El pasado 19 de noviembre, la Comisión Europea presentó la Estrategia Unión de Datos (Data Union Strategy), una hoja de ruta que busca consolidar un ecosistema europeo de datos robusto, seguro y competitivo. Esta estrategia se articula en torno a tres pilares fundamentales: ampliar el acceso a datos de calidad para la inteligencia artificial y la innovación, simplificar el marco normativo existente, y proteger la soberanía digital europea. En este post, explicaremos en detalle cada uno de estos pilares, así como el calendario de implementación del plan previsto para los próximos dos años.
Pilar 1: ampliar el acceso a datos de calidad para la IA y la innovación
El primer pilar de la estrategia se centra en garantizar que empresas, investigadores y administraciones públicas tengan acceso a datos de alta calidad que permitan desarrollar aplicaciones innovadoras, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial. Para ello, la Comisión propone una serie de iniciativas interconectadas que abarcan desde la creación de infraestructuras hasta el desarrollo de estándares y facilitadores técnicos. Como parte de este pilar se establecen una serie de acciones: la ampliación de espacios comunes europeos de datos, el desarrollo de los data labs, el impulso del Cloud and AI Development Act, la ampliación de activos de datos estratégicos y la elaboración de facilitadores para implementar estas medidas.
1.1 Ampliación de los Espacios Comunes Europeos de Datos (CEDS)
Los Espacios Comunes Europeos de Datos constituyen uno de los elementos centrales de esta estrategia:
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Inversión prevista: 100 millones de euros para su despliegue.
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Sectores prioritarios: salud, movilidad, energía, administración pública (legal) y medio ambiente.
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Interoperabilidad: se apuesta por SIMPL para la interoperabilidad entre espacios de datos con el apoyo del Centro Europeo de Competencia en Datos (DSSC, por sus siglas en inglés Data Spaces Support Center).
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Aplicaciones clave:
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Espacio Europeo de Datos de Salud (EHDS): mención especial por su función como puente entre los sistemas de datos de salud y el desarrollo de la IA.
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Nuevo Espacio de Datos de Defensa: para el desarrollo de sistemas de última generación, coordinado por la Agencia Europea de Defensa.
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1.2 Laboratorios de datos (Data Labs): el nuevo ecosistema para conectar datos y desarrollo de IA
La estrategia plantea utiliza Data Labs como puntos de conexión entre el desarrollo de inteligencia artificial y los datos europeos.
Estos laboratorios emplean el data pooling, un proceso de combinación y compartición de datos públicos y restringidos provenientes de múltiples fuentes en un repositorio centralizado o entorno compartido. Todo esto facilita el acceso y uso de información. En concreto, los servicios que ofrecen los Data Labs son:
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Facilita el acceso a los datos.
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Infraestructura técnica y herramientas.
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Data pooling.
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Filtrado de datos y etiquetado
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Guía regulatoria y formación.
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Reducción de la brecha entre los espacios de datos y los ecosistemas de IA.
Plan de implementación:
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Primera fase: los primeros Data Labs se establecerán en el marco de las AI Factories (gigafactorías de IA), ofreciendo servicios de datos para conectar el desarrollo de IA con los espacios de datos europeos.
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Data Labs sectoriales: se establecerán de forma independiente en otros ámbitos para cubrir necesidades específicas, por ejemplo, en el sector energético.
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Modelo autosostenible: se prevé que el modelo de Data Labs pueda desplegarse comercialmente, convirtiéndolo en un ecosistema autosostenible que conecta datos e IA.
1.3 Cloud and AI Development Act: impulso a la nube soberana
Para el impulso de la tecnología de nube, la Comisión propondrá en el primer trimestre de 2026 este nuevo reglamento. Actualmente hay una consulta pública abierta en la que se puede participar aquí.
1.4 Activos de datos estratégicos: sector público, recursos científicos, culturales y lingüísticos
Por un lado, en 2026 se propondrá ampliar la lista de los datos de alto valor High value datasets en inglés o HVDS para incluir datos legales, judiciales y administrativos, entre otros. Y, por otro lado, la Comisión mapeará bases existentes y financiará nuevas infraestructuras digitales.
1.5 Facilitadores horizontales: datos sintéticos, data pooling y estándares
La Comisión Europea elaborará guías y estándares sobre datos sintéticos y se financiará I+D avanzada en técnicas para su generación de a través de Horizon Europe.
Otro tema que la UE quiere impulsar es el data pooling, como explicamos anteriormente. Compartir datos de etapas tempranas del ciclo productivo puede generar beneficios colectivos, pero persisten barreras por incertidumbre legal y temor a infringir normas de competencia. ¿Su propósito? Convertir el data pooling en una opción confiable y legalmente segura para acelerar avances en sectores críticos.
Finalmente, en materia de estandarización, se solicitará a las organizaciones europeas de normalización (CEN/CENELEC) el desarrollo de nuevos estándares técnicos en dos ámbitos clave: la calidad del dato y el etiquetado. Estos estándares permitirán establecer criterios comunes sobre cómo deben ser los datos para garantizar su fiabilidad y cómo deben etiquetarse para facilitar su identificación y uso en diferentes contextos.
Pilar 2: Simplificación Normativa
El segundo pilar aborda uno de los desafíos más señalados por empresas y organizaciones: la complejidad del marco regulatorio europeo en materia de datos. La estrategia propone una serie de medidas destinadas a simplificar y consolidar la legislación existente.
2.1 Derogaciones y consolidación normativa: hacia un marco más coherente
Se quieren eliminar normativas cuyas funciones ya están cubiertas por legislación más reciente, evitando así duplicidades y contradicciones. En primer lugar, se derogará el Reglamento de Libre Flujo de Datos no Personales (FFoNPD), ya que sus funciones están ahora cubiertas por la Data Act (Ley de Datos). No obstante, se preservará explícitamente la prohibición de localización injustificada de datos, un principio fundamental para el mercado único digital.
Del mismo modo, la Data Governance Act (Reglamento europeo de gobernanza de datos o DGA) será eliminada como norma independiente, migrando sus provisiones esenciales a la Data Act. Este movimiento simplifica el marco regulatorio y, además, alivia la carga administrativa: las obligaciones para los intermediarios de datos pasarán a ser más ligeras y de carácter voluntario.
En cuanto al sector público, la estrategia plantea una consolidación importante. Las normas sobre intercambio de datos públicos, actualmente dispersas entre la DGA y la Directiva de Datos Abiertos (Open Data Directive), se fusionarán en un único capítulo dentro de la Data Act. Esta unificación facilitará tanto la aplicación como la comprensión del marco legal por parte de las administraciones públicas.
2.2 Reforma de cookies: equilibrio entre protección y usabilidad
Otro detalle relevante es la regulación de cookies que experimentará una modernización significativa, integrándose en el marco del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). La reforma busca un equilibrio: por un lado, se legalizarán usos de bajo riesgo que actualmente generan incertidumbre legal; por otro, se simplificarán los banners de consentimiento mediante sistemas de "un solo clic" (one-click). El objetivo es claro: reducir la denominada "fatiga del usuario" ante las solicitudes repetitivas de consentimiento que todos conocemos al navegar por Internet.
2.3 Ajustes al RGPD para facilitar el desarrollo de IA
El Reglamento General de Protección de Datos también será objeto de una reforma focalizada, diseñada específicamente para liberar datos de forma responsable en beneficio del desarrollo de la inteligencia artificial. Esta intervención quirúrgica aborda tres aspectos concretos:
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Aclara cuándo puede aplicarse el interés legítimo para el entrenamiento de modelos de IA.
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Define con mayor precisión la distinción entre datos anónimos y seudonimizados, especialmente en relación con el riesgo de reidentificación.
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Armoniza las evaluaciones de impacto en protección de datos, facilitando su aplicación coherente en toda la Unión.
2. 4 Implementación y Apoyo a la Data Act
La Data Act, recientemente aprobada, será objeto de ajustes para mejorar su aplicación. Por un lado, se refina el alcance del intercambio de datos de empresas a gobiernos (B2G), limitándolo estrictamente a situaciones de emergencia. Por otro lado, se amplía el paraguas de protección: las condiciones favorables que actualmente disfrutan las pequeñas y medianas empresas (PYMES) se extenderán también a las empresas medianas o small mid-caps, aquellas que tienen entre 250 y 749 empleados.
Para facilitar la implementación práctica de la norma, ya se ha publicado un modelo de cláusulas contractuales tipo para el intercambio de datos, proporcionando así una plantilla que las organizaciones pueden utilizar directamente. Además, durante el primer trimestre de 2026 se publicarán dos guías adicionales: una sobre el concepto de "compensación razonable" en los intercambios de datos, y otra destinada a clarificar las definiciones clave de la Data Act que puedan generar dudas interpretativas.
Consciente de que las PYMES pueden tener dificultades para navegar este nuevo marco legal, se creará un Helpdesk Legal en el cuarto trimestre de 2025. Este servicio de asistencia ofrecerá asesoramiento directo sobre la aplicación de la Data Act, dando prioridad precisamente a las pequeñas y medianas empresas que carecen de departamentos jurídicos especializados.
2.5 Evolución de la gobernanza: hacia un ecosistema más coordinado
La arquitectura de gobernanza del ecosistema europeo de datos también experimenta cambios significativos. El European Data Innovation Board (EDIB) evoluciona desde un órgano principalmente consultivo hacia un foro de debates más técnicos y estratégicos, incorporando tanto a los Estados miembros como a representantes de la industria. Para ello, se modificará su articulado con dos objetivos: permitir la inclusión en los debates de las autoridades competentes en materia de Data Act, y dotar de mayor flexibilidad a la Comisión Europea en la composición y funcionamiento del organismo.
Complementariamente, se articulan dos mecanismos adicionales de retroalimentación y anticipación. La Apply AI Alliance canalizará el feedback sectorial, recogiendo las experiencias y necesidades específicas de cada industria. Por su parte, el AI Observatory actuará como radar de tendencias, identificando desarrollos emergentes en el ámbito de la inteligencia artificial y traduciéndolos en recomendaciones de políticas públicas. De este modo, se cierra un círculo virtuoso donde la política se nutre constantemente de la realidad del terreno.
Pilar 3: Protección de la soberanía del dato europeo
El tercer pilar se centra en garantizar que los datos europeos reciban un trato justo y seguro, tanto dentro como fuera de las fronteras de la Unión. La intención es que solo se compartan datos con países de la misma visión regulatoria.
3.1 Medidas específicas para proteger los datos europeos
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Publicación de guías para evaluar el trato justo de datos de la UE en el extranjero (segundo trimestre 2026):
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Publicación de toolbox contra prácticas injustas (segundo trimestre 2026):
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La localización injustificada.
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La exclusión.
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Las salvaguardas débiles.
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La fuga de datos.
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Adopción de medidas para proteger los datos no personales sensibles.
