España continúa avanzando en materia de datos abiertos. Así lo corrobora la última edición del Índice de Datos Abiertos, Útiles y Reutilizables (Open, Useful and Re-usable data), también conocido como OURdata Index. Este informe es elaborado de forma periódica por la OCDE, con el fin de evaluar los esfuerzos realizados por los distintos gobiernos a la hora de diseñar e implementar políticas nacionales de datos abiertos.
Lanzado por primera vez en 2015, el Índice contó con dos ediciones posteriores publicadas en 2017 y 2019. En esta cuarta edición se ha producido un cambio de metodología, lo cual no hace posible comparar los resultados con los de ediciones previas.
Para realizar el análisis, se recopilaron datos relativos a las políticas efectuadas por 40 países en el periodo de 2020-2021. Se trata de un periodo marcado por la pandemia de COVID-19, que ocasionó una situación excepcional en todo el mundo y puso de manifiesto la necesidad por parte de los gobiernos de garantizar el acceso a datos de alta calidad, para fomentar la resiliencia y facilitar respuestas conjuntas de toda la sociedad ante una crisis.
El informe final se publicará durante el segundo trimestre de 2024. No obstante, la OCDE ha hecho público un resumen donde ya se recogen algunas de las principales conclusiones del estudio.
España se sitúa entre los líderes mundiales
De acuerdo con el estudio, España ocupa la quinta posición en materia de datos abiertos, solo por detrás de Corea del Sur, Francia, Polonia y Estonia, tal y como recoge la siguiente gráfica.
El informe evalúa tres pilares y nueve subpilares, todos los cuales tienen el mismo valor en la puntuación final:
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Disponibilidad de datos: este indicador mide hasta qué punto los gobiernos han adoptado e implementado requisitos formales para la publicación de datos abiertos. También evalúa si los distintos actores implicados en el proceso de publicación de datos (stakeholders) están llevando a cabo alguna tarea para identificar la demanda de datos en general y la disponibilidad de conjuntos de datos de gran valor, en particular. En este sentido, hay señalar que, aunque el informe habla de datos de gran valor (high value datasets), no se trata del mismo concepto de datos de alto valor que maneja la UE. En el caso de la OCDE, se tienen en cuenta también otras categorías de gran impacto como sanidad, educación, crímenes y justicia o finanzas públicas, entre otros. El detalle de las categorías que se tienen en cuenta está indicado en el anexo del informe.
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Accesibilidad de los datos: este indicador evalúa si los conjuntos de datos de gran valor gubernamentales se proporcionan en formatos abiertos y reutilizables, actualizados, con una buena calidad de metadatos y a través de interfaces de programación de aplicaciones (API). También analiza la participación de distintos actores en el portal central de datos abiertos y en la mejora de la calidad de los datos.
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Apoyo gubernamental a la reutilización de datos: este indicador estudia hasta qué punto los gobiernos desempeñan un papel proactivo en la promoción de la reutilización de los datos públicos abiertos, dentro y fuera de la administración.
Teniendo en cuenta estos indicadores, España se encuentra en el grupo de “países líderes”. Estos países demuestran un enfoque integral de las iniciativas de datos abiertos y, en general, obtienen buenos resultados en todos los aspectos. En el caso concreto de España, destaca a la hora de impulsar la reutilización de datos, donde se sitúa en segundo lugar. Se ha tenido en cuenta cómo desde el ámbito gubernamental se conciencia a las empresas y a la sociedad civil sobre las oportunidades que ofrecen los datos públicos abiertos, participando en asociaciones y eventos de creación conjunta para estimular la reutilización de datos. También se destaca la disponibilidad de iniciativas de concienciación y capacitación para funcionarios públicos en materia de publicación de datos abiertos, análisis y reutilización, así como los esfuerzos para llevar a cabo evaluaciones del impacto de los datos públicos abiertos y la presentación de ejemplos de reutilización.
Por el contrario, se sitúa en decimoprimera posición en accesibilidad de datos en general, aunque sube hasta la sexta si hablamos de datos de gran valor. Por último, nos situamos en el sexto puesto en materia de accesibilidad.
Conclusiones generales
El informe incluye una serie de conclusiones generales de todos los países. De acuerdo con el estudio, sólo el 48% de los conjuntos de datos de gran valor están disponibles como datos abiertos en los países de la OCDE. Aunque la pandemia COVID-19 influyó positivamente en la publicación de datos sanitarios abiertos, sólo el 43% de los conjuntos de datos de esta categoría están disponibles en la actualidad. Por tanto, se anima a la colaboración entre los agentes de la sanidad pública y la privada para fomentar la publicación de estos datos de manera sistemática a escala nacional.
Los resultados también indican que los países deberían dar prioridad a la publicación de datos abiertos en ámbitos como la contratación pública, los presupuestos públicos y las actuaciones de grupos de presión, así como impulsar aquellos relacionados con la agenda verde, destacando los relacionados con la observación de la Tierra, el medio ambiente y los datos meteorológicos. Además, se debería considerar la posibilidad de poner a disposición de todos los ciudadanos los registros de empresas y los datos de propiedad de las mismas como datos abiertos.
En el lado contrario de la balanza, existe una gran disponibilidad de datos estadísticos y geoespaciales.
En general, los países de la OCDE han mejorado la calidad de los datos gubernamentales abiertos, una cuestión importante que también afecta a los recientes avances en Inteligencia Artificial (IA). El panorama en evolución de las aplicaciones de IA hace necesario garantizar la calidad de los datos, prestando especial atención a la calidad de los metadatos y el acceso a través de APIs.
En definitiva, el informe resalta la importancia de los datos públicos abiertos para la democracia en la era digital, así como a la hora de impulsar la innovación, tanto en el sector público como el privado.
El Portal europeo de datos, data.europa.eu, acaba de hacer público su Data Maturity Index, un índice donde cada año se evalúa el nivel de madurez de los países europeos en materia de datos abiertos. Para su elaboración, se ha realizado una encuesta de evaluación que ha sido completada por 35 países, incluidos los 27 Estados miembros de la Unión Europea, tres países de la Asociación Europea de Libre Comercio (Islandia, Noruega y Suiza) y cinco países candidatos (Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Albania, Serbia y Serbia y Ucrania)
En la edición de este año, España obtiene una calificación del 95% sobre 100%. Con ello se coloca en la quinta posición general y en la cuarta si se tienen en cuenta únicamente los países miembro de la Unión Europea (EU27). Este dato supone una mejora de tres puntos porcentuales con respecto a su calificación del pasado año y la sitúa 12 puntos por encima de la media de la EU27 (83%).
