Empresa reutilizadora

Geomatico es una empresa especializada en el desarrollo de Sistemas de Información Geográfica (SIG) de código libre. Ofrecen mapas web a medida y dashboards SIG que añaden valor a los datos de sus clientes.

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Las ciudades, las infraestructuras y el medio ambiente generan hoy un flujo constante de datos procedentes de sensores, redes de transporte, estaciones meteorológicas y plataformas de Internet of Things (IoT), entendidas como redes de dispositivos físicos (semáforos digitales, sensores de calidad de aire, etc.) capaces de medir y transmitir información a través de sistemas digitales. Este volumen creciente de información permite mejorar la prestación de servicios públicos, anticipar emergencias, planificar el territorio y responder a retos asociados al clima, la movilidad o la gestión de recursos. 

El incremento de fuentes conectadas ha transformado la naturaleza del dato geoespacial. Frente a los conjuntos tradicionales —actualizados de forma periódica y orientados a cartografía de referencia o inventarios administrativos— los datos dinámicos incorporan la dimensión temporal como componente estructural. Una observación de calidad del aire, un nivel de ocupación de tráfico o una medición hidrológica no solo describen un fenómeno, sino que lo sitúan en un momento concreto. La combinación espacio-tiempo convierte a estas observaciones en elementos fundamentales para sistemas operativos, modelos predictivos y análisis basados en series temporales. 

En el ámbito de los datos abiertos, este tipo de información plantea tanto oportunidades como requerimientos específicos. Entre las oportunidades se encuentran la posibilidad de construir servicios digitales reutilizables, de facilitar la supervisión en tiempo casi real de fenómenos urbanos y ambientales, y de fomentar un ecosistema de reutilización basado en flujos continuos de datos interoperables. La disponibilidad de datos actualizados incrementa además la capacidad de evaluación y auditoría de políticas públicas, al permitir contrastar decisiones con observaciones recientes. 

No obstante, la apertura de datos geoespaciales en tiempo real exige resolver problemas derivados de la heterogeneidad tecnológica. Las redes de sensores utilizan protocolos, modelos de datos y formatos diferentes; las fuentes generan volúmenes elevados de observaciones con alta frecuencia; y la ausencia de estructuras semánticas comunes dificulta el cruce de datos entre dominios como movilidad, medio ambiente, energía o hidrología. Para que estos datos puedan publicarse y reutilizarse de manera consistente, es necesario un marco de interoperabilidad que normalice la descripción de los fenómenos observados, la estructura de las series temporales y las interfaces de acceso. 

Los estándares abiertos del Open Geospatial Consortium (OGC) proporcionan ese marco. Definen cómo representar observaciones, entidades dinámicas, coberturas multitemporales o sistemas de sensores; establecen API basadas en principios web que facilitan la consulta de datos abiertos; y permiten que plataformas distintas intercambien información sin necesidad de integraciones específicas. Su adopción reduce la fragmentación tecnológica, mejora la coherencia entre fuentes y favorece la creación de servicios públicos basados en datos actualizados. 

Interoperabilidad: el requisito básico para abrir datos dinámicos 

Las administraciones públicas gestionan hoy datos generados por sensores de distinto tipo, plataformas heterogéneas, proveedores diferentes y sistemas que evolucionan de forma independiente. La publicación de datos geoespaciales en tiempo real exige una interoperabilidad que permita integrar, procesar y reutilizar información procedente de múltiples fuentes. Esta diversidad provoca inconsistencias en formatos, estructuras, vocabularios y protocolos, lo que dificulta la apertura del dato y su reutilización por terceros. Veamos qué aspectos de la interoperabilidad están afectados: 

  • La interoperabilidad técnica: se refiere a la capacidad de los sistemas para intercambiar datos mediante interfaces, formatos y modelos compatibles. En los datos en tiempo real, este intercambio requiere mecanismos que permitan consultas rápidas, actualizaciones frecuentes y estructuras de datos estables. Sin estos elementos, cada flujo dependería de integraciones ad hoc, aumentando la complejidad y reduciendo la capacidad de reutilización. 

  • La interoperabilidad semántica: los datos dinámicos describen fenómenos que cambian en periodos cortos —niveles de tráfico, parámetros meteorológicos, caudales, emisiones atmosféricas— y deben interpretarse de forma coherente. Esto implica contar con modelos de observación, vocabularios y definiciones comunes que permitan a aplicaciones distintas entender el significado de cada medición y sus unidades, condiciones de captura o restricciones. Sin esta capa semántica, la apertura de datos en tiempo real genera ambigüedad y limita su integración con datos procedentes de otros dominios. 

  • La interoperabilidad estructural: los flujos de datos en tiempo real tienden a ser continuos y voluminosos, lo que hace necesario representarlos como series temporales o conjuntos de observaciones con atributos consistentes. La ausencia de estructuras normalizadas complica la publicación de datos completos, fragmenta la información e impide consultas eficientes. Para proporcionar acceso abierto a estos datos, es necesario adoptar modelos que representen adecuadamente la relación entre fenómeno observado, momento de la observación, geometría asociada y condiciones de medición. 

  • La interoperabilidad en el acceso vía API: constituye una condición esencial para los datos abiertos. Las API deben ser estables, documentadas y basadas en especificaciones públicas que permitan consultas reproducibles. En el caso de datos dinámicos, esta capa garantiza que los flujos puedan ser consumidos por aplicaciones externas, plataformas de análisis, herramientas cartográficas o sistemas de monitorización que operan en contextos distintos al que genera el dato. Sin API interoperables, el dato en tiempo real queda limitado a usos internos. 

En conjunto, estos niveles de interoperabilidad determinan si los datos geoespaciales dinámicos pueden publicarse como datos abiertos sin generar barreras técnicas. 

Estándares OGC para publicar datos geoespaciales en tiempo real 

La publicación de datos georreferenciados en tiempo real requiere mecanismos que permitan que cualquier usuario —administración, empresa, ciudadanía o comunidad investigadora— pueda acceder a ellos de forma sencilla, con formatos abiertos y a través de interfaces estables. El Open Geospatial Consortium (OGC) desarrolla un conjunto de estándares que permiten exactamente esto: describir, organizar y exponer datos espaciales de forma interoperable y accesible, que contribuyan a la apertura de datos dinámicos

Qué es OGC y por qué sus estándares son relevantes 

El OGC es una organización internacional que define reglas comunes para que distintos sistemas puedan entender, intercambiar y usar datos geoespaciales sin depender de tecnologías concretas. Estas reglas se publican como estándares abiertos, lo que significa que cualquier persona o institución puede utilizarlos. En el ámbito de los datos en tiempo real, estos estándares permiten: 

  • Representar lo que un sensor mide (por ejemplo, temperatura o tráfico).
  • Indicar dónde y cuándo se hizo la observación.
  • Estructurar series temporales.
  • Exponer datos a través de API abiertas.
  • Conectar dispositivos y redes IoT con plataformas públicas. 

En conjunto, este ecosistema de estándares permite que los datos geoespaciales —incluyendo los generados en tiempo real— puedan publicarse y reutilizarse siguiendo un marco coherente. Cada estándar cubre una parte específica del ciclo del dato: desde la definición de las observaciones y los sensores, hasta la forma en la que se exponen los datos mediante API abiertas o servicios web. Esta organización modular facilita que administraciones y organizaciones seleccionen los componentes que necesitan, evitando dependencias tecnológicas y garantizando que los datos puedan integrarse entre plataformas distintas. 

La familia OGC API: API modernas para acceder a datos abiertos 

Dentro de OGC, la línea más reciente es la familia OGC API, un conjunto de interfaces web modernas diseñadas para facilitar el acceso a datos geoespaciales mediante URL y formatos como JSON o GeoJSON, habituales en el ecosistema de datos abiertos. 

Estas API permiten: 

  • Obtener solo la parte del dato que interesa.
  • Realizar búsquedas espaciales (“dame solo lo que está en esta zona”).
  • Acceder a datos actualizados sin necesidad de software especializado.
  • Integrarlos fácilmente en aplicaciones web o móviles. 

En este informe: “Cómo utilizar las OGC API para potenciar la interoperabilidad de los datos geoespaciales”, ya te hablamos de algunas las API más populares del OGP. Mientras que el informe se centra en cómo utilizar las OGC API para la interoperabilidad práctica, este post amplía el foco explicando los modelos de datos subyacentes del OGC —como O&M, SensorML o Moving Features— que sustentan esa interoperabilidad. 

A partir de esta base, este post pone el foco en los estándares que hacen posible ese intercambio fluido de información, especialmente en contextos de datos abiertos y en tiempo real. Los estándares más importantes en el contexto de datos abiertos en tiempo real son: 

Estándar OGC

Qué permite hacer

Uso principal en datos abiertos

OGC API – Features

Es una interfaz web abierta que permite acceder a conjuntos de datos formados por “entidades” con geometría, como sensores, vehículos, estaciones o incidentes. Utiliza formatos simples como JSON y GeoJSON y permite realizar consultas espaciales y temporales. Es útil para publicar datos que se actualizan con frecuencia, como movilidad urbana o inventarios dinámicos. 

Consultar entidades con geometría; filtrar por tiempo o espacio; obtener datos en JSON/GeoJSON. 

Publicación abierta de datos dinámicos de movilidad, inventarios urbanos, sensores estáticos. 

OGC API – Environmental Data Retrieval (EDR)

Proporciona un método sencillo para recuperar observaciones ambientales y meteorológicas. Permite solicitar datos en un punto, una zona o un intervalo temporal, y es especialmente adecuado para estaciones meteorológicas, calidad del aire o modelos climáticos. Facilita el acceso abierto a series temporales y predicciones. 

Solicitar observaciones ambientales en un punto, zona o intervalo temporal. 

Datos abiertos de meteorología, clima, calidad del aire o hidrología. 

OGC SensorThings API

Es el estándar más utilizado para datos IoT abiertos. Define un modelo uniforme para sensores, lo que miden y las observaciones que producen. Está diseñado para manejar grandes volúmenes de datos en tiempo real y ofrece un modo claro para publicar series temporales, datos de contaminación, ruido, hidrología, energía o alumbrado. 

Gestionar sensores y sus series temporales; transmitir grandes volúmenes de datos IoT. 

Publicación de sensores urbanos (aire, ruido, agua, energía) en tiempo real. 

OGC API – Connected Systems
Permite describir de forma abierta y estructurada los sistemas de sensores: qué dispositivos existen, cómo se conectan entre sí, en qué infraestructura están integrados y qué tipo de mediciones generan. Complementa a SensorThings API, ya que no se centra en las observaciones, sino en la red física y lógica de sensores.
 
Describir redes de sensores, dispositivos e infraestructuras asociadas. Documentar como dato abierto la estructura de sistemas IoT municipales.
OGC Moving Features
Modelo para representar objetos que se mueven, como vehículos, embarcaciones o personas, mediante trayectorias espacio-temporales. Permite publicar datos de movilidad, navegación o logística en formatos consistentes con los principios de datos abiertos.
 
Representar objetos móviles mediante trayectorias espacio-tiempo. Datos abiertos de movilidad (vehículos, transporte, embarcaciones).
WMS-T
Extensión del clásico estándar WMS que añade la dimensión temporal. Permite visualizar mapas que cambian en el tiempo, por ejemplo, meteorología por horas, niveles de inundación o imágenes actualizadas periódicamente.
 
Visualizar mapas que cambian en el tiempo Publicación de mapas meteorológicos o ambientales multitemporales

Tabla 1. Estándares OGC relevantes para datos geoespaciales en tiempo real

Modelos que estructuran observaciones y datos dinámicos 

Además de las API, OGC define varios modelos conceptuales de datos que permiten describir de forma coherente observaciones, sensores y fenómenos que cambian en el tiempo: 

  • O&M (Observations & Measurements): modelo que define los elementos esenciales de una observación —fenómeno medido, instante, unidad y resultado— y que sirve como base semántica para datos de sensores y series temporales.
  • SensorML: lenguaje que describe las características técnicas y operativas de un sensor, incluyendo su ubicación, calibración y proceso de observación.
  • Moving Features: modelo que permite representar objetos móviles mediante trayectorias espacio-temporales (como vehículos, embarcaciones o fauna). 

Estos modelos facilitan que diferentes fuentes de datos puedan interpretarse de forma uniforme y combinarse en análisis y aplicaciones. 

El valor de estos estándares para los datos abiertos 

El uso de los estándares OGC facilita la apertura de datos dinámicos porque: 

  • Proporciona modelos comunes que reducen la heterogeneidad entre fuentes.
  • Facilita la integración entre dominios (movilidad, clima, hidrología).
  • Evita dependencias de tecnología propietaria.
  • Permite que el dato sea reutilizado en análisis, aplicaciones o servicios públicos.
  • Mejora la transparencia, al documentar sensores, métodos y frecuencias.
  • Asegura que los datos pueden ser consumidos directamente por herramientas comunes. 

En conjunto, forman una infraestructura conceptual y técnica que permite publicar datos geoespaciales en tiempo real como datos abiertos, sin necesidad de desarrollar soluciones específicas para cada sistema. 