Todas estas medidas se plantean implementar desde el último cuatrimestre de 2025 y durante todo 2026 en un despliegue progresivo que permitirá una adopción gradual y coordinada de las diferentes medidas, tal y como establece la Data Union Strategy.
En resumen, la Estrategia Unión de Datos representa un esfuerzo integral por consolidar el liderazgo europeo en la economía del dato. Para ello se impulsará el data pooling y los espacios de datos de los Estados miembro, se apostará por los Data Labs y las gigafactorías de IA y se incentivará la simplificación normativa.
El portal europeo de datos abiertos ha publicado el tercer volumen de su Observatorio de Casos de Uso (Use Case Observatory, en inglés), un informe que recopila la evolución de proyectos de reutilización de datos en toda Europa. Esta iniciativa pone de relieve los avances logrados en cuatro áreas: impacto económico, gubernamental, social y medioambiental.
El cierre de una investigación de tres años
Entre 2022 y 2025, el portal europeo de datos abiertos ha llevado a cabo un seguimiento sistemático de la evolución de diversos proyectos europeos. La investigación comenzó con una selección inicial de 30 iniciativas representativas, que fueron analizadas en profundidad para identificar su potencial de impacto.
Tras dos años, 13 proyectos continuaron en el estudio, entre los que se encontraban tres españoles: Planttes, Tangible Data y UniversiDATA-Lab. Se estudió su desarrollo a lo largo del tiempo para comprender cómo la reutilización de datos abiertos puede generar beneficios reales y sostenibles.
La publicación del volumen III en octubre de 2025 marca el cierre de esta serie de informes, tras el volumen I (2022) y el volumen II (2024). Este último documento ofrece una visión longitudinal, mostrando cómo los proyectos han madurado en tres años de observación y qué impactos concretos han generado en sus respectivos contextos.
Conclusiones comunes
Este tercer y último informe recopila una serie de conclusiones clave:
Impacto económico
Los datos abiertos impulsan el crecimiento y la eficiencia en todos los sectores. Contribuyen a la creación de empleo, tanto de forma directa como indirecta, facilitan procesos de contratación más inteligentes y estimulan la innovación en ámbitos como la planificación urbana y los servicios digitales.
El informe muestra el ejemplo de:
- Naar Jobs (Bélgica): una aplicación para la búsqueda de empleo cerca del domicilio de los usuarios y focalizada en las opciones de transporte disponible.
Esta aplicación demuestra cómo los datos abiertos pueden convertirse en un motor para el empleo regional y el desarrollo empresarial.
Impacto gubernamental
La apertura de datos fortalece la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana.
A este campo pertenecen dos casos de uso analizados:
- Waar is mijn stemlokaal? (Holanda): plataforma para la búsqueda de colegios electorales.
- Statsregnskapet.no (Noruega): web para visualizar los ingresos y gastos del gobierno.
Ambos ejemplos evidencian cómo el acceso a la información pública empodera a los ciudadanos, enriquece el trabajo de los medios de comunicación y respalda la elaboración de políticas basadas en evidencia. Todo ello ayuda a reforzar los procesos democráticos y la confianza en las instituciones.
Impacto social
Los datos abiertos promueven la inclusión, la colaboración y el bienestar.
A este campo pertenecen las siguientes iniciativas analizadas:
- UniversiDATA-Lab (España): repositorio de datos universitarios que facilita aplicaciones analíticas.
- VisImE-360 (Italia): herramienta para mapear la discapacidad visual y orientar recursos sanitarios.
- Tangible Data (España): empresa centrada en realizar esculturas físicas que convierten datos en experiencias accesibles.
- EU Twinnings (Países Bajos): plataforma que compara regiones europeas para encontrar “ciudades gemelas”
- Open Food Facts (Francia): base de datos colaborativa sobre productos alimenticios.
- Integreat (Alemania): aplicación que centraliza información pública para apoyar la integración de migrantes.
Todos ellos muestran cómo las soluciones basadas en datos pueden amplificar la voz de los colectivos vulnerables, mejorar los resultados en salud y abrir nuevas oportunidades educativas. Incluso los efectos más pequeños, como la mejora en la vida de una sola persona, pueden resultar significativos y duraderos.
Impacto medioambiental
Los datos abiertos actúan como un poderoso facilitador de la sostenibilidad.
Al igual que pasaba con el impacto ambiental, en esta área encontramos un gran número de casos de uso:
- Digital Forest Dryads (Estonia): proyecto que emplea datos para monitorizar los bosques y fomentar su conservación.
- Air Quality in Cyprus (Chipre): plataforma que informa sobre la calidad del aire y apoya políticas ambientales.
- Planttes (España): aplicación de ciencia ciudadana que ayuda a personas con alergias al polen mediante el seguimiento de la fenología de plantas.
- Environ-Mate (Irlanda): herramienta que promueve hábitos sostenibles y conciencia ecológica.
Estas iniciativas ponen de relieve cómo la reutilización de datos contribuye a sensibilizar, impulsar cambios de comportamiento y permitir intervenciones específicas para proteger los ecosistemas y fortalecer la resiliencia climática.
El volumen III también señala retos comunes: la necesidad de financiación sostenible, la importancia de combinar datos institucionales con datos generados por la ciudadanía y la conveniencia de involucrar a los usuarios finales en todo el ciclo de vida de los proyectos. Además, subraya la importancia de la colaboración europea y la interoperabilidad transnacional para escalar el impacto.
En conjunto, el informe refuerza la relevancia de seguir invirtiendo en ecosistemas de datos abiertos como herramienta clave para afrontar desafíos sociales y promover una transformación inclusiva.
El impacto de los proyectos españoles en la reutilización de datos abiertos
Como hemos mencionado, tres de los casos de uso analizados en el Use Case Observatory tienen sello español. Estas iniciativas destacan por su capacidad de combinar innovación tecnológica con impacto social y medioambiental, y ponen de manifiesto la relevancia de España dentro del ecosistema europeo de datos abiertos. Su trayectoria demuestra cómo nuestro país contribuye activamente a transformar los datos en soluciones que mejoran la vida de las personas y refuerzan la sostenibilidad y la inclusión. A continuación, hacemos un zoom en lo que el informe dice sobre ellas.
Esta iniciativa de ciencia ciudadana ayuda a personas con alergias al polen mediante información en tiempo real sobre plantas alergénicas en floración. Desde su aparición en el Volumen I del Use Case Observatory, ha evolucionado como plataforma participativa en la que los usuarios aportan fotos y datos fenológicos para crear un mapa de riesgo personalizado. Este modelo participativo ha permitido mantener un flujo constante de información validada por investigadores y ofrecer mapas cada vez más completos. Con más de 1.000 descargas iniciales y unos 65.000 visitantes anuales en su web, es una herramienta útil para personas con alergias, educadores e investigadores.
El proyecto ha reforzado su presencia digital, con una creciente visibilidad gracias al apoyo de instituciones como la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Granada, además de la promoción realizada por la empresa Thigis.
Entre sus retos figuran ampliar la cobertura geográfica más allá de Cataluña y Granada y sostener la participación y validación de datos. Por ello, de cara al futuro, busca extender su alcance territorial, fortalecer la colaboración con escuelas y comunidades, integrar más datos en tiempo real y mejorar sus capacidades predictivas.
A lo largo de este tiempo, Planttes se ha consolidado como un ejemplo de cómo la ciencia impulsada por la ciudadanía puede mejorar la salud pública y la conciencia ambiental, demostrando el valor de la ciencia ciudadana en la educación ambiental, la gestión de alergias y el seguimiento del cambio climático.
El proyecto transforma conjuntos de datos en esculturas físicas que representan retos globales como el cambio climático o la pobreza, integrando códigos QR y NFC para contextualizar la información. Reconocido en los EU Open Data Days 2025, Tangible Data ha inaugurado su instalación Tangible climate en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.
Tangible Data ha evolucionado en tres años desde un proyecto prototipo basado en esculturas 3D para visualizar datos de sostenibilidad hasta convertirse en una plataforma educativa y cultural que conecta los datos abiertos con la sociedad. El Volumen III del Use Case Observatory refleja su expansión en escuelas y museos, la creación de un programa educativo para estudiantes de 15 años y el desarrollo de experiencias interactivas con inteligencia artificial, consolidando su compromiso con la accesibilidad y el impacto social.
Entre sus retos destacan la financiación y la ampliación del programa educativo, mientras que sus objetivos futuros incluyen escalar las actividades escolares, exhibir esculturas de gran formato en espacios públicos y reforzar la colaboración con artistas y museos. En conjunto, sigue fiel a su misión de hacer los datos tangibles, inclusivos y accionables.
UniversiDATA-Lab es un repositorio dinámico de aplicaciones analíticas basadas en datos abiertos de universidades españolas, creado en 2020 como colaboración público-privada y actualmente integrado por seis instituciones. Su infraestructura unificada facilita la publicación y reutilización de datos en formatos estandarizados, reduciendo barreras y permitiendo que estudiantes, investigadores, empresas y ciudadanos accedan a información útil para la educación, la investigación y la toma de decisiones.
En los últimos tres años, el proyecto ha pasado de ser un prototipo a una plataforma consolidada, con aplicaciones activas como el visor de presupuestos y de jubilaciones, y un visor de contratación en fase beta. Además, organiza un datathon periódico que impulsa la innovación y proyectos con impacto social.
Entre sus retos destacan la resistencia interna en algunas universidades y la compleja anonimización de datos sensibles, aunque ha respondido con protocolos sólidos y un enfoque en la transparencia. De cara al futuro, busca ampliar su catálogo, sumar nuevas universidades y lanzar aplicaciones sobre cuestiones emergentes como abandono escolar, diversidad del profesorado o sostenibilidad, aspirando a convertirse en referente europeo en reutilización de datos abiertos en educación superior.
Conclusión
Como conclusión, el tercer volumen del Use Case Observatory confirma que los datos abiertos se han consolidado como una herramienta clave para impulsar la innovación, la transparencia y la sostenibilidad en Europa. Los proyectos analizados —y en particular las iniciativas españolas Planttes, Tangible Data y UniversiDATA-Lab— demuestran que la reutilización de la información pública puede traducirse en beneficios concretos para la ciudadanía, la educación, la investigación y el medio ambiente.
¿Sabías que menos de dos de cada diez empresas europeas utilizan inteligencia artificial (IA) en sus operaciones? Este dato, correspondiente a 2024, revela el margen de mejora que existe en la adopción de esta tecnología. Para revertir esta situación y aprovechar el potencial transformador de la IA, la Unión Europea ha diseñado un marco estratégico integral que combina inversión en infraestructuras de computación, acceso a datos de calidad y medidas específicas para sectores clave como la sanidad, la movilidad o la energía.