Las primeras posiciones del ranking las ocupan Francia, Polonia, Ucrania y Estonia.
Por encima de la media de la UE27 en todas las dimensiones analizadas
El índice se acompaña de un informe donde se recoge el análisis realizado y se muestra una visión general de las buenas prácticas aplicadas en Europa. En el caso de España, se encuentra por encima del promedio de la UE-27 en los cuatro indicadores analizados:
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Política, centrado en las políticas de datos abiertos de los distintos países. En él se analiza la existencia de modelos de gobernanza nacional para la gestión de datos abiertos y las medidas que se han aplicado para implementar las estrategias existentes. Es el indicador en el que España obtiene una mayor puntuación, con un 99% frente al 89% de la UE27. El informe destaca cómo la estrategia nacional de datos abiertos del país ayuda a promover la apertura de la información pública a través de acciones innovadoras y estructuradas en colaboración con socios públicos y privados. Entre otras cuestiones, la estrategia incluye el objetivo de identificar modelos de negocio y casos de éxito empresarial para compartir prácticas exitosas. El informe también resalta la existencia de diversas estrategias digitales que complementan las políticas específicas sobre datos abiertos, como la estrategia nacional de inteligencia artificial, que incluye disposiciones relacionadas con la disponibilidad de datos abiertos para el funcionamiento y la formación de sistemas de inteligencia artificial.
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Impacto, que analiza las actividades realizadas para supervisar y medir tanto la reutilización de datos abiertos como el impacto creado por dicha reutilización. De manera tradicional, esta ha sido la dimensión menos madura de toda Europa. No obstante, España obtiene una puntuación de 96% frente al 77% de la UE27. Los mejores resultados se consiguen en la medición de impacto de casos de uso de datos abiertos en los sectores de medio ambiente, economía y política.
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Portal, enfocada en evaluar las funcionalidades de la plataforma nacional que permiten a los usuarios acceder a los datos abiertos y ayudan a impulsar la interacción dentro de la comunidad. Con un 96% frente al 85% de la EU27, España destaca en el uso de herramientas analíticas para conocer el comportamiento del usuario, y en la implementación de estrategias para garantizar la sostenibilidad del portal y el aumento de su visibilidad, incluyendo la presencia en las redes sociales. También se resalta la existencia de un área privada que permite a los editores actuar en función del feedback recibido.
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Calidad, que examina los mecanismos para garantizar la calidad de los (meta)datos. Aquí España obtiene un 88% frente al 82% de la UE27. La puntuación de España está impulsada por el cumplimiento de la norma DCAT-AP (ofreciendo materiales didácticos para publicadores), la existencia de un planteamiento sistemático para garantizar que los metadatos estén actualizados y la amplia gama de datos ofrecidos, tanto históricos como actuales.
El informe también mide cómo están avanzando los países de la EU27 en la aplicación del Reglamento de ejecución sobre conjuntos de datos de gran valor. En este apartado, España se encuentra en novena posición, con un 68% de ejecución. En general, los Estados miembros están haciendo más progresos en los conjuntos de datos geoespaciales y estadísticos. También se está avanzando en los requisitos técnicos y jurídicos subyacentes.
Recomendaciones generales
El informe recoge una serie de recomendaciones para España, entre otros países, que incluyen fomentar el desarrollo de iniciativas a nivel local y regional, impulsando una mejor coordinación entre equipos, y activar la red de responsables de datos abiertos para que pongan en marcha actividades de seguimiento dentro de sus organizaciones. También se hace hincapié en la necesidad de promover los cursos de datos abiertos existentes e impulsar nuevos materiales formativos, prestando especial atención a desarrollar conciencia estratégica sobre la reutilización y el impacto de los datos abiertos.
De manera general, el informe pone de manifiesto el buen avance en materia de datos abiertos en toda Europa. Aunque existen áreas de mejora, el panorama open data europeo se va consolidando, con España en las primeras posiciones de la tabla.
En 2024, las nuevas oleadas de aplicación de la estrategia europea de datos plantearán a los equipos nacionales nuevos retos. Por un lado, estos deberán redoblar sus esfuerzos para informar a los ciudadanos de las nuevas fuentes de datos surgidas a raíz de iniciativas como la Ley de Gobernanza de Datos y los espacios de datos. En este sentido, será necesaria la coordinación entre las nuevas figuras surgidas de dichos desarrollos legislativos y el tradicional mundo de los datos abiertos, potenciando las evidentes sinergias entre ambos para impulsar la economía del dato y colectivizar el valor generado.
Como todos los años, el Portal Europeo de Datos Abiertos acaba de publicar los resultados de su informe Open Data Maturity 2022. Se trata de un estudio que evalúa la madurez de los países europeos en el ámbito de los datos abiertos y ofrece una visión general de las buenas prácticas aplicadas en Europa, las cuales pueden transferirse a otros contextos nacionales y locales. En el estudio participan tanto los estados miembros de la Unión Europea (EU-27) como otros países de la región.
España ha alcanzado una puntuación del 92%, trece puntos por encima de la media de la EU27. Con esta puntuación se sitúa en el grupo de cabeza. El primer puesto ha sido para Francia, seguida de Ucrania y Polonia.
España está por encima de la media europea en los 4 indicadores analizados
El informe mide la madurez en relación con cuatro dimensiones de los datos abiertos:
- Política, centrado en las estrategias de datos abiertos de los distintos países.
- Impacto, donde se analizan las actividades realizadas para supervisar y medir la reutilización de datos abiertos y su impacto.
- Portal, enfocada en evaluar las funciones y características de la plataforma nacional que permite a los usuarios acceder a los datos abiertos e impulsar la interacción dentro de la comunidad.
- Calidad, que examina los mecanismos para garantizar la calidad de los (meta)datos.
En las cuatro categorías, España se sitúa por delante de la media de la EU27, destacando especialmente en el apartado de política. Algunos de los aspectos que el informe destaca de nuestro país son los mecanismos abiertos para comunicar e interactuar desde datos.gob.es con la comunidad de datos abiertos, el uso de cuadros de mando para monitorizar el uso de los datasets o algunos ejemplos de casos de uso concretos, como el Visor de escenarios de cambio climático o Gijón en un clic.