Casos de uso de datos geoespaciales abiertos en tiempo real 

Los datos georreferenciados en tiempo real ya se publican como datos abiertos en distintos ámbitos sectoriales. Estos ejemplos muestran cómo diferentes administraciones y organismos aplican estándares abiertos y API para poner a disposición del público datos dinámicos relacionados con movilidad, medio ambiente, hidrología y meteorología. 

A continuación, se presentan varios dominios donde las Administraciones Públicas ya publican datos geoespaciales dinámicos utilizando estándares OGC

Movilidad y transporte 

Los sistemas de movilidad generan datos de forma continua: disponibilidad de vehículos compartidos, posiciones en tiempo casi real, sensores de paso en carriles bici, aforos de tráfico o estados de intersecciones semaforizadas. Estas observaciones dependen de sensores distribuidos y requieren modelos de datos capaces de representar variaciones rápidas en el espacio y en el tiempo. 

Los estándares OGC desempeñan un papel central en este ámbito. En particular, OGC SensorThings API permite estructurar y publicar observaciones procedentes de sensores urbanos mediante un modelo uniforme –incluyendo dispositivos, mediciones, series temporales y relaciones entre ellos– accesible a través de una API abierta. Esto facilita que diferentes operadores y municipios publiquen datos de movilidad de forma interoperable, reduciendo la fragmentación entre plataformas. 

El uso de estándares OGC en movilidad no solo garantiza compatibilidad técnica, sino que posibilita que estos datos se puedan reutilizar junto con información ambiental, cartográfica o climática, generando análisis multitemáticos para planificación urbana, sostenibilidad o gestión operativa del transporte.  

Ejemplo: 

El servicio abierto de Toronto Bike Share, que publica en formato SensorThings API el estado de sus estaciones de bicicletas y la disponibilidad de vehículos. 

Aquí cada estación es un sensor y cada observación indica el número de bicicletas disponibles en un momento concreto. Este enfoque permite que analistas, desarrolladores o investigadores integren estos datos directamente en modelos de movilidad urbana, sistemas de predicción de demanda o paneles de control ciudadano sin necesidad de adaptaciones específicas. 

Calidad del aire, ruido y sensores urbanos 

Las redes de monitorización de calidad del aire, ruido o condiciones ambientales urbanas dependen de sensores automáticos que registran mediciones cada pocos minutos. Para que estos datos puedan integrarse en sistemas de análisis y publicarse como datos abiertos, es necesario disponer de modelos y API coherentes. 

En este contexto, los servicios basados en estándares OGC permiten publicar datos procedentes de estaciones fijas o sensores distribuidos de forma interoperable. Aunque muchas administraciones utilizan interfaces tradicionales como OGC WMS para servir estos datos, la estructura subyacente suele apoyarse en modelos de observaciones derivados de la familia Observations & Measurements (O&M), que define cómo representar un fenómeno medido, su unidad y el instante de observación. 

Ejemplo: 

El servicio Defra UK-AIR Sensor Observation Service proporciona acceso a datos de mediciones de calidad del aire en tiempo casi real desde estaciones in situ en Reino Unido. 

La combinación de O&M para la estructura del dato y API abiertas para su publicación facilita que estos sensores urbanos formen parte de ecosistemas más amplios que integran movilidad, meteorología o energía, permitiendo análisis urbanos avanzados o paneles ambientales en tiempo casi real. 

Ciclo del agua, hidrología y gestión del riesgo 

Los sistemas hidrológicos generan datos cruciales para la gestión del riesgo: niveles y caudales en ríos, precipitaciones, humedad del suelo o información de estaciones hidrometeorológicas. La interoperabilidad es especialmente importante en este dominio, ya que estos datos se combinan con modelos hidráulicos, predicción meteorológica y cartografía de zonas inundables. 

Para facilitar el acceso abierto a series temporales y observaciones hidrológicas, varios organismos utilizan OGC API – Environmental Data Retrieval (EDR), una API diseñada para recuperar datos ambientales mediante consultas sencillas en puntos, áreas o intervalos temporales. 

Ejemplo: 

El USGS (United States Geological Survey), que documenta el uso de OGC API – EDR para acceder a series de precipitación, temperatura o variables hidrológicas. 

Este caso muestra cómo EDR permite solicitar observaciones específicas por ubicación o fecha, devolviendo únicamente los valores necesarios para el análisis. Aunque los datos concretos de hidrología del USGS se sirven mediante su API propia, este caso demuestra cómo EDR encaja con la estructura de datos hidrometeorológicos y cómo se aplica en flujos operativos reales. 

El empleo de estándares OGC en este ámbito permite que los datos hidrológicos dinámicos se integren con zonas inundables, ortoimágenes o modelos climáticos, creando una base sólida para sistemas de alerta temprana, planificación hidráulica y evaluación del riesgo. 

Observación y predicción meteorológica 

La meteorología es uno de los dominios con mayor producción de datos dinámicos: estaciones automáticas, radares, modelos numéricos de predicción, observaciones satelitales y productos atmosféricos de alta frecuencia. Para publicar esta información como datos abiertos, la familia de OGC API se está convirtiendo en un elemento clave, especialmente mediante OGC API – EDR, que permite recuperar observaciones o predicciones en ubicaciones concretas y en distintos niveles temporales. 

Ejemplo: 

El servicio NOAA OGC API – EDR, que proporciona acceso a datos meteorológicos y variables atmosféricas del National Weather Service (Estados Unidos). 

Esta API permite consultar datos en puntos, áreas o trayectorias, facilitando la integración de observaciones meteorológicas en aplicaciones externas, modelos o servicios basados en datos abiertos. 

El uso de OGC API en meteorología permite que datos procedentes de sensores, modelos y satélites puedan consumirse mediante una interfaz unificada, facilitando su reutilización para pronósticos, análisis atmosféricos, sistemas de soporte a la decisión y aplicaciones climáticas. 

Buenas prácticas para publicar datos geoespaciales abiertos en tiempo real 

La publicación de datos geoespaciales dinámicos requiere adoptar prácticas que garanticen su accesibilidad, interoperabilidad y sostenibilidad. A diferencia de los datos estáticos, los flujos en tiempo real presentan requisitos adicionales relacionados con la calidad de las observaciones, la estabilidad de las API y la documentación del proceso de actualización. A continuación, se presentan algunas prácticas recomendadas para administraciones y organizaciones que gestionan este tipo de datos. 

  • Formatos y API abiertas estables: el uso de estándares OGC —como OGC API, SensorThings API o EDR— facilita que los datos puedan consumirse desde múltiples herramientas sin necesidad de adaptaciones específicas. Las API deben ser estables en el tiempo, ofrecer versiones bien definidas y evitar dependencias de tecnologías propietarias. Para datos ráster o modelos dinámicos, los servicios OGC como WMS, WMTS o WCS siguen siendo adecuados para visualización y acceso programático. 

  • Metadatos compatibles con DCAT-AP y modelos OGC: la interoperabilidad de catálogos requiere describir los conjuntos de datos utilizando perfiles como DCAT-AP, complementado con metadatos geoespaciales y de observación basados en O&M (Observations & Measurements) o SensorML. Estos metadatos deben documentar la naturaleza del sensor, la unidad de medida, la frecuencia de muestreo y posibles limitaciones del dato. 

  • Políticas de calidad, frecuencia de actualización y trazabilidad: los datasets dinámicos deben indicar explícitamente su frecuencia de actualización, la procedencia de las observaciones, los mecanismos de validación aplicados y las condiciones bajo las cuales se generaron. La trazabilidad es esencial para que terceros puedan interpretar correctamente los datos, reproducir análisis e integrar observaciones procedentes de fuentes distintas. 

  • Documentación, límites de uso y sostenibilidad del servicio: la documentación debe incluir ejemplos de uso, parámetros de consulta, estructura de respuesta y recomendaciones para gestionar el volumen de datos. Es importante establecer límites razonables de consulta para garantizar la estabilidad del servicio y asegurar que la administración puede mantener la API a largo plazo. 

  • Aspectos de licencias para datos dinámicos: la licencia debe ser explícita y compatible con la reutilización, como CC BY 4.0 o CC0. Esto permite integrar datos dinámicos en servicios de terceros, aplicaciones móviles, modelos predictivos o servicios de interés público sin restricciones innecesarias. La consistencia en la licencia facilita también el cruce de datos procedentes de distintas fuentes. 

Estas prácticas permiten que los datos dinámicos se publiquen de forma fiable, accesible y útil para toda la comunidad reutilizadora. 

Los datos geoespaciales dinámicos se han convertido en una pieza estructural para comprender fenómenos urbanos, ambientales y climáticos. Su publicación mediante estándares abiertos permite que esta información pueda integrarse en servicios públicos, análisis técnicos y aplicaciones reutilizables sin necesidad de desarrollos adicionales. La convergencia entre modelos de observación, API OGC y buenas prácticas en metadatos y licencias ofrece un marco estable para que administraciones y reutilizadores trabajen con datos procedentes de sensores de forma fiable. Consolidar este enfoque permitirá avanzar hacia un ecosistema de datos públicos más coherente, conectado y preparado para usos cada vez más demandantes en movilidad, energía, gestión del riesgo y planificación territorial. 

Contenido elaborado por Mayte Toscano, Senior Consultant en Tecnologías ligadas a la economía del dato. Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autora

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Documentación

En el ecosistema del sector público, las subvenciones representan uno de los mecanismos más importantes para impulsar proyectos, empresas y actividades de interés general. Sin embargo, entender cómo se distribuyen estos fondos, qué organismos convocan ayudas más voluminosas o cómo varía el presupuesto según la región o los beneficiarios no es trivial cuando se trabaja con cientos de miles de registros.

En esta línea, presentamos un nuevo ejercicio práctico de la serie “Ejercicios de datos paso a paso, en el que aprenderemos a explorar y modelar datos abiertos utilizando Apache Spark, una de las plataformas más extendidas para el procesamiento distribuido y el machine learning a gran escala.

En este laboratorio trabajaremos con datos reales del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones y Ayudas Públicas (BDNS) y construiremos un modelo capaz de predecir el rango de presupuesto de nuevas convocatorias en función de sus características principales.

Todo el código utilizado está disponible en el correspondiente repositorio de GitHub para que puedas ejecutarlo, entenderlo y adaptarlo a tus propios proyectos.

Accede al repositorio del laboratorio de datos en GitHub

Ejecuta el código de pre-procesamiento de datos sobre Google Colab

Contexto: ¿por qué analizar las subvenciones públicas?

La BDNS recoge información detallada sobre cientos de miles de convocatorias publicadas por distintas administraciones españolas: desde ministerios y consejerías autonómicas hasta diputaciones y ayuntamientos. Este conjunto de datos es una fuente extraordinariamente valiosa para:

  • analizar la evolución del gasto público,

  • entender qué organismos son más activos en ciertas áreas,

  • identificar patrones en los tipos de beneficiarios,

  • y estudiar la distribución presupuestaria según sector o territorio.

En nuestro caso, utilizaremos el dataset para abordar una pregunta muy concreta, pero de gran interés práctico:

¿Podemos predecir el rango de presupuesto de una convocatoria a partir de sus características administrativas?

Esta capacidad facilitaría tareas de clasificación inicial, apoyo a la toma de decisiones o análisis comparativos dentro de una administración pública.

Objetivo del ejercicio

El objetivo del laboratorio es doble:

  1. Aprender a manejar Spark de forma práctica:

  • Cargar un dataset real de gran volumen

  • Realizar transformaciones y limpieza

  • Manipular columnas categóricas y numéricas

  • Estructurar un pipeline de machine learning

    2. Construir un modelo predictivo

Entrenaremos un clasificador capaz de estimar si una convocatoria pertenece a uno de estos rangos de presupuesto bajo (hasta 20 k€), medio (entre 20 y 150k€) o alto (superior a 150k€), basándonos para ello en variables como:

  • Organismo concedente

  • Comunidad Autónoma

  • Tipo de beneficiario

  • Año de publicación

  • Descripciones administrativas

Recursos utilizados

Para completar este ejercicio empleamos:

Herramientas analíticas

  • Python, lenguaje principal del proyecto
  • Google Colab, para ejecutar Spark y crear Notebooks de forma sencilla
  • PySpark, para el procesamiento de datos en las etapas de limpieza y modelado
  • Pandas, para pequeñas operaciones auxiliares
  • Plotly, para algunas visualizaciones interactivas

Datos

Dataset oficial del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones (BDNS), descargado desde el portal de subvenciones del Ministerio de Hacienda.

Los datos utilizados en este ejercicio fueron descargados el 28 de agosto de 2025. La reutilización de los datos del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones y Ayudas Públicas está sujeta a las condiciones legales recogidas en https://www.infosubvenciones.es/bdnstrans/GE/es/avisolegal.

Desarrollo del ejercicio

El proyecto se divide en varias fases, siguiendo el flujo natural de un caso real de data science.

5.1. Volcado y transformación de datos

En este primer apartado vamos a descargar automáticamente el dataset de subvenciones desde la API del portal del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones (BDNS). Posteriormente transformaremos los datos a un formato optimizado como Parquet (formato de datos columnar) para facilitar su exploración y análisis. 

En este proceso utilizaremos algunos  conceptos complejos, como:

  • Funciones asíncronas: permite procesar en paralelo dos o más operaciones independientes, lo que facilita hacer más eficiente el proceso.