En este artículo te explicamos las principales estrategias europeas en esta materia, con especial atención a la Apply AI Strategy (Estrategia Aplicar IA) o el AI Continent Action Plan (Plan de Acción del Continente de IA) adoptadas este año en octubre y abril respectivamente. Además, te contaremos cómo estas iniciativas se complementan con otras estrategias europeas para crear un ecosistema integral de innovación.
Contexto: plan de acción y sectores estratégicos
Por un lado, el AI Continent Action Plan establece cinco pilares estratégicos:
- Infraestructuras de computación: escalar la capacidad de computación mediante AI Factories, AI Gigafactories y el Cloud and AI Act, en concreto:
- AI factories: se impulsarán las infraestructuras para entrenar y mejorar modelos de inteligencia artificial. Este eje estratégico cuenta con un presupuesto de 10.000 millones de euros y se espera que dé lugar a, al menos, 13 fábricas de IA para 2026.
- AI gigafactories: también se tendrán en cuenta las infraestructuras necesarias para entrenar y desarrollar modelos complejos de IA, cuatriplicando la capacidad de las AI factories. En este caso se invierten 20.000 millones de euros para el desarrollo de 5 giga fábricas.
- Cloud and AI Act: se trabaja en un marco regulatorio para impulsar la investigación en infraestructuras altamente sostenibles, fomentar inversiones y triplicar la capacidad de los centros de datos de la UE en los próximos cinco a siete años.
- Acceso a datos de calidad: facilitar el acceso a conjuntos de datos robustos y bien organizados a través de los conocidos como Data Labs en las AI Factories.
- Talento y competencias: reforzar las habilidades en IA en toda la población, en concreto:
- Crear acuerdos de colaboración internacional.
- Ofrecer becas en IA para los mejores estudiantes, investigadores y profesionales del sector.
- Promover las habilidades en estas tecnologías a través de una academia específica.
- Testear un grado específico en IA generativa.
- Apoyar la actualización formativa a través del hub de innovación digital europeo.
- Desarrollo y adopción de algoritmos: impulsar el uso de inteligencia artificial en sectores estratégicos.
- Marco regulatorio: facilitar el cumplimiento del Reglamento de IA de manera sencilla e innovadora y proporcionar herramientas gratuitas y adaptables para las empresas.
Por otro lado, la recientemente presentada, en octubre de 2025, Apply AI Strategy busca potenciar la competitividad de los sectores estratégicos y fortalecer la soberanía tecnológica de la UE, impulsando la adopción y la innovación en IA en toda Europa, particularmente entre las pequeñas y medianas empresas. ¿De qué manera? La estrategia promueve una política de "IA primero" (AI first), que anima a las organizaciones a considerar la inteligencia artificial como solución potencial cada vez que tomen decisiones estratégicas o políticas, evaluando cuidadosamente tanto los beneficios como los riesgos de la tecnología. Además, fomenta un enfoque de compra europeo, es decir, que las organizaciones, particularmente las administraciones públicas, prioricen soluciones desarrolladas en Europa. Es más, se les da especial importancia a las soluciones de IA de código abierto (open source), porque ofrecen mayor transparencia y posibilidad de adaptación, menor dependencia de proveedores externos y se alinean con los valores europeos de apertura e innovación compartida.
La Apply AI Strategy se estructura en tres secciones principales:
1. Iniciativas sectoriales emblemáticas
La estrategia identifica 11 ámbitos prioritarios donde la IA puede generar mayor impacto y donde Europa tiene fortalezas competitivas:
- Sanidad y sector farmacéutico: se establecerán centros europeos avanzados de detección impulsados por IA para acelerar la introducción de herramientas innovadoras de prevención y diagnóstico, con especial atención a enfermedades cardiovasculares y cáncer.
- Robótica: se impulsará la adopción para la adopción de robótica europea que conecte desarrolladores e industrias usuarias, impulsando soluciones de robótica potenciada por IA.
- Fabricación, ingeniería y construcción: se apoyará el desarrollo de modelos de IA de vanguardia adaptados a la industria, facilitando la creación de gemelos digitales y optimización de procesos productivos.
- Defensa, seguridad y espacio: se acelerará el desarrollo de capacidades europeas de conocimiento situacional y control habilitadas por IA, además de infraestructura de computación altamente segura para modelos de IA de defensa y espacio.
- Movilidad, transporte y automoción: se lanzará la iniciativa "Autonomous Drive Ambition Cities" para acelerar el despliegue de vehículos autónomos en ciudades europeas.
- Comunicaciones electrónicas: se creará una plataforma europea de IA para telecomunicaciones que permitirá a operadores, proveedores e industrias usuarias colaborar en el desarrollo de elementos tecnológicos de código abierto.
- Energía: se apoyará el desarrollo de modelos de IA para mejorar la previsión, optimización y equilibrio del sistema energético.
- Clima y medio ambiente: se desplegará un modelo de IA de código abierto del sistema terrestre y aplicaciones relacionadas que permitan mejores previsiones meteorológicas, monitoreo de la Tierra y escenarios hipotéticos.
- Agroalimentario: se fomentará la creación de una plataforma de IA agroalimentaria que facilite la adopción de herramientas agrícolas habilitadas por esta tecnología.
- Sectores culturales y creativos, y medios: se incentivará el desarrollo de microestudios especializados en producción virtual mejorada con IA y plataformas paneuropeas que utilicen tecnologías de IA multilingüe.
- Sector público: se construirá una guía de herramientas de IA dedicada a las administraciones públicas con un repositorio compartido de buenas prácticas, de código abierto y reutilizables, y se acelerará la adopción de soluciones de IA generativa escalables.
2. Medidas transversales de apoyo
Para que la adopción de la inteligencia artificial sea efectiva, la estrategia aborda desafíos comunes a todos los sectores, en concreto:
- Oportunidades para las pymes europeas: los más de 250 European Digital Innovation Hubs (centros europeos de innovación digital) han sido transformados en Centros de Experiencia en IA. Estos centros actúan como puntos de acceso privilegiados al ecosistema europeo de innovación en inteligencia artificial, conectando a las empresas con las AI Factories, los laboratorios de datos y las instalaciones de prueba.
- Fuerza laboral preparada para la IA: se proporcionará acceso a formaciones prácticas en alfabetización en esta materia, adaptadas a sectores y perfiles profesionales a través de la Academia de Competencias en IA.
- Apoyo al desarrollo de IA avanzada: la iniciativa Frontier AI Iniciative busca acelerar el progreso en capacidades de IA de vanguardia en Europa. A través de este proyecto se crearán concursos para desarrollar modelos de inteligencia artificial avanzados de código abierto, que estarán disponibles para administraciones públicas, la comunidad científica y el sector empresarial europeo.
- Confianza en el mercado europeo: se reforzará la divulgación para garantizar el cumplimiento del Reglamento de IA de la Unión Europea, proporcionando directrices sobre la clasificación de sistemas de alto riesgo y sobre la interacción del Reglamento con otra legislación sectorial.
3. Nuevo sistema de gobernanza
En este contexto, es especialmente importante asegurar una correcta coordinación de la estrategia. Por lo tanto, se plantea lo siguiente:
- Apply AI Alliance: la Alianza de IA, que ya existía, se transforma en el foro principal de coordinación que reúne a proveedores de IA, líderes industriales, el mundo académico y el sector público. Los grupos sectoriales específicos permitirán discutir y monitorear la implementación de la estrategia.
- AI Observatory: se establecerá un Observatorio de IA para proporcionar indicadores robustos que evalúen su impacto en los sectores actualmente listados y futuros, monitorear desarrollos y tendencias.
Estrategias complementarias: ciencia y datos como ejes principales
La Apply AI Strategy no actúa de forma aislada, sino que se complementa con otras dos estrategias fundamentales: la estrategia de IA en ciencia (AI in Science Strategy) y la estrategia de unión de los datos (Data Union Strategy).
AI in Science Strategy
Presentada junto con la Apply AI Strategy, esta estrategia apoya e incentiva el desarrollo y uso de la inteligencia artificial por parte de la comunidad científica europea. Su elemento central es RAISE (Resource for AI Science in Europe), que se ha presentado en noviembre el AI in Science Summit y agrupará recursos estratégicos: financiación, capacidad de computación, datos y talento. RAISE operará en dos pilares: Ciencia para la IA (investigación básica para avanzar en capacidades fundamentales) y IA en la Ciencia (uso de inteligencia artificial para el progreso en diferentes disciplinas científicas).
Data Union Strategy
Esta estrategia se centrará en garantizar la disponibilidad de conjuntos de datos de alta calidad y a gran escala, esenciales para entrenar modelos de IA. Un elemento clave serán los Data Labs asociados a las AI Factories, que reunirán y federarán datos de diferentes sectores, vinculándose con los Espacios Europeos Comunes de Datos correspondientes, poniéndolos a disposición de desarrolladores bajo las condiciones apropiadas.
En resumen, a través de inversiones significativas en infraestructura, acceso a datos de calidad, desarrollo de talento y un marco regulatorio que promueve la innovación responsable, la Unión Europea está creando las condiciones necesarias para que empresas, administraciones públicas y ciudadanos aprovechen todo el potencial transformador de la inteligencia artificial. El éxito de estas estrategias dependerá de la colaboración entre instituciones europeas, gobiernos nacionales, empresas, investigadores y desarrolladores.
El Reglamento de Gobernanza de Datos (Data Governance Act o DGA por sus siglas en inglés) forma parte de un complejo entramado normativo y de políticas públicas de la Unión Europea, cuyo objetivo último es crear un ecosistema de conjuntos de datos que alimente la transformación digital de los Estados miembros y los objetivos de la Década Digital Europea:
- Una población digitalmente capacitada y profesionales digitales altamente cualificados.
- Infraestructuras digitales seguras y sostenibles.
- Transformación digital de las empresas.
- Digitalización de los servicios públicos.
La opinión pública centra su atención en la inteligencia artificial tanto desde el punto de vista de las oportunidades como, sobre todo, de sus riesgos e incertidumbres. No obstante, el reto es mucho más profundo ya que implica en cada una de las distintas capas a muy diversas tecnologías, productos y servicios cuyo elemento común reside en la necesidad de favorecer la disponibilidad de un alto volumen de datos confiables y de calidad contrastada que soporten su desarrollo.
Fomentar el uso de los datos con la legislación como palanca
En sus inicios la Directiva 2019/1024 relativa a los datos abiertos y la reutilización de la información del sector público (Directiva Open Data), la Directiva 95/46/CE relativa al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos, y posteriormente el Reglamento 2016/679 conocido como Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) apostaron por la reutilización de los datos con plena garantía de los derechos. Sin embargo, su interpretación y aplicación generó en la práctica un efecto contrario a sus objetivos primigenios basculando claramente hacia un modelo restrictivo que puede haber operado afectando a los procesos de generación de datos para su explotación. Las grandes plataformas norteamericanas, mediante una estrategia de servicios gratuitos – buscadores, aplicaciones móviles y redes sociales - a cambio de datos personales y con el mero consentimiento, consiguieron el mayor volumen de datos personales en la historia de la humanidad, incluidas imágenes, voz y perfiles de personalidad.