Con esta puntuación, España se encuadra dentro del denominado grupo de prescriptores (Trend setters en inglés). Los países que pertenecen a este grupo destacan por su fuerte compromiso con los datos abiertos, que se manifiesta en una estrategia avanzada, plataformas más maduras y en una metodología activa para la medición del impacto de los datos abiertos.
3 tendencias clave en Europa
El análisis de este año destaca tres tendencias a nivel europeo:
- Los Estados miembros de la UE se están preparando para la implementación de la regulación de los conjuntos de datos de alto valor. La Directiva 2019/1024 destacaba, entre otras cuestiones, un régimen específico para los llamados datos de alto valor, es decir, aquellos cuya reutilización está asociada a considerables beneficios para la sociedad, el medio ambiente y la economía. Aunque todavía no se ha hecho público su reglamento de aplicación, el 96% de los Estados miembros de la UE ya está trabajando en la identificación de datos de alto valor, especialmente en las categorías de datos estadísticos, geoespaciales, de observación de la Tierra y del medio ambiente, y meteorológicos. Además, el 85% ya se está preparado para supervisar y medir su nivel de reutilización y el 63% para garantizar su interoperabilidad con los conjuntos de datos disponibles de otros países. España no es una excepción y se encuentra entre los países más avanzados en esta materia.
- Medir el impacto de los datos abiertos es una prioridad para los Estados miembros de la UE, pero también un gran reto. Los países siguen interesados en comprender y captar la reutilización de los datos abiertos y la creación de valor, pero la recopilación de datos sobre el impacto creado continúa siendo complicada, sobre todo en el ámbito económico.
- En un mundo post-pandémico, los países europeos se enfrentan a nuevos y viejos retos comunes. El impacto de la guerra en Ucrania ha afectado a todos los países, tanto social como económicamente. Los datos abiertos se han puesto de manifiesto como un mecanismo para ayudar a los refugiados o mejorar la gestión energética. Otros retos comunes resaltados en el informe son la falta de recursos y personal cualificado o la dificultad de coordinarse entre los distintos niveles de la administración, entre otros.
Recomendaciones para seguir avanzando en materia de datos abiertos
El informe finaliza con una serie de recomendaciones por grupos de países. En el caso de los prescriptores de datos abiertos, el grupo al que pertenece España, el informe recomienda enfocarse en mantener el ecosistema actual, experimentar y compartir los conocimientos.
En concreto se debe poner el foco en mejorar y consolidar los ecosistemas de datos abiertos mediante el desarrollo de comunidades temáticas de proveedores y reutilizadores. También se recomienda colaborar con data.europa.eu, otros equipos nacionales de datos, universidades e instituciones de investigación para desarrollar un marco experimental de evaluación del impacto.
Entre las cuestiones a priorizar, destacan los conjuntos de datos de alto valor, en base a lo indicado previamente en la Directiva 2019/1024. Además de prepararse para el Reglamento de Gobernanza de Datos, evaluando las opciones existentes para ampliar los portales y que asuman el papel de registro público para aquellas organizaciones ligadas a la cesión altruista de datos.
Puedes leer el informe completo a través de este enlace.
Desde 2014, la Comisión Europea realiza el seguimiento de los avances digitales de los Estados miembros a través del índice de Economía y Sociedad Digital DESI, que se publica de manera anual. Para ello lleva a cabo el análisis de cuatro indicadores del rendimiento digital: capital humano, conectividad, integración de la tecnología digital y servicios públicos digitales.
En la edición de este año, España se sitúa en la séptima posición, mejorando dos puestos con respecto a 2021. Se ha pasado de una puntuación de 57,4% a 60,8%, lo que supone un crecimiento de casi un 6% (la media de la UE ha crecido un 3% en el mismo periodo). Con ello, España se posiciona por delante de países como Alemania, Francia o Italia. A la cabeza de los 27 encontramos a Finlandia, Dinamarca y Países bajos.
Cabe destacar que el índice DESI 2022 está basado, principalmente en datos de 2021. De manera global, durante la pandemia de COVID-19, los Estados miembros han avanzado en sus esfuerzos de digitalización, gracias en parte a la oportunidad que han supuesto los recursos destinados por Europa a través del plan de recuperación NextGenerationEU. No obstante, todavía existen retos generales, relacionados con las brechas en las competencias digitales, la transformación digital de las PYME y el despliegue de las redes 5G avanzadas.
El avance digital en España
España se sitúa por encima de la media Unión Europea en las cuatro categorías analizadas:
- Capital humano. España mejora dos posiciones con respecto a 2021 y se sitúa en décima posición. Destaca principalmente en habilidades digitales básicas, mientras que solo está por debajo de la media de la UE en la proporción de especialistas y de titulados en tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El informe resalta que varias de las medidas esbozadas en el Plan nacional de Recuperación y Resiliencia buscan impulsar la adquisición de habilidades digitales, especialmente para los empleados de las pymes.
- Conectividad. España es uno de los líderes de la UE en cuanto a la conectividad, donde ocupa el tercer puesto por segundo año consecutivo. Nuestro país tiene un rendimiento especialmente bueno en la cobertura de la red fija de muy alta capacidad (94% en comparación con el 70% de la media europea), aunque aún tiene margen de mejora en la cobertura 5G. En este sentido, se están llevando a cabo reformas e inversiones estratégicas en el marco del Plan nacional de Recuperación y Resiliencia con el fin de alcanzar los objetivos de conectividad de la Década Digital y reducir la brecha digital entre las zonas urbanas y rurales.
- Integración de la tecnología digital. Es el área donde más se ha avanzado, con una mejora de cinco posiciones. Actualmente España se sitúa en el puesto undécimo. Destaca especialmente en el porcentaje de pymes con un nivel básico de intensidad digital y que utilizan las redes sociales, medios de venta online y sistemas electrónicos de intercambio de información. En el uso de inteligencia artificial nos situamos en la media europea. Por el contrario, aún están poco extendidas tecnología como la nube o los análisis Big Data. Para mejorar estas capacidades, se necesitan profesionales con competencias digitales, algo que ayudará a impulsar el Plan de Digitalización de las Pymes 2021-2025.
