el comportamiento de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos con un mayor nivel de exactitud.
Optimización de recursos
Los datos proporcionados por Copernicus también permiten identificar las mejores ubicaciones para la instalación de centros de generación energética, como parques solares y eólicos, al facilitar el análisis de factores como la radiación solar y la velocidad del viento. Además, ayudan a monitorear la eficiencia de estas instalaciones, asegurando que estén operando al máximo de su capacidad.
En este sentido,se ha desarrollado un proyecto para encontrar el mejor emplazamiento para un sistema flotante combinado de energía eólica y undimotriz (es decir, basada en el movimiento de las olas). Al obtener ambas energías con una sola plataforma, esta solución permite ahorrar espacio y reducir el impacto en el terreno, a la vez que supone una mejora de la eficiencia. El viento y las olas llegan en momentos diferentes a la plataforma, por lo que capturar ambos elementos ayuda a reducir la variabilidad y suaviza la producción total de electricidad. Gracias a los datos de Copernicus (obtenidos del servicio Atlántico -Vizcaya Ibérica Irlanda- Reanálisis de olas oceánicas), la empresa proveedora de esta situación pudo obtener componentes separados de olas de viento y oleaje, lo que permitió una comprensión más completa de la direccionalidad de ambos elementos. Este trabajo condujo a la selección de la Plataforma de Energía Marina de Vizcaya (BiMEP) para el despliegue del dispositivo.
Otro ejemplo es Mon Toit Solaire, un sistema integrado de ayuda a la decisión basado en Internet para el desarrollo de la generación de energía fotovoltaica en tejados. Esta herramienta simula y calcula el potencial energético de un proyecto fotovoltaico y proporciona a los usuarios información técnica y financiera fiable. Utiliza datos de radiación solar producidos por el “Servicio de vigilancia de la atmósfera de Copernicus”, junto con datos topográficos urbanos tridimensionales y simulaciones de incentivos fiscales, costes y precios de la energía, lo que permite calcular el rendimiento de la inversión.
Monitorización Ambiental y evaluación de impacto
La información geoespacial permite mejorar el monitoreo ambiental y realizar evaluaciones de impacto precisas en el sector energético. Estos datos permiten a las empresas energéticas identificar riesgos ambientales asociados a sus operaciones, diseñar estrategias para mitigar su impacto y optimizar sus procesos hacia una mayor sostenibilidad. Además, apoyan el cumplimiento de normativas ambientales al facilitar reportes basados en datos objetivos, fomentando un desarrollo energético más responsable y respetuoso con el medio ambiente.
Entre los retos que plantea la conservación de la biodiversidad de los océanos, el ruido submarino de origen humano se reconoce como una grave amenaza y está regulado a nivel europeo. Con el fin de evaluar el impacto en la vida marina de los parques eólicos a lo largo de la costa sur de Francia, este proyecto utiliza mapas de sonido estadísticos de alta resolución, que proporcionan una visión detallada de los procesos costeros, con una frecuencia temporal horaria y una alta resolución espacial de hasta 1,8 km. En concreto, utilizan información procedente de los servicios de “análisis y previsión de la física del mar Mediterráneo” y “Viento y tensión en la superficie del mar por hora en el océano mundial”.
Gestión de emergencias y desastres medioambientales
En situaciones de desastre o eventos climáticos extremos, los datos geoespaciales pueden ayudar a evaluar rápidamente los daños y coordinar las respuestas de emergencia de manera más eficiente.
También pueden prevenir cómo se van a comportar los vertidos. Esta es el objetivo del Instituto de Investigación Marina de la Universidad de Klaipeda, que ha desarrollado un sistema de vigilancia y previsión de episodios de contaminación química y microbiológica mediante un modelo hidrodinámico operativo 3D de alta resolución. Para ellos utilizan el “Análisis y previsiones físicas del Mar Báltico” de Copernicus. El modelo ofrece previsiones en tiempo real y a cinco días vista de las corrientes de agua, abordando los retos que plantean las aguas poco profundas y las zonas portuarias. Su objetivo es ayudar a gestionar incidentes de contaminación, sobre todo en regiones propensas a ella, como puertos y terminales petrolíferas.
Estos ejemplos ponen de manifiesto la utilidad de los datos geoespaciales, especialmente aquellos proporcionados por programas como Copernicus. El hecho de que empresas e instituciones puedan acceder libremente a estos datos está revolucionando el sector energético, contribuyendo a un sistema más eficiente, sostenible y resiliente.