  • Escritor rotativo: cuando se supera un límite de cantidad de información el fichero que se está procesando se cierra y se abre uno nuevo con un índice autoincremental (a continuación del anterior). Esto evita procesar ficheros demasiado grandes y mejora la eficiencia.

Figura 1. Captura de la API del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones y Ayudas Públicas

Figura 1. Captura de la API del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones y Ayudas Públicas

5.2. Análisis exploratorio

El objetivo de esta fase es obtener una primera idea de las características de los datos y de su calidad.

Analizaremos entre otros, aspectos como:

  • Qué tipos de subvenciones tienen mayor número de convocatorias.

Gráfico que muestra que el mayor número de subvenciones se otorgan por concesión directa - instrumental (400k), seguido de concurrencia competitiva - canónica (menos de 200k) y concesión directa - canónica (menos de 30k)

Figura 2. Tipos de subvenciones con mayor número de convocatorias.

  • Cuál es la distribución de las subvenciones en función de su finalidad (i.e. Cultura, Educación, Fomento del empleo…).

Gráfico que muestra la distribución de las subvenciones en función de su finalidad: 20% cultura, 17,9% Servicios Sociales y Promoción Social, 15,8% otros, 9,42% educación, 7,65% información no disponible, 7,13% otras actuaciones de carácter económico, 5,57% Comercio, Turismo y pymes, 5,14% fomento del empleo.

Figura 3. Distribución de las subvenciones en función de su finalidad.

  • Qué finalidades agregan un mayor volumen presupuestario.

Las finalidades agregan un mayor volumen presupuestario son: Agricultura, Pesca y Alimentación, seguidas de otras prestaciones económicas. En tercer lugar se encuentra Industria y Energía.

Figura 4. Finalidades con mayor volumen presupuestario.

5.3. Modelado: construcción del clasificador de presupuesto

Llegados a este punto, entramos en la parte más analítica del ejercicio: enseñar a una máquina a predecir si una nueva convocatoria tendrá un presupuesto bajo, medio o alto a partir de sus características administrativas. Para conseguirlo, diseñamos un pipeline completo de machine learning en Spark que nos permite transformar los datos, entrenar el modelo y evaluarlo de forma uniforme y reproducible.

Primero preparamos todas las variables —muchas de ellas categóricas, como el órgano convocante— para que el modelo pueda interpretarlas. Después combinamos toda esa información en un único vector que sirve como punto de partida para la fase de aprendizaje.

Con esa base construida, entrenamos un modelo de clasificación que aprende a distinguir patrones sutiles en los datos: qué organismos tienden a publicar convocatorias más voluminosas o cómo influyen elementos administrativos específicos en el tamaño de una ayuda.

Una vez entrenado, analizamos su rendimiento desde distintos ángulos. Evaluamos su capacidad para clasificar correctamente los tres rangos de presupuesto y analizamos su comportamiento mediante métricas como la accuracy o la matriz de confusión.

Captura del cálculo de la métrica accuracy

Figura 5. Métricas accuracy.

Pero no nos quedamos ahí: también estudiamos qué variables han tenido mayor peso en las decisiones del modelo, lo que nos permite entender qué factores parecen más determinantes a la hora de anticipar el presupuesto de una convocatoria.

Las variables que han tenido mayor peso en las decisiones del modelo son organo_n2, organo_n1, descripciónFinalidad, tipo convocatoria, organo_n3, anio

Figura 6. Variables que han tenido mayor peso en las decisiones del modelo.

Conclusiones del ejercicio

Este laboratorio nos permitirá comprobar cómo Spark simplifica el procesamiento y modelado de datos de gran volumen, especialmente útiles en entornos donde las administraciones generan miles de registros al año, y conocer mejor el sistema de subvenciones tras analizar algunos aspectos clave de la organización de estas convocatorias.

¿Quieres realizar el ejercicio?

Si te interesa profundizar en el uso de Spark y en el análisis avanzado de datos públicos, puedes acceder al repositorio y ejecutar el Notebook completo paso a paso.

Contenido elaborado por Juan Benavente, ingeniero superior industrial y experto en Tecnologías ligadas a la economía del dato. Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.

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Vivimos en una época en la que cada vez más fenómenos del mundo físico pueden observarse, medirse y analizarse en tiempo real. La temperatura de un cultivo, la calidad del aire de una ciudad, el estado de una presa, el flujo del tráfico o el consumo energético de un edificio ya no son datos que se revisan ocasionalmente: son flujos continuos de información que se generan segundo a segundo.

Esta revolución no sería posible sin los sistemas ciberfísicos (CPS), una tecnología que integra sensores, algoritmos y actuadores para conectar el mundo físico con el digital. Pero los CPS no sólo generan datos: también pueden alimentarse de datos abiertos, multiplicando su utilidad y permitiendo decisiones basadas en evidencia.

En este artículo exploraremos qué son los CPS, cómo generan datos masivos en tiempo real, qué retos plantea convertir esos datos en información pública útil, qué principios son esenciales para asegurar su calidad y trazabilidad, y qué ejemplos reales demuestran el potencial de su reutilización. Cerraremos con una reflexión sobre el impacto de esta combinación en la innovación, la ciencia ciudadana y el diseño de políticas públicas más inteligentes.

¿Qué son los sistemas ciberfísicos?

Un sistema ciberfísico es una integración estrecha entre componentes digitales —como software, algoritmos, comunicación y almacenamiento— y componentes físicos —sensores, actuadores, dispositivos IoT o máquinas industriales—. Su función principal es observar el entorno, procesar la información y actuar sobre él.

A diferencia de los sistemas tradicionales de monitorización, un CPS no se limita a medir: cierra un ciclo completo entre percepción, decisión y acción. Este ciclo se puede entender a través de tres elementos principales:


Figura 1. Ciclo de los sistemas ciberfísicos. Fuente: elaboración propia

Un ejemplo cotidiano que ilustra muy bien este ciclo completo de percepción, decisión y acción es el riego inteligente, cada vez más presente en la agricultura de precisión y en los sistemas domésticos de jardinería. En este caso, los sensores distribuidos por el terreno miden continuamente la humedad del suelo, la temperatura ambiente e incluso la radiación solar. Toda esa información fluye hacia la unidad de computación, que analiza los datos, los compara con umbrales previamente definidos o con modelos más complejos —por ejemplo, los que estiman la evaporación del agua o las necesidades hídricas de cada tipo de planta— y determina si realmente es necesario regar.

Cuando el sistema concluye que el suelo ha alcanzado un nivel de sequedad crítico, entra en juego el tercer elemento del CPS: los actuadores. Son ellos quienes abren las válvulas, activan la bomba de agua o regulan el caudal, y lo hacen durante el tiempo exacto necesario para devolver la humedad a niveles óptimos. Si las condiciones cambian —si empieza a llover, si la temperatura baja o si el suelo recupera humedad más rápido de lo esperado—, el propio sistema ajusta su comportamiento en consecuencia.

Todo este proceso ocurre sin intervención humana, de forma autónoma. El resultado es un uso más sostenible del agua, plantas mejor cuidadas y una capacidad de adaptación en tiempo real que solo es posible gracias a la integración de sensores, algoritmos y actuadores característica de los sistemas ciberfísicos.

Los CPS como fábricas de datos en tiempo real

Una de las características más relevantes de los sistemas ciberfísicos es su capacidad para generar datos de forma continua, masiva y con una resolución temporal muy alta. Esta producción constante puede apreciarse en múltiples situaciones del día a día:

  • Una estación hidrológica puede registrar nivel y caudal cada minuto.

  • Un sensor de movilidad urbana puede generar cientos de lecturas por segundo.

  • Un contador inteligente registra el consumo eléctrico cada pocos minutos.

  • Un sensor agrícola mide humedad, salinidad y radiación solar varias veces al día.

  • Un dron cartográfico captura posiciones GPS decimétricas en tiempo real.

Más allá de estos ejemplos concretos, lo importante es comprender qué significa esta capacidad para el conjunto del sistema: los CPS se convierten en auténticas fábricas de datos, y en muchos casos llegan a funcionar como gemelos digitales del entorno físico que monitorizan. Esa equivalencia casi instantánea entre el estado real de un río, un cultivo, una carretera o una máquina industrial y su representación digital permite disponer de un retrato extremadamente preciso y actualizado del mundo físico, prácticamente al mismo tiempo que los fenómenos ocurren.

Esta riqueza de datos abre un enorme campo de oportunidades cuando se publica como información abierta. Los datos procedentes de CPS pueden impulsar servicios innovadores desarrollados por empresas, alimentar investigaciones científicas de alto impacto, potenciar iniciativas de ciencia ciudadana que complementen los datos institucionales, y reforzar la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de recursos públicos.

Sin embargo, para que todo ese valor llegue realmente a la ciudadanía y a la comunidad reutilizadora, es necesario superar una serie de retos técnicos, organizativos y de calidad que determinan la utilidad final del dato abierto. A continuación, analizamos cuáles son esos desafíos y por qué son tan importantes en un ecosistema cada vez más dependiente de información generada en tiempo real.

El reto: de datos en bruto a información pública útil

Que un CPS genere datos no significa que estos puedan publicarse directamente como datos abiertos. Antes de llegar a la ciudadanía y a las empresas reutilizadoras, la información necesita un trabajo previo de preparación, validación, filtrado y documentación. Las administraciones deben asegurarse de que esos datos son comprensibles, interoperables y fiables. Y en ese camino aparecen varios desafíos.

Uno de los primeros es la estandarización. Cada fabricante, cada sensor y cada sistema puede utilizar formatos distintos, diferentes frecuencias de muestreo o estructuras propias. Si no se armonizan esas diferencias, lo que obtenemos es un mosaico difícilmente integrable. Para que los datos sean interoperables se necesitan modelos comunes, unidades homogéneas, estructuras coherentes y estándares compartidos. Normativas como INSPIRE o los estándares de OGC (Open Geospatial Consortium) e IoT-TS son clave para que un dato generado en una ciudad pueda entenderse, sin transformación adicional, en otra administración o por cualquier reutilizador.

El siguiente gran reto es la calidad. Los sensores pueden fallar, quedarse congelados reportando siempre el mismo valor, generar lecturas físicamente imposibles, sufrir interferencias electromagnéticas o estar mal calibrados durante semanas sin que nadie lo note. Si esa información se publica tal cual, sin un proceso previo de revisión y limpieza, el dato abierto pierde valor e incluso puede inducir a errores. La validación —con controles automáticos y revisión periódica— es, por tanto, indispensable.

Otro punto crítico es la contextualización. Un dato aislado carece de significado. Un “12,5” no dice nada si no sabemos si son grados, litros o decibelios. Una medida de “125 ppm” no tiene utilidad si no conocemos qué sustancia se está midiendo. Incluso algo tan aparentemente objetivo como unas coordenadas necesita un sistema de referencia concreto. Y cualquier dato ambiental o físico solo puede interpretarse adecuadamente si se acompaña de la fecha, la hora, la ubicación exacta y las condiciones de captura. Todo esto forma parte de los metadatos, que son esenciales para que terceros puedan reutilizar la información sin ambigüedades.

También es fundamental abordar la privacidad y la seguridad. Algunos CPS pueden captar información que, directa o indirectamente, podría vincularse a personas, propiedades o infraestructuras sensibles. Antes de publicar los datos, es necesario aplicar procesos de anonimización, técnicas de agregación, controles de seguridad y evaluaciones de impacto que garanticen que el dato abierto no compromete derechos ni expone información crítica.

Por último, existen retos operativos como la frecuencia de actualización y la robustez del flujo de datos. Aunque los CPS generan información en tiempo real, no siempre es adecuado publicarla con la misma granularidad: en ocasiones es necesario agregarla, validar la coherencia temporal o corregir valores antes de compartirla. De igual modo, para que los datos sean útiles en análisis técnicos o en servicios públicos, deben llegar sin interrupciones prolongadas ni duplicados, lo que exige una infraestructura estable y mecanismos de supervisión.

Principios de calidad y trazabilidad necesarios para datos abiertos fiables

Superados estos retos, la publicación de datos procedentes de sistemas ciberfísicos debe apoyarse en una serie de principios de calidad y trazabilidad. Sin ellos, la información pierde valor y, sobre todo, pierde confianza.

El primero es la exactitud. El dato debe representar fielmente el fenómeno que mide. Esto requiere sensores correctamente calibrados, revisiones periódicas, eliminación de valores claramente erróneos y comprobación de que las lecturas se encuentran dentro de rangos físicamente posibles. Un sensor que marca 200 °C en una estación meteorológica o un contador que registra el mismo consumo durante 48 horas son señales de un problema que debe detectarse antes de la publicación.

El segundo principio es la completitud. Un conjunto de datos debe indicar cuándo hay valores perdidos, lagunas temporales o periodos en los que un sensor ha estado desconectado. Ocultar estos huecos puede llevar a conclusiones equivocadas, especialmente en análisis científicos o en modelos predictivos que dependen de la continuidad de la serie temporal.

El tercer elemento clave es la trazabilidad, es decir, la capacidad de reconstruir la historia del dato. Saber qué sensor lo generó, dónde está instalado, qué transformaciones ha sufrido, cuándo se capturó o si pasó por algún proceso de limpieza permite evaluar su calidad y fiabilidad. Sin trazabilidad, la confianza se erosiona y el dato pierde valor como evidencia.