- Servicios públicos digitales. España, que ha sido tradicionalmente pionera en este campo, se sitúa en el puesto cinco, dos por encima de 2021. Una de las áreas donde se obtiene un mejor rendimiento es en los datos abiertos, donde se sitúa en tercer lugar, muy por encima de la media europea (95% vs 81%). Además, el informe destaca cómo nuestro país está desarrollando de forma proactiva nuevos servicios para responder a las necesidades de los ciudadanos en ámbitos como la salud, la identificación digital, la ciberseguridad, las aplicaciones móviles y la integración de la IA en el sector. Algunos ejemplos de proyectos en los que España está participando son Genome of Europe y European Self Sovereign identity (ESSIF).
Si quieres profundizar en el análisis de los resultados de España y del resto de países europeos en el índice DESI, puedes descargarte los informes por país en esta página web. Además, el portal de la Administración electrónica de España pone a disposición de los usuarios diversos materiales de utilidad, divididos por años.
Women in Digital (WiD) Scoreboard
Junto al índice DESI, la UE también ha publicado la edición de 2022 de la iniciativa “Women in Digital (WiD) Scoreboard”, un cuadro de indicadores que evalúa el desarrollo digital de la mujer y su inclusión en ámbitos como el empleo y el emprendimiento digital.
En este ranking, España se sitúa en octava posición, superando también la media de la Unión Europea (64,2% frente a 54,9%). Las mujeres españolas destacan especialmente en habilidades en el uso de internet, donde se sitúan en cuarta posición con respecto a las europeas.
Todos estos datos muestran cómo España continúa avanzando en materia digital. Aunque aún hay áreas de mejora, se espera que la inversión procedente del Plan de Recuperación y Resiliencia de España continúe impulsando el progreso, principalmente en áreas como la digitalización de las empresas, el refuerzo de las competencias digitales de la población, la mejora de la conectividad digital y la digitalización de las administraciones públicas. Todo ello sin dejar de lado el apoyo a la investigación y el desarrollo (I+D) relacionado con el ámbito digital.
Por séptimo año consecutivo, el Portal Europeo de Datos ha presentado su Open Data Maturity assessment. Se trata de un informe que analiza una serie de indicadores para medir la madurez de los datos abiertos en toda Europa, con el fin de comprender el progreso de cada país, realizar comparaciones y encontrar áreas de mejora.
Este año, España se sitúa en la tercera posición con una puntuación del 95%, 14 puntos por encima de la media europea (81%). El primer lugar lo ocupa Francia (98%), seguida de Irlanda (también con un 95%).
España, por encima de la media europea en todas las categorías analizadas
Como todos los años, el informe mide 4 categorías:
- Política, centrada en la existencia de políticas y estrategias específicas para fomentar los datos abiertos a nivel nacional.
- Impacto, que analiza las actividades de monitorización y medición de la reutilización de los datos abiertos.
- Portal, que evalúa las funciones existentes en la plataforma nacional (en el caso de nuestro país, datos.gob.es) para acceder a los datos abiertos e interactuar con la comunidad.
- Calidad, que estudia los mecanismos que garantizan la calidad de los (meta)datos.
España se sitúa por delante de Europa en todas las categorías:
En total, la puntuación de España ha crecido un punto porcentual con respecto a 2020, cuando se situaba en el 94%. Destaca especialmente en la categoría de impacto, donde se sitúa en primera posición con el 100% de la puntuación. El informe subraya cómo desde la Iniciativa Aporta se realiza de manera anual una encuesta nacional para conocer el control sobre el uso de los datos por parte de los diversos organismos públicos, tanto nacionales como regionales y locales. También se resaltan las colaboraciones que desde las instituciones se llevan a cabo con universidades, como el convenio adoptado por el Gobierno Valenciano con todas las universidades públicas de la Comunidad para trabajar juntos en actividades de formación e investigación ligadas con la transparencia y los datos abiertos.
Nuestro país continúa en el grupo de prescriptores de datos abiertos
Como parte del análisis, el Portal Europeo agrupa a todos los países participantes en cuatro grupos basados en la evaluación de la madurez de los datos abiertos durante 2021. Con su puntuación, España continúa situándose en el grupo de cabeza del open data en Europa, llamado trend-setters (“marcadores de tendencias”). El grupo con los mejores resultados lo completan Francia, Irlanda, Polonia, Estonia y Ucrania.
Estos países se caracterizan por contar con una avanzada política de datos abiertos y una plataforma con una amplia gama de funciones para dar respuesta a las necesidades de los usuarios y editores avanzados. También son países en los que existen iniciativas para garantizar la publicación de datos de alta calidad y el cumplimiento con el perfil de catalogación europeo de datos abiertos DCAT-AP, y en los que se han puesto en marcha comunidades en torno a la reutilización de los datos. Por último, se resalta que existen metodologías establecidas para evaluar el impacto de los datos en los distintos ámbitos.
Aumenta la puntuación media de Europa
En 2021, la puntuación media relativa a la madurez de los datos abiertos de los países de la UE27 es del 81%, lo que supone un aumento de tres puntos porcentuales en comparación con 2020.
El informe resalta tres tendencias que se observan en el conjunto de los países analizados:
- Los Estados miembros están actualizando sus políticas para incorporar la Directiva de Datos Abiertos a su legislación nacional. Cada vez son más los países que llevan a cabo el proceso de transposición. En el caso de España, se incluyó en el Real Decreto-ley 24/2021, aprobado el pasado 2 de diciembre por el Congreso. Cabe mencionar que la Directiva de Datos Abiertos todavía requiere la adopción de un futuro reglamento de aplicación por parte de la Comisión Europea, donde se incluya la lista de conjuntos de datos de alto valor a proporcionar de forma gratuita través de APIs.
- La comprensión, el seguimiento y la medición del impacto de los datos abiertos cobran una mayor importancia. La dimensión de impacto es la que mayor crecimiento ha experimentado en el último año, mientras que el indicador de calidad es el menos maduro. En los últimos años, el impacto se ha medido principalmente mediante actividades como el mantenimiento de registros de descargas de los datos o la creación de listas de casos de uso. Este año se ha detectado una clara tendencia a la realización de estudios en profundidad, como la investigación documental o las encuestas, para cuantificar y verificar el impacto de los datos abiertos.