Con el RGPD la Unión Europea quiso eliminar 28 maneras distintas de aplicar prohibiciones y limitaciones al uso de los datos. Ciertamente mejoró la calidad normativa, aunque tal vez los resultados alcanzados no han sido tan satisfactorios como se esperaba y así lo indican documentos como el Digital Economy and Society Index (DESI) 2022 o el Informe Draghi (The future of European competitiveness-Part A. A competitiveness strategy for Europe).
Ello ha obligado a un proceso de reingeniería legislativa que de manera expresa y homogénea defina las reglas que hagan posibles los objetivos. La reforma de la Directiva Open Data, la DGA, el Reglamento de Inteligencia Artificial y el futuro Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EHDS por sus siglas en inglés), deberán ser leídos desde al menos dos enfoques:
- El primero de ellos es de alto nivel y su función se dirige a preservar nuestros valores constitucionales. La normativa adopta un enfoque centrado en el riesgo y en la garantía de la dignidad y los derechos de las personas, buscando evitar riesgos sistémicos para la democracia y los derechos fundamentales.
- El segundo es operacional, se centra en el desarrollo seguro y responsable del producto. Esta estrategia se basa en la definición de reglas de ingeniería de procesos para el diseño de productos y servicios que hagan de los productos europeos un referente global por su robustez, seguridad y confiabilidad.
Una Guía práctica de la Ley de Gobernanza de Datos
La protección de datos desde el diseño y por defecto, el análisis de riesgos para los derechos fundamentales, el proceso de desarrollo de los sistemas de información de inteligencia artificial de alto riesgo validados por los organismos correspondientes o los procesos de acceso y reutilización de datos de salud son ejemplos de los procesos de ingeniería jurídica y tecnológica que regirán nuestro desarrollo digital. No se trata de procedimientos fáciles de aplicar. De ahí que la Unión Europea realice un esfuerzo significativo en la financiación de proyectos como TEHDAS, EUHubs4Data o Quantum que operen como campo de pruebas. En paralelo se realizan estudios o se publican Guías como la Guía práctica de la Ley de Gobernanza de Datos.
Esta Guía recuerda los objetivos esenciales de la DGA:
- Regular la reutilización de determinados datos de titularidad pública sujetos a los derechos de terceros («datos protegidos», como los datos personales o los datos comerciales confidenciales o susceptibles de propiedad intelectual).
- Impulsar el intercambio de datos mediante la regulación de los proveedores de servicios de intermediación de datos.
- Fomentar el intercambio de datos con fines altruistas.
- Crear el Comité Europeo de Innovación en materia de datos para facilitar el intercambio de mejores prácticas.
La DGA promueve la reutilización segura de datos a través de diversas medidas y salvaguardias. Estas se centran en la reutilización de los datos de organismos del sector público, los servicios de intermediación de datos y el intercambio de datos con fines altruistas.
¿A qué datos aplica? Legitimación para el tratamiento de los datos protegidos en poder de organismos del sector público
En el sector público están protegidos:
- Los datos comerciales confidenciales, como secretos comerciales o conocimientos técnicos.
- Los datos estadísticamente confidenciales.
- Los datos protegidos por el derecho de propiedad intelectual de terceros.
- Los datos personales, en la medida en que dichos datos no entren en el ámbito de aplicación de la Directiva sobre datos abiertos cuando se garantice su anonimización irreversible y no se trate de categorías especiales de datos.
Debe subrayarse un punto de partida esencial: en lo que respecta a los datos personales, se aplican además el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y las normas sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas (Directiva 2002/58/CE). Esto implica que, en caso de colisión entre ellas y la DGA, prevalecerán las primeras.
Por otra parte, la DGA no crea un derecho de reutilización ni una nueva base jurídica en el sentido del RGPD para la reutilización de datos personales. Esto significa que el Derecho del Estado miembro o de la Unión determina si una base de datos o un registro específico que contenga datos protegidos está abierto a la reutilización en general. Cuando esta reutilización sí esté permitida, deberá llevarse a cabo de conformidad con las condiciones establecidas en el Capítulo I de la DGA.
Finalmente quedan excluidos del ámbito de la DGA:
- Datos en posesión de empresas públicas, museos, escuelas y universidades.
- Datos protegidos por razones de seguridad pública, defensa o seguridad nacional.
- Datos que posean los organismos del sector público para fines distintos del desempeño de sus funciones públicas definidas.
- Intercambio de datos entre investigadores con fines de investigación científica no comercial.
Condiciones para la reutilización de los datos
Puede señalarse que en el ámbito de la reutilización de datos del sector público:
▪ La DGA establece normas para la reutilización de datos protegidos, como datos personales, comerciales confidenciales o datos estadísticamente confidenciales.
▪ No crea un derecho general de reutilización, sino que establece condiciones cuando la legislación nacional o de la UE permite dicha reutilización.
▪ Las condiciones de acceso deben ser transparentes, proporcionadas y objetivas, y no deben utilizarse para restringir la competencia. La norma ordena que se promuevan el acceso a los datos por parte de las pymes y las empresas emergentes, y la investigación científica. Se prohíben los acuerdos de exclusividad para la reutilización, excepto en casos específicos de interés público y por un período limitado.
▪ Atribuye a los organismos del sector público el deber de asegurar la preservación de la naturaleza protegida de los datos. Para ello será indispensable el despliegue de metodologías y tecnologías de intermediación. En ellas puede jugar un papel clave, la anonimización y el acceso a través de entornos de tratamiento seguros (Secure processing environments o SPE por sus siglas en inglés). La primera es un factor de eliminación del riesgo, mientras que los SPE pueden definir un ecosistema de tratamiento que ofrezca una oferta integral de servicios a los reutilizadores, desde la catalogación y preparación de los conjuntos de datos hasta su análisis. La Agencia Española de Protección de Datos ha publicado una Aproximación a los espacios de datos desde la perspectiva del RGPD que incluye recomendaciones y metodologías en este ámbito.
▪ Sobre los reutilizadores recaen obligaciones de confidencialidad y no reidentificación de los interesados. En caso de reidentificación de datos personales, el reutilizador debe informar al organismo del sector público y pueden existir obligaciones de notificación de violaciones de seguridad.
▪ En la medida en la que la relación se establece directamente entre el reutilizador y el organismo del sector público pueden existir supuestos en los que éste último deba prestar soporte al primero para el cumplimiento de ciertos deberes:
- Para obtener, si fuera necesario, el consentimiento de las personas interesadas para el tratamiento de los datos personales.
- En caso de utilización no autorizada de datos no personales, el reutilizador deberá informar a las personas jurídicas afectadas. El organismo del sector público que concedió inicialmente el permiso de reutilización podrá prestarle soporte si éste fuera necesario.
▪ Las transferencias internacionales de datos personales se rigen por el RGPD. Para las transferencias internacionales de datos no personales, se requiere que el reutilizador informe al organismo del sector público y se comprometa contractualmente a garantizar la protección de los datos. No obstante, es una cuestión abierta, ya que al igual que sucede en el RGPD, la Comisión Europea está facultada para:
1. Proponer cláusulas contractuales tipo que los organismos del sector público puedan utilizar en sus contratos de transferencia con reutilizadores.
2. Cuando un gran número de solicitudes de reutilización procedentes de países concretos lo justifiquen, adoptar «decisiones de equivalencia» por las que se designe a estos terceros países como proveedores de un nivel de protección de los secretos comerciales o de la propiedad intelectual que pueda considerarse equivalente al previsto en la UE.
3. Adoptar las condiciones que deben aplicarse a las transferencias de datos no personales muy sensibles, como por ejemplo datos sanitarios. En los casos en que la transferencia de dichos datos a terceros países suponga un riesgo para los objetivos de política pública de la UE (en este ejemplo, la salud pública) y con el fin de ayudar a los organismos del sector público que concedan permisos de reutilización, la Comisión establecerá condiciones adicionales que deberán cumplirse antes de que dichos datos puedan transferirse a un tercer país.
▪ Los organismos del sector público pueden cobrar tasas por permitir la reutilización. La estrategia de la DGA se orienta a la sostenibilidad del sistema, ya que las tasas solo deben cubrir los costes derivados de la puesta a disposición de los datos para su reutilización, como los costes de anonimización o de proporcionar un entorno de tratamiento seguro. Esto incluiría los costes de tramitación de las solicitudes de reutilización. Los Estados miembros deben publicar una descripción de las principales categorías de costes y de las normas utilizadas para su imputación.
▪ Se reconoce a las personas físicas o jurídicas directamente afectadas por una decisión de reutilización adoptada por un organismo del sector público el derecho a presentar una reclamación o a interponer un recurso judicial en el Estado miembro de dicho organismo del sector público.
Soporte organizativo
Es perfectamente posible que los organismos del sector público que planteen servicios de intermediación se multipliquen. Se trata de un entorno complejo que requerirá de soporte técnico y jurídico, apoyo y coordinación.
Para ello, los Estados miembros deben designar uno o varios organismos competentes cuya función sea apoyar a los organismos del sector público que concedan la reutilización. Los organismos competentes dispondrán de los recursos jurídicos, financieros, técnicos y humanos adecuados para llevar a cabo las tareas que se les asignen, incluidos los conocimientos técnicos necesarios. No son organismos de supervisión, no ejercen poderes públicos y, por ello, la DGA no establece requisitos específicos en cuanto a su estatuto o forma jurídica. Además, se puede atribuir al organismo competente el mandato de permitir la reutilización por sí mismo.
Finalmente, los Estados deben crear un Punto de información único o ventanilla única. A este Punto le corresponderá transmitir consultas y solicitudes a los organismos pertinentes del sector público y mantener una lista de activos con una visión general de los recursos de datos disponibles (metadatos). El punto único de información podrá conectarse a puntos de información locales, regionales o sectoriales cuando existan. A escala de la UE, la Comisión creó el Registro Europeo de Datos Protegidos en poder del sector público (ERPD), un registro que permite buscar la información recopilada por los puntos únicos de información nacionales con el fin de facilitar aún más la reutilización de datos en el mercado interior y fuera de él.
Los Reglamentos de la UE son normas cuya implementación resulta ciertamente compleja. Por ello se requiere una especial proactividad que contribuya a su correcto entendimiento e implementación. La Guía de la Unión Europea para el despliegue de la Data Governance Act constituye un primer instrumento para ello y permitirá una mayor comprensión de los objetivos y posibilidades que ofrece la DGA.
Contenido elaborado por Ricard Martínez Martínez, Director de la Cátedra de Privacidad y Transformación Digital, Departamento de Derecho Constitucional de la Universitat de València. Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.
