Blog

En todo entorno de gestión de datos (empresas, Administración pública, consorcios, proyectos de investigación), disponer de datos no basta: si no sabes qué datos tienes, dónde están, qué significan, quién los mantiene, con qué calidad, cuándo cambiaron o cómo se relacionan con otros datos, entonces el valor es muy limitado. Los metadatos —datos sobre los datos— son esenciales para:

  • Visibilidad y acceso: permitir que usuarios encuentren qué datos existen y puedan acceder.

  • Contextualización: saber qué significan los datos (definiciones, unidades, semántica).

  • Trazabilidad / linaje: entender de dónde vienen los datos y cómo han sido transformados.

  • Gobierno y control: conocer quién es responsable, qué políticas aplican, permisos, versiones, obsolescencia.

  • Calidad, integridad y consistencia: asegurar la fiabilidad de los datos mediante reglas, métricas y monitoreo.

  • Interoperabilidad: garantizar que diferentes sistemas o dominios puedan compartir datos, utilizando un vocabulario común, definiciones compartidas y relaciones explícitas.

En resumen, los metadatos son la palanca que convierte los datos “aislados” en un ecosistema de información gobernada. A medida que los datos crecen en volumen, diversidad y velocidad, su función va más allá de la simple descripción: los metadatos añaden contexto, permiten interpretar los datos y facilitan que puedan ser encontrados, accesibles, interoperables y reutilizables (FAIR).

En el nuevo contexto impulsado por la inteligencia artificial, esta capa de metadatos adquiere una relevancia aún mayor, ya que proporciona la información de procedencia (provenance) necesaria para garantizar la trazabilidad, la fiabilidad y la reproducibilidad de los resultados. Por ello, algunos marcos recientes amplían estos principios hacia FAIR-R, donde la “R” adicional resalta la importancia de que los datos estén listos para la IA (AI-ready), es decir, que cumplen una serie de requisitos técnicos, estructurales y de calidad que optimizan su aprovechamiento por parte de los algoritmos de inteligencia artificial.

Así, hablamos de metadatos enriquecidos, capaces de conectar información técnica, semántica y contextual para potenciar el aprendizaje automático, la interoperabilidad entre dominios y la generación de conocimiento verificable.

De los metadatos tradicionales a los “metadatos enriquecidos”

Metadatos tradicionales

En el contexto de este artículo, cuando hablamos de metadatos con un uso tradicional, pensamos en catálogos, diccionarios, glosarios, modelos de datos de base de datos, y estructuras rígidas (tablas y columnas). Los tipos de metadatos más comunes son:

  • Metadatos técnicos: tipo de columna, longitud, formato, claves foráneas, índices, ubicaciones físicas.

  • Metadatos de negocio / semánticos: nombre de campo, descripción, dominio de valores, reglas de negocio, términos del glosario empresarial.

  • Metadatos operativos / de ejecución: frecuencia de actualización, última carga, tiempos de procesamiento, estadísticas de uso.

  • Metadatos de calidad: porcentaje de valores nulos, duplicados, validaciones.

  • Metadatos de seguridad / acceso: políticas de acceso, permisos, clasificación de sensibilidad.

  • Metadatos de linaje: rastreo de transformación en los pipelines de datos.

Estos metadatos se almacenan usualmente en repositorios o herramientas de catalogación, muchas veces con estructuras tabulares o en bases relacionales, con vínculos predefinidos.

¿Por qué metadatos enriquecidos?

Los metadatos enriquecidos son aquella capa que no solo describe atributos, sino que:

  • Descubren e infieren relaciones implícitas, identificando vínculos que no están expresamente definidos en los esquemas de datos. Esto permite, por ejemplo, reconocer que dos variables con nombres diferentes en sistemas distintos representan en realidad el mismo concepto (“altitud” y “elevación”), o que ciertos atributos mantienen una relación jerárquica (“municipio” pertenece a “provincia”).
  • Facilitan consultas semánticas y razonamiento automatizado, permitiendo que los usuarios y las máquinas exploren relaciones y patrones que no están explícitamente definidos en las bases de datos. En lugar de limitarse a buscar coincidencias exactas de nombres o estructuras, los metadatos enriquecidos permiten formular preguntas basadas en significado y contexto. Por ejemplo, identificar automáticamente todos los conjuntos de datos relacionados con “ciudades costeras” aunque el término no aparezca literalmente en los metadatos.
  • Se adaptan y evolucionan de manera flexible, ya que pueden ampliarse con nuevos tipos de entidades, relaciones o dominios sin necesidad de rediseñar toda la estructura del catálogo. Esto permite incorporar fácilmente nuevas fuentes de datos, modelos o estándares, garantizando la sostenibilidad del sistema a largo plazo.
  • Incorporan automatización en tareas que antes eran manuales o repetitivas, como la detección de duplicidades, el emparejamiento automático de conceptos equivalentes o el enriquecimiento semántico mediante aprendizaje automático. También pueden identificar incoherencias o anomalías, mejorando la calidad y la coherencia de los metadatos.
  • Integran de forma explícita el contexto de negocio, enlazando cada activo de datos con su significado operativo y su rol dentro de los procesos organizativos. Para ello utilizan vocabularios controlados, ontologías o taxonomías que facilitan un entendimiento común entre equipos técnicos, analistas y responsables de negocio.
  • Favorecen una interoperabilidad más profunda entre dominios heterogéneos, que va más allá del intercambio sintáctico facilitado por los metadatos tradicionales. Los metadatos enriquecidos añaden una capa semántica que permite comprender y relacionar los datos en función de su significado, no solo de su formato. Así, datos procedentes de diferentes fuentes o sectores —por ejemplo, Sistemas de información Geográfica (GIS en inglés), Building Information Modeling (BIM) o Internet de las Cosas (IoT)— pueden vincularse de manera coherente dentro de un marco conceptual compartido. Esta interoperabilidad semántica es la que posibilita integrar conocimiento y reutilizar información entre contextos técnicos y organizativos diversos.

Esto convierte los metadatos en un activo vivo, enriquecido y conectado con el conocimiento del dominio, no solo un “registro” pasivo. 


La evolución de los metadatos: ontologías y grafos de conocimiento

La incorporación de ontologías y grafos de conocimiento representa una evolución conceptual en la manera de describir, relacionar y aprovechar los metadatos, de ahí que hablemos de metadatos enriquecidos. Estas herramientas no solo documentan los datos, sino que los conectan dentro de una red de significado, permitiendo que las relaciones entre entidades, conceptos y contextos sean explícitas y computables.

En el contexto actual, marcado por el auge de la inteligencia artificial, esta estructura semántica adquiere un papel fundamental: proporciona a los algoritmos el conocimiento contextual necesario para interpretar, aprender y razonar sobre los datos de forma más precisa y transparente. Ontologías y grafos permiten que los sistemas de IA no solo procesen información, sino que entiendan las relaciones entre los elementos y puedan generar inferencias fundamentadas, abriendo el camino hacia modelos más explicativos y confiables.

Este cambio de paradigma transforma los metadatos en una estructura dinámica, capaz de reflejar la complejidad del conocimiento y de facilitar la interoperabilidad semántica entre distintos dominios y fuentes de información. Para comprender esta evolución conviene definir y relacionar algunos conceptos:

Ontologías

En el mundo de los datos, una ontología es un mapa conceptual muy organizado que define claramente:

  • Qué entidades existen (ej. ciudad, río, carretera).
  • Qué propiedades tienen (ej. una ciudad tiene nombre, población, código postal).
  • Cómo se relacionan entre sí (ej. un río atraviesa una ciudad, una carretera conecta dos municipios).

El objetivo es que personas y máquinas compartan un mismo vocabulario y entiendan los datos de la misma manera. Las ontologías permiten:

  • Definir conceptos y relaciones: por ejemplo, “una parcela pertenece a un municipio”, “un edificio tiene coordenadas geográficas”.
  • Poner reglas y restricciones: como “cada edificio debe estar exactamente en una parcela catastral”.
  • Unificar vocabularios: si en un sistema se dice “parcela” y en otro “unidad catastral”, la ontología ayuda a reconocer que son análogos.
  • Hacer inferencias: a partir de datos simples, descubrir nuevo conocimiento (si un edificio está en una parcela y la parcela en Sevilla, se puede inferir que el edificio está en Sevilla).
  • Establecer un lenguaje común: funcionan como un diccionario compartido entre distintos sistemas o dominios (GIS, BIM, IoT, catastro, urbanismo).