- La pandemia COVID-19 sigue poniendo de manifiesto el valor y el impacto de los datos abiertos. La situación sanitaria ocasionó que el año pasado se resaltara la importancia de recoger sistemáticamente datos y ponerlos a disposición del público de manera actualizada. Este año, los datos disponibles se complementan con estadísticas relacionadas con la vacunación.
Futuras recomendaciones
El informe finaliza con una serie de recomendaciones para cada grupo de países. En el caso de los prescriptores, grupo en el que se encuentra España, se resaltan algunas cuestiones como continuar desarrollando comunidades temáticas de proveedores y reutilizadores, dando prioridad a las categorías de datos de alto valor resaltadas en la Directiva de Datos Abiertos. En este sentido, España avanza con la creación de hubs específicos para diversos sectores como turismo o salud.
Otros ejemplos de recomendaciones son colaborar con otros equipos nacionales e internacionales para desarrollar un marco experimental de evaluación del impacto y con las instituciones académicas para la impartición de cursos y formaciones avanzadas sobre datos abiertos.
Puedes ver el informe completo aquí y la ficha de España en este enlace.
Termina el año, y como es habitual el European Data Portal acaba de publicar su informe Open Data Maturity Report 2020, que mide el progreso realizado por los distintos países europeos en el campo de los datos abiertos. Este año España ha aumentado su puntuación global en un 5% y se mantiene en las posiciones de cabeza, como prescriptor en materia de datos abiertos. En concreto, ocupamos la segunda posición, solo por detrás de Dinamarca.
El informe mide 4 indicadores: política, portal, impacto y calidad. Como se puede ver en la siguiente imagen, España se sitúa por delante de la Unión Europea en todos los indicadores.
- En la dimensión “política”, que analiza el marco político, de gobernanza y nivel de implementación existentes para impulsar la apertura y reutilización de datos a nivel nacional, España ha mejorado su puntuación en un 7%, pasando de un 89% a un 96%. La mayor puntuación la obtenemos en el campo de gobernanza. El informe también destaca cómo la iniciativa "Aporta" define cada año planes de acción específicos. En ellos se tiene en cuenta el fomento de la reutilización de datos tanto por el sector público como por el privado.
- La dimensión “portal” se mantiene igual que el año pasado, con una puntuación del 89%, frente al 79% de la UE27. El EDP destaca que en el portal se utilizan herramientas de vigilancia y análisis para obtener información sobre el comportamiento de los usuarios y se ofrece una API a través de la cual los usuarios avanzados pueden acceder a los metadatos de forma programada. También se destaca que se ha definido una estrategia de sostenibilidad para el portal y se realizan actividades para garantizar su visibilidad.
- La dimensión “impacto” también se mantiene igual, aunque en este caso era imposible crecer porque ya nos situábamos en el 100% en 2019. En esta área es donde más destacados estamos con respecto al resto de Europa, donde el promedio es 72%. El informe muestra que en nuestro país se realiza un seguimiento del impacto de los datos abiertos en el área política, social, medioambiental y económica, y resalta la existencia de los apartados de aplicaciones y empresas reutilizadoras en datos.gob.es donde se recogen números ejemplos.
- La dimensión “calidad” ha sido la que más ha crecido, pasando de un 81% a un 93%. Este indicador analiza las medidas adoptadas para asegurar la recolección sistemática de metadatos de fuentes de todo el país, los metadatos disponibles y el cumplimiento con DCAT-AP, así como la calidad del despliegue de los datos publicados. España obtiene una amplia puntuación en las medidas adoptadas para monitorizar y ayudar a los editores a publicar metadatos de alta calidad.
La puntuación obtenida muestra que seguimos avanzando por el buen camino y nos muestra por donde debemos continuar trabajando, resaltando dos barreras a superar:
- La compleja estructura administrativa, que ocasiona que la gestión de los servicios de producción de datos se comparta entre los diversos niveles de administración existentes (local, regional y central). No obstante, el informe resalta que algunas regiones ya han dado pasos para el desarrollo de sistemas internos que armonicen la gestión de datos en cada una de las instituciones con el fin de asegurar identificadores de recursos uniformes (URI), estructuras de datos uniformes y un vocabulario común para los conjuntos de datos de alto valor de la administración local.
- La necesidad de impulsar la publicación de un mayor número de datos de alto valor. El EDP se basa en los resultados del último informe de caracterización del sector infomediario, donde se indicaba que el 76,2% de las empresas consultadas demandaban este tipo de información, pero también resalta que el crecimiento del catálogo nacional es continuo: entre junio de 2019 y junio de 2020, el número de conjuntos de datos disponibles creció un 19% y la entidades publicadoras un 10%.
La situación en Europa: España continua muy bien posicionada como prescriptora en open data
De manera general, los países europeos están aumentando su nivel de madurez. El promedio ha aumentado 12 puntos porcentuales en comparación con 2019, situándose en un 78% frente al 66% del año anterior. La gran mayoría de los países -en concreto 18- están por encima de la media de la UE27.
El informe resalta una serie de tendencias generales que se han producido en este último año en Europa en el mundo de los datos:
- Se ha detectado un crecimiento general de todos los indicadores, lo que muestra que Europa está bien encaminada hacia el logro de los objetivos establecidos a nivel europeo en relación con los datos abiertos y su disponibilidad. La pandemia mundial puso de manifiesto la importancia de recopilar sistemáticamente los datos y ponerlos a disposición del público. La “política” es la dimensión de datos abiertos más madura, con una puntuación media del 85%, mientras que en la menor puntuación se obtiene en “impacto”.
- A medida que maduran las propuestas de datos abiertos de los países europeos, los publicadores de datos han dejado de centrarse tanto en la cantidad de datos disponibles para poner el foco en garantizar también su calidad e interoperabilidad. De esta forma se busca facilitar el intercambio de datos informatizado dentro y entre países europeos e impulsar su reutilización.
- Cada vez más países se están centrando en la medición sistemática del impacto de los datos abiertos en la sociedad y la economía, aunque todavía no hay un entendimiento compartido de cómo hacerlo mejor. Muchos países europeos, entre los que se encuentra España con experiencias como Aragón Open Data Focus, están llevando a cabo con éxito actividades para comprender y captar el grado en que se reutilizan los datos abiertos y cómo se crea valor, mediante la colaboración con comunidades de reutilizadores. La Comisión Europea tiene previsto elaborar un marco de impacto compartido en los próximos años basados en estas experiencias.
Como todos los años, el informe establece un ranking de países y los divide en 4 categorías: Beginners (principiantes), Followers (seguidores), Fast-trackers (seguidores avanzados) y Trend-setter (creadores de tendencias o prescriptores).
Dinamarca ocupa el primer lugar en la evaluación de este año, mientras que España y Francia mantienen su posición con respecto al año pasado. La categoría de prescriptores la completan Irlanda -que el año pasado ocupaba la primera posición y este año la cuarta-, Estonia, Polonia y Austria.
El informe finaliza con una serie de recomendaciones para los países integrantes en cada una de las categorías del ranking. En el caso de los prescriptores, se resalta la necesidad de desarrollar comunidades temáticas que unan a proveedores y reutilizadores; y de colaborar con otros equipos nacionales de datos abiertos, universidades e instituciones de investigación, y el Portal Europeo de Datos para desarrollar un marco de evaluación de impacto experimental, entre otras cuestiones.
En definitiva, el informe pone de manifiesto el trabajo que realizan todas las administraciones públicas de España a la hora de potenciar la apertura y reutilización de datos del sector público. Un trabajo que continuará durante 2021.
Un año más, el European Data Portal acaba de publicar su informe Open Data Maturity Report 2019, que mide el desarrollo logrado en el campo de los datos abiertos en Europa. Y al igual que en años anteriores, España ocupa la segunda posición, lo que hace que sea prescriptora en materia de datos abiertos.
De acuerdo con el informe, el promedio de madurez de datos abiertos de la EU28 es del 66%, solo un punto porcentual por encima de los datos obtenidos en 2018. En el caso de España, la puntuación obtenida ha sido del 90%, tres puntos más que en 2018 y muy por encima de la media europea. Solo Irlanda, con un 91%, se sitúa por delante de España.
Con esta puntuación, España se encuadra dentro del denominado grupo de prescriptores (Trend setters en inglés), junto con Irlanda y Francia. Los países que pertenecen a este grupo se caracterizan por tener una estrategia avanzada de datos abiertos y un fuerte compromiso con los datos abiertos como activo estratégico para impulsar la transformación digital.
En 2018, este grupo estaba formado por cinco países, pero solo tres han permanecido en 2019. España, al igual que el resto de líderes europeos, ha tenido que mejorar su puntuación para seguir permaneciendo en el grupo de cabeza, que se ha distanciado del resto de territorios de manera notable.
A nivel general, el informe destaca que Europa está entrando en una fase de consolidación, donde el foco se ha pasado de la cantidad a la calidad de los datos publicados. Una vez implementadas políticas y plataformas de datos abiertos, los países europeos están tratando de asegurar el valor de los datos impulsando su reutilización.
España está por encima de la media Europea en los 4 indicadores analizados
Para realizar el informe, el European Data Portal ha analizado 4 indicadores clave: política, portal, impacto y calidad. El crecimiento de España ha venido impulsado por las dimensiones de portal e impacto, como se ve a continuación.
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La dimensión “política” analiza las políticas y estrategias existentes para fomentar los datos abiertos a nivel nacional, así como la existencia de modelos de gobernanza. La puntuación de España en este apartado es del 90% -frente al 74% de la UE-, aunque ha disminuido con respecto a 2018. Esto se debe a que, aunque existen políticas específicas para impulsar los datos abiertos, todavía queda trabajo por realizar para su implementación.
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La dimensión “portal” ha sido la que mayor crecimiento ha experimentado en el último año, pasando de un 78% en 2018 a un 89% en 2019. Esta dimensión se centra en el nivel de madurez de las plataformas de datos abiertos nacionales. Para ello analiza la funcionalidad, el uso (análisis de usuario), la variedad de datos presentados y el enfoque utilizado para garantizar la sostenibilidad de la plataforma.
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La dimensión “impacto”, en la que España ha obtenido la mejor puntuación, valora la existencia de metodologías para monitorear y medir la reutilización y el impacto de los datos abiertos. En este caso, la puntuación obtenida ha sido del 100%, con un crecimiento de 3 puntos con respecto a 2018.
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Por último, la dimensión “calidad”, que explora el nivel de automatización de las plataformas europeas, la precisión y fiabilidad de los datos disponibles y el nivel de cumplimiento en términos del estándar de metadatos DCAT-AP, ha permanecido prácticamente igual que el año pasado: un 77% en 2019 frente a un 78% en 2018.
Recomendaciones para seguir avanzando en materia de datos abiertos
Al igual que en ediciones anteriores, el informe finaliza con una serie de recomendaciones para todos los países de analizados. En el caso de los prescriptores, grupo al que pertenece España, se incluyen, entre otras, las siguientes conclusiones:
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Fomentar ecosistemas de datos temáticos en torno a la categorías temáticas definidas en la reciente Directiva sobre datos abiertos y la reutilización de la información del sector público.
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Impulsar los datos en tiempo real.
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Continuar trabajando para mejorar la calidad de los metadatos y los datos mediante el uso de herramientas (por ejemplo, para la validación de metadatos).
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Trabajar con instituciones académicas para proporcionar cursos avanzados de datos abiertos y capacitación.
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Involucrar a las universidades e instituciones de investigación para desarrollar métricas específicas del país para medir el impacto.
Puedes ver la ficha de España en este enlace y las del resto de los países aquí.
Por cuarto año consecutivo, el European Data Portal ha publicado el informe European Open Data Maturity Landscaping 2018. El estudio recoge la situación actual y el progreso realizado por los distintos países europeos en materia de datos abiertos.
Los responsables del informe han identificado una serie de países con un alto desempeño y un claro enfoque estratégico en materia de datos abiertos, entre los que se encuentra España, ocupando el segundo puesto del ranking por segundo año consecutivo. Las prioridades indicadas por estos países ponen de manifiesto su profunda comprensión de los datos abiertos como activo estratégico para impulsar la transformación digital.
Conclusiones generales
Los resultados generales muestran cierta heterogeneidad tanto en la velocidad de transformación, como en las prioridades de los países analizados en toda Europa. Además, se resalta el liderazgo de unos pocos países europeos, entre los que se encuentra España, a la hora de desarrollar medidas estratégicas para explotar el valor de los datos abiertos.
Este año el informe introduce una mayor granularidad a la hora de evaluar de forma más exigente la madurez de los datos abiertos a nivel de país. Para ello, añade dos nuevas dimensiones de estudio (impacto y calidad) a los indicadores incluidos en las ediciones anteriores (política y portal). Al centrarse en estas cuatro perspectivas, el informe de 2018 permite una comprensión más detallada del esfuerzo y el rendimiento de cada país durante en el último año.
El siguiente gráfico muestra las puntuaciones medias obtenidas por el conjunto de los países europeos en cada una de las dimensiones, las cuales se explican a continuación:
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Política. Este indicador valora la existencia de políticas específicas y mecanismos de coordinación sobre datos abiertos a nivel nacional, así como pautas de licenciamiento. De acuerdo con el estudio, los países europeos (EU28) alcanzan una puntuación de 82% en esta dimensión. Cabe destacar que todos los países de la UE28, excepto Suecia, tienen una política específica de datos abiertos.
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Portal. Esta dimensión analiza la madurez de las plataformas nacionales de datos abiertos, prestando especial atención a su funcionalidad, su uso, la variedad de datos y el enfoque elegido para garantizar su sostenibilidad. En Europa (EU28), el promedio de madurez en esta dimensión es de 63%. Un tercio de los países europeos se encuentran en un nivel avanzado de madurez, mientras que los dos tercios restantes cuentan con un gran margen de mejora.
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Calidad. Esta dimensión explora el nivel de automatización de las plataformas europeos, la precisión y fiabilidad de los datos disponibles y el nivel de cumplimiento en términos del estándar de metadatos DCAT-AP. En el territorio analizado, el nivel de madurez en calidad es del 62%. Solo 7 países superan el 75%.
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Impacto. La dimensión “impacto” analiza los enfoques existentes y la metodología desarrollada a nivel nacional para monitorear y medir la reutilización e impacto de los datos abiertos en cuatro áreas: política, social, ambiental y económica. Esta es la dimensión con mayor margen de mejora, ya que actualmente se sitúa en el 50% de media.
El papel de España
España se encuentra por encima de la media Europea en los cuatro indicadores analizados, con un 93% en política, un 97% en impacto, un 78% en portal y un 78% en calidad. En total, su puntuación es de un 87%, menos de un punto por debajo de Irlanda, que ocupa la primera posición.
El informe agrupa a los países analizados en torno a 4 grupos de madurez: beginners (principiantes), Followers (seguidores), Fast-trackers (seguidores avanzados) y Trend-setter (creadores de tendencias o prescriptores).
España está en el grupo de prescriptores. Este grupo es justamente el que más cambios ha experimentado con respecto al año anterior: en 2017 eran 15 los países que integraban esta categoría y en 2018 sólo permanecen 5, entre ellos España.
En este grupo se encuentran aquellos países que tiene una política avanzada de datos abiertos con un alto nivel de coordinación en todo el país. De acuerdo con el informe, las plataformas nacionales de este tipo de países proporcionan una amplia gama de funcionalidades para satisfacer las necesidades de los editores y los usuarios avanzados. Además, existen iniciativas para promover la publicación de datos de alta calidad y el cumplimiento de DCAT-AP.
Con respecto a la reutilización, en este grupo de países existen ecosistemas de datos abiertos con un alto nivel de interacción enfocados en la reutilización de datos abiertos en áreas temáticas concretas. Además, se realizan actividades para medir su impacto.
Recomendaciones
El informe finaliza con una serie de recomendaciones para los distintos grupos de países que pueden servir como “check-list” para los próximos 12 meses. No hay que olvidar que el informe también sirve como evaluación comparativa, y los países de los estadios más incipientes deben tomar como referencia a los más avanzados para seguir avanzando en su nivel de madurez.
En el caso de los prescriptores como España, el informe incluyen, entre otras, las siguientes recomendaciones (puedes leer las recomendaciones completas en el aquí):
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Enlazar con una mayor variedad de datos en tiempo real. Para ello es necesario poner en marcha mecanismos que incentiven a los publicadores.
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Fomentar la creación de políticas basadas en datos, mediante la difusión de investigaciones que muestren el valor de la reutilización de datos abiertos por parte del propio sector público.
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Colaborar con las instituciones educativas para proporcionar cursos avanzados en materia de datos abiertos.
En definitiva, el informe muestra cómo se puede usar los datos abiertos como un activo estratégico para transformar el mundo en el que vivimos. En España vamos en una buena dirección, pero hay que continuar trabajando para seguir ocupando una posición líder en Europa.
El pasado mes de septiembre se presentó la última edición del Open Data Barometer, realizado por el colectivo World Wide Web Foundation. El informe mide cómo algunos gobiernos, entre los que no se encuentra España, publican y utilizan datos abiertos para facilitar la rendición de cuentas, impulsar la innovación y generar impacto social. Cabe destacar que la edición de este año coincide con el décimo aniversario del desarrollo de los 8 principios del Open Data, fecha que se considera el inicio del movimiento de los datos abiertos.
Para realizar este barómetro se ha analizado 30 gobiernos – aquellos que han adoptado la Carta de los Datos Abiertos o son miembros del G20 adheridos a los Principios de los Datos Abiertos para la lucha contra la Corrupción -, en base a una serie de subíndices que miden el nivel de preparación, implementación e impacto de los datos abiertos en el país. Los resultados de este año muestran que el avance es lento en general. Si bien algunos países continúan experimentando una rápida mejora, el informe muestra que los líderes iniciales, como Reino Unido o Estados Unidos, ya no ocupan las primeras posiciones en el ranking.
Canadá, líder del movimiento open data
El primer lugar del pódium lo ocupa Canadá, que adelanta una posición con respecto a 2017 y supera a Reino Unido. El país americano ha experimentado un progreso continuo durante los últimos años, subiendo 18 posiciones desde la primera edición. Esto se debe al gran respaldo político del que gozan los datos abiertos en el país.
Reino Unido, por el contrario, baja una posición. Aunque en general el gobierno británico ha mejorado sus prácticas de gestión de datos, faltan políticas de impulso y un mayor compromiso con la sociedad civil, algo similar a lo que está experimentando Estados Unidos, que cae hasta la 9 posición.
La nota positiva la ponen México, Corea del Sur, Colombia, Ucrania, Japón y Uruguay, que son los países que más han aumentado su puntuación en los últimos años.