Casi la mitad de los adultos europeos carecen de competencias digitales básicas. De acuerdo con el último informe sobre el estado de la Década Digital, en 2023, solo el 55,6% de los ciudadanos declararon tener este tipo de capacidades. Este porcentaje crece al 66,2% en el caso de España, situado por delante de la media europea.
Tener capacidades digitales básicas es esencial en la sociedad actual, porque permite acceder a una mayor cantidad de información y servicios, así como comunicarse de manera efectiva en entornos online, facilitando una mayor participación en actividades cívicas y sociales. Y también supone una gran ventaja competitiva en el mundo laboral.
En Europa, más del 90% de las funciones profesionales requieren un nivel básico de conocimientos digitales. Hace mucho tiempo que el conocimiento tecnológico dejó de ser únicamente necesario para profesiones técnicas, sino que se está extendiendo a todos los sectores, desde las empresas hasta el transporte e incluso la agricultura. En este sentido, más del 70% de las empresas han afirmado que la falta de personal con las competencias digitales adecuadas es un obstáculo para la inversión.
Por ello, un objetivo clave de la Década Digital es garantizar que al menos el 80% de las personas de entre 16 y 74 años posean al menos competencias digitales básicas de aquí a 2030
Capacidades tecnológicas básicas que todos deberíamos tener
Cuando hablamos de capacidades tecnológicas básicas nos referimos, de acuerdo con el framework DigComp, a diversas áreas, entre las que se encuentran:
- Alfabetización informacional y de datos: incluye localizar, recuperar, gestionar y organizar datos, juzgando la pertinencia de la fuente y su contenido.
- Comunicación y colaboración: supone interactuar, comunicarse y colaborar a través de las tecnologías digitales teniendo en cuenta la diversidad cultural y generacional. También incluye la gestión de la propia presencia, identidad y reputación digitales.
- Creación de contenidos digitales: se definiría como la mejora e integración de información y contenidos para generar nuevos mensajes, respetando los derechos de autor y las licencias. También implica saber dar instrucciones comprensibles para un sistema informático.
- Seguridad: se circunscribe a la protección de dispositivos, contenidos, datos personales y la intimidad en los entornos digitales, para proteger la salud física y mental.
- Resolución de problemas: permite identificar y resolver necesidades y problemas en entornos digitales. También se enfoca en el uso de herramientas digitales para innovar procesos y productos, manteniéndose al día de la evolución digital.
¿Qué puestos de trabajo relacionados con datos son los más demandados?
Una vez que tenemos claro cuáles son las competencias básicas, cabe destacar que en un mundo donde cada vez cobra más importancia la digitalización no es de extrañar que también crezca la demanda de conocimientos tecnológicos avanzados y relacionados con los datos.
De acuerdo con los datos de la plataforma de empleo LinkedIn, entre las 25 profesiones que más crecen en España en 2024 encontramos analistas de seguridad (puesto 1), analistas de desarrollo de software (2), ingenieros de datos (11) e ingenieros de inteligencia artificial (25). Datos similares ofrece el Mapa del Empleo de Fundación Telefónica, que además destaca cuatro de los perfiles más demandados relacionados con los datos:
- Analista de datos: encargados de la gestión y aprovechamiento de la información, se dedican a la recopilación, análisis y explotación de los datos, para lo cual suelen recurrir a la creación de cuadros de mando e informes.
- Diseñador/a o administrador/a de bases de datos: enfocados en diseñar, implementar y gestionar bases de datos. Así como mantener su seguridad, ejecutando procedimientos de respaldo y recuperación de datos en caso de fallos.
- Ingeniero/a de datos: responsables del diseño e implementación de arquitecturas de datos e infraestructuras para captar, almacenar, procesar y acceder a los datos, optimizando su rendimiento y garantizando su seguridad.
- Científico/a de datos: centrado en el análisis de datos y modelado predictivo, la optimización de algoritmos y la comunicación de resultados.
Todos ellos son puestos con buenos salarios y expectativas de futuro, en los que sin embargo sigue existiendo una gran brecha entre hombres y mujeres. De acuerdo con datos europeos, sólo 1 de cada 6 especialistas en TIC y 1 de cada 3 licenciados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) son mujeres.
Para desarrollar profesiones relacionadas con los datos, se necesitan, entre otros, conocimientos de lenguajes de programación populares como Python, R o SQL, y múltiples herramientas de procesado y visualización de datos, como las detalladas en estos artículos:
- Herramientas de depuración y conversión de datos
- Herramientas de análisis de datos
- Herramientas de visualización de datos
- Librerías y APIs de visualización de datos
- Herramientas de visualización geoespacial
- Herramientas de análisis de redes
Actualmente la oferta de formaciones sobre todas estas capacidades no deja de crecer.
Perspectivas de futuro
Casi una cuarta parte de todos los puestos de trabajo (23%) cambiarán en los próximos cinco años, de acuerdo con el Informe sobre el Futuro del Empleo 2023 del Foro Económico Mundial. Los avances tecnológicos crearán nuevos empleos, transformarán los existentes y destruirán aquellos que se queden anticuados. Los conocimientos técnicos, relacionados con áreas como la inteligencia artificial o el Big Data, y el desarrollo de habilidades cognitivas, como el pensamiento analítico, supondrán grandes ventajas competitivas en el mercado laboral del futuro. En este contexto, las iniciativas políticas para impulsar la recapacitación de la sociedad, como el Plan europeo de Acción de Educación Digital (2021-2027), ayudaran a generar marcos y certificados comunes en un mundo en constante evolución.
La revolución tecnológica ha venido para quedarse y continuará cambiando nuestro mundo. Por ello, quienes antes empiecen a adquirir nuevas capacidades, tendrán una posición más ventajosa en el panorama laboral futuro.
La transformación digital se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo económico y social de los países en el siglo XXI. En España, este proceso ha cobrado una relevancia especial en los últimos años, impulsado por la necesidad de adaptarse a un entorno global cada vez más digitalizado y competitivo. La pandemia de COVID-19 actuó como un catalizador, acelerando la adopción de tecnologías digitales en todos los sectores de la economía y la sociedad.
Sin embargo, la transformación digital no solo implica la incorporación de nuevas tecnologías, sino también un cambio profundo en la forma en que las organizaciones operan y se relacionan con sus clientes, empleados y socios. En este contexto, España ha realizado importantes avances, situándose como uno de los países líderes en Europa en varios aspectos de la digitalización.
A continuación, se presentan algunos de los informes más destacados que analizan este fenómeno y sus implicaciones.
Informe sobre el estado de la Década Digital 2024
El informe sobre el estado de la Década Digital 2024 examina la evolución de las políticas europeas dirigidas a alcanzar los objetivos y metas acordados para el éxito de la transformación digital. Para ello evalúa el grado de cumplimiento en base a diversos indicadores, incluidos en cuatro grupos: infraestructura digital, transformación digital de los negocios, habilidades digitales y servicios públicos digitales.

Figura 1. Balance de los avances hacia los objetivos de la Década Digital fijados para 2030, "Informe sobre el Estado de la Década Digital 2024", Comisión Europea.
En los últimos años, la Unión Europea (UE) ha mejorado considerablemente su actuación mediante la aprobación de medidas reguladoras -con 23 nuevos avances legislativos, que incluyen, entre otros, el Reglamento de gobernanza de datos y el Reglamento de datos- para dotarse de un marco de gobernanza global: el Programa de política de la Década Digital para 2030.
El documento incluye una evaluación de las hojas de ruta estratégicas de los diversos países de la Unión. En el caso de España, se destacan dos principales fortalezas:
- El avance en el uso de inteligencia artificial por parte de las empresas (9,2% frente al 8,0% europeo), donde el crecimiento anual de España (9,3%) es cuatro veces superior al de la UE (2,6%).
- La gran cantidad de ciudadanos con capacidades digitales básicas (66,2%), frente al promedio europeo (55,6%).
Por otro lado, los principales retos a superar son la adopción de los servicios en la nube (27,2% versus 38,9% de la UE) y el número de especialistas en tecnologías de la información y la comunicación o TIC (4,4% frente al 4,8% europeo).
En la siguiente imagen se puede observar la previsión en España de evolución de los indicadores clave analizados para 2024, en comparación con las metas fijadas por la UE para 2030.

Figura 2. Indicadores clave de rendimiento de España, "Informe sobre el Estado de la Década Digital 2024", Comisión Europea.
Se espera que España alcance el 100% en prácticamente todos los indicadores para 2030. Para ello, el país tiene previsto asignar un presupuesto estimado de 26.700 millones de euros (1,8 % del PIB), sin tener en cuenta inversiones privadas. Esta hoja de ruta demuestra el compromiso para alcanzar los objetivos y metas de la Década Digital.
Además de la inversión, para conseguir el objetivo, en el informe se recomienda focalizar esfuerzos en tres áreas: la adopción de tecnologías avanzadas (IA, análisis de datos, nube) por parte de pymes; la digitalización y promoción del uso de servicios públicos; y la atracción y retención de especialistas TIC a través del diseño de planes de incentivos.
European Innovation Scoreboard 2024
El European Innovation Scoreboard realiza de manera anual una evaluación comparativa de los avances en investigación e innovación en diversos países, no solo europeos. El informe clasifica a las regiones en cuatro grupos de innovación que van de más a menos: Líderes en innovación, Innovadores fuertes, Innovadores moderados e Innovadores emergentes.
España se encuentra liderando el grupo de Innovadores moderados, con un rendimiento del 89,9% del promedio de la UE. Esto representa una mejora en comparación con años anteriores y supera el promedio de otros países de su misma categoría, que es del 84,8%. Nuestro país se sitúa por encima de la media comunitaria en tres indicadores: digitalización, capital humano y financiación y soporte. Por otro lado, las áreas en las que más debe mejorar son el empleo en innovación, la inversión empresarial y la innovación en pymes. Todo ello se recoge el siguiente gráfico:

Figura 3. Bloques que componen el índice sintético de la innovación en España, European Innovation Scorecard 2024 (adaptado de la Fundación COTEC).
Informe de la Sociedad Digital en España 2023
La Fundación Telefónica también realiza de manera periódica un informe donde se analizan los principales cambios y tendencias que está experimentando nuestro país a raíz de la revolución tecnológica.
La edición actualmente disponible es la de 2023. En él se destaca que “España sigue profundizando en su proceso de transformación digital a buen ritmo y ocupa un puesto destacado en este aspecto entre los países europeos”, resaltando sobre todo el área de conectividad. No obstante, siguen existiendo brechas digitales, principalmente por motivo de edad.