La actualización adecuada es otro principio fundamental. La frecuencia con la que se publica la información debe adaptarse al fenómeno medido. Los niveles de contaminación atmosférica pueden necesitar actualizaciones cada pocos minutos; el tráfico urbano, cada segundo; la hidrología, cada minuto o cada hora según el tipo de estación; y los datos meteorológicos, con frecuencias variables. Publicar demasiado rápido puede generar ruido; demasiado lento, puede inutilizar el dato para ciertos usos.

El último principio es el de los metadatos enriquecidos. Los metadatos explican el dato: qué mide, cómo se mide, con qué unidad, qué precisión tiene el sensor, cuál es su rango operativo, dónde está ubicado, qué limitaciones tiene la medición y para qué se genera esa información. No son una nota al pie, sino la pieza que permite a cualquier reutilizador comprender el contexto y la fiabilidad del conjunto de datos. Con una buena documentación, la reutilización no solo es posible: se dispara.

Ejemplos: CPS que reutilizan datos públicos para ser más inteligentes

Además de generar datos, muchos sistemas ciberfísicos también consumen datos públicos para mejorar su desempeño. Esta retroalimentación convierte a los datos abiertos en un recurso central para el funcionamiento de los territorios inteligentes. Cuando un CPS integra información procedente de sensores propios con fuentes abiertas externas, su capacidad de anticipación, eficiencia y precisión aumenta de forma notable.

Agricultura de precisión: En el ámbito agrícola, los sensores instalados en el terreno permiten medir variables como la humedad del suelo, la temperatura o la radiación solar. Sin embargo, los sistemas de riego inteligente no dependen únicamente de esa información local: también incorporan predicciones meteorológicas de AEMET, mapas abiertos del IGN sobre pendiente o tipos de suelo y modelos climáticos publicados como datos públicos. Al combinar sus propias mediciones con estas fuentes externas, los CPS agrícolas pueden determinar con mucha mayor exactitud qué zonas del terreno necesitan agua, cuándo conviene sembrar y cuánta humedad debe mantenerse en cada cultivo. Esta gestión fina permite ahorros de agua y fertilizantes que, en algunos casos, superan el 30 %.

Gestión hídrica: Algo similar ocurre en la gestión del agua. Un sistema ciberfísico que controla una presa o un canal de riego necesita saber no solo qué está pasando en ese instante, sino qué puede ocurrir en las próximas horas o días. Por ello integra sus propios sensores de nivel con datos abiertos de aforos fluviales, predicciones de lluvia y nieve, e incluso información pública sobre caudales ecológicos. Con esta visión ampliada, el CPS puede anticipar inundaciones, optimizar el desembalse, responder mejor a fenómenos extremos o planificar el riego de forma sostenible. En la práctica, la combinación de datos propios y abiertos se traduce en una gestión más segura y eficiente del agua.

Impacto: innovación, ciencia ciudadana y decisiones basadas en datos

La unión entre sistemas ciberfísicos y datos abiertos genera un efecto multiplicador que se manifiesta en distintos ámbitos.

  • Innovación empresarial: las empresas disponen de un terreno fértil para desarrollar soluciones basadas en información fiable y en tiempo real. A partir de datos abiertos y mediciones de CPS, pueden surgir aplicaciones de movilidad más inteligentes, plataformas de gestión hídrica, herramientas de análisis energético o sistemas predictivos para agricultura. El acceso a datos públicos reduce barreras de entrada y permite crear servicios sin necesidad de costosos datasets privados, acelerando la innovación y la aparición de nuevos modelos de negocio.

  • Ciencia ciudadana: la combinación de CPS y datos abiertos también fortalece la participación social. Comunidades de vecinos, asociaciones o colectivos ambientales pueden desplegar sensores de bajo coste para complementar los datos públicos y entender mejor lo que ocurre en su entorno. Esto da lugar a iniciativas que miden el ruido en zonas escolares, monitorizan niveles de contaminación en barrios concretos, siguen la evolución de la biodiversidad o construyen mapas colaborativos que enriquecen la información oficial.

  • Mejor toma de decisiones públicas: finalmente, los gestores públicos se benefician de este ecosistema de datos reforzado. La disponibilidad de mediciones fiables y actualizadas permite diseñar zonas de bajas emisiones, planificar de forma más efectiva el transporte urbano, optimizar redes de riego, gestionar situaciones de sequía o inundaciones o regular políticas energéticas basadas en indicadores reales. Sin datos abiertos que complementen y contextualicen la información generada por los CPS, estas decisiones serían menos transparentes y, sobre todo, menos defendibles ante la ciudadanía.

En resumen, los sistemas ciberfísicos se han convertido en una pieza esencial para entender y gestionar el mundo que nos rodea. Gracias a ellos podemos medir fenómenos en tiempo real, anticipar cambios y actuar de forma precisa y automatizada. Pero su verdadero potencial se despliega cuando sus datos se integran en un ecosistema de datos abiertos de calidad, capaz de aportar contexto, enriquecer decisiones y multiplicar usos.

La combinación de CPS y datos abiertos permite avanzar hacia territorios más inteligentes, servicios públicos más eficientes y una participación ciudadana más informada. Aporta valor económico, impulsa la innovación, facilita la investigación y mejora la toma de decisiones en ámbitos tan diversos como la movilidad, el agua, la energía o la agricultura.

Para que todo esto sea posible, es imprescindible garantizar la calidad, trazabilidad y estandarización de los datos publicados, así como proteger la privacidad y asegurar la robustez de los flujos de información. Cuando estas bases están bien asentadas, los CPS no solo miden el mundo: lo ayudan a mejorar, convirtiéndose en un puente sólido entre la realidad física y el conocimiento compartido.

Contenido elaborado por Dr. Fernando Gualo, Profesor en UCLM y Consultor de Gobierno y Calidad de datos. El contenido y el punto de vista reflejado en esta publicación es responsabilidad exclusiva de su autor.

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La computación cuántica promete resolver en horas problemas que tomarían milenios a los superordenadores más potentes del mundo. Desde el diseño de nuevos fármacos hasta la optimización de redes de energía más sostenibles, esta tecnología transformará radicalmente nuestra capacidad para abordar los desafíos más complejos de la humanidad. Sin embargo, su verdadero potencial democratizador solo se materializará mediante la convergencia con los datos abiertos, permitiendo que investigadores, empresas y gobiernos de todo el mundo accedan tanto a la capacidad de cómputo cuántico en la nube como a los datasets públicos necesarios para entrenar y validar algoritmos cuánticos.

Tratar de explicar la teoría cuántica siempre ha supuesto un desafío, incluso para las mentes más brillantes que la humanidad ha dado en los últimos 2 siglos. El célebre físico Richard Feynman (1918-1988) lo expresó con su característico humor:

"Hubo un tiempo en que los periódicos decían que sólo doce hombres entendían la teoría de la relatividad. No creo que nunca fuera así [...] Por otro lado, creo que puedo decir con seguridad que nadie entiende la mecánica cuántica" Wikiquote.

Y eso lo dijo uno de los físicos más brillantes del siglo XX, premio Nobel y uno de los padres de la electrodinámica cuántica. Tan grande es la rareza del comportamiento cuántico a ojos de un humano que, hasta el mismísimo Albert Einstein en su ya mítica frase, le decía a Max Born, en una carta escrita al físico alemán en 1926 "Dios no juega a los dados con el universo" en referencia a su incredulidad sobre las propiedades probabilísticas y no deterministas que se le atribuyen al comportamiento cuántico. A lo que Niels Bohr - otro titán de la física del siglo XX - le respondió: "Einstein, deja de decirle a Dios qué hacer".

Computación clásica

Si queremos entender por qué la mecánica cuántica propone una revolución en la ciencia de la computación tenemos que entender sus diferencias fundamentales con la mecánica - y, por ende - computación clásica. Casi todos hemos oído hablar en algún momento de nuestra vida de los bits de información. Los humanos hemos desarrollado una forma de realizar cálculos matemáticos complejos reduciendo toda la información a bits - las unidades fundamentales de información con las que sabe trabajar una máquina -, que son los famosos ceros y unos (0 y 1). Con dos simples valores, hemos sido capaces de modelar todo nuestro mundo matemático. ¿Y esto por qué? se preguntará alguno. ¿Por qué en base 2 y no 5 o 7? Pues bien, en nuestro mundo físico clásico (en el que vivimos día a día) diferenciar entre 0 y 1 es relativamente sencillo; encendido y apagado, como en el caso de un interruptor eléctrico, o imanación norte o sur, en el caso de un disco duro magnético. Para un mundo binario, hemos desarrollado todo un lenguaje de codificación en base a dos estados: 0 y 1.

Computación cuántica

En computación cuántica en vez de bits, utilizamos los cúbits o qubits. Los qubits utilizan varias propiedades “extrañas” de la mecánica cuántica que les permite representar infinitos estados a la vez entre el cero y uno de los clásicos bits. Para entenderlo, es cómo si un bit solo pudiera representar un estado encendido o apagado en una bombilla, mientras que un qubit puede representar todas las intensidades de iluminación de la bombilla. Esta propiedad es conocida como “superposición cuántica” y permite que un ordenador cuántico explore millones de soluciones posibles al mismo tiempo. Pero esto no es todo en la computación cuántica. Si te parece extraña la superposición cuántica espera a ver el entrelazamiento cuántico (quantum entanglement). Gracias a esta propiedad, dos partículas (o dos qubits) “entrelazadas” están conectadas “a distancia” de forma que el estado de una determina el estado de la otra. Así que, con estas dos propiedades tenemos qubits de información, que pueden representar infinitos estados y están conectados entre ellos. Este sistema tiene potencialmente una capacidad de computación exponencialmente mayor que nuestros ordenadores basados en computación clásica.

Dos casos de aplicación de la computación cuántica

1. Descubrimiento de fármacos y medicina personalizada. Los ordenadores cuánticos pueden simular interacciones moleculares complejas que son imposibles de calcular con la computación clásica. Por ejemplo, el plegamiento de proteínas - fundamental para entender enfermedades como el Alzheimer - requiere analizar trillones de configuraciones posibles. Un ordenador cuántico podría reducir años de investigación a semanas, acelerando el desarrollo de nuevos medicamentos y tratamientos personalizados basados en el perfil genético de cada paciente.

2. Optimización logística y cambio climático. Empresas como Volkswagen ya utilizan computación cuántica para optimizar rutas de tráfico en tiempo real. A mayor escala, estos sistemas podrían revolucionar la gestión energética de ciudades enteras, optimizando redes eléctricas inteligentes que integren renovables de forma eficiente, o diseñar nuevos materiales para captura de CO2 que ayuden a combatir el cambio climático.

Una buena lectura recomendada para hacer un repaso completo por la computación cuántica aquí.

El papel de los datos (y los recursos de computación) abiertos

La democratización del acceso a la computación cuántica dependerá crucialmente de dos pilares: recursos de computación abiertos y datasets públicos de calidad. Esta combinación está creando un ecosistema donde la innovación cuántica ya no requiere millones de dólares en infraestructura. A continuación, vemos algunas opciones disponibles para cada uno de estos pilares.

  1. Acceso gratuito a hardware cuántico real:
  • IBM Quantum Platform: ofrece acceso gratuito mensual a sistemas cuánticos de más de 100 qubits para cualquier persona en el mundo. Con más de 400.000 usuarios registrados que han generado más de 2.800 publicaciones científicas, demuestra cómo el acceso abierto acelera la investigación. Cualquier investigador puede registrarse en la plataforma y comenzar a experimentar en minutos.
  • Open Quantum Institute (OQI): lanzado en CERN (la Organización Europea para la Investigación Nuclear) en 2024, va más allá, proporcionando no solo acceso a computación cuántica sino también mentorización y recursos educativos para regiones desatendidas. Su programa de hackathons en 2025 incluye eventos en Líbano, Emiratos Árabes Unidos y otros países, específicamente diseñados para mitigar la brecha digital cuántica.
  1. Datasets públicos para el desarrollo de algoritmos cuánticos:
  • QDataSet: ofrece 52 conjuntos de datos públicos con simulaciones de sistemas cuánticos de uno y dos qubits, disponibles libremente para entrenar algoritmos de machine learning (ML) cuántico. Investigadores sin recursos para generar sus propios datos de simulación pueden acceder a su repositorio en GitHub y comenzar a desarrollar algoritmos inmediatamente.
  • ClimSim: se trata de un dataset público de modelado relacionado con el clima que ya está siendo usado para demostrar los primeros algoritmos de ML cuántico aplicados al cambio climático. Permite a cualquier equipo, independientemente de su presupuesto, trabajar en problemas climáticos reales usando computación cuántica.
  • PennyLane Datasets: es una colección abierta de moléculas, circuitos cuánticos y sistemas físicos que permite a las startups farmacéuticas sin recursos realizar simulaciones costosas y experimentar con el descubrimiento de fármacos asistido por computación cuántica.