Aunque se han producido avances durante los últimos años, el informe muestra que las iniciativas y proyectos gubernamentales de datos abiertos se encuentran aún en una fase ligada a la experimentación.
De acuerdo con el informe, solo el 19% de todos los conjuntos de datos analizados cumplen los requisitos para ser considerados abiertos, demostrando que los datos abiertos en sentido estricto continúan siendo la excepción. Además, la colaboración entre el gobierno y la sociedad civil se ha estancado, sobre todo en países como Brasil, Italia, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Turquía y Estados Unidos.
Los datos abiertos como norma general
Para continuar avanzando en la escala de madurez, las iniciativas de datos abiertos deben dejar de ser “proyectos aislados” y comenzar a ser “la norma general”. Para ello es necesario elaborar políticas específicas de promoción e invertir en infraestructura técnica y en personal con las habilidades necesarias.
En concreto, el informe recoge 3 recomendaciones fundamentales a aplicar por aquellos países que quieran liderar el movimiento open data:
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Llevar a cabo una “Apertura por defecto”. Los datos deben ser publicados en formatos abiertos directamente en el momento de su creación. Para ello es necesario una base sólida de estrategias, recursos y leyes, así como un cambio cultural.
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Construir y consolidar infraestructuras de datos. Contar con los sistemas de gestión adecuados ayuda a mejorar la calidad de los datos y su interoperabilidad, facilitando y estandarizando la apertura de información pública a lo largo del tiempo.
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Publicar con un propósito. Conocer las necesidades de los usuarios es fundamental para garantizar que estamos proporcionando los datos que necesitan en las condiciones correctas, lo cual facilitará su uso y ayudará a impulsar el ecosistema de datos abiertos. Para ello, es recomendable trabajar en estrecha colaboración con la sociedad civil, a través de grupos cívicos, comunidades de datos, etc.
Después de 10 años de iniciativas de datos abiertos, se ha avanzado significativamente, pero todavía quedan una serie de retos por superar. Con compromiso, políticas y estrategias sólidas, y trabajo en común se podrá avanzar para explotar todo el potencial de los datos abiertos, generando mejoras significativas para todos los ciudadanos.
Si quieres profundizar más en las conclusiones y recomendaciones del Open Data Barometer, este año el informe también está disponible en español.
La semana pasada os hablamos de las actividades que iban a tener lugar durante la Semana de la Administración Abierta, que se realiza a nivel internacional entre el 7 y el 11 de mayo. Uno de los objetivos de esta iniciativa es promover y dar a conocer la apertura de datos a través de acciones de formación, sensibilización y educación.
Los datos abiertos permiten involucrar a los ciudadanos en la vida democrática, facilitando el acceso a información pública, pero también su reutilización para crear servicios de valor para la sociedad. Pero, ¿qué datos son los que más interés despiertan entre los ciudadanos?
Durante el primer trimestre de 2018, los conjuntos de datos incluidos en el portal de datos.gob.es superaron las 65.000 visitas. De todos ellos, los conjuntos que más visitas recibieron fueron los siguientes:
En primer lugar nos centramos en los tres más destacados:
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El primer lugar lo ocupa el Paro registrado por municipios. Este conjunto de datos muestra un desglose del desempleo registrado por los distintos municipios, en base a sexo, tramos de edad y sectores de actividad económica.
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El segundo lugar es para el conjunto de datos Base de datos general de entidades locales, que permite realizar consultas sobre distintos organismos públicos, como diputaciones, ayuntamientos, comarcas, fundaciones, sociedades mercantiles o instituciones sin ánimo de lucro, entre otros. A través de esta base de datos los ciudadanos pueden conocer desde sus competencias y actividades, hasta los recursos que utilizan para financiarse.
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Completa el pódium el Registro de alcaldes, es decir, una base de datos con todos los alcaldes y concejales de los municipios españoles. Este registro incluye información relativa al cargo y al partido al que pertenecen.
No es sorprendente que estos 3 conjuntos de datos aparezcan en primer lugar, ya que están alineados con las principales preocupaciones de los españoles. De acuerdo con el último estudio del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), correspondiente al mes de marzo de 2018, la principal preocupación para un 65,9% de los ciudadanos es el paro, seguido de la corrupción (34,5%) y los políticos (26,0%).
Dado que estos datasets cuentan con una alta frecuencia de actualización y la posibilidad de segmentarse por distintas variables, son una buena opción para ayudar a los usuarios a elaborar sus propios juicios de valor informados en torno a estas temáticas. Además, para que resulte incluso más fácil acceder a esta información, distintas organizaciones, empresas o ciudadanos han utilizado estos conjuntos de datos – y otros de temáticas similares- para crear aplicaciones y herramientas de visualización sencillas e intuitivas, como por ejemplo Mapa del paro, ¿Dónde van mis impuestos? o Gobierno presupuestos municipales.
Además de estos conjuntos de datos, el top 10 lo complementan una serie de datasets que podríamos encuadrar en dos categorías:
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Aquellos conjuntos de datos que resuelven dudas cotidianas de los ciudadanos, como el Servicio de consulta de numeración móvil CNMC, que permite conocer el operador actual al que pertenece un determinado número de móvil, kioscos de la ONCE, que indican el emplazamiento de los distintos espacios de venta de cupones, o el precio del carburante en las gasolineras españolas.
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Aquellos conjuntos de datos que responden a necesidades de colectivos profesionales concretos. Estos datasets son los más habituales a la hora de reutilizar la información para generar aplicaciones profesionales. Es el caso del Sistema de Información Geográfica de Parcelas agrícolas de Castilla-La Mancha (SIGPAC), que ha permitido crear aplicaciones para analizar cómo evoluciona una explotación agrícola. También se encuadran en esta categoría CartoCiudad – de gran utilidad para el sector transporte- o el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), donde se publican los diversos actos jurídicos que afectan a las sociedades.
Todos estos dataset se actualizan de manera periódica, gracias a la implicación de los distintos organismos encargados de su publicación, que velan por su calidad.
En definitiva, el top 10 de conjuntos de datos incluye temáticas muy diversas aunque se podría decir que los sectores de actividad que más interés despiertan entre los reutilizadores son la economía y la política, seguido de actividades como la agricultura, la pesca o el transporte. Todos estos conjuntos de datos buscan ayudar a los ciudadanos a conocer mejor su entorno, para que puedan tomar decisiones y actuar en consecuencia.