También se avanza en la relación de los ciudadanos con las administraciones digitales: el 79,7 % de las personas de entre 16 y 74 años utilizaron en 2022 páginas web o aplicaciones móviles de alguna administración. Por otro lado, el tejido empresarial español avanza en su digitalización, incorporando herramientas digitales, sobre todo en el ámbito del marketing. No obstante, aún queda margen de mejora en aspectos de análisis de macrodatos y la aplicación de inteligencia artificial, actividades que actualmente han implementado, en general, solo las grandes empresas.
Informe sobre el talento en inteligencia artificial y datos
IndesIA, una asociación que promueve el uso de la inteligencia artificial y el Big Data en España, ha realizado un análisis cuantitativo y cualitativo del mercado de talento en datos e inteligencia artificial en 2024 en nuestro país.
De acuerdo con el informe, el mercado de talento de datos e inteligencia artificial representa casi un 19% del total de profesionales TIC de nuestro país. En total, son 145.000 profesionales (+2,8% de 2023), de los cuales solo el 32% son mujeres. Aun así, existe un gap entre oferta y demanda, sobre todo en ingenieros de procesamiento del lenguaje natural. Para resolver esta situación el informe analiza seis áreas de mejora: estrategia y planificación de plantillas, identificación de talento, activación de talento, engagement, formación y desarrollo, y cultura data-driven.
Otros informes de interés
La Fundación COTEC también realiza de manera periódica diversos informes sobre la materia. En su web encontramos documentos sobre la ejecución presupuestaria de la I+D en el sector público, la percepción social de la innovación o el mapa del Talento autonómico.
Por su parte, la Fundación Orange en España y la consultora Nae han realizado un informe para analizar la evolución digital en los últimos 25 años, el mismo periodo que lleva en nuestro país dicha Fundación. El informe destaca que, entre 2013 y 2018, el sector digital ha contribuido en unos 7.500 millones de euros anuales al PIB del país.
En definitiva, todos ellos destacan la situación de España entre los líderes europeos a nivel de transformación digital, pero con la necesidad de avanzar en innovación. Para ello, no solo es necesario impulsar las inversiones económicas, sino también promover un cambio cultural que fomente la creatividad. Una mentalidad más abierta y colaborativa permitirá a las empresas, administraciones y a la sociedad en general adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos y aprovechar las oportunidades que estos brindan para asegurar un futuro próspero para España.
¿Conoces más informes sobre la materia? Déjanos un comentario o escríbenos a dinamizacion@datos.gob.es.
La transformación digital ha llegado a casi todos los aspectos y sectores de nuestra vida, y el mundo de los productos y servicios no es la excepción. En este contexto, el concepto de Pasaporte de Producto Digital (DPP, por sus siglas en inglés) está emergiendo como una herramienta revolucionaria para fomentar la sostenibilidad y la economía circular. Acompañado por iniciativas como CIRPASS (Circular Product Information System for Sustainability), el DPP promete cambiar la forma en que interactuamos con los productos a lo largo de su ciclo de vida. En este artículo, exploraremos qué es el DPP, sus orígenes, aplicaciones, riesgos y cómo puede afectar nuestro día a día y la protección de nuestros datos personales.
¿Qué es el Pasaporte de Producto Digital (DPP)? Origen y su importancia
El Pasaporte de Producto Digital es una recopilación digital de información clave sobre un producto, que abarca desde su fabricación hasta su reciclaje. Este pasaporte permite rastrear y gestionar los productos de manera más eficiente, mejorando la transparencia y facilitando prácticas sostenibles. La información contenida en un DPP puede incluir detalles sobre los materiales utilizados, el proceso de fabricación, la cadena de suministro, las instrucciones de uso y cómo reciclar el producto al final de su vida útil.
El DPP se ha desarrollado en respuesta a la creciente necesidad de fomentar la economía circular y reducir el impacto ambiental de los productos. La Unión Europea (UE) ha sido pionera en promover políticas y normativas que apoyen la sostenibilidad. Iniciativas como el Plan de Acción de Economía Circular de la UE han sido fundamentales en el impulso del DPP. Este plan tiene como objetivos los siguientes:
- Mayor transparencia: Los consumidores ya no tienen que adivinar el origen de sus productos ni cómo desecharlos correctamente. Con un DPP legible por máquina (por ejemplo, código QR o etiqueta NFC) adjunto a los productos finales, los consumidores pueden tomar decisiones de compra informadas y las marcas pueden eliminar el greenwashing con confianza.
- Cumplimiento simplificado: Al crear una auditoría de eventos y transacciones en la cadena de valor de un producto, el DPP proporciona a la marca y sus proveedores los datos necesarios para abordar las demandas de cumplimiento de manera eficiente.
- Producción sostenible: Al rastrear y reportar los impactos sociales y ambientales de un producto desde su origen hasta su desecho, las marcas pueden tomar decisiones basadas en datos para optimizar la sostenibilidad en el desarrollo de productos.
- Economía circular: El DPP facilita una economía circular al promover el ecodiseño y la producción responsable de productos duraderos que pueden ser reutilizados, remanufacturados y desechados correctamente.
En la siguiente imagen, se resumen las principales ventajas del pasaporte digital en cada una de las fases de fabricación del producto digital:

Fuente: discover.certilogo.com/blogs/insights-blog/what-is-the-digital-product-passport
CIRPASS como facilitador de la implementación del DPP
CIRPASS es una plataforma que apoya la implementación del DPP. Esta iniciativa europea busca estandarizar la recopilación y el intercambio de datos sobre productos, facilitando su trazabilidad y gestión a lo largo de su ciclo de vida. CIRPASS juega un papel crucial en la creación de un marco digital interoperable que conecta a fabricantes, consumidores y recicladores.
Aplicaciones del DPP en diversos sectores
El 5 de marzo de 2024, CIRPASS, en colaboración con la Comisión Europea, organizó un evento sobre el futuro desarrollo del Pasaporte de Producto Digital. El evento reunió a diversas partes interesadas de diferentes industrias y organizaciones, que, con un enfoque eminentemente práctico, presentaron y discutieron sobre diversos aspectos de la próxima regulación y sus requisitos, posibles soluciones, ejemplos de casos de uso, y los obstáculos y oportunidades para las industrias y negocios afectados.
A continuación, se presentan las aplicaciones que tiene DPP en diversos sectores de acuerdo a lo explicado en el evento:
- Industria textil: Permite a los consumidores conocer el origen de las prendas, los materiales utilizados y las condiciones laborales en las fábricas.
- Electrónica: Facilita el reciclaje y la reutilización de componentes, reduciendo los residuos electrónicos.
- Automoción: Ayuda en el seguimiento de piezas y materiales, promoviendo la reparación y el reciclaje de vehículos.
- Alimentación: Proporciona información sobre la trazabilidad de los alimentos, garantizando la seguridad y sostenibilidad en la cadena de suministro.
El impacto del DPP en la vida de los ciudadanos
Pero ¿qué impacto tendrá en nuestro día a día el uso de este tipo de paradigma novedoso? Y, ¿cómo nos repercute como usuarios finales de múltiples productos y servicios como los anteriormente citados? Para ello pondremos el foco en cuatro casos base: consumidores informados en cualquier ámbito, facilidad de reparación de productos, confianza y transparencia, y reciclaje eficiente.
El DPP proporciona a los consumidores acceso a información detallada sobre los productos que compran, como su origen, materiales y prácticas de producción. Esto permite a los consumidores hacer elecciones más informadas y optar por productos que sean sostenibles y éticos. Por ejemplo, un consumidor puede elegir una prenda de ropa fabricada con materiales orgánicos y producida en condiciones laborales justas, promoviendo así un consumo responsable y consciente.
Del mismo modo, uno de los grandes beneficios del DPP es la inclusión de guías de reparación dentro del pasaporte digital. Esto significa que los consumidores pueden acceder fácilmente a instrucciones detalladas sobre cómo reparar un producto en lugar de desecharlo cuando se estropea. Por ejemplo, si un electrodoméstico deja de funcionar, el DPP puede proporcionar un manual de reparación paso a paso, permitiendo que el usuario lo arregle él mismo o lo lleve a un técnico con la información necesaria. Esto no solo prolonga la vida útil de los productos, sino que también reduce los residuos electrónicos y promueve la sostenibilidad.
Así mismo, el acceso a información detallada y transparente sobre los productos a través del DPP puede aumentar la confianza de los consumidores en las marcas. Las empresas que proporcionan un DPP completo y preciso demuestran su compromiso con la transparencia y la responsabilidad, lo que puede mejorar su reputación y fidelizar a sus clientes. Además, los consumidores que tienen acceso a esta información están más capacitados para tomar decisiones de compra responsables, fomentando así hábitos de consumo más éticos y sostenibles.
Por último, el DPP facilita el reciclaje efectivo al proporcionar información clara sobre cómo descomponer y reutilizar los materiales de un producto. Por ejemplo, un ciudadano que desea reciclar un dispositivo electrónico puede consultar el DPP para saber qué partes pueden ser recicladas y cómo separarlas adecuadamente. Esto mejora la eficiencia del proceso de reciclaje y garantiza que más materiales sean recuperados y reutilizados en lugar de terminar en vertederos, contribuyendo a una economía circular.
Riesgos y desafíos del DPP
Del mismo modo, como tecnología novedosa y como parte de una piedra más de la transformación digital que se está llevando a cabo en los sectores de producto, el DPP también presenta ciertos retos, riesgos y desafíos tales como:
- Protección de Datos: La recopilación y el almacenamiento de grandes cantidades de datos pueden poner en riesgo la privacidad de los consumidores si no se gestionan adecuadamente.
- Seguridad: Los datos digitales son vulnerables a ciberataques, lo que requiere medidas robustas de seguridad.
- Interoperabilidad: La estandarización de datos entre diferentes industrias y países puede ser compleja, dificultando la implementación del DPP a gran escala.
- Costes: La creación y mantenimiento de pasaportes digitales puede ser costosa, especialmente para pequeñas y medianas empresas.
Implicaciones a nivel de protección de datos
La implementación del DPP y sistemas como CIRPASS implica una gestión cuidadosa de los datos personales. Es fundamental que las empresas y las plataformas digitales cumplan con las normativas de protección de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR en inglés) de la UE. Las organizaciones deben asegurar que los datos recopilados sean utilizados de manera transparente y con el consentimiento explícito de los consumidores. Además, se deben implementar medidas de seguridad avanzadas para proteger la integridad y la confidencialidad de los datos.
Relación con los Espacios Europeos de Datos
Los Espacios Europeos de Datos son una iniciativa de la UE para crear un mercado único de datos, promoviendo la innovación y la economía digital. El DPP y CIRPASS están alineados con esta visión, ya que fomentan el intercambio de información entre diferentes actores de la economía. La interoperabilidad de los datos es esencial para el éxito de los Espacios Europeos de Datos, y el DPP puede contribuir significativamente a este objetivo, al proporcionar datos estructurados y accesibles sobre los productos.
