Objetivos globales, datos abiertos y estadísticas oficiales

Data da noticia: 04-11-2016

tablet

Hoy en día, las agencias estatales de estadística son, en mayor o menor medida, los organismos públicos responsables de establecer normas, implementar métodos, recopilar, publicar y difundir datos oficiales. De forma paralela, en los últimos años, muchos países se han comprometido, a través de proyectos como IATI (Iniciativa de Transparencia en la Ayuda Internacional) a abrir sus datos y prácticas gubernamentales. No obstante, a pesar de dichos compromisos, todavía existen gobiernos que no han implementado las políticas open data en todos sus servicios. De hecho, muchos sistemas estadísticos rehúsan publicar su información en abierto a pesar de su valor y las grandes ventajas que la apertura de los datos supondría para el conjunto del país.

En este contexto, durante la pasada Conferencia Internacional de Datos Abiertos tuvo lugar la sesión Open Data y Agencias Estatales de Estadística: experiencias y oportunidades, un panel concebido para reunir a las comunidades de datos abiertos y de datos estadísticos y debatir en torno a la importancia de la apertura de los datos estadísticos para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Objetivos globales, datos abiertos y estadísticas oficiales fue el lema elegido por Eric Swason, director general de Open Data Watch, en la presentación que abriría el debate moderado por Shaida Badiee, y que contó con la participación de cuatro expertos internacionales procedentes de organismos públicos e instituciones independendientes.

Tal y como mostró Swason, se han establecido 230 indicadores para medir y analizar el cumplimiento de los 27 objetivos de desarrollo sostenible de la agenda de la ONU para el año 2030. Para que este seguimiento y análisis sea posible son necesarios datos procedentes de diversas fuentes, como aquellos proporcionados por las agencias estatales de estadística. Censos, encuestas, informes financieros, información administrativa… son solo algunos ejemplos del ingente volumen de información que estos organismos públicos deben recopilar y, por supuesto, convertir en formato abierto para medir el progreso de los ODS.

Sin embargo, aunque la gran mayoría de dichos datos proceden de las organismos públicos, el sector privado, la sociedad civil y la comunidad internacional también desempeñan un papel importante al contribuir en la generación de la información. De hecho, según palabras de Swason, no se deberían considerar a sendos sectores rivales, sino socios que necesitan colaborar entre sí para que el ecosistema de datos abiertos estadísticos funcione adecuadamente.

Lamentablemente, de acuerdo con los resultados del Open Data Inventory que evalúa el nivel de apertura de las estadísticas oficiales en el mundo, solo se publican datos en abierto para apenas el 50% de los indicadores mencionados anteriormente.

Aunque sin datos abiertos y fiables, no es posible cumplir con los Objetivos marcados por la ONU; en el último inventario donde se analizaron a 125 naciones, solo 3 países en vías de desarrollo habían transformado al menos el 60% de dicha información en open data (tal y como muestra la siguiente visualización), destacando el progreso alcanzado por Ecuador, Sierra Leona o Malasia en sus esfuerzos por abrir los datos públicos y adoptar licencias y formatos abiertos.  

En este contexto, Aboubacar Sédikh Beye, director general de la Agencia Nacional de Estadística de Senegal, participó en el debate compartiendo con los asistentes los retos a los que se enfrenta un país en vías de desarrollo a la hora de abrir los datos estadísticos. Si se tiene en cuenta que, por ejemplo, en Senegal el 20% de la población carece de certificado de nacimiento, es comprensible, tal y como resaltó Aboubacar, que la prioridad en estos casos sea, en primer lugar, contar con los recursos necesarios recopilar la información estadística básica. Posteriormente, los esfuerzos deberán centrarse en educar a la población en la importancia de dichos datos para, por último, convertirlos en open data.

Para acompañar a estos países en este camino hacia la apertura, Haishan Fu del Banco Mundial destacó la importancia del desarrollo de recursos que ayuden a los gobiernos en sus políticas de datos abiertos -como el conjunto de herramientas creadas por el Banco Mundial para la evaluación de las iniciativas open data- sumado a la ayuda internacional a través de programas específicos, como la red OD4D; la elaboración de sistemas técnicos para la puesta en marcha de plataformas de datos abiertos y, por supuesto, el soporte económico para llevar a cabo dichos planes de acción.

Además, un diálogo más profundo entre el sector open data y las agencias estatales -comunidades que comparten valores y metas- permitiría producir mejores datos y promover su reutilización. Todas estas iniciativas, junto al conocimiento común internacional, son de vital importancia para conseguir que la apertura de la información del sector público sea una realidad en todos los rincones del planeta y conseguir, a través de la innovación basada en datos abiertos estadísticos, cumplir con la agenda de los ODS.

En este aspecto, Oliver Ghinganya, director de la Comisión de Estadísticas Económicas de África, indicó una serie de medidas necesarias para que los organismos encargados de las estadísticas nacionales sean conscientes del potencial del open data y fomentar, así, su apertura: crear programas de colaboración entre ambas comunidades, involucrar a las agencias públicas en las iniciativas de datos abiertos, mejorar las tecnologías disponibles para transformar los datos estadísticos en formato abierto y, sobre todo, trabajar en el marco regulatorio para garantizar el acceso a la información.

Para poner el broche de oro de este panel, Jeff Chen del Departamento de Comercio en EE.UU. presentó el proyecto que están llevando a cabo la Unión Europea y el Departamento de Comercio estadounidense, basado en la creación de una librería de datos abiertos estadísticos. A través de esta iniciativa, aún en fase de desarrollo, será posible disponer de datos armonizados y en abierto de ambas regiones, abriendo la puerta en el futuro a la participación de otros países. Un ejemplo perfecto de cómo la colaboración internacional y el trabajo conjunto de las agencias estatales de estadísticas con la comunidad de datos abiertos puede suponer un avance imparable hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030.