Casos reales de innovación inclusiva

Las posibilidades que ofrece el uso de datos abiertos a la computación cuántica ha quedado patente en diversos casos de uso, fruto de investigaciones concretas y convocatorias de ayudas, como, por ejemplo:

  • El Gobierno de Canadá lanzó en 2022 "Quantum Computing for Climate", una convocatoria específica para que PYMEs y startups desarrollen aplicaciones cuánticas usando datos climáticos públicos, demostrando cómo los gobiernos pueden catalizar innovación proporcionando tanto datos como financiación para su uso.
  • UK Quantum Catalyst Fund (15 millones de libras) financia proyectos que combinan computación cuántica con datos públicos del sistema nacional de salud de Reino Unido (NHS) para problemas como la optimización de redes energéticas y diagnósticos médicos, creando soluciones de interés público verificables por la comunidad científica.
  • El informe 2024 del Open Quantum Institute (OQI) detalla 10 casos de uso para los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU desarrollados colaborativamente por expertos de 22 países, donde los resultados y metodologías son públicamente accesibles, permitiendo que cualquier institución replique o mejore estos trabajos).
  • Red.es ha abierto una manifestación de interés dirigida a agentes del ecosistema de tecnologías cuánticas para recopilar ideas, propuestas y necesidades que contribuyan al diseño de las futuras líneas de actuación de la Estrategia Nacional de Tecnologías Cuánticas 2025–2030, financiada con 40 millones de euros provenientes de los Fondos FEDER.


Estado actual de la computación cuántica

Estamos en la era NISQ (Noisy Intermediate-Scale Quantum), término acuñado por el físico John Preskill en 2018, que describe ordenadores cuánticos con 50-100 qubits físicos. Estos sistemas son suficientemente potentes para realizar ciertos cálculos más allá de las capacidades clásicas, pero sufren de decoherencia, errores frecuentes que los hacen poco viables en aplicaciones de mercado.

IBM, Google, y startups como IonQ ofrecen acceso cloud a sus sistemas cuánticos, con IBM proporcionando acceso público a través de IBM Quantum Platform desde 2016, siendo uno de los primeros procesadores cuánticos accesibles públicamente conectados a la nube.

En 2019, Google alcanzó la "supremacía cuántica" con su procesador Sycamore de 53 qubits, que realizó un cálculo en aproximadamente 200 segundos que tomaría aproximadamente 10.000 años a un superordenador clásico de última generación.

Los últimos análisis independientes sugieren que las aplicaciones cuánticas prácticas pueden emerger alrededor de 2035-2040, asumiendo un crecimiento exponencial continuo en las capacidades del hardware cuántico. IBM se ha comprometido a entregar un ordenador cuántico tolerante a fallos a gran escala, IBM Quantum Starling, para 2029, con el objetivo de ejecutar circuitos cuánticos que comprenden 100 millones de compuertas cuánticas en 200 qubits lógicos.

Para finalizar la sección, una fantástica entrevista corta a Ignacio Cirac, uno de los “padres españoles” de la computación cuántica.

La carrera global por el liderazgo cuántico

La competencia internacional por dominar las tecnologías cuánticas ha desencadenado una ola de inversiones sin precedentes. Según McKinsey, hasta 2022 el nivel reconocido oficialmente de inversión pública de China (15.300 millones de dólares) supera el de la Unión Europea (7.200 millones de dólares), Estados Unidos 1.900 millones de dólares) y Japón (1.800 millones de dólares) juntos.

A nivel doméstico, el Reino Unido ha comprometido 2.500 millones de libras durante diez años con su Estrategia Nacional Cuántica para hacer del país un hub global de innovación en esta tecnología, y Alemania ha realizado una de las inversiones estratégicas más grandes en computación cuántica, destinando 3.000 millones de euros bajo su plan de estímulo económico.

La inversión en el primer trimestre de 2025 muestra un crecimiento explosivo: las empresas de computación cuántica recaudaron más de 1.250 mil millones de dólares, más del doble que el año anterior, un aumento del 128%, reflejando una creciente confianza en que esta tecnología está acercándose a la relevancia comercial.

Iniciativa Quantum Spain

En el caso de España se han invertido 60 millones de euros en Quantum Spain, coordinado por el Barcelona Supercomputing Center. El proyecto incluye:

  • Instalación del primer ordenador cuántico del sur de Europa.
  • Red de 25 nodos de investigación distribuidos por todo el país.
  • Formación de talento cuántico en universidades españolas.
  • Colaboración con el sector empresarial para casos de uso reales.

Esta iniciativa posiciona a España como hub cuántico del sur de Europa, crucial para no depender tecnológicamente de otras potencias.

Además, muy recientemente se ha presentado la Estrategia de Tecnologías Cuánticas de España con una inversión de 800 millones de euros. Esta estrategia se estructura en 4 objetivos estratégicos y 7 acciones prioritarias.

Objetivos estratégicos:

  • Reforzar la I+D+I para favorecer la transferencia de conocimiento y facilitar que la investigación llegue al mercado.
  • Crear un mercado español cuántico, fomentando el crecimiento y aparición de empresas cuánticas y su capacidad de acceder a capital y de satisfacer la demanda.
  • Preparar a la sociedad para un cambio disruptivo, fomentando la seguridad y la reflexión sobre un nuevo derecho digital, la privacidad postcuántica.
  • Consolidar el ecosistema cuántico de manera que traccione una visión de país.

Acciones prioritarias:

  • Prioridad 1: Potenciar las empresas españolas en tecnologías cuánticas.
  • Prioridad 2: Desarrollar la algoritmia y convergencia tecnológica entre IA y Cuántica.
  • Prioridad 3: Posicionar a España cómo un referente en comunicaciones cuánticas.
  • Prioridad 4: Demostrar el impacto de la sensórica y metrología cuántica.
  • Prioridad 5: Garantizar la privacidad y confidencialidad de la información en el mundo post cuántico.
  • Prioridad 6: Reforzar las capacidades: infraestructuras, investigación y talento.
  • Prioridad 7: Desarrollar un ecosistema español cuántico sólido, coordinado y líder en la UE.


Figura 1. Estrategia de tecnologías cuánticas de España. Fuente: elaboración propia

En definitiva, la computación cuántica y los datos abiertos representan una gran evolución tecnológica que afecta a la forma en que generamos y aplicamos el conocimiento. Si somos capaces de construir un ecosistema verdaderamente inclusivo —donde el acceso a hardware cuántico, datasets públicos y formación especializada esté al alcance de cualquiera— abriremos la puerta a una nueva era de innovación colaborativa con un gran impacto global. 

Contenido elaborado por Alejandro Alija, experto en Transformación Digital e Innovación. Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor

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La convergencia entre datos abiertos, inteligencia artificial y sostenibilidad medioambiental plantea uno de los principales desafíos para el modelo de transformación digital que se está impulsando a nivel europeo. Esta interacción se concreta principalmente en tres manifestaciones destacadas:

  • La apertura de datos de alto valor directamente relacionados con la sostenibilidad, que pueden ayudar al desarrollo de soluciones de inteligencia artificial orientadas a la mitigación del cambio climático y la eficiencia de recursos.

  • El impulso de los denominados algoritmos verdes en la reducción del impacto ambiental de la IA, que se ha de concretar tanto en el uso eficiente de la infraestructura digital como en la toma de decisiones sostenibles.

  • La apuesta por espacios de datos medioambientales, generando ecosistemas digitales donde se comparten datos que provienen de fuentes diversas para facilitar el desarrollo de proyectos y soluciones interoperables con impacto relevante desde la perspectiva medioambiental.

A continuación, profundizaremos en cada uno de estos puntos.

Datos de alto valor para la sostenibilidad

La Directiva (UE) 2019/1024 sobre datos abiertos y reutilización de la información del sector público introdujo por primera vez el concepto de conjuntos de datos de alto valor, definidos como aquellos con un potencial excepcional para generar beneficios sociales, económicos y medioambientales. Estos conjuntos deben publicarse de forma gratuita, en formatos legibles por máquina, mediante interfaces de programación de aplicaciones (API) y, cuando proceda, se han de poder descargar de forma masiva. A tal efecto se han identificado una serie de categorías prioritarias, entre los que se encuentran los datos medioambientales y relativos a la observación de la Tierra.

Se trata de una categoría especialmente relevante, ya que abarca tanto datos sobre clima, ecosistemas o calidad ambiental, así como los vinculados a la Directiva INSPIRE, que hacen referencia a áreas ciertamente diversas como hidrografía, lugares protegidos, recursos energéticos, uso del suelo, recursos minerales o, entre otros, los relativos a zonas de riesgos naturales, incluyendo también ortoimágenes.

Estos datos tienen una singular relevancia a la hora de monitorizar las variables relacionadas con el cambio climático, como puede ser el uso del suelo, la gestión de la biodiversidad teniendo en cuenta la distribución de especies, hábitats y lugares protegidos, el seguimiento de las especies invasoras o la evaluación de los riesgos naturales. Los datos sobre calidad del aire y contaminación son cruciales para la salud pública y ambiental, de manera que el acceso a los mismos permite llevar a cabo análisis exhaustivos sin duda relevantes para la adopción de políticas públicas orientadas a su mejora. La gestión de recursos hídricos también se puede optimizar mediante datos de hidrografía y monitoreo ambiental, de manera que su tratamiento masivo y automatizado constituye una premisa inexcusable para hacer frente al reto de la digitalización de la gestión del ciclo del agua.

La combinación con otros datos medioambientales de calidad facilita el desarrollo de soluciones de IA orientadas a desafíos climáticos específicos. En concreto, permiten entrenar modelos predictivos para anticipar fenómenos extremos (olas de calor, sequías, inundaciones), optimizar la gestión de recursos naturales o monitorizar en tiempo real indicadores ambientales críticos. También permite impulsar proyectos económicos de gran impacto, como puede ser el caso de la utilización de algoritmos de IA para implementar soluciones tecnológicas en el ámbito de la agricultura de precisión, posibilitando el ajuste inteligente de los sistemas de riego, la detección temprana de plagas o la optimización del uso de fertilizantes.

Algoritmos verdes y responsabilidad digital: hacia una IA sostenible

El entrenamiento y despliegue de sistemas de inteligencia artificial, particularmente de modelos de propósito general y grandes modelos de lenguaje, conlleva un consumo energético significativo. Según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, los centros de datos representaron alrededor del 1,5 % del consumo mundial de electricidad en 2024. Esta cifra supone un crecimiento de alrededor de un 12 % anual desde 2017, más de cuatro veces más rápido que la tasa de consumo eléctrico total. Está previsto que el consumo eléctrico de los centros de datos se duplique hasta alcanzar unos 945 TWh en 2030.

Ante este panorama, los algoritmos verdes constituyen una alternativa que necesariamente ha de tenerse en cuenta a la hora de minimizar el impacto ambiental que plantea la implantación de la tecnología digital y, en concreto, la IA. De hecho, tanto la Estrategia Europea de Datos como el Pacto Verde Europeo integran explícitamente la sostenibilidad digital como pilar estratégico. Por su parte, España ha puesto en marcha un Programa Nacional de Algoritmos Verdes, enmarcado en la Agenda Digital 2026 y con una medida específica en la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial.

Uno de los principales objetivos del Programa consiste en fomentar el desarrollo de algoritmos que minimicen su impacto ambiental desde la concepción —enfoque green by design—, por lo que la exigencia de una documentación exhaustiva de los conjuntos de datos utilizados para entrenar modelos de IA —incluyendo origen, procesamiento, condiciones de uso y huella ambiental— resulta fundamental para dar cumplimiento a esta aspiración. A este respecto, la Comisión ha publicado una plantilla para ayudar a los proveedores de inteligencia artificial de propósito general a resumir los datos utilizados para el entrenamiento de sus modelos, de manera que se pueda exigir mayor transparencia que, por lo que ahora interesa, también facilitaría la trazabilidad y gobernanza responsable desde la perspectiva ambiental, así como la realización de ecoauditorías.

El Espacio de Datos del Pacto Verde Europeo (Green Deal)

Se trata de uno de los espacios de datos comunes europeos contemplados en la Estrategia Europea de Datos que se encuentra en un estado más avanzado, tal y como demuestran las numerosas iniciativas y eventos de divulgación que se han impulsado en torno al mismo. Tradicionalmente el acceso a la información ambiental ha sido uno de los ámbitos con una regulación más favorable, de manera que con el impulso de los datos de alto valor y la decida apuesta que supone la creación de un espacio europeo en esta materia se ha producido un avance cualitativo muy destacable que refuerza una tendencia ya consolidada en este ámbito.

En concreto, el modelo de los espacios de datos facilita la interoperabilidad entre datos abiertos públicos y privados, reduciendo barreras de entrada para startups y pymes en sectores como la gestión forestal inteligente, la agricultura de precisión o, entre otros muchos ejemplos, la optimización energética. Al mismo tiempo, refuerza la calidad de los datos disponibles para que las Administraciones Públicas lleven a cabo sus políticas públicas, ya que sus propias fuentes pueden contrastarse y compararse con otros conjuntos de datos. Finalmente, el acceso compartido a datos y herramientas de IA puede fomentar iniciativas y proyectos de innovación colaborativa, acelerando el desarrollo de soluciones interoperables y escalables.

Ahora bien, el ecosistema jurídico propio de los espacios de datos conlleva una complejidad inherente a su propia configuración institucional, ya que en el mismo confluyen varios sujetos y, por tanto, diversos intereses y regímenes jurídicos aplicables: 

  • Por una parte, las entidades públicas, a las que en este ámbito les corresponde un papel de liderazgo especialmente reforzado.