Conclusión
A modo de conclusión reseñar que el Pasaporte de Producto Digital y la iniciativa CIRPASS representan un avance significativo hacia una economía más circular y sostenible. A través de la recopilación y el intercambio de datos detallados sobre los productos, estos sistemas pueden mejorar la transparencia, fomentar prácticas de consumo responsables y reducir el impacto ambiental. Sin embargo, su implementación requiere superar desafíos relacionados con la protección de datos, la seguridad y la interoperabilidad. A medida que avanzamos hacia un futuro más digitalizado, el DPP y CIRPASS tienen el potencial de transformar la forma en que interactuamos con los productos y contribuir a un mundo más sostenible.
Contenido elaborado por Dr. Fernando Gualo, Profesor en UCLM y Consultor de Gobierno y Calidad de datos. El contenido y el punto de vista reflejado en esta publicación es responsabilidad exclusiva de su autor.
El pasado mes de julio comenzó la décima legislatura del Parlamento Europeo, un nuevo ciclo institucional que abarcará el periodo 2024-2029. La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue elegida para un segundo mandato, tras presentar al Parlamento Europeo sus Orientaciones Políticas para la próxima Comisión Europea 2024-2029.
Estas orientaciones establecen las prioridades que guiarán las políticas europeas en los próximos años. Entre los objetivos generales, encontramos que se invertirán esfuerzos en:
- Facilitar los negocios y fortalecer el mercado único.
- Descarbonizar y reducir los precios de la energía.
- Hacer que la investigación y la innovación sean los motores de la economía.
- Impulsar la productividad mediante la difusión de la tecnología digital.
- Invertir masivamente en competitividad sostenible.
- Subsanar la brecha en materia de capacidades y mano de obra.
En este artículo, nos vamos a centrar en desgranar el punto 4, centrado en combatir la insuficiente difusión de las tecnologías digitales. El desconocimiento de las posibilidades tecnológicas al alcance de la ciudadanía limita la capacidad de desarrollar nuevos servicios y modelos de negocio competitivos a nivel mundial.
Impulsar la productividad con la difusión de la tecnología digital
El mandato anterior estuvo marcado por la aprobación de nuevas regulaciones encaminadas a impulsar una economía digital justa y competitiva a través de un mercado único digital, donde la tecnología se situase al servicio de las personas. Ahora, es el momento de poner el foco en la aplicación y el cumplimiento de las leyes digitales adoptadas.
Una de las normativas de más reciente aprobación ha sido el Reglamento de Inteligencia Artificial (IA), un marco de referencia para el desarrollo de cualquier sistema IA. En esta norma, el foco estaba puesto en garantizar la seguridad y fiabilidad de la inteligencia artificial, evitando sesgos a través de diversas medidas entre las que se encontraba una gobernanza sólida de datos.
Una vez que ya contamos con este marco, ha llegado el momento de impulsar el uso de esta tecnología en pro de la innovación. Para ello, en este nuevo ciclo, se fomentarán los siguientes aspectos:
- Factorías de inteligencia artificial. Se trata de ecosistemas abiertos que ofrecen una infraestructura de servicios de supercomputación de inteligencia artificial. De esta forma se ponen grandes capacidades tecnológicas a disposición de empresas emergentes y comunidades de investigación.
- Estrategia de uso de la inteligencia artificial. Se busca impulsar usos industriales en diversos sectores, incluyendo la prestación de servicios públicos en áreas como la atención sanitaria. Para elaborar esta estrategia se contará con la visión de la industria y la sociedad civil.
- Consejo europeo de investigación sobre inteligencia artificial. Este organismo ayudará a poner en común los recursos de la Unión Europea (UE), facilitando el acceso a los mismos.
Pero para que sea posible desarrollar estas medidas, primero es necesario garantizar el acceso a datos de calidad. Estos datos no solo favorecen el entrenamiento de los sistemas IA y el desarrollo de productos y servicios tecnológicos de vanguardia, sino que también ayudan a la toma de decisiones informada y a la elaboración de estrategias políticas y económicas más certeras. Como dice el propio documento “el acceso a los datos no solo es un motor importante de la competitividad que representa casi el 4 % del PIB de la UE, sino que también es esencial para la productividad y las innovaciones sociales, desde la medicina personalizada hasta el ahorro de energía”.
Para mejorar el acceso a los datos de las empresas europeas y mejorar su capacidad competitiva con respecto a los grandes actores tecnológicos mundiales, la Unión Europea apuesta por la “mejora del acceso a los datos abiertos”, garantizando, al mismo tiempo, la más estricta protección de datos.
La revolución de los datos europea
“Europa necesita una revolución de los datos”. Así de tajante se muestra la Presidenta ante la situación actual. Por ello, una de las medidas en las que se trabajará es en una nueva Estrategia de datos de la Unión Europea. Esta estrategia se basará en las normas existentes actualmente. Es previsible que se tome como referencia la actual estrategia, entre cuyas líneas de acción se encuentra el fomento del intercambio de información a través de la creación de un mercado único de datos donde los datos puedan fluir entre países y sectores económicos de la UE.
En este marco seguirán muy presentes los avances legislativos que vimos en la última legislatura:
- Directiva (UE) 2019/1024 relativa a los datos abiertos y la reutilización de la información del sector público, que establece el marco jurídico para la reutilización de la información del sector público, puesta a disposición del público como datos abiertos, incluyendo el fomento de los datos de alto valor.
- Reglamento (UE) 2022/868 relativo a la gobernanza europea de datos (DGA en sus siglas en inglés), que regula el intercambio seguro y voluntario de conjuntos de datos que están bajo el poder de organismos públicos sobre los que concurren derechos de terceros, así como los servicios de intermediación de datos y su cesión altruista.
- Reglamento (UE) 2023/2854 sobre normas armonizadas para un acceso justo a los datos y su utilización (Data Act), que impulsa reglas armonizadas relativas al acceso y uso equitativo de los datos en el marco de la Estrategia Europea.
Con todo ello, se busca garantizar un “marco simplificado, claro y coherente para que las empresas y las administraciones compartan datos sin fisuras y a gran escala, respetando al mismo tiempo normas estrictas de privacidad y seguridad”.
Además de intensificar la inversión en tecnologías punteras, como la supercomputación, el internet de las cosas o la computación cuántica, la Unión Europea tiene entre sus planes continuar impulsando el acceso a datos de calidad que ayuden a generar un ecosistema tecnológico sostenible y solvente, capaz de competir con las grandes empresas mundiales. En este espacio iremos informando de las medidas tomadas con este fin.
Uno de los principales objetivos de Reglamento (UE), del Parlamento Europeo y del Consejo de 13 de diciembre de 2023 sobre normas armonizadas para un acceso justo a los datos y su utilización (Reglamento de Datos) consiste en promover el desarrollo de criterios de interoperabilidad en los espacios de datos, los servicios de tratamiento de datos y los contratos inteligentes. A este respecto, el Reglamento entiende la interoperabilidad como:
La capacidad de dos o más espacios de datos o redes de comunicación, sistemas, productos conectados, aplicaciones, servicios de tratamiento de datos o componentes para intercambiar y utilizar datos con el fin de desempeñar sus funciones.
Según afirma expresamente dicha norma “los datos interoperables y de alta calidad de diferentes ámbitos incrementan la competitividad y la innovación, y garantizan un crecimiento económico sostenible”, para lo cual resulta necesario que “los mismos datos pueden utilizarse y reutilizarse para diversos fines y de modo ilimitado, sin pérdida de calidad o cantidad”. Así pues, considera que resulta imprescindible “un enfoque regulador para la interoperabilidad que sea ambicioso y que inspire la innovación para superar la dependencia de un solo proveedor, que obstaculiza la competencia y el desarrollo de nuevos servicios”.
Interoperabilidad y espacios de datos
Esta preocupación ya existía en la Estrategia Europea de Datos, donde la interoperabilidad se consideraba un elemento clave para poner en valor los datos y, de manera singular, para el despliegue de la Inteligencia Artificial. De hecho, la interoperabilidad es una premisa inexcusable para los espacios de datos, de modo que el establecimiento de protocolos adecuados se convierte en esencial para garantizar su potencial, tanto por lo que se refiere a cada uno de los espacios de datos a nivel interno como, asimismo, a la hora de facilitar una integración transversal de varios de ellos.
En este sentido, son frecuentes las iniciativas de estandarización y los encuentros para tratar de establecer unas condiciones específicas de interoperabilidad en este tipo de escenarios, caracterizados por la diversidad de las fuentes de datos. Aunque supone una dificultad añadida, lo cierto es que un enfoque transversal, que integre varios espacios de datos, proporciona un mayor impacto en la generación de servicios de valor añadido y permite crear las condiciones jurídicas adecuadas para la innovación.
Según establece el Reglamento de Datos quienes participen en los espacios de datos y ofrezcan datos o servicios de datos a otros actores que intervengan en los mismos habrán de cumplir una serie de requisitos encaminados, precisamente, a garantizar unas condiciones adecuadas de interoperabilidad y que, de este modo, los datos puedan tratarse conjuntamente. Para ello, se proporcionará una descripción del contenido, la estructura, el formato y otras condiciones de uso de los datos, de manera que se facilite el acceso a los mismos y su compartición de manera automatizada, incluso en tiempo real o permitiendo la descarga masiva cuando proceda.
Conviene tener en cuenta que para los espacios de datos es esencial cumplir con los estándares técnicos y semánticos de interoperabilidad, puesto que una mínima normalización de las condiciones jurídicas facilita enormemente su funcionamiento. En concreto, es de gran importancia asegurar que quien aporte los datos es titular de los derechos necesarios para compartirlos en dicho entorno y, asimismo, poder acreditarlo de manera automatizada.
Interoperabilidad en los servicios de tratamiento de datos
El Reglamento de Datos presta una especial atención a la necesidad de mejorar la interoperabilidad entre los distintos proveedores de servicios de tratamiento de datos, de manera que los clientes puedan beneficiarse de la interacción entre cada uno de ellos, reduciendo así la dependencia de proveedores concretos.
Para ello, en primer lugar, refuerza la obligación de informar que tienen los proveedores que prestan este tipo de servicios, a las que deberán añadirse aquellas derivadas de la regulación general en materia de suministro de contenidos y servicios digitales. En particular, deberán constar por escrito:
- Las condiciones contractuales relativas a los derechos del cliente, sobre todo en situaciones relacionadas con un posible cambio a otro proveedor o infraestructura.
- Una indicación completa de los datos que podrán exportarse durante el proceso de cambio de proveedor, de manera que el alcance de la obligación de interoperabilidad habrá de estar previamente fijado. Además, dicha información tiene que ofrecerse a través de un registro en línea actualizado que ofrecerá el proveedor de servicios.