En resumen: una ontología es el diccionario y las reglas del juego que permiten que diferentes sistemas geoespaciales (mapas, catastro, sensores, BIM, etc.) se entiendan entre sí y puedan trabajar de manera integrada.

Grafos de conocimiento (Knowledge Graphs)

Un grafo de conocimiento es una forma de organizar información como si fuera una red de conceptos conectados entre sí.

  • Los nodos representan cosas o entidades, como una ciudad, un río o un edificio.

  • Las aristas (líneas) muestran las relaciones entre ellas, por ejemplo: “está en”, “atraviesa” o “pertenece a”.

  • A diferencia de un simple dibujo de conexiones, un grafo de conocimiento también explica el significado de esas relaciones: añade semántica.

Un grafo de conocimiento combina tres elementos principales:

  1. Datos: los casos concretos o instancias, como “Sevilla”, “Río Guadalquivir” o “Edificio Ayuntamiento de Sevilla”.

  2. Semántica (u ontología): las reglas y vocabularios que definen qué tipos de cosas existen (ciudades, ríos, edificios) y cómo pueden relacionarse entre sí.

  3. Razonamiento: la capacidad de descubrir nuevas conexiones a partir de las existentes (por ejemplo, si un río atraviesa una ciudad y esa ciudad está en España, el sistema puede deducir que el río está en España).

Además, los grafos de conocimiento permiten conectar información de distintos ámbitos (por ejemplo, datos sobre personas, lugares y empresas) bajo un mismo lenguaje común, facilitando el análisis y la interoperabilidad entre disciplinas.

En otras palabras, un knowledge graph es el resultado de aplicar una ontología (el modelo de datos) a varios conjuntos de datos individuales (elementos espaciales, otros datos del territorio, registros de pacientes o productos de catálogo, etc.). Los grafos de conocimiento son ideales para integrar datos heterogéneos, porque no requieren un esquema rígido previamente completo: se pueden ir creciendo de forma flexible. Además, permiten consultas semánticas y navegación con relaciones complejas. A continuación, se pone un ejemplo para datos espaciales con los que entender las diferencias:

Ontología de datos espaciales (modelo conceptual)

Grafo de conocimiento (ejemplos concretos con instancias)

  • Clases: Río, Océano, Edificio, Carretera, Ciudad.

  • Nodos concretos: "Río Guadalquivir", "Océano Atlántico", "Edificio Ayuntamiento de Sevilla", "Carretera A-4", "Ciudad Sevilla" "Ciudad Cádiz"
  • Relaciones:
    • Río → desemboca en → Océano.
    • Ciudad → contiene → Edificio
    • Carretera → conecta → Ciudad
  • Relaciones:

    • Río Guadalquivir → desemboca en → Océano Atlántico

    • Ciudad de Sevilla → contiene → Edificio Ayuntamiento de Sevilla

    • Carretera A-4 → conecta → Ciudad de Sevilla y Ciudad de Cádiz.

Casos de uso

Para entender mejor el valor de los metadatos inteligentes y los catálogos semánticos, nada mejor que mirar ejemplos donde ya se están aplicando. Estos casos muestran cómo la combinación de ontologías y grafos de conocimiento permite conectar información dispersa, mejorar la interoperabilidad y generar conocimiento accionable en distintos contextos.

Desde la gestión de emergencias hasta la planificación urbana o la protección del medio ambiente, diferentes proyectos internacionales han demostrado que la semántica no es solo teoría, sino una herramienta práctica que transforma datos en decisiones.

Algunos ejemplos relevantes incluyen:

  • LinkedGeoData que convirtió datos de OpenStreetMap en Linked Data, enlazándolos con otras fuentes abiertas.
  • Virtual Singapore un gemelo digital 3D que integra datos geoespaciales, urbanos y en tiempo real para simulación y planificación.
  • JedAI-spatial una herramienta para interconectar datos espaciales en 3D mediante relaciones semánticas.
  • SOSA Ontology, estándar ampliamente usado en proyectos de sensores e IoT para observaciones ambientales con componente geoespacial.
  • Proyectos europeos de permisos digitales de construcción (ej. ACCORD), que combinan catálogos semánticos, modelos BIM y datos GIS para validar automáticamente normativas de construcción.

Conclusiones

La evolución hacia metadatos enriquecidos, apoyados en ontologías, grafos de conocimiento y principios FAIR-R, representa un cambio sustancial en la manera de gestionar, conectar y comprender los datos. Este nuevo enfoque convierte los metadatos en un componente activo de la infraestructura digital, capaz de aportar contexto, trazabilidad y significado, y no solo de describir información.

Los metadatos enriquecidos permiten aprender de los datos, mejorar la interoperabilidad semántica entre dominios y facilitar consultas más expresivas, donde las relaciones y dependencias pueden descubrirse de forma automatizada. De este modo, favorecen la integración de información dispersa y apoyan tanto la toma de decisiones informadas como el desarrollo de modelos de inteligencia artificial más explicativos y confiables.

En el ámbito de los datos abiertos, estos avances impulsan la transición desde repositorios descriptivos hacia ecosistemas de conocimiento interconectado, donde los datos pueden combinarse y reutilizarse de manera flexible y verificable. La incorporación de contexto semántico y procedencia (provenance) refuerza la transparencia, la calidad y la reutilización responsable.

Esta transformación requiere, sin embargo, un enfoque progresivo y bien gobernado: es fundamental planificar la migración de sistemas, garantizar la calidad semántica, y promover la participación de comunidades multidisciplinares.

En definitiva, los metadatos enriquecidos son la base para pasar de datos aislados a conocimiento conectado y trazable, elemento clave para la interoperabilidad, la sostenibilidad y la confianza en la economía de los datos.

Contenido elaborado por Mayte Toscano, Senior Consultant en Tecnologías ligadas a la economía del dato. Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autora

calendar icon
Documentación

A continuación, se recoge la definición de diversos términos relacionados con los datos y tecnologías relacionadas.

1. Glosario de términos relacionados con datos abiertos.

(Puedes descargar la versión accesible aquí)

 

2. Glosario de términos relacionados con nuevas tecnologías y datos

(Puedes descargar la versión accesible aquí)
calendar icon
Blog

Los datos abiertos tienen un rol relevante en el desarrollo tecnológico por muchos motivos. A modo de ejemplo, son un componente fundamental en la toma de decisiones informadas, en la evaluación de procesos o incluso en el impulso de la innovación tecnológica. Siempre y cuando, cuenten con la calidad óptima, estén actualizados y respeten los aspectos éticos, los datos pueden ser el ingrediente clave para el alcanzar el éxito de un proyecto.

A fin de aprovechar plenamente las ventajas de los datos abiertos en la sociedad, la Unión Europea cuenta con diversas iniciativas para impulsar la economía del dato, un modelo digital único que fomenta el intercambio de datos, destacando la soberanía y el gobierno de los mismos, el marco ideal y necesario para los datos abiertos.

En la economía del dato, tal y como recoge la regulación vigente, se garantiza la privacidad de las personas y la interoperabilidad de los datos. El marco regulatorio se encarga de velar por el cumplimiento de esta premisa.  Ejemplo de ello puede ser la modificación de la Ley 37/2007 para la reutilización de información del sector público en cumplimiento de la Directiva Europea 2019/1024. Esta regulación se alinea con la Estrategia de datos de la Unión Europea que define un horizonte con un mercado único de datos en el que se facilite un intercambio mutuo, libre y seguro entre el sector público y el privado.

Para lograr este objetivo, se deben abordar cuestiones clave, como preservar ciertas garantías jurídicas o acordar unas características comunes de descripción de metadatos que deben cumplir los dataset para facilitar el acceso y uso de los datos entre sectores, es decir, utilizar un lenguaje común que permita la interoperabilidad entre catálogos de conjuntos de datos.

¿Qué son los estándares de metadatos?

Un primer paso hacia la interoperabilidad y reutilización de los datos es desarrollar mecanismos que habiliten una descripción homogénea de los mismos y que, además, dicha descripción sea fácilmente interpretable y procesable tanto por humanos como por máquinas. En este sentido, se han ido creando diferentes vocabularios que, con el tiempo, se han ido consensuando hasta convertirse en estándares. 

Los vocabularios estandarizados ofrecen una semántica que sirve como base para la publicación de conjuntos de datos que actúa como "leyenda" para facilitar la comprensión del contenido de los datos. Al fin y al cabo, se puede decir que estos vocabularios proporcionan una colección de metadatos para describir los datos que se publican; y como todos los usuarios de esos datos tienen acceso a los metadatos y entienden su significado, es más fácil interoperar y reutilizar los datos.

W3C: Estándares DCAT y DCAT-AP

A nivel internacional, se pueden destacar varias organizaciones que crean y mantienen estándares:

  • World Wide Web Consortium (W3C): desarrolla el Vocabulario de Catálogos de Datos (DCAT): un estándar de descripción diseñado con el objetivo de facilitar la interoperabilidad entre catálogos de conjuntos de datos publicados en la web.

    • Posteriormente, tomando como base DCAT, se desarrolló DCAT-AP, una especificación para el intercambio de descripciones de datos publicados en los portales de datos en Europa que cuenta con extensiones de DCAT-AP más específicas como:

      • GeoDCAT-AP que extiende DCAT-AP para la publicación de datos  espaciales.
      • StatDCAT-AP que igualmente, extiende DCAT-AP para describir datasets de contenidos estadísticos.

ISO: Organización de Estandarización Internacional

Además de World Wide Web Consortium, existen otras organizaciones que se dedican a la estandarización, por ejemplo, la Organización de Estandarización Internacional (ISO, por sus siglas en inglés Internacional Standarization Organisation).

  • Entre otros muchos tipos de estándares, ISO también ha definido normas de estandarización de metadatos de catálogos de datos:
    • ISO 19115 para describir información geográfica. Como ocurre en DCAT, también se han desarrollado extensiones y especificaciones técnicas a partir de ISO 19115, por ejemplo:
      • ISO 19115-2 para datos ráster e imágenes.
      • ISO 19139 proporciona una implementación en XML del vocabulario.

El horizonte en los estándares de metadatos: retos y oportunidades

Tanto W3C como ISO trabajan en el desarrollo y mantenimiento de vocabularios estandarizados y adaptados a las necesidades de los usuarios. Su trabajo contribuye a lograr un ecosistema de datos abiertos interoperables que facilite la reutilización. Sin embargo, la interoperabilidad a menudo se encuentra con obstáculos derivados de debilidades de calidad, como pueden ser datos obsoletos, dificultades para acceder e interoperar con ellos o metadatos incompletos.

A pesar de ello, como se ha demostrado, la compartición de datos es un mecanismo fundamental en la economía del dato. Así que garantizar la interoperabilidad y reutilización de estos es una acción clave para abordar el desarrollo de la economía de los datos en línea con las expectativas de las organizaciones en lo que se refiere a innovación.

Entre las múltiples ventajas que ofrece la reutilización de conjuntos de datos y su interoperabilidad se puede destacar la creación de aplicaciones y servicios que aportan un valor a la sociedad o ayudan en la evaluación de políticas, por ejemplo.

Además, la reutilización e interoperabilidad de los conjuntos de datos favorece el desarrollo económico en general, y la economía del dato, en particular. Se estima que esta industria alcanzará un valor de 829.000 millones de euros en 2025, según previsiones de la Unión Europea. Para poder aprovechar los beneficios que ofrece compartir datos, primero, se deben acordar y respetar unas normas de descripción comunes: los estándares para describir metadatos de catálogos de conjuntos de datos.

calendar icon
Blog

El pasado diciembre el Congreso de los Diputados aprobó el Real Decreto-ley 24/2021, que incluía la transposición de la Directiva (UE) 2019/1024, relativa a los datos abiertos y la reutilización de la información del sector público. Con este Real Decreto se modifica la Ley 37/2007 sobre reutilización de la información del sector público, incluyendo nuevos requisitos para los organismos públicos, entre los que se encuentra el facilitar el acceso a los datos de alto valor.  

Los datos de alto valor son aquellos cuya reutilización está asociada a considerables beneficios para la sociedad, el medio ambiente y la economía. Inicialmente, la Comisión Europea destacó como datos de alto valor aquellos pertenecientes a las categorías de datos geoespaciales, ambientales, meteorológicos, estadísticos, relativos a sociedades y de movilidad, aunque estas clases pueden ser ampliadas tanto por, la Comisión como por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a través de la Oficina del Dato. De acuerdo con la Directiva, este tipo de datos “se pondrán a disposición para su reutilización en un formato legible por máquina, a través de interfaces de programación de aplicaciones adecuadas y, cuando proceda, en forma de descarga masiva”. Es decir, entre otras cuestiones, se hace necesario el contar con una API

¿Qué es una API

Una interfaz de programación de aplicaciones o API (la abreviatura en inglés de Application Programming Interfaces) es un conjunto de definiciones y protocolos que permite el intercambio de información entre sistemas. Cabe destacar que existen distintos tipos de APIs en base a su arquitectura, protocolos de comunicación y sistemas operativos. 

Las APIs suponen una serie de ventajas para los desarrolladores, ya que permiten automatizar el consumo de datos y metadatos, facilitan la descarga masiva y optimizan la recuperación de información al admitir funcionalidades de filtrado, ordenación y paginación. Todo ello repercute en un ahorro tanto económico como de tiempo.  

En este sentido, muchos portales de datos abiertos de nuestro país ya cuentan con sus propias APIs para facilitar el acceso a datos y metadatos. En la siguiente infografía puedes ver algunos ejemplos a nivel nacional, autonómico y local, incluyendo información sobre la API de datos.gob.es. La infografía también incluye información breve sobre qué es una API y qué se necesita para poder utilizarlas. 

APIs para el acceso a datos abiertos y/o sus metadatos

Haz clic aquí para ver la infografía en tamaño completo y en su versión accesible

Estos ejemplos ponen de manifiesto el esfuerzo que los organismos públicos de nuestro país están haciendo para facilitar el acceso a la información que custodian de forma más eficiente y automatizada, con el fin de impulsar la reutilización de sus datos abiertos.  

En datos.gob.es contamos con una Guía práctica para la publicación de datos abiertos usando APIs donde se detallan una serie de pautas y buenas prácticas para definir e implementar este mecanismo en un portal open data. 


Contenido elaborado por el equipo de datos.gob.es.

calendar icon
Blog

Diariamente en el mundo, se generan grandes cantidades de datos que constituyen un potencial increíble para la creación de conocimiento. Muchos de estos datos son generados por organizaciones que los ponen a disposición de los ciudadanos.

Es recomendable que la publicación de estos datos en portales de datos abiertos, como el de datos.gob.es, siga los principios que caracterizan el Open Goverment Data desde sus orígenes, es decir, que los datos sean completos, primarios, en tiempo, accesibles, legibles por máquinas, no discriminatorios, en formatos libres y con licencias abiertas.

Para cumplir con estos principios y garantizar la trazabilidad de los datos, es muy importante su catalogación y para ello hay que conocer su ciclo de vida.

Ciclo de vida de los datos

Cuando hablamos de “ciclo de vida del dato” nos referimos a las diferentes etapas por las que pasa un dato desde su nacimiento hasta el fin. El dato no es un activo estático durante su ciclo de vida, sino que pasa por distintas fases, como recoge la siguiente imagen.

Fuente:El ciclo de Vida del Dato, @FUOC, Marcos Pérez. PID_00246836.

Dentro de las administraciones, se crean nuevas fuentes de datos continuamente, y es necesario mantener un registro que permita documentar los flujos de información a través de los distintos sistemas dentro de las organizaciones. Para ello, necesitamos establecer lo que se conoce como trazabilidad del dato.

La trazabilidad del dato es la capacidad de conocer todo el ciclo de vida del dato: la fecha y hora exacta de extracción, cuándo se produjo su transformación, y cuándo se cargó desde un entorno fuente a otro destino. A este proceso se le conoce como Data Linage.

Y para conocer cómo se ha comportado el dato durante su ciclo de vida, necesitamos una serie de metadatos.

Hablemos de los metadatos

La definición más concreta sobre los metadatos es que son los datos acerca de los datos y sirven para suministrar información sobre los datos que queremos usar. Los metadatos consisten en información que caracteriza datos, describe su contenido y estructura, las condiciones de uso, su origen y transformación, entre otra información relevante. Por ello son un elemento fundamental para conocer la calidad de los mismos.

La etimología del término metadatos también nos pone sobre la pista de su significado. Del griego meta, "después de" y de "data" plural del latín datum "datos”, literalmente significa "más allá de los datos", aludiendo a datos que describen otros datos.

Según el framework de trabajo DMBOK2 de la organización DAMA Internacional, existen tres tipos de metadatos:

  • Metadatos técnicos: como su nombre indica, proporcionan información sobre detalles técnicos de los datos, los sistemas que los almacenan y los procesos que los mueven entre sistemas.
  • Metadatos operacionales: describen detalles del procesamiento y acceso a los datos.
  • Metadatos de negocio: se enfocan principalmente en el contenido y la condición de los datos e incluyen detalles relacionados con la gobernabilidad de los datos.

Como ejemplo, los conjuntos de metadatos que necesitamos para la catalogación y  descripción de datos están recogidos en la Norma Técnica de Interoperabilidad (NTI) de Reutilización de recursos de la información y, entre otros, contienen:

  • Título o denominación del conjunto de datos.
  • Descripción que detalla aspectos relevantes del contenido de los datos.
  • Organismo que publica los datos. Por ejemplo, Ayuntamiento de Madrid.
  • Temática, que debemos seleccionar de la taxonomía de sectores primarios.
  • Formato del set de datos.
  • Conjunto de etiquetas que mejor describa el dataset para facilitar su descubrimiento.
  • Periodicidad de actualización de la información.

Además, si la norma de referencia para describir metadatos permite incluir propiedades para ello, se puede agregar la siguiente información, aunque no los recoja la NTI:

  • Si existen datos que han sufrido transformaciones, se deben comentar que métrica se ha utilizado.
  • Indicador sobre la calidad de los datos. Se puede definir utilizando el vocabulario diseñado para tal fin, Data Quality Vocabulary (DQV)
  • Trazo del linaje de los datos, es decir, como un árbol genealógico de los datos donde se explica de dónde viene cada fuente.

El beneficio de catalogar

Como hemos visto, gracias a la catalogación por medio de metadatos se proporciona información al usuario de los datos sobre dónde se han creado, cuándo se han creado, quién los ha creado, y cómo se han transformado cuando son objeto de flujos de información entre sistemas estando sujetos a operaciones extracción, transformación y carga.

De esta manera, estamos proporcionando una información muy valiosa para el usuario sobre cómo se ha obtenido el resultado final y así garantizar que se tiene la traza completa del dato objeto de reutilización.

En concreto, una correcta catalogación nos ayuda a:

  • Aumentar la confianza en los datos, proporcionando un contexto de los mismos permitiendo además medir su calidad.
  • Aumentar el valor de los datos estratégicos, como por ejemplo a través de los datos maestros que caracterizan a los datos transaccionales.
  • Evitar el uso de datos desactualizados o que ya han llegado a la fase final de su ciclo de vida.
  • Reducir el tiempo que invierte el usuario en investigar si los datos que necesita cumplen con sus requisitos.

El éxito de un portal de datos abiertos se encuentra en poseer unos datos bien descritos y fiables, ya que éstos constituyen un activo informacional muy importante para la generación de conocimiento. El buen gobierno de los datos debe garantizar que los datos empleados para tomar decisiones sean verdaderamente fiables y para ello, una adecuada catalogación es esencial. La catalogación de los datos proporciona respuestas y ofrece una mayor interpretabilidad de los datos, de modo que se pueda entender qué datos son los mejores para incorporar a mi análisis informacional.


Contenido elaborado por David Puig, Graduado en Información y Documentación y responsable del grupo de trabajo de Datos Maestros y de Referencia en DAMA ESPAÑA.

Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.

calendar icon
Blog

Los datos de investigación son muy valiosos, y su acceso permanente es uno de los mayores retos para todos agentes involucrados en el mundo científico: personal investigador, organismos de financiación, editores e instituciones académicas. La conservación a largo plazo de los datos y la cultura del acceso abierto son fuente de nuevas oportunidades para la comunidad científica. Son cada vez más las universidades y centros de investigación que ofrecen repositorios con los datos de sus investigaciones, permitiendo el acceso permanente a los mismos. Así, debido a los requisitos de cada disciplina académica, los repositorios existentes son muy variados.

El personal investigador se enfrenta día a día a este universo de múltiples repositorios, herramientas, formatos… en los que consultar los datos deseados sin una guía o pauta supone muchos recursos de tiempo y esfuerzo. Re3data.org es un registro internacional de repositorios de datos de investigación (Registry of Research Data Repositories) donde se recopilan metadatos de los repositorios especializados en almacenar datos procedentes de investigación. Gracias a este trabajo de compilación, el personal investigador, las organizaciones financiadoras, bibliotecas y editores pueden buscar y visualizar los principales repositorios de datos de investigación, siendo posible realizar búsquedas y vistas facetadas por disciplina, materia, país, contenidos, formatos, licencias, idioma, etc.

El registro re3data.org nació como un proyecto conjunto de varias organizaciones alemanas, financiado por la Fundación Alemana de Investigación (DFG). El lanzamiento oficial se produjo en mayo del 2013 y posteriormente se integró el catálogo DataBib para evitar la duplicación y confusión por la existencia de dos registros similares paralelos. El proyecto de unificación estuvo auspiciado por DataCite, una organización internacional sin ánimo de lucro cuyo objetivo es mejorar la calidad de las citas de datos. Además, re3data.org colabora con otros proyectos de Ciencia Abierta como BioSharing u OpenAIRE.

Múltiples editores, instituciones de investigación y organizaciones financiadoras hacen referencia al registro re3data.org en sus políticas editoriales o directrices, como la herramienta idónea para la identificación de repositorios de datos. Uno de los ejemplos más destacables es la Comisión Europea (junto con Nature y Springer), ya que la menciona en el documento “Directrices para las reglas sobre acceso abierto de publicaciones científicas y acceso abierto de los datos de investigación en el programa Horizon 2020” (Guidelines to the Rules on Open Access to Scientific Publications and Open Access to Research Data in Horizon 2020).

Actualmente, los metadatos de los repositorios que se almacenan son aquellos que se encuentran enumerados en la versión 3 del “Esquema de metadatos para la descripción de repositorios de datos de investigación” (Metadata Schema for the Description of Research Data Repositories).

El registro identifica y enumera cerca de 2.000 repositorios de datos de investigación, lo que hace al re3data.org el más grande y completo de los registros de repositorios de datos disponibles en la web. Su crecimiento ha sido constante desde su lanzamiento, cubriendo una amplia gama de disciplinas.

En lo referente a España, y a fecha de 1 de diciembre de 2017, se catalogan 23 repositorios de datos de investigación en los que participa España.

La promoción de la ciencia abierta, la cultura del intercambio, la reutilización de información y el acceso abierto se encuentra en los cimientos del proyecto re3data.org. Y sobre esos cimientos sólidos la herramienta sigue y sigue aumentando los metadatos recopilados, y por ende la visibilidad de los datos de investigación. Seguir trabajando en incrementar esta visibilidad y potenciar la ciencia abierta no sólo es fundamental para garantizar el trabajo investigador basado en los hitos anteriores, sino que permite expandir exponencialmente los horizontes de la labor científica.

 
calendar icon
Evento

 

El próximo 7 de octubre, bajo el marco del Proyecto HOMER, tendrá lugar en Bruselas la Conferencia “El Futuro del Open Data en la Agenda Digital europea” donde se debatirá los retos a los que se enfrentará el sector de datos abiertos en el futuro así como los resultados obtenidos hasta la fecha.

El encuentro contará con cuatro charlas de especialistas europeos en materia de apertura de la información, quienes hablarán de las expectativas de la Comisión Europea sobre el sector open data en la estrategia TIC para impulsar el mercado digital y utilizar las tecnologías de la información para el beneficio de la ciudadanía. A su vez, se mostrará el papel que juegan los datos abiertos en las Smart Cities y se presentarán herramientas que ayuden en la armonización de los datos en Europa.

En paralelo, se celebrarán mesas redondas donde diferentes expertos discutirán aquellos aspectos relacionados con la homogeneización del open data: identificación de futuros retos y soluciones adoptadas para casos reales del proyecto HOMER. Como resultado, se creará un documento donde se recojan los siguientes asuntos:

  • Armonización de metadatos: experimentos con DCAT, CKAN, HOMER y el portal data.gouv.fr.
  • Armonización de prácticas legales: comparativa de licencias y licencias para datos reutilizados.
  • Previsiones del sector open data en Europa. 
calendar icon