  • Por otra las entidades privadas y la ciudanía, que no sólo pueden aportar sus propios conjuntos de datos, sino asimismo ofrecer desarrollos y herramientas digitales que pongan en valor los datos a través de servicios innovadores.

  • Y, finalmente, los proveedores de la infraestructura necesaria para la interacción en el seno del espacio.

En consecuencia, son imprescindibles modelos de gobernanza avanzados que hagan frente a esta complejidad reforzada por la innovación tecnológica y de manera especial la IA, ya que los planteamientos tradicionales propios de la legislación que regula el acceso a la información ambiental son ciertamente limitados para esta finalidad.

Hacia una convergencia estratégica

La convergencia de datos abiertos de alto valor, algoritmos verdes responsables y espacios de datos medioambientales está configurando un nuevo paradigma digital imprescindible para afrontar los retos climáticos y ecológicos en Europa que requiere un enfoque jurídico robusto y, al mismo tiempo flexible. Este singular ecosistema no solo permite impulsar la innovación y eficiencia en sectores clave como la agricultura de precisión o la gestión energética, sino que también refuerza la transparencia y la calidad de la información ambiental disponible para la formulación de políticas públicas más efectivas.

Más allá del marco normativo vigente resulta imprescindible diseñar modelos de gobernanza que ayuden a interpretar y aplicar de manera coherente regímenes legales diversos, que protejan la soberanía de los datos y, en definitiva, garanticen la transparencia y la responsabilidad en el acceso y reutilización de la información medioambiental. Desde la perspectiva de la contratación pública sostenible, es esencial promover procesos de adquisición por parte de las entidades públicas que prioricen soluciones tecnológicas y servicios interoperables basados en datos abiertos y algoritmos verdes, fomentando la elección de proveedores comprometidos con la responsabilidad ambiental y la transparencia en las huellas de carbono de sus productos y servicios digitales.

Solo partiendo de este enfoque se puede aspirar a que la innovación digital sea tecnológicamente avanzada y ambientalmente sostenible, alineando así los objetivos del Pacto Verde, la Estrategia Europea de Datos y el enfoque europeo en materia de IA

Contenido elaborado por Julián Valero, catedrático de la Universidad de Murcia y Coordinador del Grupo de Investigación “Innovación, Derecho y Tecnología” (iDerTec). Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.

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El pasado mes de octubre España acogió la Cumbre Global OGP 2025, un evento de referencia internacional sobre el gobierno abierto. Más de 2.000 representantes de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y expertos/as de políticas públicas de todo el mundo se reunieron en Vitoria-Gasteiz para conversar sobre la importancia de mantener gobiernos abiertos, participativos y transparentes como pilares de la sociedad.

La ubicación elegida para este encuentro no fue casualidad: España lleva más de una década construyendo un modelo de gobierno abierto que la ha posicionado como referente internacional. En este artículo vamos a repasar algunos de los proyectos que se han puesto en marcha en nuestro país para transformar su Administración pública y acercarla a la ciudadanía.

El marco estratégico: planes de acción y compromisos internacionales

El gobierno abierto es una cultura de gobernanza que promueve los principios de transparencia, integridad, rendición de cuentas y participación de las partes interesadas en apoyo de la democracia y el crecimiento inclusivo.

La apuesta española por el gobierno abierto tiene un recorrido consolidado. Desde que España se unió a la Alianza para el Gobierno Abierto en 2011, el país ha desarrollado cinco planes de acción consecutivos que han ido ampliando y profundizando en las iniciativas de apertura gubernamental. Cada plan ha supuesto un avance respecto al anterior, incorporando nuevos compromisos y respondiendo a los desafíos emergentes de la sociedad digital.

El V Plan de Gobierno Abierto (2024-2028) representa la evolución de esta estrategia. Su proceso de elaboración incorporó una metodología de cocreación que involucró a múltiples actores de la sociedad civil, Administraciones públicas de todos los niveles y expertos en la materia. Este enfoque participativo facilitó que el plan respondiera a necesidades reales y contara con el respaldo de todos los sectores implicados.

Justicia 2030: la mayor transformación del sistema judicial en décadas

Bajo el lema “La mayor transformación de la Justicia en décadas”, el programa Justicia 2030 se plantea como una hoja de ruta para modernizar el sistema judicial español. Su objetivo es construir una justicia más accesible, eficiente, sostenible y centrada en las personas, mediante un modelo de cogobernanza que involucra a Administraciones públicas, operadores jurídicos y ciudadanía.

El plan se articula en torno a tres ejes estratégicos:

1. Accesibilidad y justicia centrada en las personas

Este eje busca garantizar que la justicia llegue a toda la ciudadanía, reduciendo brechas territoriales, sociales y digitales. Entre las principales medidas destacan:

  • Accesos y atención presencial y digital: impulso de sedes judiciales más accesibles, tanto física como tecnológicamente, con servicios adaptados a colectivos vulnerables.

  • Educación legal básica: iniciativas de alfabetización jurídica para la población general, favoreciendo la comprensión del sistema judicial.

  • Justicia inclusiva: programas de mediación y justicia restaurativa, con especial atención a víctimas y grupos en situación de vulnerabilidad.

  • Nuevas realidades sociales: adaptación del sistema judicial a los retos contemporáneos (violencia digital, delitos medioambientales, derechos digitales, etc.).

2. Eficiencia del servicio público de justicia

El programa defiende que la transformación tecnológica y organizativa es clave para una justicia más ágil y eficiente. Este segundo eje incorpora avances orientados a la gestión moderna y la digitalización:

  • Oficinas de justicia en los municipios: creación de puntos de acceso a la justicia en localidades pequeñas, acercando los servicios judiciales al territorio.

  • Reforma procesal y organizativa: actualización de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y del marco procesal para mejorar la coordinación entre juzgados.

  • Expediente judicial electrónico: consolidación del expediente digital y de las herramientas interoperables entre instituciones.

  • Inteligencia artificial y datos judiciales: uso responsable de tecnologías avanzadas para mejorar la gestión de expedientes y la predicción de cargas de trabajo.

3. Justicia sostenible y cohesionada territorialmente

El tercer eje busca que la modernización judicial contribuya a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y a la cohesión territorial.

Las líneas principales son:

  • Justicia ambiental y climática: promoción de mecanismos legales que favorezcan la protección medioambiental y la lucha contra el cambio climático.

  • Cohesión territorial: coordinación con comunidades autónomas para garantizar igualdad de acceso a la justicia en todo el país.

  • Colaboración institucional: fortalecimiento de la cooperación entre poderes públicos, entidades locales y sociedad civil.

El Portal de la Transparencia: el corazón del derecho a saber

Si Justicia 2030 representa la transformación del acceso a la justicia, el Portal de la Transparencia está pensado para garantizar el derecho ciudadano a la información pública. Esta plataforma digital, operativa desde 2014, centraliza la información sobre las organizaciones administrativas y permite a la ciudadanía ejercer su derecho de acceso a la información pública de manera sencilla y directa. Sus principales funciones son:

  • Publicación proactiva de información sobre las actividades gubernamentales, presupuestos, contrataciones, subvenciones, convenios y decisiones administrativas, sin necesidad de que los ciudadanos lo soliciten.

  • Sistema de solicitud de información para acceder a documentación no disponible públicamente, con plazos legalmente establecidos para la respuesta administrativa.

  • Procesos participativos que permiten a los ciudadanos intervenir activamente en el diseño y evaluación de políticas públicas.

  • Indicadores de transparencia que miden objetivamente el cumplimiento de las obligaciones de las diferentes administraciones, permitiendo comparaciones y fomentando la mejora continua.

Este portal se vertebra en tres derechos fundamentales:

  1. Derecho a saber: todo ciudadano puede acceder a información pública, ya sea a través de la consulta directa en el portal o ejerciendo formalmente su derecho de acceso cuando la información no esté disponible.

  2. Derecho a entender: la información debe presentarse de forma clara, comprensible y adaptada a diferentes públicos, evitando tecnicismos innecesarios y facilitando la interpretación.

  3. Derecho a participar: los ciudadanos pueden intervenir en la gestión de asuntos públicos mediante los mecanismos de participación ciudadana habilitados en la plataforma.

La plataforma cumple con la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, una norma que supuso un cambio de paradigma, reconociendo el acceso a la información como un derecho fundamental del ciudadano y no como una concesión graciosa de la administración.

Consenso por una Administración Abierta: estrategia nacional de gobierno abierto

Otro proyecto que aboga por el gobierno abierto es el "Consenso por una Administración Abierta". Según este documento de referencia, no se trata únicamente de abrir datos o crear portales de transparencia, sino de transformar radicalmente la forma en que se diseñan e implementan las políticas públicas. Este consenso sustituye el modelo tradicional vertical, donde las administraciones deciden unilateralmente, por un diálogo permanente entre administraciones, operadores jurídicos y ciudadanía. El documento se estructura en cuatro ejes estratégicos:

1. Administración Abierta a las capacidades del sector público

  • Desarrollo de un empleo público proactivo, innovador e inclusivo.

  • Implementación responsable de sistemas de inteligencia artificial.

  • Creación de espacios seguros y éticos de datos compartidos.

2. Administración Abierta a políticas públicas informadas por evidencias y a la participación:

  • Desarrollo de mapas interactivos de políticas públicas.

  • Evaluación sistemática basada en datos y evidencias.

  • Incorporación de la voz ciudadana en todas las fases del ciclo de políticas públicas.

3. Administración Abierta a la ciudadanía:

  • Evolución de "Mi Carpeta Ciudadana" hacia servicios más personalizados.

  • Implementación de herramientas digitales como SomosGob.

  • Simplificación radical de trámites y procedimientos administrativos.

4. Administración Abierta a la Transparencia, la Participación y la Rendición de Cuentas:

  • Renovación completa del Portal de Transparencia.

  • Mejora de los mecanismos de transparencia de la Administración General del Estado.

  • Fortalecimiento de los sistemas de rendición de cuentas.


Figura 1: Consenso por una Administración abierta a. Fuente: elaboración propia

El Foro de Gobierno Abierto: espacio de diálogo permanente

Todos estos proyectos y compromisos necesitan un espacio institucional donde puedan discutirse, evaluarse y ajustarse continuamente. Esa es precisamente la función del Foro de Gobierno Abierto que funciona como un órgano de participación y diálogo integrado por representantes de la administración central, autonómica y local. Y lo conforman 32 miembros de la sociedad civil cuidadosamente seleccionados para garantizar la diversidad de perspectivas.

Esta composición equilibrada garantiza que todas las voces sean escuchadas en el diseño e implementación de las políticas de gobierno abierto. El Foro se reúne de manera periódica para evaluar el avance de los compromisos, identificar obstáculos y proponer nuevas iniciativas que respondan a los desafíos emergentes.

Su funcionamiento transparente y participativo, con actas públicas y procesos de consulta abiertos, lo convierte en un referente internacional de buenas prácticas en gobernanza colaborativa. El Foro no es simplemente un órgano consultivo, sino un espacio de codecisión donde se construyen consensos que posteriormente se traducen en políticas públicas concretas.

Hazlab: laboratorio de innovación para la participación ciudadana

Promovido por la Dirección General de Gobernanza Pública del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, HazLab forma parte del Plan de Mejora de la Participación Ciudadana en los Asuntos Públicos, incluido en el Compromiso 3 del IV Plan de Gobierno Abierto de España (2020-2024).

HazLab es un espacio virtual diseñado para fomentar la colaboración entre la Administración, la ciudadanía, la academia, los profesionales y los colectivos sociales. Su propósito es impulsar una nueva forma de construir políticas públicas desde la innovación, el diálogo y la cooperación. En concreto hay tres áreas de trabajo:

  • Espacios virtuales de colaboración, que facilitan el trabajo conjunto entre administraciones, expertos y ciudadanía.

  • Proyectos de diseño y prototipado de servicios públicos, basados en metodologías participativas e innovadoras.

  • Biblioteca de recursos, un repositorio con materiales audiovisuales, artículos, informes y guías sobre gobierno abierto, participación, integridad y transparencia.

El registro en HazLab es gratuito y permite participar en proyectos, eventos y comunidades de práctica. Además, la plataforma ofrece un manual de uso y un código de conducta para facilitar la participación responsable.

En conclusión, los proyectos de gobierno abierto que España está impulsando representan mucho más que iniciativas aisladas de modernización administrativa o actualizaciones tecnológicas. Constituyen un cambio cultural profundo en la concepción misma del servicio público, donde la ciudadanía deja de ser un mero receptor pasivo de servicios para convertirse en co-creadora activa de políticas públicas.

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Vivimos rodeados de resúmenes generados por inteligencia artificial (IA). Tenemos la opción de generarlos desde hace meses, pero ahora se imponen en las plataformas digitales como el primer contenido que ven nuestros ojos al usar un buscador o abrir un hilo de emails. En plataformas como Microsoft Teams o Google Meet las reuniones por videollamada se transcriben y se resumen en actas automáticas para quien no ha podido estar presente, pero también para quien ha estado. Sin embargo, aquello que un modelo de lenguaje ha considerado importante, ¿es realmente lo importante para quien recibe el resumen?

En este nuevo contexto, la clave es aprender a recuperar el sentido detrás de tanta información resumida. Estas tres estrategias te ayudarán a transformar el contenido automático en una herramienta de comprensión y toma de decisiones.

1. Haz preguntas expansivas

Solemos resumir para reducir un contenido que no somos capaces de abarcar, pero corremos el riesgo de asociar breve con significativo, una equivalencia que no siempre se cumple. Por tanto, no deberíamos enfocarnos desde el inicio en resumir, sino en extraer información relevante para nosotros, nuestro contexto, nuestra visión de la situación y nuestra manera de pensar. Más allá del prompt básico “hazme un resumen”, esta nueva manera de enfocar un contenido que se nos escapa consiste en cruzar datos, conectar puntos y sugerir hipótesis, lo que llaman sensemaking o “construcción de sentido”. Y pasa, en primer lugar, por tener claro qué queremos saber.

Situación práctica:

Imaginemos una reunión larga a la que no hemos podido acudir. Esa tarde, recibimos en nuestro correo electrónico un resumen de los temas tratados. No siempre es posible, pero una buena práctica en este punto, si nuestra organización lo permite, es no quedarnos solo con el resumen: si está permitido, y siempre respetando las directrices de confidencialidad, sube la transcripción completa a un sistema conversacional como Copilot o Gemini y haz preguntas específicas:

  • ¿Qué tema se repitió más o recibió más atención durante la reunión?

  • En una reunión anterior, la persona X usó este argumento. ¿Se usó de nuevo? ¿Lo discutió alguien? ¿Se dio por válido?

  • ¿Qué premisas, suposiciones o creencias están detrás de esta decisión que se ha tomado?

  • Al final de la reunión, ¿qué elementos parecen más críticos para el éxito del proyecto?

  • ¿Qué señales anticipan posibles retrasos o bloqueos? ¿Cuáles tienen que ver o podrían afectar a mi equipo?

Cuidado con:

Ante todo, revisa y confirma las atribuciones. Los modelos generativos son cada vez más precisos, pero tienen una gran capacidad para mezclar información real con información falsa o generada. Por ejemplo, pueden atribuir una frase a alguien que no la dijo, relacionar como causa-efecto ideas que en realidad no tenían conexión, y seguramente lo más importante: asignar tareas o responsabilidades de próximos pasos a alguien a quien no le corresponden.

2. Pide contenido estructurado

Los buenos resúmenes no son más cortos, sino más organizados, y el texto redactado no es el único formato al que podemos recurrir. Busca la eficacia y pide a los sistemas conversacionales que te devuelvan tablas, categorías, listas de decisiones o mapas de relaciones. La forma condiciona el pensamiento: si estructuras bien la información, la entenderás mejor y también la transmitirás mejor a otros, y por tanto irás más lejos con ella.

Situación práctica:

En este caso, imaginemos que recibimos un informe largo sobre el avance de varios proyectos internos de nuestra empresa. El documento tiene muchas páginas con párrafos descriptivos de estado, feedback, fechas, imprevistos, riesgos y presupuestos. Leerlo todo línea por línea sería imposible y no retendríamos la información. La buena práctica aquí es pedir una transformación del documento que nos sea útil de verdad. Si es posible, sube el informe al sistema conversacional y solicita contenido estructurado de manera exigente y sin escatimar en detalles:

  • Organiza el informe en una tabla con las siguientes columnas: proyecto, responsable, fecha de entrega, estado, y una columna final que indique si ha ocurrido algún imprevisto o se ha materializado algún riesgo. Si todo va bien, imprime en esa columna “CORRECTO”.

  • Genera un calendario visual con los entregables, sus fechas de entrega y los responsables, que empiece el 1 de octubre de 2025 y termine el 31 de enero de 2026, en forma de diagrama de Gantt.

  • Quiero una lista en la que aparezcan exclusivamente el nombre de los proyectos, su fecha de inicio y su fecha de entrega. Ordena por la fecha de entrega, las más cercanas primero.

  • Del apartado de feedback de los clientes que encontrarás en cada proyecto, crea una tabla con los comentarios más repetidos y a qué áreas o equipos suelen hacer referencia. Colócalos en orden, de los que más se repiten a los que menos.

  • Dame la facturación de los proyectos que están en riesgo de no cumplir plazos, indica el precio de cada uno y el total.

Cuidado con:

La ilusión de veracidad y exhaustividad que nos va a proporcionar un texto limpio, ordenado, automático y con fuentes es enorme. Un formato claro, como una tabla, una lista o un mapa, puede dar una falsa sensación de precisión. Si los datos de origen son incompletos o erróneos, la estructura solo maquilla el error y tendremos más dificultades para verlo. Las producciones de la IA suelen ser casi perfectas. Como mínimo, y si el documento es muy extenso, haz comprobaciones aleatorias ignorando la forma y centrándote en el contenido.

3. Conecta los puntos

El sentido estratégico rara vez está en un texto aislado, y mucho menos en un resumen. El nivel avanzado en este caso consiste en pedir al chat multimodal que cruce fuentes, compare versiones o detecte patrones entre varios materiales o formatos, como por ejemplo la transcripción de una reunión, un informe interno y un artículo científico. Lo que interesa realmente ver son claves comparativas como los cambios evolutivos, las ausencias o las inconsistencias.

Situación práctica:

Imaginemos que estamos preparando una propuesta para un nuevo proyecto. Tenemos varios materiales: la transcripción de una reunión del equipo directivo, el informe interno del año anterior y un artículo reciente sobre tendencias del sector. En lugar de resumirlos por separado, puedes subirlos al mismo hilo de conversación o a un chat que hayas personalizado sobre el tema, y pedirle acciones más ambiciosas.

  • Compara estos tres documentos y dime qué prioridades coinciden en todos, aunque se expresen de maneras distintas.

  • ¿Qué temas del informe interno no se han mencionado en la reunión? Genera una hipótesis para cada uno sobre por qué no se han tratado.

  • ¿Qué ideas del artículo podrían reforzar o cuestionar las nuestras? Dame ideas fuerza de la investigación que no estén reflejadas en nuestro informe interno.

  • Busca artículos en prensa de los últimos seis meses que avalen las ideas fuerza del informe interno.

  • Encuentra fuentes externas que complementen la información ausente en estos tres documentos sobre el tema X y genera un informe panorámico con referencias.

Cuidado con:

Es muy habitual que los sistemas de IA simplifiquen de forma engañosa debates complejos, no porque tengan un objetivo oculto sino porque en el entrenamiento se les ha premiado siempre la sencillez y la claridad. Además, la generación automática introduce un riesgo de autoridad: como el texto se presenta con apariencia de precisión y neutralidad, asumimos que es válido y útil. Y, por si fuera poco, los resúmenes estructurados se copian y comparten rápido. Antes de reenviar, asegúrate de que el contenido está validado, sobre todo si contiene decisiones, nombres o datos sensibles.

Conclusión

Los modelos basados en IA pueden ayudarte a visualizar convergencias, lagunas o contradicciones y, a partir de ahí, formular hipótesis o líneas de acción. Se trata de encontrar con mayor agilidad eso tan valioso que llamamos insights. Ese es el paso del resumen al análisis: lo más importante no es comprimir la información, sino seleccionarla bien, relacionarla y conectarla con el contexto. Intensificar la exigencia desde el prompt es la manera más adecuada de trabajar con los sistemas IA, pero también nos exige un esfuerzo personal previo de análisis y aterrizaje.

Contenido elaborado por Carmen Torrijos, experta en IA aplicada al lenguaje y la comunicación. Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.

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La visualización de datos es una práctica fundamental para democratizar el acceso a la información pública. Sin embargo, crear gráficos efectivos va mucho más allá de elegir colores atractivos o utilizar las últimas herramientas tecnológicas. Como señala Alberto Cairo, experto en visualización de datos y docente de la academia del portal europeo de datos abiertos (data.europa.eu), “cada decisión de diseño debe ser deliberada: inevitablemente subjetiva, pero nunca arbitraria”. A través de una serie de tres webinar que puedes volver a ver aquí, el experto ofreció consejos innovadores para estar a la vanguardia de la visualización de datos.

Cuando trabajamos con visualización de datos, especialmente en el contexto de la información pública, es crucial desmontar algunos mitos arraigados en nuestra cultura profesional. Frases como "los datos hablan por sí mismos", "una imagen vale más que mil palabras" o "muestra, no cuentes" suenan bien, pero esconden una verdad incómoda: los gráficos no siempre comunican automáticamente.

La realidad es más compleja. Un/a profesional del diseño puede querer comunicar algo específico, pero los lectores pueden interpretar algo completamente diferente. ¿Cómo se puede superar la brecha entre intención y percepción en visualización de datos? En este post, ofrecemos algunas claves de la serie formativa.

Un marco estructurado para diseñar con propósito

En lugar de seguir "reglas" rígidas o aplicar plantillas predefinidas, en el curso se propone un marco de pensamiento basado en cinco componentes interrelacionados:

  1. Contenido: la naturaleza, origen y limitaciones de los datos
  2. Personas: la audiencia a la que nos dirigimos
  3. Intención: los propósitos que definimos
  4. Restricciones: las limitaciones que enfrentamos
  5. Resultados: cómo es recibido el gráfico

Este enfoque holístico nos obliga a preguntarnos constantemente: ¿qué necesitan realmente saber nuestros lectores? Por ejemplo, cuando comunicamos información sobre riesgos de huracanes o emergencias sanitarias, ¿es más importante mostrar trayectorias exactas o comunicar impactos potenciales? La respuesta correcta depende del contexto y, sobre todo, de las necesidades informativas de la ciudadanía.

El peligro de la agregación excesiva

Aún sin perder de vista el propósito es importante no caer en añadir demasiada información o presentar solo promedios. Imaginemos, por ejemplo, un conjunto de datos sobre seguridad ciudadana a nivel nacional: un promedio puede esconder que la mayoría de las localidades son muy seguras, mientras unas pocas con tasas extremadamente altas distorsionan el indicador nacional.

Como explica Claus O. Wilke en su libro "Fundamentals of Data Visualization", esta práctica puede ocultar patrones cruciales, valores atípicos y paradojas que son precisamente los más relevantes para la toma de decisiones. Para evitar este riesgo, en la formación se propone visualizar una gráfica como un sistema de capas que debemos construir cuidadosamente desde la base:

1. Codificación (Encoding)

  1. Es la base de todo: cómo traducimos datos en atributos visuales. Las investigaciones en percepción visual nos muestran que no todos los "canales visuales" son igual de efectivos. La jerarquía sería:
  • Más efectivos: posición, longitud y altura
  • Medianamente efectivos: ángulo, área y pendiente
  • Menos efectivos: color, saturación y forma

¿Cómo ponemos esto en práctica? Pues, por ejemplo, para realizar comparaciones precisas, un gráfico de barras será casi siempre mejor opción que un gráfico circular. Sin embargo, como se matiza en los materiales formativos, "efectivo" no siempre significa "apropiado". Un gráfico circular puede ser perfecto cuando queremos expresar la idea de un "todo y sus partes", aunque las comparaciones precisas sean más difíciles.

2. Disposición (Arrangement)

El posicionamiento, orden y agrupación de los elementos afecta profundamente a la percepción. ¿Queremos que el lector compare entre categorías dentro de un grupo, o entre grupos? La respuesta determinará si organizamos nuestra visualización con barras agrupadas o apiladas, con paneles múltiples o en una única vista integrada.

3. Andamiaje (Scaffolding)

Los títulos, introducciones, anotaciones, escalas y leyendas son fundamentales. En datos.gob.es hemos visto cómo las visualizaciones interactivas pueden condensar información compleja, pero sin un andamiaje adecuado, la interactividad puede confundir más que aclarar.

El valor de una correcta escala

Uno de los aspectos técnicos más delicados —y a menudo más manipulables— de una visualización es la elección de la escala. Una simple modificación en el eje Y puede cambiar por completo la interpretación del lector: una tendencia suave puede parecer una crisis repentina, o un crecimiento sostenido puede pasar desapercibido.

Como se menciona en el segundo webinar de la serie, las escalas no son un detalle menor: son un componente narrativo. Decidir dónde empieza un eje, qué intervalos se usan o cómo se representan los periodos de tiempo implica hacer elecciones que afectan directamente la percepción de la realidad. Por ejemplo, si una gráfica de empleo comienza el eje Y en 90 % en lugar de 0 %, el descenso puede parecer dramático, aunque, en realidad, sea mínimo.

Por eso, las escalas deben ser honestas con los datos. Ser “honesto” no significa renunciar a decisiones de diseño, sino mostrar claramente qué decisiones se tomaron y por qué. Si existe una razón válida para empezar el eje Y en un valor distinto de cero, debe explicarse explícitamente en la gráfica o en su pie de texto. La transparencia debe prevalecer sobre el dramatismo.

La integridad visual no solo protege al lector de interpretaciones engañosas, sino que refuerza la credibilidad de quien comunica. En el ámbito de los datos públicos, esa honestidad no es opcional: es un compromiso ético con la verdad y con la confianza ciudadana.

Accesibilidad: visualizar para todos

Por otro lado, uno de los aspectos frecuentemente olvidado es la accesibilidad. Aproximadamente el 8 % de los hombres y el 0,5 % de las mujeres tienen algún tipo de daltonismo. Herramientas como Color Oracle permiten simular cómo se ven nuestras visualizaciones para personas con diferentes tipos de deficiencias en la percepción del color.

Además, en el webinar se mencionó el proyecto Chartability, una metodología para evaluar la accesibilidad de las visualizaciones de datos. En el sector público español, donde la accesibilidad web es un requisito legal, esto no es opcional: es una obligación democrática. Bajo esta premisa publicó la Federación Española de Municipios y Provincias publicó una Guía de Visualización de Datos para Entidades Locales

Narrativa visual: cuando los datos cuentan historias

Una vez resueltas las cuestiones técnicas, podemos abordar el aspecto narrativo que cada día es más importante para comunicar correctamente. En este sentido, el curso plantea un método sencillo pero poderoso:

  1. Escribe una frase larga que resuma los puntos que quieres comunicar.
  2. Divide esa frase en componentes, aprovechando las pausas naturales.
  3. Transforma esos componentes en secciones de tu infografía.

Este enfoque narrativo es especialmente efectivo para proyectos como los que encontramos en data.europa.eu, donde se combinan visualizaciones con explicaciones contextuales para comunicar el valor de los conjuntos de datos de alto valor o en los ejercicios de visualización y ciencia de datos de datos de datos.gob.es.

El futuro de la visualización de datos también incluye aproximaciones más creativas y centradas en el usuario. Proyectos que incorporan elementos personalizados, que permiten a los lectores situarse en el centro de la información, o que utilizan técnicas narrativas para generar empatía, están redefiniendo lo que entendemos por "comunicación de datos".

Incluso emergen formas alternativas de "sensificación de datos": la fisicalización (crear objetos tridimensionales con datos) y la sonificación (traducir datos a sonido) abren nuevas posibilidades para hacer la información más tangible y accesible. La empresa española Tangible Data, de la que nos hacemos eco en datos.gob.es porque reutiliza conjuntos de datos abiertos, es prueba de ello.


Figura 1. Ejemplos de sensificación de datos. Fuente: https://data.europa.eu/sites/default/files/course/webinar-data-visualisation-episode-3-slides.pdf

A modo de conclusión, podemos resaltar que la integridad en el diseño no es un lujo: es un requisito ético. Cada gráfico que publicamos en plataformas oficiales influye en cómo los ciudadanos perciben la realidad y toman decisiones. Por eso, dominar herramientas técnicas como las bibliotecas y API de visualización, que se analizan en otros artículos del portal, es tan relevante.

La próxima vez que crees una visualización con datos abiertos, no te preguntes solo "¿qué herramienta uso?" o "¿qué gráfico se ve mejor?". Pregúntate: ¿qué necesita realmente saber mi audiencia? ¿Esta visualización respeta la integridad de los datos? ¿Es accesible para todos? Las respuestas a estas preguntas son las que transforman un gráfico bonito en una herramienta de comunicación verdaderamente efectiva.

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La Inteligencia Artificial (IA) está convirtiéndose en uno de los principales motores del aumento de la productividad y la innovación tanto en el sector público como en el privado, siendo cada vez más relevante en tareas que van desde la creación de contenido en cualquier formato (texto, audio, video) hasta la optimización de procesos complejos a través de agentes de Inteligencia Artificial.

Sin embargo, los modelos avanzados de IA, y en particular los grandes modelos de lenguaje, exigen cantidades ingentes de datos para su entrenamiento, optimización y evaluación. Esta dependencia genera una paradoja: a la vez que la IA demanda más datos y de mayor calidad, la creciente preocupación por la privacidad y la confidencialidad (Reglamento General de Protección de Datos o RGPD), las nuevas reglas de acceso y uso de datos (Data Act), y los requisitos de calidad y gobernanza para sistemas de alto riesgo (Reglamento de IA), así como la inherente escasez de datos en dominios sensibles limitan el acceso a los datos reales.

En este contexto, los datos sintéticos pueden ser un mecanismo habilitador para conseguir nuevos avances, conciliando innovación y protección de la privacidad. Por una parte, permiten alimentar el progreso de la IA sin exponer información sensible, y cuando se combinan con datos abiertos de calidad amplían el acceso a dominios donde los datos reales son escasos o están fuertemente regulados.

¿Qué son los datos sintéticos y cómo se generan?

De forma sencilla, los datos sintéticos se pueden definir como información fabricada artificialmente que imita las características y distribuciones de los datos reales. La función principal de esta tecnología es reproducir las características estadísticas, la estructura y los patrones del dato real subyacente. En el dominio de las estadísticas oficiales existen casos como el del Censo de Estados Unidos que publica productos parcial o totalmente sintéticos como OnTheMap (movilidad de los trabajadores entre lugar de residencia y lugar trabajo) o el SIPP Synthetic Beta (microdatos socioeconómicos vinculados a impuestos y seguridad social).

La generación de datos sintéticos es actualmente un campo aún en desarrollo que se apoya en diversas metodologías. Los enfoques pueden ir desde métodos basados en reglas o modelado estadístico (simulaciones, bayesianos, redes causales), que imitan distribuciones y relaciones predefinidas, hasta técnicas avanzadas de aprendizaje profundo. Entre las arquitecturas más destacadas encontramos:

  • Redes Generativas Adversarias (GAN): un modelo generativo, entrenado con datos reales, aprende a imitar sus características, mientras que un discriminador intenta distinguir entre datos reales y sintéticos. A través de este proceso iterativo, el generador mejora su capacidad para producir datos artificiales que son estadísticamente indistinguibles de los originales. Una vez entrenado, el algoritmo puede crear nuevos registros artificiales que son estadísticamente similares a la muestra original, pero completamente nuevos y seguros.
  • Autoencoders Variacionales (VAE): Estos modelos se basan en redes neuronales que aprenden una distribución probabilística en un espacio latente de los datos de entrada. Una vez entrenado, el modelo utiliza esta distribución, para obtener nuevas observaciones sintéticas mediante el muestreo y decodificación de los vectores latentes. Los VAE son frecuentemente considerados una opción más estable y sencilla de entrenar en comparación con las GAN para la generación de datos tabulares.
  • Modelos autorregresivos/jerárquicos y simuladores de dominio: utilizados, por ejemplo, en datos de historia clínica electrónica, que capturan dependencias temporales y jerárquicas. Los modelos jerárquicos estructuran el problema por niveles, primero muestrean variables de nivel superior y, después las de niveles inferiores condicionadas a las anteriores. Los simuladores de dominio codifican reglas del proceso y se calibran con datos reales, aportando control e interpretabilidad y garantizando el cumplimiento de reglas de negocio.

Puedes conocer más sobre los datos sintéticos y cómo se crean en esta infografía:


Figura 1. Infografía sobre datos sintéticos. Fuente: elaboración propia - datos.gob.es.

Si bien la generación sintética reduce inherentemente el riesgo de divulgación de datos personales, no lo elimina por completo. Sintético no significa automáticamente anónimo ya que, si los generadores se entrenan de forma inadecuada, pueden filtrarse trazas del conjunto real y ser vulnerables a ataques de inferencia de pertenencia (membership inference). De ahí que sea necesario utilizar Tecnologías de Mejora de la Privacidad (PET) como la privacidad diferencial y realizar evaluaciones de riesgo específicas. También el Supervisor Europeo de Protección de Datos (EDPS) ha subrayado la necesidad de realizar una evaluación de garantía de privacidad antes de que los datos sintéticos puedan ser compartidos, garantizando que el resultado no permita obtener datos personales reidentificables.

La Privacidad Diferencial (DP) es una de las tecnologías principales en este dominio. Su mecanismo consiste en añadir ruido controlado al proceso de entrenamiento o a los datos mismos, asegurando matemáticamente que la presencia o ausencia de cualquier individuo en el conjunto de datos original no altere significativamente el resultado final de la generación. El uso de métodos seguros, como el descenso de gradiente estocástico con privacidad diferencial (DP-SGD), garantiza que las muestras generadas no comprometan la privacidad de los usuarios que contribuyeron con sus datos al conjunto sensible.

¿Cuál es el papel de los datos abiertos?

Como es obvio, los datos sintéticos no aparecen de la nada, necesitan datos reales de alta calidad como semilla y, además, requieren buenas prácticas de validación. Por ello, los datos abiertos o los datos que no pueden abrirse por cuestiones relacionadas con la privacidad son, por una parte, una excelente materia prima para aprender patrones del mundo real y, por otra, una referencia independiente para verificar que lo sintético se parece a la realidad sin exponer a personas o empresas.

Como semilla de aprendizaje los datos abiertos de calidad, como los conjuntos de datos de alto valor, con metadatos completos, definiciones claras y esquemas estandarizados, aportan cobertura, granularidad y actualidad. Cuando ciertos conjuntos no pueden hacerse públicos por motivos de privacidad, pueden emplearse internamente con las adecuadas salvaguardas para producir datos sintéticos que sí podrían liberarse. En salud, por ejemplo, existen generadores abiertos como Synthea, que producen historias clínicas ficticias sin las restricciones de uso propias de los datos reales.

Por otra parte, frente a un conjunto sintético, los datos abiertos permiten actuar como patrón de verificación, para contrastar distribuciones, correlaciones y reglas de negocio, así como evaluar la utilidad en tareas reales (predicción, clasificación) sin recurrir a información sensible. En este sentido ya existen trabajos, como el del Gobierno de Gales con datos de salud, que han experimentado con distintos indicadores,. Entre ellos destacan la distancia de variación total (TVD), el índice de propensión (propensity score) y el desempeño en tareas de aprendizaje automático.

¿Cómo se evalúan los datos sintéticos?

La evaluación de los conjuntos de datos sintéticos se articula a través de tres dimensiones que, por su naturaleza, implican un compromiso:

  • Fidelidad (Fidelity): mide lo cerca que está el dato sintético de replicar las propiedades estadísticas, correlaciones y la estructura de los datos originales.
  • Utilidad (Utility): mide el rendimiento del conjunto de datos sintéticos en tareas posteriores de aprendizaje automático, como la predicción o la clasificación.
  • Privacidad (Privacy): mide la efectividad con la que el dato sintético oculta la información sensible y el riesgo de que los sujetos de los datos originales puedan ser reidentificados.

 


Figura 2. Tres dimensiones para evaluar datos sintéticos. Fuente: elaboración propia - datos.gob.es.

El reto de gobernanza reside en que no es posible optimizar las tres dimensiones simultáneamente. Por ejemplo, aumentar el nivel de privacidad (inyectando más ruido mediante privacidad diferencial) inevitablemente puede reducir la fidelidad estadística y, en consecuencia, la utilidad para ciertas tareas. La elección de qué dimensión priorizar (máxima utilidad para investigación estadística o máxima privacidad) se convierte en una decisión estratégica que debe ser transparente y específica para cada caso de uso.

¿Datos abiertos sintéticos?

La combinación de datos abiertos y datos sintéticos ya puede considerarse algo más que una idea, ya que existen casos reales que demuestran su utilidad para acelerar la innovación y, al mismo tiempo, proteger la privacidad. Además de los ya citados OnTheMap o SIPP Synthetic Beta en Estados Unidos, también encontramos ejemplos en Europa y el resto del mundo. Por ejemplo, el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea ha analizado el papel de los datos sintéticos generados con IA en la formulación de políticas AI Generated Synthetic Data in Policy Applications, destacando su capacidad para acortar el ciclo de vida de las políticas públicas al reducir la carga de acceso a datos sensibles y habilitar fases de exploración y prueba más ágiles. También ha documentado aplicaciones de poblaciones sintéticas multipropósito para análisis de movilidad, energía o salud, reforzando la idea de que los datos sintéticos actúan como habilitador transversal.

En Reino Unido, el Office for National Statistics (ONS) llevó a cabo un Synthetic Data Pilot para entender la demanda de datos sintéticos. En el piloto se exploró la producción de herramientas de generación de microdatos sintéticos de alta calidad para requisitos específicos de los usuarios.

También en salud se observan avances que ilustran el valor de datos abiertos sintéticos para innovación responsable. El Departamento de Salud de la región de Australia Occidental ha impulsado un Synthetic Data Innovation Project y hackatones sectoriales donde se liberan conjuntos sintéticos realistas que permiten a equipos internos y externos probar algoritmos y servicios sin acceso a información clínica identificable, fomentando la colaboración y acelerando la transición de prototipos a casos de uso reales.

En definitiva, los datos sintéticos ofrecen una vía prometedora, aunque no suficientemente explorada, para el desarrollo de las aplicaciones de inteligencia artificial, ya que contribuyen al equilibrio entre el fomento de la innovación y la protección de la privacidad.

Los datos sintéticos no sustituyen a los datos abiertos, sino que se potencian mutuamente. En particular, representan una oportunidad para que las Administraciones públicas pueden ampliar su oferta de datos abiertos con versiones sintéticas de conjuntos sensibles para educación o investigación, y para facilitar que las empresas y desarrolladores independientes experimenten cumpliendo la regulación y puedan generar un mayor valor económico y social.

Contenido elaborado por Jose Luis Marín, Senior Consultant in Data, Strategy, Innovation & Digitalization. Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.

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