El Reglamento pretende garantizar que el derecho de los clientes a la libre elección del proveedor de los servicios de datos no se vea afectado por barreras y dificultades derivados de la falta de interoperabilidad. Incluso, la regulación contempla una obligación de proactividad para que el cambio de proveedor tenga lugar sin incidencias en la prestación del servicio al cliente, por lo que les obliga a adoptar aquellas medidas que sean razonables para asegurar una “equivalencia funcional” e, incluso, a ofrecer de manera gratuita interfaces abiertas que faciliten dicho proceso. No obstante, en algún caso –en concreto, cuando se pretenda utilizar en paralelo dos servicios–, se permite al antiguo proveedor repercutir ciertos costes que se le puedan haber generado.
En última instancia, la interoperabilidad de los servicios de tratamiento de datos va más allá de simples aspectos técnicos o semánticos, de manera que se convierte en una premisa inexcusable para asegurar la portabilidad de los activos digitales, garantizar las condiciones de seguridad e integridad de los servicios y, entre otros objetivos, no interferir en la incorporación de las innovaciones tecnológicas, todo ello con un marcado protagonismo de los servicios en la nube.
Contratos inteligentes e interoperabilidad
El Reglamento de Datos también presta una especial atención a las condiciones de interoperabilidad que permitan la ejecución automatizada de los intercambios de datos, para lo cual resulta esencial fijarlas de manera predeterminada. De lo contrario, se verían afectadas las condiciones óptimas de funcionamiento que requiere el entorno digital, especialmente desde el punto de vista de la eficiencia.
La nueva regulación contempla obligaciones específicas para los proveedores de contratos inteligentes y, asimismo, para quienes desplieguen este tipo de herramientas al llevar a cabo su actividad comercial, empresarial o profesional. A tal efecto, se entiende por contrato inteligente aquel
programa informático utilizado para la ejecución automatizada de un acuerdo o de parte de este, que utiliza una secuencia de registros electrónicos de datos y garantiza su integridad y la exactitud de su orden cronológico.
Dichos sujetos han de garantizar que los contratos inteligentes cumplen con las obligaciones que contempla el Reglamento por lo que se refiere a la puesta a disposición de datos y, entre otros aspectos, será imprescindible garantizar “la coherencia con las condiciones del acuerdo de intercambio de datos que ejecuta el contrato inteligente”. En consecuencia, serán responsables del efectivo cumplimiento de tales exigencias, para lo cual deberán llevar a cabo una evaluación de conformidad y expedir una declaración relativa a la observancia de tales requisitos.
Para facilitar el cumplimiento de estas garantías, el Reglamento contempla una presunción de cumplimiento cuando se respeten las normas armonizadas publicadas en el Diario Oficial de la Unión Europea, para lo cual se autoriza a la Comisión a fin de que solicite a organizaciones europeas de normalización la elaboración de disposiciones específicas.
En los últimos cinco años y, en particular desde la Estrategia de 2020, se ha producido un importante avance en la regulación europea que permite afirmar que existen unas condiciones jurídicas adecuadas para garantizar la disponibilidad de los datos de calidad para impulsar la innovación tecnológica. Por lo que se refiere a la interoperabilidad, ya se han dado pasos muy relevantes, especialmente en el sector público, donde podemos encontrar tecnologías disruptivas que pueden resultar de enorme utilidad. Sin embargo, todavía está pendiente el desafío de concretar de manera precisa el alcance de las obligaciones establecidas legalmente.
Por ello el propio Reglamento de Datos habilita a la Comisión para que pueda adoptar especificaciones comunes que garanticen el efectivo cumplimiento de las medidas que contempla si fuera necesario. No obstante, se trata de una medida de carácter subsidiario, ya que previamente se han de intentar otras vías para conseguir la interoperabilidad, como es el caso de la elaboración de normas armonizadas a través de organizaciones de normalización.
En definitiva, a la hora de regular la interoperabilidad se requiere un planteamiento ambicioso, tal y como reconoce el propio Reglamento de Datos, si bien se trata de un proceso complejo que precisa de medidas de ejecución en diferentes niveles que van más allá de la simple aprobación de normas jurídicas, aun cuando dicha legislación suponga un importante avance para dinamizar la innovación en condiciones adecuadas, esto es, más allá de las simples premisas tecnológicas.
Contenido elaborado por Julián Valero, catedrático de la Universidad de Murcia y Coordinador del Grupo de Investigación “Innovación, Derecho y Tecnología” (iDerTec). Los contenidos y los puntos de vista reflejados en esta publicación son responsabilidad exclusiva de su autor.
El Informe Europeo sobre Drogas proporciona una visión actual de la situación de las drogas en la región, analizando las principales tendencias y amenazas emergentes. Se trata de una publicación de gran valor, con un alto número de descargas, que se cita en múltiples medios de comunicación.
El informe se realiza de forma anual por la Agencia de la Unión Europea sobre Drogas (EUDA en sus siglas en inglés), nombre actual del antiguo Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías. Este organismo recopila y analiza datos de los Estados miembros de la Unión Europea, junto con otros países asociados, como son Turquía y Noruega, para proporcionar una visión integral del consumo y oferta de drogas, los daños que producen y las intervenciones de reducción de daños. El informe contiene conjuntos completos de datos sobre estos temas desagregados a nivel nacional, e incluso, en algunos casos, a nivel de ciudad (como Barcelona o Palma de Mallorca).
Este estudio lleva realizándose desde 1993 y traduciéndose a más de 20 idiomas oficiales de la Unión Europea. No obstante, en los dos últimos años ha presentado una novedad: un cambio en los procesos internos para mejorar la visualización de los datos obtenidos. Un proceso que han explicado en el reciente webinar “El Informe Europeo sobre las Drogas: uso de un enfoque de datos abiertos para mejorar la visualización de datos”, organizado por el Portal de Datos Abiertos Europeo (data.europa.eu) el pasado 25 de junio. A continuación, se resume lo que contaron los representantes del Observatorio en esta cita.
La necesidad de un cambio
El Observatorio siempre ha trabajado con datos abiertos, pero el proceso presentaba ineficiencias. Hasta ahora el Informe Europeo sobre Drogas se había publicado siempre en formato PDF, poniendo el foco en conseguir un producto visualmente llamativo. El proceso interno previo a la publicación del informe consistía en varias etapas que involucraban a diversos equipos:
- Un equipo del Observatorio comprobaba el formato de los datos recibidos por parte del proveedor y, si era necesario, los adaptaba.
- Un equipo especializado en análisis de datos creaba visualizaciones a partir de los datos.
- Un equipo especializado en redacción redactaba el informe. El equipo que había creado las visualizaciones podía colaborar en esta fase.
- Un equipo interno validaba el contenido del reporte.
- El proveedor de los datos revisaba que el Observatorio había intepretado los datos correctamente.
A pesar del buen recibimiento del informe y su formato, en 2022 el Observatorio decidió cambiar completamente el formato de publicación por los siguientes motivos:
- Una vez iniciados los distintos pasos del proceso de publicación, los datos se formateban y dejaban de ser legibles por una máquina. Esto reducía la acessibilidad de los datos, por ejemplo, para lectores de pantalla, y limitaba su capacidad de reutilización.
- Si en los distintos pasos del proceso se detectaban errores, se corregían directamente sobre el formato que tenían los datos en este paso. Es decir, si en la fase de revisión se detectaba un error en un gráfico, se corregía directamente sobre dicho gráfico. Este procedimiento podía causar errores y opacar la trazabilidad de los datos, limitando la eficiencia: un mismo gráfico estático podía estar presente varias veces en el documento y cada mención se tenía que corregir individualmente.
- Al final del proceso se tenía que ajustar el formato de los datos de origen, por los cambios realizados en el procedimiento de publicación.
- Muchos de los usuarios que consultaban el informe lo hacían desde un dispositivo móvil, para el cual el formato del PDF no siempre era adecuado.
- Al no ser accesibles ni aptos para dispositivos moviles, los documentos en formato PDF no solían aparecer como primer resultado en los motores de búsqueda. Este punto es importante para el Observatorio, ya que muchos de los usuarios encuentran el informe a través de buscadores.
Era necesario un formato web responsive, que ajustara automáticamente el sitio web al tamaño y disposición de los dispositivos de sus usuarios. Con ello se buscaba:
- Una mejora de la accesibilidad.
- Un proceso de creación de visualizaciones más ágil.
- Un proceso de traducción más fácil.
- Un aumento de visitantes procedentes de motores de búsqueda.
- Un mayor modularidad.
El proceso detrás del nuevo informe
Con el fin de transformar por completo el formato de publicación del informe, se ha llevado a cabo un proceso de visualización diseñado ad hoc, resumido en la siguiente imagen:

Figura 1. Proceso para crear visualizaciones para el Informe Europeo sobre Drogas. Fuente ES: Webinar “The European Drug Report using an open data approach to improve data visualisation”, organizado por data.europa.eu.
La principal novedad es que las visualizaciones se crean dinámicamente a partir de los datos fuente. De esta forma, si se modifica algo en dichos datos, automáticamente se cambia en todas las visualizaciones que se alimentan de ellos. Mediante el sistema de gestión de contenidos Drupal, en el que está basada gran parte de la web, los administradores pueden registrar cambios que automáticamente se reflejarán en el HTML y, por lo tanto, en las visualizaciones. Además, los administradores de la página disponen de un generador de visualizaciones que crea visualizaciones sin necesidad de tocar código, a partir de los datos e indicaciones -que equivalen a instrucciones sencillas como “ordenar de mayor a menor”, expresados mediante HTML-.
El mismo procedimiento dinámico de actualización se aplica al PDF que el usuario puede descargar. Si hay cambios en los datos, en las visualizaciones o se corrigen errores tipográficos, el PDF se genera nuevamente a través de un proceso de compilación que el Observatorio ha creado específicamente para esta tarea.
El informe después del cambio
Actualmente el informe se publica en versión HTML, con la posibilidad de descargar capítulos o el informe completo en formato PDF. Está estructurado por módulos temáticos y también permite la consulta de anexos.
Además, los datos siempre se publican en formato CSV y se indica en la misma página las condiciones de licencia de los datos (CC-BY-4.0). La referencia de la fuente de los datos siempre se pone a disposición del lector en la misma página en la que está una visualización.
Con este cambio de procedimiento y formato, se han conseguido beneficios para todos. Desde el punto de vista de los lectores, se ha mejorado la experiencia del usuario. Para la organización, se ha agilizado el proceso de publicación.
En cuanto a datos abiertos, este nuevo enfoque permite una mayor trazabilidad, ya que se puede consultar en cada momento los datos en su formato actual. Además, según los ponentes del Observatorio, este nuevo formato del informe, junto con el hecho de que los datos y visualizaciones siempre están actualizados, ha aumentado la accesibilidad de los datos para medios de comunicación.
Puedes acceder a los materiales del webinar aquí: